EMMA Y SU HIJO ALEX parte 8
Tenía una camita de tela impermeable y después él acabara me seguiría ensartando por el culo y yo soltaría y relajaría mis músculos y mearía y largaría mis flujos como haciendo brotar agua de una fuente, como en los videos porno.
Durante mis años de profesión de puta, aprendí, puse en práctica y me dio resultado disociar mi vida privada de mi vida de trabajo, a pesar que varios se me acercaron y quisieron indagarme no lo lograron, me penetraban a veces rápido, otras veces lento horas enteras, pero cuando se levantaban de la cama y salían del baño y se vestían y nos despedíamos, nos dábamos la mano, se terminaba todo y en general no nos volvíamos a ver en el futuro, salvo muy contadas excepciones. El único que pudo romper mi coraza fue Mario X un hombre fascinante pero extraño que a veces caía en una morbosidad incomprensible, para alguien tan inteligente que casi definiría como sádica, cuya historia cuento a continuación: . Mario X era un hombre muy poderoso, en influencia política, de muchísimo dinero y desconcertante en muchos aspectos, que aún hoy cuando necesita a veces recurre a mí y lo mismo hago yo (Soy una de las poquísimas que tiene el número directo de teléfono de su oficina) Pero ya NO tenemos sexo pues mi esposo no me lo permitiría pues es muy celoso de mí y no me perdonaría si me pescara en un renuncio. Y ahora aclarado el asunto voy a contar como lo conocí: Un sábado me llamaron de la Agencia para decirme tenían un cliente preferente y especial que quería contratarme para el día domingo siguiente. Éste era un hombre muy especial, era poderoso pero no era ostentoso y gustaba pasar desapercibido sin publicidad, tenía una quinta o casa de descanso en el campo en un parque verde con jardín, era un hombre agradable y educado, casi tímido y la Agencia me comunicó estaríamos solos yo y el cliente, quien me llamaría a la brevedad. Unos minutos después cuando Alex estaba desayunando recibí un llamado de una voz melosa bien modulada – Hola ¿Ame? Yo soy Mario X y quisiera contratarte para mañana domingo, desde la mañana, yo te buscaría en mi automóvil y te llevaría a la quinta — Me pareció aceptable ir con una sola persona, pero estaba Alex y no quería dejarlo solo un domingo, el día que usábamos para estar juntos. Mientras Alex me miraba y escuchaba atentamente, Mario X dijo – Sé que tienes un hijo de unos 8 a 9 años, Si quieres puedes traer a tu hijo, mis domésticas tienen niños y niñas de su edad y pueden jugar juntos. Las empleadas los cuidarán y nosotros podemos ir arriba al dormitorio a tener una sesión muy especial que te explicaré en qué consiste. – Y agregó cambiando el tono y poniéndose serio – La tarifa y la forma de pago la fijarías tú y el tiempo sería un mínimo de tres horas a la mañana y además tres horas a la tarde, haciendo intervalo a medio día para almorzar —
Mientras Mario X hablaba yo iba pensando en cuánto iba a cobrarle, Y le dije que la tarifa sería en dólares por adelantado, e incluiría un almuerzo vegetariano para Alex y yo, y además yo fijaría la hora de volver y me pagaría un taxi hasta mi casa. Quedamos en principio de acuerdo y me dijo que lo llame y me diría que acción quería para el domingo. Nos despedimos y le dije lo llamaría en algunos minutos. . . Cuando Alex terminó de desayunar y fue a jugar con la PC los juegos en línea, y cuidando él no me oyera llamé de nuevo a Mario X — ¿Hola es Mario? Ahora podemos hablar mejor y puedes platicarme Qué deseas y ¿Cuál es tu propuesta? Y él me contestó que era adicto al sexo anal y quería entrarme por el culo muy despacio y estar a mi espalda y sobarme delicadamente mis tetas y los pezones mientras me hacía entrar y apretaba su pecho a mi espalda, tenía una camita confortable forrada con tela impermeable y después que él acabara me seguiría ensartando y así yo soltaría y relajaría mis músculos y mearía y largaría mis flujos como haciendo brotar el agua de una fuente, como se ve en los videos porno dejando en el piso un chorro de orina mezclado con flujo vaginal mientras Mario X tomándome desde atrás