EMMA Y SU HIJO parte 12
Alex ya es adolescente y es hora yo deje de trabajar de puta y darle vagina y culo a los hombres pues no quiero se avergüence de mí .
A medida que mi hijo crecía nuestra relación se iba estrechando, salíamos seguido, íbamos al cine, a escuchar música, a la tarde de sábado o domingo a comer una minuta ligera en algún bar, a escuchar música, etc. caminábamos tomados de la mano, mi culo rozando su vientre y sintiendo ambos el calor de nuestros cuerpos y el olor de nuestros sexos excitados, él ya era casi de mi estatura, si alguien nos miraba a la ligera, diría formábamos un linda pareja de novios. Recuerdo fuimos una vez al cine a ver el film canadiense “Basta de hombres” y al salir le dije a Alex que me parecía muy triste un mundo solo habitado por mujeres y ellas se perderían lo mejor de la vida, o sea ser acariciadas, amadas y penetradas por un varón, cosas a las cuales no pude acceder pues no fue mi destino y Dios no lo quiso así pero me compensó con un hijo maravilloso. Alex me preguntó — ¿Te gustaría Emma vivir en un mundo sin hombres? — mirándome sonriente a los ojos, mientras yo le rozaba los labios con un beso ligero. Yo le contesté convencida le dije que si fuera así perdería el placer de acariciar su piel, a lo que me contestó riendo – Yo sería el único macho humano y me cotizaría bien tendrías que hacer cola para darme un beso ja, ja.– . Las cosas siguieron bastante bien, en lo económico mi mini negocio me dejaba además de dolores de cabeza pues aquí no hay futuro, me daba unos pesos, Alex ya estaba en el colegio secundario, tenía amigas y amigos y tenía las actividades típicas de un joven estudiante, iba a bailar en casa de una compañera, salía con compañeros y amigos del gym y así; en cuanto a mí, alguna vez algún hombre me tiró un anzuelo, ir tomar algo, caminar o ir a cenar y a veces algo más allá pero como dijo alguien No me interesaba un empujón yo quería “alguien” más allá de lo sexual, si aparecía bien y si no . .Yo no me iba a rifar ya bastante tenía en dejarme entrar por mis agujeros por dinero. . Después de quemarse con leche “Una vez que ve la vaca llora”. Mi “trabajo” con la agencia Fran X fue diluyéndose lentamente, y a ello contribuyó un hecho muy desagradable que sucedió inesperadamente, un día que fuimos con Alex al teatro a ver la hermosa y famosa opereta “El caballero de la Rosa”. La verdad disfrutamos del espectáculo excelente, el vals final y el ambiente festivo. Cuando salimos nos tomamos de la mano y mirándonos a los ojos no dejamos de sonreír escuchando todavía los arpegios de la melodía, Íbamos rozando nuestros cuerpos, su pierna contra mi cadera y yo empujándola para atrás y así sentir todo su ser, su cuerpo, sus sentidos, disfrutando de mi hijo y él de mí.
De pronto escuché alguien me llamó – Hola Ame, Que hermosa estás ¿Te acuerdas de mí? Soy Juan X, ¿Qué haces por aquí? — Yo lo miré sorprendida y miré en seguida a Alex que me miraba atento muy serio sin saber qué hacer. Yo le dije – La verdad, no te recuerdo, vine al teatro y ahora vamos a casa con mi hijo Alex que te lo presento – Juan lo miró, le dijo — Hola – y al contrario Alex ni siquiera le contestó, estaba alerta, los celos afloraron feroces y su actitud era de vigilancia extrema. Juan redobló la apuesta diciendo –Estoy con Rolo a quien ya conoces. Hecho esto, Rolo se acercó a nosotros con una sonrisa libidinosa y obscena y dijo – Hola Ame – Y añadió – Que linda estás, Podemos ir a tomar algo y después al departamento ¿Qué te parece? Era evidente, sabiendo yo era una puta no me querían dejar ir sin antes echarme un polvo, pensaban terminar la noche con un trío o quizás un cuarteto que incluyera a mi hijo, cosa que me pareció casi criminal, empujar al sexo a un menor.
