EMMA Y SU HIJO ALEX parte 4
Comencé a darme cuenta que a una mujer sola e indefensa como yo, el sexo podía ser mi medio de vida hasta que pudiera conseguir hacerme de un capital rentable, .
Comencé a darme cuenta que a una mujer sola e indefensa como yo, el sexo podía ser mi medio de vida hasta que pudiera conseguir hacerme de un capital rentable, pero no era ni lo iba a ser, una viciosa entregada toda al sexo y al vicio, ese no era mi objetivo en la vida, pues el sexo podía también llevarme al precipicio del vicio y a destruir mi alma y mi cuerpo si era poseída por la lujuria extrema e incontrolada. En cualquier momento una pareja o cliente circunstancial podía contagiarme una enfermedad grave, o hasta incluso incurable, por lo que debía evitar ser una callejera que recibía pija o pene por todos lados, por unos míseros denarios.
Con estos pensamientos, ya en la habitación suspiré profundo, Me tiré en la cama y dormité casi hasta medio día. Cuando estuve más descansada llamé por teléfono al señor Tono X y le comenté la situación, que llevaba en mi vientre una semilla suya gracias a los litros de leche que introdujo en mi vagina, que lo extraño era no haberme preñado antes y por supuesto debíamos arreglar mi situación económica y financiera, teniendo en cuenta los gastos que se avecinaban tanto para mí como con el feto que llevaba dentro mío máxime que su esposa me había echado a la calle. Me contestó debía consultar con sus abogados y me pedía no iniciara una acción precipitada, y quede tranquila todo se iba a arreglar satisfactoriamente. En un momento recobró la calma y me dijo quedamente — “Te quiero estoy loco por ti y me encanta tener un hijo tuyo” – Y me suplicó me quedara con fe en él, no me iba a abandonar. Aunque era neófita respecto al dinero, acorde a mis conversaciones con las otras domésticas, creía saber yo debía recibir cuota para pagar renta, cuota para comer y vestir mi hijo y yo, también los gastos médico, pediatra y otros que irían viniendo. La verdad Tono X, lo averigüe después, fue generoso, me asignó una renta para vivir en un pequeño departamento, una cuota alimentaria, obra social médica y niñera, etc. o sea Tono X quería seguir manteniendo la relación conmigo, por lo menos mientras estaba preñada y yo no tenía problemas en seguir viéndolo y me penetre. Y yo le aseguré no diría nada a la señora Mara X sobre nosotros. .
Ese sábado fuimos a un hotel, mientras lo esperaba pase a buscarme, yo estaba vestida simple y discreta con un pantalón de tiro bajo, algo ajustado que marcaba mi culo y mis tetas que estaban hinchadas y sin sujetador, los pezones buscaban la luz del sol, con una camisa gris neutro, pero mi estado realzaba mi curvas, en la calle mientras lo esperaba, en una esquina, comencé a pensar, debía exprimirle en semen y en dinero, ordeñarle al máximo, pues no sabía que pasaría en el futuro. Ya en el hotel tuvimos como siempre sexo furioso y me dejó toda absolutamente toda su leche por atrás, adelante, abajo y arriba, (dicen en este estado preñada, las mujeres son más apetecibles), él estando yo preñada tuvo especial satisfacción en ponerme sentada arriba suyo y dejarme caer, con su pija dura gozándome a medida que iba entrando en mi culo, el señor Tono X era ano – dependiente podía estar horas en esa posición antes de correrse o acabar dejando su leche dentro de mi intestino. Cuando estaba cerca de correrse o acabar, me sacaba su pija de mi culo, yo me bajaba de la cama, me arrodillaba en el piso y le hacía la paja con la boca, subiendo y bajando el prepucio de la cabeza enorme lo que le producía enorme placer y así yo le sacaba el último remanente de su leche.. Creo con inmodestia de mujer, fui la que más placer le di de todas sus queridas. Finalmente su leche brotaba a borbotones yo la tragaba íntegra abriendo la boca para que él viera la tenía toda adentro. El señor Tono X fue al único (excepto tiempo después mi amor) al que mamé su pene o pija, con todos los demás siempre usé condón o forro, realmente me desagradaba la función de esclava sexual y además no quería otro martes siete.