me rodearía firmemente la cintura. Y en algún momento él mearía y su orina rebasaría mi intestino y caería al suelo. Además me dijo que una de sus domésticas podía traernos café o alguna bebida espirituosa, o para comer, etc. O lo que yo quisiera o necesitara, como papel higiénico o toallas, mientras Mario X me tenía ensartada o me liberaba en un intervalo de relajarnos. Deduje entonces que Mario X era adicto al sexo anal. Le encantaba dar a las mujeres por el culo y cuanto más duro mejor y hacer que la mujer (o sea yo) se corriera o acabara le daba más placer. Pero después que ella (O sea yo) se corría o acababa, él no me bajaría el ritmo y me seguiría dando duro a mi culo, y yo finalmente con la vejiga llena y el vientre relajado mearía y cagaría sin poderme controlar. Y no sería solo una meada normal, sino que se mezclaría con un segundo orgasmo más profundo que me dejaría sin fuerza en las piernas y relajaría y contraería alternativamente todo mi vientre sintiendo como mi esfínter y mi intestino se abrazaban sensualmente a su pija que estaba dentro mío. Así cuando tuviera ese segundo orgasmo encadenado dejaría el piso que tenía bajo mis pies totalmente regados de meada y además flujo vaginal lanzado a presión y algo de excremento. Entonces él llamaría a sus domésticas para secar el piso y la cama y proveer sábanas limpias y nosotros seguiríamos hasta él quedara satisfecho. – Quedé pensando sobre lo extraño de la propuesta y le comenté que también mi antiguo esposo (sin dar nombre) era culo adicto y me colocaba boca abajo en el potro y me entraba horas por el culo. Realmente yo era una profesional del sexo y en general no me calentaba ni me excitaba con propuestas extrañas, pero ésta era distinta y aunque no quise, mi bajo vientre comenzó al latir y la sangre a circular bombeada por todos los tejidos de la vagina y del ano, tanto que sentí pinchazos en toda la zona ventral. Yo misma me sorprendí — y decidí era un experiencia nueva que valía la pena probar. Para rematar me dijo –No es dolorosa, al contrario es muy placentera pero si tienes dolor suspendemos de inmediato, eso está garantizado – Le gradecí y algo más confiada acepté. Yo sabía (Y además tuve una experiencia dolorosa) muchas prostitutas fueron vejadas y abandonadas por sádicos.
Mario X me tranquilizó y quedó muy contento con la conversación, me dijo – Hace años trabajo con la Agencia Fran y no puedo quejarme, siempre me han mandado material de primera (Léase mujeres putas que lo llenaron de placer y lo deslecharon a su entera satisfacción) — Arreglamos el precio que para mí era altísimo y él me dijo, para él era muy barato, y finalizó, mañana temprano te busco por tu domicilio y vamos a la quinta. Y comenta a tu hijo, que se encontrará con amiguitos muy dulces y educados para jugar. Le dije –Gracias por haberme elegido y espero no defraudarte — Cuando cerré el teléfono reflexioné, Estaba cobrando una parva de dólares que pondría en mi cuenta del Uruguay, y me permitiría mayor holgura, ahora que nuestros gastos iban creciendo. Respecto a Alex iba a pasar un divertido día de campo con otros niños lo que le haría muy bien Fui a ver a mi hijo y le dije — Mañana tendremos día de campo que una casa donde un señor va a abrazar a mamá, y estará a solas con ella todo el día pero tú no deberías preocuparse pues mamá no lo ama, ella te ama sólo a ti, y si se ella se deja abrazar es para que tú puedas ir a la escuela y tener buena ropa y uniforme deportivo, y por favor NO digas a nadie esto que estamos hablando — Primero me miró con mala cara y quiso protestar, pero fui inflexible, con voz seca le dije, eres muy niño y yo mandaba allí, y si hacía algo que no le gustaba, era por nuestro bienestar, además cundo se dio cuenta podía perder su vida cómoda, el miedo fue su mayor incentivo para guardar el secreto. Lamentablemente yo no tenía salida, no podía perder mi medio de vida por un capricho infantil, tampoco perder el favor de la Agencia porque nadie querría contratarme y tendría que salir a buscar clientes en las calles lo que sería mi bancarrota, claramente le dije no quería hiciera pucheros ni una escena frente al señor que vendría. A regañadientes aceptó, yo no quise regañarlo pero no tenía salida, nuestras cuentas debía pagarlas y sin demora y eso no era negociable