Ya en el paroxismo de mi enojo retiré su brazo que quiso tomar el mío y casi gritando le dije – lárgame y no me toques, iba a insultarlo y decirle lo repugnante que era, pero me contuve por Alex al que veía furioso y casi con ganas de intervenir, yo me puse en posición defensiva, pero la cosa no pasó a mayores, al ver mi resistencia firme desistieron de su horrible invitación. Sin despedirme hice señas a un taxi que paró, pero en vez de entrar en él seguimos ambos Alex y yo, caminando muy juntos, él tomándome por la cintura y yo sintiendo su pija en mi cadera y mi culo. Era una sensación maravillosa, pues me sentía amada y protegida a la vez por lo que pronto olvidé el sofocón y fuimos a cenar y nos olvidamos del incidente. . . Después de cenar en un restaurante tomamos un taxi entramos en él y le di la dirección de mi departamento tras lo cual arrancó raudo mientras tratábamos de tranquilizarnos y de tomarla solo como una mala experiencia. Abracé a mi hijo y me pegué a él, le di un beso profundo en la boca sin darle ninguna explicación. A su edad ya comprendía su madre los conocía y había estado con ellos en cierta intimidad, pero yo estaba decidida a no explicar nada, además ¿Qué podía decir? Que tuve un encuentro sexual con ellos haciendo un trío donde me entraron con sus pijas por todos mis agujeros y me regaron de leche por todos lados ya que el condón se rompió justo en mi boca.
Unos días después recibí un mensaje de Juan en mi teléfono Ame, donde se disculpaba y me decía me vio tan hermosa esa noche que perdió la cordura, que por favor le diera una oportunidad, le agradecí su mensaje, acepté sus disculpas pero nunca más lo llamé ni respondí a sus pedidos.
Una tarde recibí un llamado telefónico, era el padre de Alex que me dijo le gustaría verme y también a él, pues calculaba Alex tendrá entre 14 hasta 16 años más o menos. Yo le rectifiqué, le dije – Alex ha cumplido 15 años, es excelente alumno, hijo y buen deportista,– El padre me agradeció y me dijo le alegraba muchísimo sea así y parte era yo lo había guiado por la senda de la honradez. Tono quería comentarme algunos detalles administrativos, me dijo le gustaría mucho nos veamos los tres, a lo que por supuesto accedí y quedamos encontrarnos domingo siguiente a 11 horas en mi departamento. Yo accedí pero le dije no sabía si Alex podría o querría participar, a mí me gustaba el padre se interesara por Alex, pues era una guía a imitar. Hablé con Alex y le dije, el domingo a la mañana un señor amigo vendría a visitarnos y si él quería podría integrarse. Me agradeció la invitación y me dijo pensaba podría asistir.
El día indicado estuve nerviosa al despertar, pero me tranquilicé pues no había razón para temer algún conflicto, al contrario Tono X siempre fue razonable y honesto así que esperé confiada sonara el portero de calle. Me vestí con una camisa gris acero, simple de algodón sin sujetador que mostraba bien mis tetas con pezones duros, bikini y pantalón jean de algodón azul algo ajustado que marcaba bastante el culo con zapatillas suela de goma, me perfumé con esencia, me unté con cremas varias y me puse algo de rojo en los labios, me miré en el espejo, me até el pelo con cola simple y me aprobé a mí misma. Alex también estaba en el comedor pues había terminado de desayunar, me dijo – Estás muy linda — limpiamos y ordenamos todo y estuvimos listos para recibirlo. Yo hacía bastante no lo veía quizás ahora que estaba siendo mayor, se estaría volviendo más sentimental, no sabía, pensé decirle en ese momento era su padre pero esperaría otro día aunque sabía no debía dilatar informarle al respecto.
