En el Caribe con papá 1.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esta historia ocurrió durante unas vacaciones en el Caribe, Playa del Carmen, con mi papá. Mi nombre es Javier y ahora tengo 23 años. Cuando esto ocurrió tenía 17 años y era un chico muy tranquilo que estaba pasando por el difícil transe de la separación de mis padres. Mi papá, Daniel, y yo siempre tuvimos una relación muy amigable y de compartir muchas cosas. Deportes, salidas, juegos de naipes, etc. Una relación muy buena entre padre e hijo adolescente. Con mi mamá era lo mismo pero no había tanta afinidad ya que ella no quería hacer deportes con nosotros. Esto marcó mucho la diferencia pero no así lo que yo sentía por ambos. Desgraciadamente la relación entre ellos comenzó a desmejorar y todo terminó en la separación y mi papá viviendo en un departamento y yo en casa con mamá. Eso sí, seguíamos haciendo las mismas actividades con papá. El primer año de separación y con las vacaciones de verano por empezar, papá salió con la propuesta de ir al Caribe juntos. Esto fue fabuloso y no faltó nada más que esperar el fin del colegio para partir. Mamá haría sus propios planes mientras papá y yo la pasábamos bien en la playa. Daniel, mi papá, es un tipo muy deportista y por este motivo bien conservado. Tiene 1,85 de alto y 90 kg. Bien simétrico, sin barriga y musculatura bien tonificada sin ser un Rambo. Yo, era en esa época un poco más delgado de buenas piernas pero considerablemente mas chico de cuerpo que mi papá. Eramos ambos lampiños. Bueno, no quiero cansar con detalles así que trataré de ir al grano. Llegamos al hotel con total tranquilidad y entusiasmo por conocer el lugar y tener unas hermosas vacaciones. Aquí comenzó todo aunque nosotros no teníamos la intención de que así fuese. Cuando estábamos en recepción haciendo el check-in, nos dieron una habitación con una sola cama grande King size. Mi papá se quejó pero no había opciones así que la aceptamos sin mas nada. En el dormitorio comenzamos con las tareas de desempaque y cambiarnos de ropa. Mi papá comenzó a sacárselos pantalones , cosa que ya lo había hecho en muchas otras ocasiones, delante de mí pero esta vez lo vi de espalda y ví una imagen que me produzco un cosquilleo en mis bolas. Algo que no sabría explicar pero fue una sensación similar a cuando está uno por eyacular. Miré hacia otro lado pero tenía ganas de seguir mirando así que demoré mi búsqueda en mi bolso y miraba de reojo al cuerpo de papá. había algo que me hizo pensar diferente en él aunque nunca antes me había pasado con nadie. Pensé que mi viejo estaba más delgado y su musculatura estaba más prominente y eso era lo que me llamó la atención. Bueno, ese día pasó con muchas actividades y lo disfrutamos. Llegó la noche y llegó la hora del baño. Papá tomó la iniciativa y sin pudor alguno bajó sus ropas y quedó completamente en bolas delante de mí. La sensación que había sentido por la mañana volvió a instalarse y creo que papá algo notó porque se quedó mirándome mientras yo le miraba todo su cuerpo. Me sonrojé cuando él me preguntó si es que le daba vergüenza verlo desnudo. Yo actué naturalmente y le dije que no, obviamente y, así, con su pene colgando flácidamente se fue a dar una ducha dejando la puerta abierta. Maldición! La verga se me había puesto dura y no sabía cómo bajármela y, no podía dejar de mirar hacia al baño dónde podía ver a mi papá desnudo jabonarse el cuerpo. Un rato más tarde, papá salió y me dijo que era mi turno y cuando me miró vió mi erección y me preguntó burlonamente que había estado mirando en la televisión. Gracias a Dios salió con eso que me dio pie a contestarle unas mujeres desnudas. Papá se rió y yo me fui al baño. Después de la cena, volvimos y nos acostamos a dormir. La cama era inmensa pero estábamos muy juntos en el medio de la misma. Mi papá pasó su enorme brazo por debajo de mi cabeza y comenzó a acariciar mi oreja del otro lado. Así nos dormimos en esta posición y sólo tapados por una sábana. Durante la noche me desperté y sentí el olor a jabón de papá y su cálida piel