A la mañana siguiente me levanté temprano, desperté a Alex y fuimos al baño a lavarnos e higienizarnos, cargamos nuestras mochilas, yo con un conjunto top ajustado y pantalón ídem a la rodilla de gym y debajo bikini mínimo y un abrigo ligero si refrescaba, calzaba zapatillas suela goma de correr y llevé chinelas, pañuelo de atar el pelo y mi sobre con cosméticos y para Alex llevé para vestirlo, equipo deportivo gorra para el sol y otra mochila con prendas de deporte, bañador y otros. Bajamos a la calle y llamé a Mario X y le dije estamos listos en la esquina de calles. XXX y ZZ y él contestó — Estoy allí en 10 minutos mi automóvil es patente AR27 XX color gris claro –. Estábamos con Alex esperando en la esquina cuando apareció el automóvil de Mario X, que al vernos hice señas y aparcó al lado nuestro. Mario X abrió la puerta, bajó y me dio la mano y lo mismo hizo con Alex que estaba serio como perro en bote, pero amable (acorde a mis instrucciones). Mario X era hombre bastante alto quizás 1, 75 robusto unos 80 kilos blanco cabello negro con hebras de plata, con barba muy cuidada y sonriente y agradable en el trato, hasta casi diría tímido de modales corteses, voz suave y bien modulada, era modesto y no parecía ser el hombre poderoso que yo sabía era. Cuando subimos al carro sugirió yo fuera adelante y Alex fuera atrás al lado de una niña rubia de unos 7 a 9 años que Mario X presentó como su hija Alina y quien nos saludó con amabilidad (Yo pensé que la niña estaba acostumbrada a ir a reuniones con su padre) Mario X sugirió yo viaje adelante con él y Alex al lado de Alina a lo que todos asentimos.
El día al ser pleno verano se iba poniendo cálido por lo que me saqué el short de gym y quedé en bikini mínimo rojo, me saqué el top y me puse un corpiño mínimo que me molestaba bastante, pues no lo usaba en forma cotidiana, calzada con mis zapatillas de suela de goma, ideales para andar por el pasto pues no quería torcerme el pie. O pasarme algo peor, yo quería usar chinelas de tacón alto pero tenía miedo de torcerme el tobillo, pues yo era consciente del efecto erótico que producían en los hombres cuando yo caminaba. Miré a Mario X sonriendo y le dije – Ahora estoy mejor.- Miré hacia atrás por el espejo y vi a Alex y Alina conversando y jugando con la niña y me maravillé por la intuición de Mario X de traer a la nena y además de bella, lo simpática que era. Cuando arrancó el automóvil, Mario X puso el aire acondicionado y la temperatura se volvió agradable y educada, y el viaje se hizo ameno entre nuestra conversación acerca de temas varios, el ruido de las risas y los cantos infantiles y el run run del motor. En un momento Mario X sin dejar de mirar el camino me acarició mis caderas y mis muslos, yo lo miré interrogante pero él siguió inmutable con su vista fija en el camino. Yo estiré mi mano y en un movimiento impensado e impulsivo le pasé mi mano por sus hombros, le acaricié el cabello aspirando su fino perfume francés varonil y lo besé en la mejilla, lo que lo tomó de sorpresa, sin detenerme allí, pues estaba manejando y no quería distraerlo, emitió una risita sorda y me miró con ternura un instante sin hablar (Aclaro que nunca acariciaba aun cliente motus propio, o sea por mi propia voluntad) Mientras viajábamos me comentó, en la quinta, tenía dos domésticas, Mary una de ellas que tenía dos niños de la edad de Alex y podían jugar en el jardín mientras nosotros estábamos arriba en el dormitorio. Y volteando su rostro hacia mí un instante me dijo quedamente – Estoy fascinado por ti, por tus tetitas diminutas y tu culo redondito, no veo la hora de llegar – Le agradecí el cumplido y le contesté tuviera paciencia pues yo estaba toda para él, mi cuerpo era suyo (no involucraba mi mente ni mis sentimientos, sólo sexo y por ello me había pagado por adelantado un suculento fajo de dólares).