Sonó el timbre de portero y yo bajé abrir, nos encontramos después de largo tiempo, nos miramos a los ojos, nos dijimos – Hola, como estás – me dio un beso en la mejilla, él me dio un ramo de flores que agradecí, Tono X estaba más maduro y con algunas canas y algo más de peso y la piel de la cara con arrugas. Yo, Emma al contrario lucía resplandeciente, la piel tersa, la figura erguida, elegante como desprejuiciada. Al entrar al departamento le presenté a Alex diciéndole — Y éste es Alex mi hijo, supongo lo recuerdas cuando te visitaba en la finca, en la quinta en vacaciones.
Alex lo abrazó siendo una atracción extraña hacia ese señor mayor que sabía había ayudado a su madre a salir de la calle y la intemperie y por lo tanto gracias a él pues pudo ir a una escuela y completar toda su educación. Nos sentamos alrededor de la mesa en la cocina y yo empecé a preparar café y puse en la mesa bocadillos para acompañar dulces y salados, la atmósfera era distendida, me percaté Alex estaba alerta cuando se tocaba siquiera marginalmente el tema de una posible relación masculina conmigo, su madre. En un momento comenté – Por ahora no tengo relación con un hombre, no es fácil encontrar alguien, además todavía Alex me necesita – Tono miró a Alex y le preguntó ¿Qué te parecería un amor para tu mamá? – A lo que Alex levantó la cabeza y mirándonos alternativamente a los dos, contestó – Me encantaría mamá sea feliz y encuentre a alguien pero no me gustaría la engañen y hagan sufrir — Yo no dije nada y Tono X aprovechó para cambiar de tema, puntualizando la razón de su visita, y comenzó a hablar mirándome a los ojos. – Quisiera esto quede entre nosotros sin grabación ni de voz ni de sonido así me gustaría desconectemos celulares. Tú me conoces desde antes, sabes tengo dos hijas que seguramente se casarán y quizás tenga yernos que entrarán a la empresa, pero yo te conozco y me gustaría Alex en algún momento se integre, por supuesto sería empezar de abajo e iría escalando si cree puede integrarse y en caso contrario le daría una buena indemnización para que siga su camino dijo Tono X — ¿Qué les parece? — Y agregó entusiasmado
— Tengo proyectado abrir una sucursal en San Juan o San Luis, si te interesaría y fueran a vivir allí Alex, y luego ya más curtido cuando yo me retire y no quiera seguir pero piensa, supongo para tu hijo querrás lo mejor. — Le di un beso en la mejilla, le agradecí emocionada y cambiamos de tema reconectamos los celulares y Tono X comentó que mandaría a su contador para que me conecte para enviar afuera mis valores, lo que por supuesto agradecí. Finalmente se despidió le di un beso en la mejilla y le dije — Dale un gran beso a tus hijas, seguimos en contacto, te agradezco tu bondad, tu hombría de bien y creo ya es hora Alex vaya sabiendo y conociendo a su padre —
Esa noche cuando terminamos de cenar pasé al baño y comencé el rito de desmaquillarme y ponerme cremas, Alex como siempre estaba sentado al borde de la cama con su pijama de dormir, mirándome atentamente, especialmente cuando vio los piercings brillar en mi pezón y en mi clítoris. me saqué el pantalón y el bikini y me puse una bombacha cómoda de algodón y un pijama cómodo, bajé la luz del velador y le pedí a Alex venga cerca de mí, él estaba atento, le tomé la mano, la acaricié suavemente y comencé a hablar — Querido hijo, tú sabes te concebí cuando fui muy joven, vine del interior con otras mujeres jóvenes contratadas por una empresa de personal de servicio doméstico que nos fue ubicando en casas donde a veces estuvimos bien y otras veces nos echaban a la calle sin misericordia. Yo era muy joven y tenía claro debía hacer lo mejor posible para hacerme de un pequeño capital y así depender lo menos posible de los demás y con él quizás volver a la provincia. Yo caí a servir como mucama lavandera en la casa del señor Tono X que conociste desde hace tiempo y nos visitó hoy. Yo tenía menos años pero la misma figura que ahora, quizás menos delgada con menos tetas y más y vientre y culo que ahora porque todavía no hacía gym. – Hice una pausa pero él no dijo nada y continué hablando mientras lo abrazaba al borde del llanto,