sin importarme mucho, giré hacia su lado y puse mi brazo sobre su pecho y lo abrasé mientras él respiraba profundamente. Su pecho era amplio y suave y su abdomen no estaba marcado pero si se lo sentía tonificado. Miré mas abajo y vi que tenía una gran erección que me puso nervioso pero reflexioné por un rato y sabía que estaba mal lo que estaba pensando así que decidí no seguir con esos pensamientos. Al día siguiente nos despertamos y mi papá me abrazaba cariñosamente sosteniendo mi cabeza sobre su pecho. Nos levantamos y salimos a la playa. Se me ocurrió andar en un jet ski pero no podía hacerlo sólo por mi edad así que mi papá era mi pasajero. Yo manejaba y mi papá vendría detrás. Lo que más me shockeó antes de subir al jet ski es que papá se sacó su short y sólo quedó en una zunga amarilla apretadísima que le dibujaba a detalle su pene. Esto me dejó perplejo porqe le quedaba hermosa y de repente papá se montó en el jet ski pegado a mi espalda. Yolo sentí a papá detrás de mí y sentí como sus bolas quedaban apretadas justo en la parte baja de mis espalda. Sentí un frío que corrió por mi espalda y luego apreté el acelerador para salir de esa situación. Comense lento y lleno de indicaciones de papá en mi oído pero había algo que distraía mi atención. El romper de las olas en el jet ski nos hacía subir y bajar de nuestros asientos y más de una vez quedé literalmente sentado encima de papá. La sensación y el morbo que me corría era sencillamente inigualable y buscaba la manera de sentirlo más. Entonces se me ocurrió que la próxima vez que sienta el pene de papá contra mi cola me detendría y así lo hice. Papá, con para no caerse y no dejarme caer me abrazaba fuertemente por la cintura y me llevaba contra su pecho y es por esto que él me hacía sentar encima de él o, quizás, esto es lo que yo me imaginaba. Luego comenze un paseo más tranquilo y papá abrió sus manos sobre mi pecho y abdomen y en variás ocasiones sentí como él, de tanto en tanto, hacia presión sobre mis tetillas dejándolas entre sus dedos. Esto enviaba una corriente a todo mi cuerpo y me produjo una erección. Papá con su otra mano acariciaba mi abdomen disimuladamente y, muchas veces tocó mi erección como al pasar. Para esto, ya podía sentir la erección de mi papá en mis nalgas. Fue fantástico ya que todo estaba disimulado y actuábamos como si nada. Al regresar al hotel pasamos por la misma rutina del baño sólo que papá me pidió que yo me bañase primero. Él se quedó sentado en la parte d enfrente de la cama mirando televisión y mientras charlabamos,me hizo una broma. Tomo mi short por las piernas y me los bajó dejándome totalmente desnudo frente a él. Yo, por cubrirme rápidamente,caí sobre la alfombra y mi papá riéndose me decía “ay! No quiere que le vean las bolitas” y en un acto de arrojo me agarró el pene con su mano y lo apretó suavemente. Esto arrancó un suspiro delator de satisfacción en mi y un silencio inundó la habitación. Mi papá después de unos segundos soltó mi pene que se endurecía rápidamente y sonriendo me mando a bañar. Esa noche fue distinto después de la cena. Volvimos en silencio a la habitación y nos acostamos como la noche anterior. Mi papá acostado de un lado abrazandome por detrás de la cabeza y yo disfrutando de su perfume y tratando de ocultar mi constante erección. En un momento papá giró sobre mi porque quería alcanzar el remoto del televisor y yo quedé literalmente debajo de su cuerpo sin poder moverme. Sentí como apoyó su pene semi rígido sobre mi pierna y cuando volvió a su posición gruño como monstruo y mordió mi hombro sin querer soltarme. Yo gritaba y me reía pero la verdad es que me estaba encantando. Apagó la luz y nos pusimos a dormir. Mas tarde en la noche,sentí que mi papá quería sacar su brazo debajo de mi cabeza y cuando me levanté un poco el me giró y se acercó contra mi cuerpo en posición de cucharita y me abrazó sin decir nada. Yo quedé en silencio pero mi respiración estaba agitada. Papá, después de unos minutos en los que yo pensaba que ya todo había terminado, comenzó a acariciar mis tetillas lenta