Cuando terminamos quedamos largo tiempo tendidos en la cama, entonces me dijo — Pasa el jueves por la tarde por la oficina de mis abogados en el centro y haremos un convenio contigo respecto al dinero y los bienes que recibirás y algunas condiciones más — (No me dijo nada más pero en esencia acordamos yo no le reclamaría parte de su fortuna y además le dije él no estaría obligado a otorgar su apellido a mi hijo) pero no me importó, para mí en ese momento lo importante era tener un techo y no tener hambre ni frío y no mojarme en la lluvia. Lo demás era secundario ¿Amaba al señor Tono X? Podía decir, lo amaba mucho, me trató bien, decentemente y pude tener con él gustos lujosos y placenteros, pero no estaba enamorada ni iba a vivir en la sombra pendiente de su voluntad y él no iba a ir más allá de tenerme como su querida por lo menos hasta que se aburriera de mí y se buscara otra.
Esa tarde me llamaron de la inmobiliaria, el señor Tono X había rentado a mi nombre un departamento de un ambiente con vestíbulo, cocinita y baño, relativamente cómodo con dos camas una plaza, una mesa, cuatro sillas y sofá con TV y cocina con utensilios y el baño sin bañera pero aceptable. Una vez resuelta mi situación económica comencé a pensar que hacer para satisfacer mi libido, yo en esa época antes de mi veintena, yo era muy caliente o cachonda, necesitaba una pija o pene dentro mío, por adelante y por atrás, por arriba y por abajo, Consulté a mi ginecóloga que trataba mi embarazo, y me dijo, yo parecía por mi edad, y era ese tipo de mujer que necesitaba activar mis hormonas por lo menos una vez por semana y no podía recomendarme donde encontrar un hombre, pero sería buena idea ser cautelosa y cuidarme mucho de las enfermedades, por lo menos cuando estuviera preñada debía consumir alimentos ricos en calcio, hierro y evitar las venéreas, hacerme exámenes de rutina y en general cuidarme pues ahora tenía un hijo a cargo. Acepté sus consejos pero pensé para dentro mío, es cierto me enloquece el sexo pero no con cualquiera, por un pene o polla no perdería mi libertad ni mi autoestima, no me degradaría, no aceptaría de nuevo ni a sucios ni ordinarios ni grasientos me pusieran su mano encima, por unos pocos billetes.
En el fondo de mi corazón seguía soñando con “alguien” a quien amar, solo que estaba blindado y solo lo abriría al elegido. Sabía salvo un milagro de Dios (a quien le pedía todo) sería difícil encontrar mi hombre, a quien yo le abriría mi corazón, además de mis piernas, mi vagina y mis tetas. Por ahora solo quería activar mis hormonas, y para ello una buena idea era, yo podía trabajar de puta o prostituta fina a las que llaman escort, no necesitaba tener ni antecedentes ni graduación, solo inteligencia, mucha inteligencia para sortear las trampas del camino, nada de entregarme a tipos ordinarios ni desagradables. Mientras estaba preñada no podía buscar otro hombre, además el señor Tono X parecía alucinado por mis tetas y mi vagina, ahora que el flujo de sangre los iba coloreando de rosado intenso y se agrandaban notablemente por la próxima parición. Lo mismo pensó el señor Tono X que casi todos los días me llamaba para venir a mi departamento para echarme un polvo, aunque con el tiempo comenzó a espaciar su interés por mí, tanto que a mis cuatro meses de preñez ya dejó de llamarme. Los hombres poderosos confunden lujuria con amor y no aman a sus mujeres, continuamente buscan sensaciones nuevas ¡¡Vaya que amor eterno que realmente tuvo para conmigo pero no le reproché nada, era demasiado lo que le debía!! . .