— Estando de mucama en casa del señor Tono X comenzamos a tener relaciones sexuales, íbamos primero a hoteles y después cuando casi podría decir era “su querida” íbamos a su departamento secreto que era para follar o tener sexo con sus mujeres. Nuestra relación fue muy intensa tanto que quedé preñada, me negué a abortar y después de algunas discusiones accedió a mantenerme acorde a la Ley de Derecho Familiar — En mis horas libres que a veces eran muchas y en la madrugada en Internet leía y hasta devoraba todo tema que me parecía interesante, historia, literatura, arte, política y así sucesivamente, satisfacía mi hambre de saber que me permitió ir puliendo mis conocimientos adquiridos en la escuela elemental a la única que asistí y dejar de ser solo una montaña de carne con dos agujeros que para lo único que servía era para dar placer y “se usa y se tira” a los hombres, hasta que me di cuenta ellos eran lo mismo para mí. No quería pensar en eso, tenía que sobrevivir y salir de allí, era mi siguiente escalón y para ello acechaba todas las oportunidades posibles, para mejorar mi economía decidí volverme prostituta o escort y trabajo aun hoy con la Agencia Fran con el nombre de Ame, y la verdad, me ha ido muy bien. Pude redondear un capital y comprar un pequeño negocio. En tanto mi cotización iba subiendo, me daba cuenta, sin pretenderlo ni buscarlo era una prostituta muy solicitada, más que esas que se anuncian en las páginas como “escort”, tal vez mi carácter dulce y el hecho yo comencé a ser puta por necesidad y no por vocación, no era realmente una puta profesional, contribuyeron a que tuviera éxito y rápidamente comenzara a ganar buen dinero aunque con sufrimiento, y en condiciones a veces deplorables, pero qué le iba a hacer, desde niña aprendí enfrentar la realidad y evitar las fantasías que no llevan a ninguna parte
— En mis momentos solitarios en la oscuridad de la noche antes de ir a dormir a veces pensaba, recordaba como los hombres me miraban y como me tocaban la vagina, metían los dedos en mi ano hasta hacerme doler — y entonces hacía una mueca de asco y ¡¡Odiaba a los hombres!! Tenía los labios de mi vagina o coño totalmente dilatados al igual que el agujero del culo y eran el recordatorio de mi profesión y mi condición miserable de paria social. En esos momentos odiaba todo, odiaba a mi madre que me parió y a mi padre que dio su semilla, odiaba a los hombres que me miraban con lascivia y me usaban como trapo de piso, odiaba a Dios que era el causante de mis penurias. Y a mí misma que tenía sentimientos de amor, piedad, humildad, decencia y sacrificio, pero no podía exteriorizarlos, ni tampoco mis sentidos, tenía que seguir construyendo la barrera para blindar mi corazón frente al mundo.
— Pero trabajando de escort ya podía comprar artículos de higiene y de belleza de marcas más caras, jabón de tocador, crema para el cuerpo y la cara, agua de colonia, desodorante, esmalte de uñas, sombras para las mejillas y los párpados……y todo lo que una mujer necesita para sentirse bella –. Quizás las otras chicas de la Agencia me envidiaban pero yo trataba de ser natural, amigable y cortés y no darles motivo para me agredieran. Y lo hacía de corazón todas estábamos en el mismo barco y sería penoso nos peleemos entre nosotras, ya que éramos unas pobres mujeres que dependíamos una de la otra. Tiempo después rememorando esta época de mi vida le agradecí a Fran su rigurosidad, aunque fuera dictada por su avaricia, que mantuvo el orden y disciplina global que era indispensable para el buen funcionamiento, y la imagen de la Agencia de prostitutas hacia los clientes.