y suavemente y yo no sabía cómo recomponer mi respiración. De repente sentí que mi papá también estaba un poco agitado. Esto continuó y la vos de mi papá rompió el silencio de esa habitación y me preguntó “¿te gusta?” me asusté pero con mi garganta seca y casi inaudiblemente dije “sí”. Después de esto papá mojó sus dedos y humedeció mis tetillas haciéndome gemir. y su otra mano acariciaba mi cintura y mis piernas. Yo estaba asustado pero al mismo tiempo disfrutaba de esto y casi reviento cuando en un movimiento inesperado mi papá se me acerca y comienza a succionar y meter su lengua en mi oreja. Un gemido ahogado salión de mi boca y creo que esto le dio la señal a papá que yo ya estaba entregado. A partir de entonces, mi papá me giró sobre mi espalda y me comió la boca de un beso profundo que recorrió toda mi boca con su lengua mientras presionaba su erecto pene contra el mío frotándolo acompasadamente de un lado a otro produciendo un placer inigualable. Papá me recorrió todo el cuello con sus besos y lengua y succionaba salvajemente mi pecho y tetillas. Era una mezcla de placer y dolor. Y yo sólo atinaba a sostener su cabeza con mis dos manos. No sabía qué hacer. Era la primera vez que estaba teniendo sexo de esta forma y con mi papá. Pero era tal el frenesí que no me acordaba en ese momento que tanto placer me lo estaba dando mi papá. Este besaba mi abdomen y me hacía gemir y seguía bajando y mordía mis piernas y solo electricidad había en todo mi cuerpo. Papá se detuvo y se levanto sosteniéndose sobre sus brazos , dejando su cadera pegada a la mía haciéndome sentir su pedazo sobre el mío. me miró con los ojos encendidos de calentura y me preguntó si es que me gustaba. Yo, con cierta vergüenza le contesté que sí. Él, inmediatamente me pregunto, “¿sigo?” Yo le dije: “bueno papá”. Esta historia ocurrió durante unas vacaciones en el Caribe, Playa del Carmen, con mi papá. Mi nombre es Javier y ahora tengo 23 años. Cuando esto ocurrió tenía 17 años y era un chico muy tranquilo que estaba pasando por el difícil transe de la separación de mis padres. Mi papá, Daniel, y yo siempre tuvimos una relación muy amigable y de compartir muchas cosas. Deportes, salidas, juegos de naipes, etc. Una relación muy buena entre padre e hijo adolescente. Con mi mamá era lo mismo pero no había tanta afinidad ya que ella no quería hacer deportes con nosotros. Esto marcó mucho la diferencia pero no así lo que yo sentía por ambos. Desgraciadamente la relación entre ellos comenzó a desmejorar y todo terminó en la separación y mi papá viviendo en un departamento y yo en casa con mamá. Eso sí, seguíamos haciendo las mismas actividades con papá. El primer año de separación y con las vacaciones de verano por empezar, papá salió con la propuesta de ir al Caribe juntos. Esto fue fabuloso y no faltó nada más que esperar el fin del colegio para partir. Mamá haría sus propios planes mientras papá y yo la pasábamos bien en la playa. Daniel, mi papá, es un tipo muy deportista y por este motivo bien conservado. Tiene 1,85 de alto y 90 kg. Bien simétrico, sin barriga y musculatura bien tonificada sin ser un Rambo. Yo, era en esa época un poco más delgado de buenas piernas pero considerablemente mas chico de cuerpo que mi papá. Eramos ambos lampiños. Bueno, no quiero cansar con detalles así que trataré de ir al grano. Llegamos al hotel con total tranquilidad y entusiasmo por conocer el lugar y tener unas hermosas vacaciones. Aquí comenzó todo aunque nosotros no teníamos la intención de que así fuese. Cuando estábamos en recepción haciendo el check-in, nos dieron una habitación con una sola cama grande King size. Mi papá se quejó pero no había opciones así que la aceptamos sin mas nada. En el dormitorio comenzamos con las tareas de desempaque y cambiarnos de ropa. Mi papá comenzó a sacárselos pantalones , cosa que ya lo había hecho en muchas otras ocasiones, delante de mí pero esta vez lo vi de espalda y ví una imagen que me produzco un cosquilleo en mis bolas. Algo que no sabría explicar pero fue una sensación similar a cuando está uno por