Llegamos a la propiedad que estaba oculta de las miradas de la calle por un espeso cerco de arbustos y tenía una hermosa casa de dos plantas con un amplio comedor cuya mesa estaba servida, tenía un mantel blanco y todos los elementos para desayuno, tazas para té, pocillos para café, platos con vituallas dulces y saladas y todo listo para un buen desayuno. Bajamos del automóvil y Mario X nos presentó a todos, a mí, Emma y mi hijo Alex, y sus domésticas Mary y Dana que tenía dos niños chicos. Me incliné con mi instinto maternal saludé los niños que me correspondieron sonrientes con un beso en la mejilla y saludaron también a Alex. Acto seguido nos sentamos todos a desayunar y comimos con buen apetito las finas vituallas que estaban servidas por la servicial Mary que hacía de mayordomo. Mary era de unos 30 años, algo morocha, cabello y tez oscura pero cuerpo y vestidos elegantes con porte delicado y firme y me pareció, como lo miraba a Mario X, éste de vez en cuando le daba un buen empujón, quizás también anal en la cama impermeable, como el que me propuso a mí y lo íbamos a practicar en seguida.
Terminamos de desayunar y Mary comenzó a levantar los cacharros y alimentos sobras del desayuno, Mario X se levantó de su silla y se acercó a mí susurrando en mi oído, me dijo si quería ir al primer piso al dormitorio, yo me levanté también y le contesté quedo pero con dulzura, que estaba a su disposición, por lo que me rodeó la cintura y algo más abajo, puso su mano en mi bonito culo, y enlazados fuimos subiendo la escalera, yo giré mi cabeza hacia atrás y reposó en el fuerte pecho de Mario X. En ese momento Alex al ver que me llevaba arriba y tomada del culo, vino a agarrarme del brazo, yo lo miré frío y cortante pero con voz suave y le dije – Ve a jugar con los nenes Amor que te están esperando, — sorprendido y con cara triste, me miró y me obedeció, sabía que no debía oponer resistencia .
Cuando Mario X abrió la puerta del dormitorio pulcramente arreglado y con olor a limpio, me sorprendió el lujo que imperaba allí, aunque todos muebles y adornos eran sencillos, la calidad de los muebles estaba a la vista, cuando entramos, Mario X me dio un beso en la boca, “me comió la boca” literalmente y me estuvo besando ambos parados, durante largos minutos, él me tomaba de la cintura y mis nalgas y yo rodeaba con mis brazos su cuello. Él se desnudó y fue al baño, al pasar me dijo cortés – Perdona por besarte a lo bruto pero eres muy hermosa y no pude resistir —
Cuando terminó y salió del baño, fui yo a orinar y asearme, perfumarme y al volver lo encontré desnudo en la cama de sábanas impermeables, más angosta y con almohada y sábanas listas, esta cama al ser más angosta solo permitía que la espalda de la mujer (o sea yo) quedara acostada sobre el pecho del varón (o sea mi culo ensartado por la pija de Mario X, muy ingenioso). Su pene era bien grande pero no excesivo, más bien haciendo juego con su dueño, estaba bastante erecto y apuntaba hacia arriba, me saqué el bikini y el sujetador y me tendí a su lado, me abrí de piernas, él me acarició con ternura infinita, rozando mi piel milímetro a milímetro, con sus dedos desde los pies hasta mi