Empleo Remunerado
Ganándome las lecciones en casa.
Todo comenzó el martes en casa, acabamos de comer y Pilar, mi madre es una mujer rubia, de 49 años alta, de complexión normal, bastante atractiva para sus años y la verdad que muy coqueta. Estaba fregando los platos y al entrar en la cocina le pregunté ¿Qué haces? Ella con un tono algo mosqueada me dijo que aquí fregando, no podía olvidar ese momento, mi madre llevaba un vestido blanco con estampados azules, ella me dijo que a partir de ahora iban a cambiar muchas cosas, me veía muy pasota últimamente y entonces a ella se le ocurrió entonces que a partir de ahora si queria salir y disfrutar tenía que trabajar y que como no tenía trabajo, trabajaría en casa para ella, acepte el trabajo aunque no sabía dónde me estaba metiendo. Unos días después estaba limpiando un poco el jardín cuando mi madre llegó del trabajo preguntándome ¿Que haces? En ese momento ella llevaba una mini falda de color beige a juego con una camisa naranja de manga corta, estaba bastante sensual todo hay que decirlo y no sé pero empezaba a ver a mí madre con otros ojos. Al ver el jardín ella me dijo que no estaba limpio que quedaba mucho por hacer, se puso en cuclillas con las piernas cerradas mientras me decía firmemente que si no trabajaba buscaría un psicólogo para que me ayudara en mis problemas, era la última oportunidad que me daba sino tomaría ese camino.
Una semana más tarde, estaba en mi habitación tumbado en la cama solo, desnudo y la verdad que bastante cachondo con una erección bastante considerable, lentamente me empece a frotar cuando de repente mi madre entró en mi habitación pillandome de lleno masturbandome. Ella llevaba una bata verde pálido que le quedaba como un guante, llevaba el pelo suelto y con unas ondas hechas, ella mosqueada me preguntó ¿Que estás haciendo? Yo le dije que nada, ella obviamente no se lo creía así se acercó a mí y se puso de rodillas en mi cama cogiéndose de la bata para que no le viera nada y bastante enfadada me dijo que sin trabajar y sin estudiar solo masturbándome no sé gana dinero, que era un vago eso me molestó bastante. Ella me dijo que acabara lo que había empezado, quería que me terminara de masturbar mientras ella miraba como me corría, obviamente yo no quería hacer eso pero entonces me di cuenta de que ella no se iría hasta que no lo hiciera. Se puso cómoda en mi cama, acepté su proposición y me empecé a tocar delante de ella bajo su atenta mirada, ella con un tono bastante burlón me dijo parece que se te da bien y todo hasta que me dijo sin ninguna impunidad que igual necesitaba algo de ayuda extra. En ese momento se bajó lentamente la bata sacándose las tetas de la misma, me quedé perplejo ante está situación, eran preciosas y no me creia lo que me estaba pasando, me quedé embobado mirándolas mientras me seguía tocando, poco después se abrió de piernas, no llevaba nada debajo y eso me dejó sin palabras, me quedé mirando su rasurado coño, entonces le propuse que también me ayudaría un poco que se tocara, ella aceptó y se acomodo tocándose ligeramente con los dedos su suave coño.
De repente ella se acercó a mí, le pregunté ¿Que estás haciendo? Ella me dijo calla solo disfruta, se la llevó a la boca y me la empezó a chupar lentamente como si de un sueño se tratará no quería despertar. Se puso encima de mi y lentamente se la metió por el coño cabalgandome con pasión. Menuda fantasía hecha realidad pensé para mi, follamos con pasión no podía imaginar lo que estaba pasando, sentía como ella estaba dentro de mi era una sensación única. Empezó a jadear lentamente mientras me cabalgaba, sentí como mi polla se mojaba con los flujos de su coño, que placer me daba jadeamos juntos, le cogí de las tetas apretándole los pezones, me di cuenta de que eso le ponía a cien, era algo nuevo para mi y tenía que saber que cosas le ponían a mí madre, por sus gemidos percibí que hacía tiempo que no lo hacía y que nadie le daba lo que le tenía que dar y para aliviar esa situación que mejor ayuda que la de tu hijo, mamá termino corriendose y así me lo comentó, acto seguido se la sacó se puso a cuatro sobre la cama y me la volvió a chupar lamiendo todo el flujo que había expulsado de su coño. Tras una mamada maravillosa decidió pasar su tímida lengua por mi ano, nunca lo había probado pero me gustó, y más aún que me lo hiciera mi madre. Mama se tiró en la cama para un último arreón juntos la verdad es que estaba a punto de correrme así que se la metí por el coño dándole todo lo fuerte que podía bajo el sonido de sus fuertes gemidos, no me quedaba nada para correrme y ella decidió que la mejor opción para terminar nuestra primera vez era correrme en su boca y así hice.
Al terminar ella me dijo, a partir de ahora esto que acabamos de hacer lo haremos mucho más a menudo, seras el encargado de dar el placer que a mamá le ha faltado todos estos años.
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