— Y al ir creciendo tú Alex fue llegando el momento de clarificar y sincerar mi vida y mis actividades contigo, no sabía si lo aprobarías o no, pero debo ser sincera y contar toda la verdad — Ahora sabes que significa el teléfono “Ame” que tanto disgustos te ocasiona cuando suena y por qué debo vestirme elegante para ir a ganarme la vida – Callé miré a Alex instintivamente, quien no dijo nada, él estudiaba en la Facultad, tenía una relación con compañeros y compañeras, amigos y amigas del club, y sin embargo todo eso se lo debía a las pijas o pollas que iban entrando sucesivamente en la vagina o coño, la boca y en el ano o sea dentro de tu madre. La verdad no pudo ser más amarga, en ese momento no supo si odiarme o rechazarme o aceptar la situación y buscar recibirse una carrera e irse y olvidarse de mí. El choque fue demasiado fuerte no dijo nada más y me dio un beso ligero y fue a dormir
Alguna vez conversando con otra prostituta (puta) que nos conocimos en innumerables eventos donde solíamos asistir para ganar unos dolarios verdes, una de ellas me preguntó si las mujeres casadas celan de mí por sus esposos, y yo le dije que sí, que alguno alguna vez quiso separarse y dejar su familia por mí, pero yo me negué terminantemente a que lo hiciera, no iba a aceptar un hombre que dejaba a sus hijos por una calentura, Pero lo cierto era que varias mujeres (sin conocerme) estuvieron celosas de mí, lo que me dio cierta extrañeza, no comprendía como celaban de quien ni siquiera no conocían. Los hombres y las mujeres son extraños al respecto. .
El conocer el submundo de las mujeres y hombres explotados cuya única alternativa para comer y vestirse era entregar su cuerpo y recibir un pago a veces miserable por sus servicios y ser basureadas, explotadas y vejadas, me fue de gran ayuda cuando decidí colaborar con una asociación protectora y de apoyo de mujeres y hombres prostituidas y golpeadas, pagamos abogados defensores de casos de violación, de persecución a ellas y sus hijos, para evitar a los delincuentes sexuales los cuales dado que no son castigados en forma punitiva, desaparecen después de sus acciones cobardes. Pero es una acción extenuante y sin resultados a la vista salvo algunos casos, lo cierto estoy orgullosa de pertenecer a la sociedad para ayudar a indefensas e indefensos rechazadas /os por las personas “moralistas”.
Los días fueron pasando normales, hasta que una tarde sonó el teléfono AME, lo escuché y miré a Alex que estaba conmigo tomando café en la cocina, él no dijo nada, rehuyó mi mirada me dio la espalda y comenzó un movimiento para ir a su cuarto pero lo paré con un ademán y le dije despacio – Quédate y escucha por favor — Al escuchar la voz de Fran contesté y dije – Hola, así que hay un cliente, ¿esta tarde a las 17 horas? En el bar del hotel XXX, le cobro tarifa simple por dos horas y más o algo especial que quiera hacerme, la cola por ejemplo, es tarifa doble, bueno, adiós – Alex quedó inmóvil sin asimilar la situación, negándose a comprender, se puso parado en la puerta me miró intensamente y le dije – Bueno las cartas están echadas, ya sabes la verdad de mi vida y la tuya, de donde viene nuestro dinero, en algún momento hice films porno donde me torturaron para poder comer y educarte y gracias a ellos pude pagarte el colegio, bueno, ahora me voy a vestir, debo estar erótica y presentable para que mi cliente pague la tarifa y no se desengañe al verme, — Y agregué pérfida y a propósito — Un polvo suyo paga nuestras necesidades de comer y tu colegio de 15 días — No supo que decir sorprendido, antes que reaccione fui rápido a bañarme, con cierta malicia pues tanto acoso me tenía cansada, sin darse cuenta que yo lo hacía para poder pagar su educación y su vida estudiantil.