cuello mientras yo comencé a gemir de placer (era real y no fingido y pensé era una de las poquísimas veces que sentía así) y aunque era sexo por dinero, ambos estábamos poniendo mucho sentimiento además de lo puramente sexual. Nos tendimos boca arriba él abrió sus brazos y mi espalda cayó en su pecho, pasó su brazo bajo mi cuerpo y me atrajo hacia sí, yo giré medio cuerpo y me empezó a culear, la punta de su pene se enganchó en mi esfínter, y sentí como ambos vibrábamos de placer, giré la cabeza hacia atrás y le di un largo y profundo beso, abriendo mi boca y sorbiendo su aliento y su saliva riquísima y perturbadora. Le dije – Es la primera vez que siento tanta ternura en una relación, nunca antes sentí esto, y le expliqué yo estaba vibrando por él y para él poniendo mucho sentimiento, no era solo una puta, prostituta sino yo era una mujer que estaba totalmente entregada a él. A lo que contestó – Gracias mi amor siento te entregas a mí y me haces muy feliz – Y me siguió entrando, mientras lamía sensualmente mi cuello de arriba abajo. Era una sensación eléctrica alucinante dentro de mí. Hice fuerza con las caderas y su pene o pija me entró hasta el fondo, y se mantuvo allí confortable en mi cueva posterior. Me dejé estar, me abandoné a Mario X. Empecé a sentir sus manos acariciaban mis tetas y mis pezones y mi piercing o dije, a oler el suave perfume masculino de Mario X que por su cercanía comenzó a embriagarme, mientras sus cálidas manos me rozaban los pezones y el piercing con tanta delicadeza que me transportaban al cielo.
Perdí la noción del tiempo y noté en el dormitorio no había reloj, era evidente ex profeso Mario X no los colocaba para que sus queridas se entregaran totalmente a él sin tiempo. En un momento me dijo – Si quieres o necesitas algo lo pides a las mucamas, — Yo le agradecí y le dije – Podrás pedir café mediano por favor – Él me sacó su pija del culo, se incorporó y pulsó un timbre de la mesa de luz y llamó a la mucama y le dijo con voz suave –¿Nos puedes traer dos cafés y dos copas de brandy por favor, gracias? ý a los pocos minutos apareció Mary con una bandeja con los dos pocillos y las copas con el líquido amarillo espirituoso. Me incorporé y los bebí con fruición y volvimos a la posición anterior, ahora cerré los ojos para absorber todo el placer que se iba apoderando de mí, abrí bien mis piernas, me acarició suave pero firmemente el clítoris, Mario X era experto, se puso a subir y bajar sus caderas y yo hice lo mismo, con mis piernas abiertas por lo que su pija me ensartó hasta el fondo y yo al sentirla gemía de placer. En un momento tuve muchas ganas de mear por el alcohol y la cafeína y le dije a Mario — ¡¡Me meo, me meo Amor!! – y él casi riendo me contestó — Ja ja ja, mea tranquila que las mucamas limpiarán – Y le contesté – Perdón pero no podía aguantar más — y exhalé un grito agudo que se debe haber escuchado en el vecindario, sintiendo placer máximo que me inundó, mientras un chorro de mi meada iba para arriba mezclado con mi flujo vaginal, parecía una fuente de agua, y nos mojó las piernas, el vientre, las sábanas y cayó al piso toda esa mezcla olorosa, oleosa y líquida color amarillo.