Más tranquila vigilaba como mi vientre crecía, notaba me iba volviendo más indefensa, de la agencia mandaron una mucama doméstica que me acompañaba las 24 horas, turnándose para para poder tener días francos, solo tuve que preocuparme de vigilar mi salud y descansar sin quemar mis energías por lo que finalmente resuelta mi situación económica decidí organizarme y programar mis actividades. No necesitaba demasiado dinero, solo para mis gustos, para pagar el plan de salud y para atender y mejorar la educación futura de mi hijo y para tener un plan de medicamentos mejor. En mis largos días de estar sola, las únicas visitas fueron las de Neta que parecía haber desarrollado mucho afecto por mí, quizás por estar en la misma orfandad que yo, lo cierto fue apoyo y compañía en ese duro trance de parir
Mucho después comencé a reflexionar sobre los comienzos de mi actividad sexual y de escort. Recuerdo cuando me desfloraron vaginal y anal, sentí mucho dolor, me recuerdo atada al potro y el falo del señor Tono X hurgando profundo en mi intestino y cuando me desfloró, mi sensación fue dual de placer y dolor fue intensa y recuerdo sonriendo que no pude caminar por una semana por el dolor horrible que sentí en mi culo. En mis horas libres que a veces eran muchas y en la madrugada en Internet leía y hasta devoraba todo tema que me parecía interesante, historia, literatura, arte, política y así sucesivamente, satisfacía mi hambre de saber que me permitió ir puliendo mis conocimientos que agregué a los pobres adquiridos en la escuela elemental a la que asistí y dejar de ser solo una montaña de carne con tres agujeros, que para lo único que servía era para dar placer y “se usa y se tira” a los hombres, hasta que me di cuenta ellos eran lo mismo para mí — Quizás me estaba convirtiendo en una Violeta de la Dama de las Camelias, pero no quería pensar en eso, tenía que sobrevivir y asegurar mi futuro, era mi siguiente escalón y para ello acechaba todas las oportunidades posibles, en tanto mi decidí firmemente subir mi cotización, iba a ser una prostituta de esas que se anuncian en las páginas como “escort” o sea una puta pero qué le iba a hacer, era mi vida, desde niña aprendí enfrentar la realidad y evitar las fantasías que no llevan a ninguna parte. Tenía claro no iba a ir a las calles ya que quería ser una puta fina, no iba a vender mi cuerpo por poco dinero ni a cualquiera. .
Mucho después en la oscuridad de la noche antes de ir a dormir a veces pensaba, recordaba como los hombres me miraban y como me tocaban la vagina, metían los dedos en mi ano hasta hacerme doler y entonces hacía una mueca de asco y ¡¡Odiaba a los hombres!! Tenía los labios de mi vagina o coño totalmente dilatados al igual que el agujero del culo y eran el recordatorio de mi profesión y mi condición miserable de paria social. En esos momentos odiaba todo, odiaba a mi madre que me parió y a mi padre que dio su semilla, odiaba a los hombres que me miraban con lascivia y me usaban como trapo de piso, odiaba a Dios que era el causante de mis penurias y a mí misma que tenía sentimientos de amor, piedad, humildad, decencia y sacrificio, pero no podía exteriorizarlos, ni tampoco mis sentidos, tenía que seguir construyendo la barrera para blindar mi corazón frente al mundo.
Ahora que pasó todo lo referido al parto, mi hijo Alex tenía año y medio, estaba saludable, iba al jardín, tenía niñera confiable, así que si me animaba podía intentar trabajar y ganar buen dinero, decididamente no iba a ser de nuevo doméstica ni a mendigar unos pesos con patronas soberbias que me denigraban diariamente, pensé hacerlo como prostituta pero no quería abrir mis piernas a cualquiera, y menos llevar clientes a mi departamento, eso estaba descartado, y se me ocurrió ofrecer mis servicios a alguna agencia de escort o sea puta más elegante y refinada . Ya tenía experiencia en coger, follar o ser penetrada y sabía excitar los puntos eróticos de los hombres, Lo más importante era sacar toda la leche a los clientes y dejarles con libido cero hasta la semana que viene. Tenía claro que para los hombres una cosa era el amor, la posición social, familia, el hogar, los hijos, la fachada “social y moral” y otra cosa muy distinta era satisfacer su instinto sexual que en algunos casos se vuelve violento y cruel, como, las personas que aparecían en TV y los diarios, los llevaba hasta la perversión y el sadismo contra las mujeres indefensas, tenía claro no iba a permitir me humillaran ni me martirizaran .
En un momento con sorpresa advertí hay mujeres que buscaban su satisfacción sexual ¡¡con mujeres!! Eso me pareció deprimente y antinatural y salvo tuviera una necesidad imperiosa de dinero yo no era capaz de tener sexo con mujeres y rechacé de plano algunas propuestas que me hicieron a pesar algunas fueron bien jugosas. .
FIN DE EMMA Y ALEX parte 4. Relatado por Roberto
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