Me fui, me bañé me duché salí desnuda del baño, pasé al cuarto, me puse talco, cremas varias, por la vagina y el ano depilados, la entrepierna, el cuello y la cara, me puse el bikini mínimo rojo, las medias negras transparentes y zapatos taco aguja, un vestido gris no muy sugerente a medio muslo, una cartera donde puse los condones, el vibrador, las cremas y gel vaginal y anal, el dildo, y al salir miré a mi hijo para despedirme pero él obstinadamente me ignoró. Le dije un — Hasta luego amor, voy a trabajar – que obviamente no contestó, con cara de rabia, y salí para hacer mi “trabajo”. Yo también estaba no furiosa pero sí triste por su egoísmo, pues no reconocía todo esto yo lo hacía por él para educarlo y darle un porvenir mejor y confortable poder hacerse hombre sin sobresaltos. . En la calle paré un taxi y enfilé al hotel XXX, al que llegué en quince minutos, me bajé pagué al taxista, entré al hotel y comencé el rito conocido de ir a la recepción, y preguntar por el hombre, me indicaron me esperaba en el bar del hotel, fui caminando sensualmente sin exagerar hacia allí y al verlo nos saludamos, nos sentamos tomamos un café y le expliqué – Dos horas son XX pesos, y más horas el precio es doble. Hago todo lo que quieras, pero sin violencia, te chupo me entras por adelante y por atrás, y hago alguna fantasía que tengas, si estás conforme ¿Podemos subir o prefieres ir a un hotel? No te preocupes, aquí me conocen, soy una de las pocas que permiten subir a los cuartos, y es más cómodo. — Me miró extrañado, queriendo desentrañar mi mente, mi aspecto no era de puta arrastrada pero por mi expresión y conversación yo denotaba ser puta experta, como él estaba muy caliente, (yo realmente esta vez solo lo hacía por compromiso dinero, y con bastante repulsión) terminamos el café, me pagó y tomamos el ascensor hacia su cuarto. Una vez allí tuvimos una sesión prolongada, me mordió y chupó las tetas, me penetró por el culo y la vagina y me hizo chupar su pene largamente. En un momento me desconecté y comencé a pensar en Alex, esperándome en casa, y me dije a mi misma, por favor ¡Termina de una vez que quiero volver a casa! Lo cierto fueron más de tres horas, finalmente yo era una masa de carne que recibía su pene o pija en mis agujeros, hasta que se cansó y quedó tirado en la cama semidormido, me lavé, me sequé, usé papel higiénico, me vestí puse mis medias en la cartera, me peiné, miré al espejo mi figura demacrada, recogí mis cosas, lo saludé, abrí la puerta y salí caminando lentamente. Bajé en el ascensor, pasé por la recepción, los saludé para despedirme y salí a la calle. Tomé un taxi y en 15 minutos estuve en casa. Abrí la puerta, encendí la luz de la cocina y llamé a Alex que estaba en el escritorio – Hola ya llegué de vuelta ¿Cómo estás? — Como era de esperar ni contestó ni me miró, Yo no dije nada más, no tenía ganas de pelear ni discutir, fui a la heladera, saqué una minuta vegetariana, la calenté y me senté a la mesa a comer.