Quise levantarme pero Mario X no me dejó, sentí la contracción de mi vientre, mi vejiga, mi esfínter lo que me produjo placer infinito, llegué al cielo, nunca antes experimenté estas sensaciones, creí nunca terminaría y nunca más sentiría igual en mi vida. Terminé toda yo y Mario X mojados totalmente por nuestras orinas, semen, jugo y no sé qué más. Mario X llamó a las mucamas para que vengan a limpiar y secar el piso y cambiar las sábanas manchadas y olorosas a sexo y aprovechamos para ir al baño a lavarnos Llegaron las mucamas (evidentemente conocían su tarea) diligentemente y cuando las mucamas estaban limpiando y secando la cama y el piso, me di cuenta, la mucama nos había servido ex profeso café cargado de cafeína y brandy alcohólico para que mi organismo los metabolice rápido y pasaran rápido, entraran a la vejiga y salieran por la orina y se expulsaran con el chorro de meo y flujo vaginal y Mario X lo hacía así porque de esa forma mi vientre entero, vagina, vejiga, ano y todos los demás nervios y músculos relacionados se activaban contrayendo y dilatándose produciendo un placer alucinante en Mario X y en mí. La verdad no conocía esta práctica, y siempre se aprende algo nuevo en esta profesión, algo que podría aplicar para seducir e impresionar a nuevos clientes – y cobrar más por supuesto.
Mientras las mucamas cambiaban las sábanas me puse a mirar la pared que tenía muchas fotos hermosas niñas desde unos 6 a 8 años, desvirgadas por el culo en varias posiciones, mostrando gestos de dolor y algo de placer siendo ensartadas algunas por Mario X . Le dije a Mario X que me parecía inmoral penetrar a niñas inocentes, pero me respondió – Sus padres consintieron y el dinero que cobraron fue una suma que calmó sus reparos. Yo no obligué a nadie, al contrario me agradecieron porque los salvé en situaciones difíciles. Evidentemente nuestros puntos de vista eran opuestos y nos reímos y nos dimos un profundo beso. Él me dijo – fue una etapa juvenil de mi vida, no me arrepiento pues ayudé a mucha gente y mi precio fue ínfimo, nunca les pedí nada y ellos me ofrecieron sus niñas e incluso a ellas les hice regalos caros como computadoras, vestidos, zapatos, abrigos y bañadores, que ellas me pidieron libremente.
Ya era mediodía y teníamos hambre decidimos bajar a almorzar, yo me puse el short de gym camisa gris celeste a media pierna con dos primeros botones desabrochados, como el coito fue solo anal y con forro no hubo peligro de preñez para mí, pues no quise me pase y me preñen de nuevo.
Era curioso y muy hermoso, Mario X era tan suave que aunque me penetró más de dos horas por el culo y me acabó adentro, no tuve dolor, al contrario me sentía feliz, contenta y exuberante, y agradecida a él. Bajamos, Mario X abrazándome por la cintura, y yo besándolo en la boca, despacio para no caer por la escalera de madera. En el comedor, los niños seguían jugando, Alex al verme me miró frunciendo el ceño y entonces me desligué de Mario X quien comprendió la situación y los celos de mi hijo por su madre. En eso Alina tomó a Alex del brazo y lo obligó a seguirla, yo comenté a Mario X – parece la niña tiene carácter, seguro salió al padre — Y me contestó – Es una niña muy inteligente y comprende rápido a ubicarse en el mundo que la rodea, yo la educo así, no quiero viva en una jaula de cristal, pronto tendrá que asumir responsabilidades — Nos sentamos a la mesa yo al lado de Mario X y del otro lado Alex a mi lado, con Alina como su interlocutora. Parecíamos una familia simple y común y pensé que Dios me negó el placer de tener un marido a quien amar, pero no seguí pensando, a Dios hay que aceptarlo, no pedir más de lo que te da, pues te puede sacar todo.
. A la tarde quedamos relajados en el agradable jardín perfumado, tendidos en sendas reposeras mientras los niños jugaban y retozaban ¡Juventud divino tesoro! Yo entrecerré los ojos, le tomé su mano y le pedí a Mario X si su doméstica podía traerme café con mucha cafeína y un vasito con brandy. Mario X me miró cómplice y entendió. Yo le estaba en realidad pidiendo que me culee, que me volviera a entrar por el culo en la cama impermeable. Emitió una risa alegre y sardónica tocó el timbre del teléfono, cuando la doméstica contestó, le pidió café y brandy “especiales” que significaba cargar con cafeína el café para provocarme una gran gana de orinar y defecar así hacerme contraer los músculos y nervios del vientre. Pero para ello debía penetrarme en seguida de haberlo ingerido porque las ganas de mear venían y eran inmediatas. Así que fuimos al dormitorio casi corriendo, nos desnudamos, nos tendimos en la cama impermeable él se puso boca arriba, abrió sus piernas y yo me tendí arriba suyo y su pene comenzó a empalarme mientras yo iba dejándome caer y él me iba entrando delicadamente, tanto que quedamos emborrachados de placer y sentí como su víbora entraba en mí hurgando dentro de mi ano venciendo mi esfínter hasta quedar enterrada dentro de mi vientre, mientras él se ponía a jugar con mi clítoris abrazándome el vientre mientras me besaba el cuello pasando lentamente su lengua por él, nuestra excitación era máxima a pesar de estar teniendo sexo por horas. De pronto sentí que sacó el pene de mi intestino, yo giré la cabeza y le pregunté — ¿Qué pasa? — Y Con voz sorda me contestó que No pasaba nada – y agregó– Solo pasa que me enloqueces – Y volvió a ensartarme a culearme hasta meterla hasta los huevos, pero ahora me preguntó ¿Me saco el condón? — sentía el roce de su piel y se me prendió la luz roja, le dije — ¡¡No, no me penetres sin forro, no me gusta y por norma no me dejo entrar sin condón!!, Apreté ferozmente mis nalgas y no me pudo entrar con su pene desnudo, resignado, como diciendo si no quieres no te voy a obligar pues echaríamos a perder la función. (Fue la primera vez que alguien por el culo me quiso poner “a pelo” pero excepto el señor Tono X el padre de Alex, a nadie le permití sin condón aunque varios me lo pidieron nadie me lo hacía así) y lo dejé hacer y me abrazó por la cintura atrayéndome hacia sí con fuerza. Y de pronto sentí él orinaba dentro de mi intestino y el líquido rebosó el condón y mojó toda nuestras piernas y las sábanas y a la vez me moví inconscientemente, tratando de sentir el máximo placer posible, moviendo mis piernas y cintura, yo también oriné y la fuerte fuente de meada brotó por todos nuestros agujeros, mientras yo lancé unos brutales alaridos de placer diciendo ¡¡AY mi amor me cago y me cago!! Y él me abrazó por la cintura y mi vagina a tal punto que cerré los ojos porque el placer era infinito y nos saturaba. Además de mear, percibí claramente olor a excremento desagradable, que provenía evidentemente de que yo había defecado inconscientemente debido que todo mi vientre se relajó en el orgasmo de los dos. Eso me dio mucha vergüenza pero Mario X me tranquilizó, sonriendo me dijo – Esto es común, debido a la relajación, ja, ja ja, ve al baño limpia y lava tu ano que ya viene la mucama para cambiar las sábanas y toallas, lavar y secar el piso y perfumar la habitación — Yo con mucha vergüenza fui al baño, era una situación íntima que no me agradaba. Una vez que volví del baño quedamos tendidos en la cama, yo salí de mi posición y me tendí a su lado mirando al techo, no pude moverme, estaba exhausta, no podía mover un dedo, me puse a dormitar relajada sin poder calcular cuánto tiempo pasó, hasta que la mucama llegó con toallas y sábanas limpias y me levanté para que cambie la cama y lave y seque el piso. Miré a mi alrededor y escuché que Mario X se estaba bañando, así que presupuse la función terminó. Cuando Mary estaba terminando de limpiar el piso y poner las sábanas nuevas, vi que entró al dormitorio Alex corriendo y respirando agitado y con cara de susto y preguntando – Mamá Emma ¿si te encuentras bien, te pasó algo? — Yo me incorporé, me miré a mí misma y vi estaba totalmente desnuda, Alex se abalanzó sobre mí con su carita a punto de llorar y lo tranquilicé, lo estuve abrazando, besando su cabeza y acariciando su pelo. Le dije – Tranquilo mi niño que Mamá está muy bien y te agradece, pero no te preocupes por mí, puedes bajar y estar con Alina y los niños – Lo volví a besar, se tranquilizó, me besó la teta y acarició mi piercing y ya tranquilizado, bajó. Yo sentí hambre y le dije a Mario X que se estaba secando al salir del baño, — voy a bañarme y ducharme, después tomaremos la merienda ¿Qué te parece? A lo que él respondió – Te espero abajo, se puso pantalón bermuda a las rodillas y una camisa liviana y chinelas y bajó al comedor. Yo me bañé y duché a conciencia, sentía muy caliente pero no ardiendo toda mi parte ventral, pasé largos minutos bajo la ducha tibia y relajante y finalmente me enjuagué y sequé concienzudamente. Abrí el botiquín del baño y lo observé, había varios potes de cremas de marcas conocidas y carísimas, y elegí algunas para friccionarme todo el cuerpo. .