Cuando terminé de comer estaba muy cansada, la vida había sido muy maldita conmigo, lo único por lo que luché y luchaba era por mi hijo, y él me despreciaba, la vida confortable que conseguí fue para que estudiara y tuviera educación de calidad, lo conseguí pero ya era tiempo comenzara a moverse por su cuenta, su padre seguía financiando, él no iba a dejar en la calle. Y yo era tiempo dejara de recibir desprecios y reproches, había cumplido con mi deber de madre y era hora de desaparecer. Me levanté de la mesa, lavé los cacharros y fui al escritorio, Alex estaba de espaldas iluminado por la pantalla, le dije – Vengo a darte las buenas noches, creo que caigo a dormir de inmediato, y mañana temprano espero ir a correr, y si quieres puedes venir a acompañarme, él giró la cabeza, me besó en la mejilla y me dijo –Hasta mañana bastante seco. Le recalqué – Que duermas bien — No me sorprendió esté molesto quizás pensé estaría celoso pensando otro hombre me estuvo poseyendo y entrando y besando, y decidí no preocuparme más. Ni siquiera advertí cuando volvió al dormitorio a dormir.
A la mañana siguiente, temprano me levanté, Alex dormía, fui al baño, me lavé, vestí de gym, pantalón ajustado marcando mi culo, top mínimo dejando ver el ombligo, zapatillas deportivas, desayuné y bajé a la calle a correr hasta un parque cercano, me dolía todo el cuerpo, la noche anterior el cliente me mordió y estrujó por todos lados, pero en forma superficial, los moretones en poco tiempo se irían pero no me impedían moverme, me encontré con algunos, nos saludamos y seguimos la rutina. Casi con furia para bajar y descargar mis conflictos seguí moviéndome, hasta que sudorosa y agotada me senté en un banco, abrí la botella de agua y tomé un trago y me sentí mejor. Bueno era hora de regresar a casa. Al llegar Alex no estaba quizás estaba con sus amigos y amigas, fui directo a la ducha y me bañé con mucha agua caliente que me tonificó y despertó, me puse una camisa trasparente sin bikini ni sujetador y me puse a revisar algunas boletas del negocio, a ponerlas en orden, pues si volvía a mi provincia quizás lo vendiera o rentara, y era una solución que comenzó a rondarme en la cabeza. Quedé algo ensimismada y sin noción del tiempo, hasta que sentí la puerta abrirse, le dije — Buen día Alex ¿Estás bien? – él me miró y me contestó – Sí muy bien, fui a dar una vuelta con mis amigos y amigas de la facultad, pero ya estoy de vuelta – Me miró fijamente, mi vagina y mis tetas enrojecidas se veían a través de la tela, me di cuenta y le dije lacónica — voy a vestirme — me saqué la bata, me puse el short corto de algodón azul, una camiseta ligera, y una camisa abotonada adelante y chinelas bajas, el conjunto era agradable.
En ese momento sonó el teléfono Ame, él cambió la cara y me miró con disgusto interrogante, yo tranquila tomé el celular, dije – Hola – y escuché, de la Agencia me dijeron un “cliente” me requería para la tarde, escuché atentamente y contesté que dejaba de trabajar para la Agencia, y no me llamen más, le agradecí la confianza de tanto tiempo, pero –¡Adiós! — Y terminé comentando para mí misma en voz alta
— Ahora a destruir este teléfono, todo empieza pero ya no lo necesito, y espero que contraten a alguna mujer que necesite ganarse la vida, no quiero sacar el trabajo a una mujer quien tenga hambre — saludé cortésmente y corté la conversación. Alex me miró incrédulo, me preguntó específicamente que significaba y le contesté fría y claramente, — He dejado de trabajar de puta, adiós teléfono Ame, lo voy a destruir, yo he renunciado, tú ya puedes cuidarte solo, tienes renta y un padre a quien acudir si necesitas, así que voy a irme lejos, a algún lugar donde pueda encontrar la paz – No pudo todavía asimilar el golpe, de estar en el seno tibio de su mami no concebía, el salir de súbito al mundo y valerse por su cuenta.
FIN DE EMMA Y SU HIJO parte 12 Relatado por Roberto
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