Cuando estuve lista me puse mi short de gym y mi camisa medio muslo, me detuve un momento a pensar en la lujuriosa y única sesión que acababa de terminar, estaba plena, feliz, con toda mi piel aplacada después del disfrute total que experimenté, no me importó haber sido yo, sólo el vehículo para el placer de Mario X; y pensé, secretamente sentí que Mario X fue mi disfrute, fue “el cazador cazado”. Y finalmente bajé a tomar la merienda. Me senté al lado de Alex y aproveche para darle un beso en la mejilla y me dediqué a prepararnos las tostadas untadas con margarina y dulces varios que engullí hambrienta, acompañada ahora con aromático café (esta vez descafeinado) con abundante leche y además serví a mi hijo sentado a mi lado su café con leche y tostadas con manteca y dulces, mi hijo que en todo momento me acariciaba como diciendo «ella es mía» .
Y así terminó mi día de campo con Mario X y fue una de las poquísimas oportunidades que tuve sexo con un cliente estando presente mi hijo Alex, pero aunque Alex no presenció la culeada que Mario X me dio, la imaginó seguramente, pero por norma esto no sucedía nunca. Y así finalizó nuestro día de campo con Mario X, un hombre maravilloso y cliente excepcional con el cual después me unió una larga y amistad que tuvo facetas interesantes, pues más tarde fue mi consejero financiero y sobre otros temas puntuales, yo soy su amiga sentimental cuando está solo y necesitado de cariño (Los hombres cuanto más poderosos son más solos están) y fui su consejera sentimental en algún momento, pero aclaro no fui su amante y aunque nunca volví a cobrarle, él siempre me exigió aceptara una gratificación, a veces en efectivo, a veces íbamos a cenar en algún restaurante de lujo, o íbamos al Teatro Colón a ver sesiones de ópera e intérpretes de música clásica, lo que demostraba su aprecio por mí. Y al intimar con él, las sesiones de “cama impermeable” se volvieron kilométricas en horas de duración, pero lamentablemente no eran muchas en cantidad pues él era un hombre ocupado.
Y tiempo después cuando dejé mi profesión de puta, reflexioné mucho sobre Mario X, casi diría fue el único del que podría haberme enamorado, el único al que me entregué gratis, pues tenía la faceta de modesto, recatado, simple y sencillo pero por el otro lado depravado, sensual, lujurioso, capaz de inventar acciones extrañas, tortuosas y llevarme a la cumbre del placer, con delicadeza, lujuria, ternura y fogosidad, Llegamos a ser buenos amigos, es el único al que sigo frecuentando pero sin tener sexo, pues mi esposo es muy celoso y aunque él lo conoce y tiene aprecio por Mario X no toleraría un desliz mío, eso yo lo sé por experiencia propia. En cuanto a Alina, Alex la siguió frecuentando e hicieron una buena amistad y quizás algo más, por bastante tiempo, pero en un momento Mario X me dijo, Alina estaba por entrar a un colegio exclusivo en el extranjero, en el que estaría por lo menos tres a cuatro años, y por alianza familiar y de negocios, estaba prometida a un hijo de un jerarca de la sociedad, lo que a Alex le partió el corazón, y yo agradecí a Mario X la cortesía de informarme por anticipado.
FIN de EMMA Y ALEX parte 8. Relatado por Roberto
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