eyacular. Miré hacia otro lado pero tenía ganas de seguir mirando así que demoré mi búsqueda en mi bolso y miraba de reojo al cuerpo de papá. había algo que me hizo pensar diferente en él aunque nunca antes me había pasado con nadie. Pensé que mi viejo estaba más delgado y su musculatura estaba más prominente y eso era lo que me llamó la atención. Bueno, ese día pasó con muchas actividades y lo disfrutamos. Llegó la noche y llegó la hora del baño. Papá tomó la iniciativa y sin pudor alguno bajó sus ropas y quedó completamente en bolas delante de mí. La sensación que había sentido por la mañana volvió a instalarse y creo que papá algo notó porque se quedó mirándome mientras yo le miraba todo su cuerpo. Me sonrojé cuando él me preguntó si es que le daba vergüenza verlo desnudo. Yo actué naturalmente y le dije que no, obviamente y, así, con su pene colgando flácidamente se fue a dar una ducha dejando la puerta abierta. Maldición! La verga se me había puesto dura y no sabía cómo bajármela y, no podía dejar de mirar hacia al baño dónde podía ver a mi papá desnudo jabonarse el cuerpo. Un rato más tarde, papá salió y me dijo que era mi turno y cuando me miró vió mi erección y me preguntó burlonamente que había estado mirando en la televisión. Gracias a Dios salió con eso que me dio pie a contestarle unas mujeres desnudas. Papá se rió y yo me fui al baño. Después de la cena, volvimos y nos acostamos a dormir. La cama era inmensa pero estábamos muy juntos en el medio de la misma. Mi papá pasó su enorme brazo por debajo de mi cabeza y comenzó a acariciar mi oreja del otro lado. Así nos dormimos en esta posición y sólo tapados por una sábana. Durante la noche me desperté y sentí el olor a jabón de papá y su cálida piel sin importarme mucho, giré hacia su lado y puse mi brazo sobre su pecho y lo abrasé mientras él respiraba profundamente. Su pecho era amplio y suave y su abdomen no estaba marcado pero si se lo sentía tonificado. Miré mas abajo y vi que tenía una gran erección que me puso nervioso pero reflexioné por un rato y sabía que estaba mal lo que estaba pensando así que decidí no seguir con esos pensamientos. Al día siguiente nos despertamos y mi papá me abrazaba cariñosamente sosteniendo mi cabeza sobre su pecho. Nos levantamos y salimos a la playa. Se me ocurrió andar en un jet ski pero no podía hacerlo sólo por mi edad así que mi papá era mi pasajero. Yo manejaba y mi papá vendría detrás. Lo que más me shockeó antes de subir al jet ski es que papá se sacó su short y sólo quedó en una zunga amarilla apretadísima que le dibujaba a detalle su pene. Esto me dejó perplejo porqe le quedaba hermosa y de repente papá se montó en el jet ski pegado a mi espalda. Yolo sentí a papá detrás de mí y sentí como sus bolas quedaban apretadas justo en la parte baja de mis espalda. Sentí un frío que corrió por mi espalda y luego apreté el acelerador para salir de esa situación. Comense lento y lleno de indicaciones de papá en mi oído pero había algo que distraía mi atención. El romper de las olas en el jet ski nos hacía subir y bajar de nuestros asientos y más de una vez quedé literalmente sentado encima de papá. La sensación y el morbo que me corría era sencillamente inigualable y buscaba la manera de sentirlo más. Entonces se me ocurrió que la próxima vez que sienta el pene de papá contra mi cola me detendría y así lo hice. Papá, con para no caerse y no dejarme caer me abrazaba fuertemente por la cintura y me llevaba contra su pecho y es por esto que él me hacía sentar encima de él o, quizás, esto es lo que yo me imaginaba. Luego comenze un paseo más tranquilo y papá abrió sus manos sobre mi pecho y abdomen y en variás ocasiones sentí como él, de tanto en tanto, hacia presión sobre mis tetillas dejándolas entre sus dedos. Esto enviaba una corriente a todo mi cuerpo y me produjo una erección. Papá con su otra mano acariciaba mi abdomen disimuladamente y, muchas veces tocó mi erección como al pasar. Para esto, ya podía sentir la erección de mi papá en mis nalgas. Fue fantástico ya que todo estaba disimulado y actuábamos como si nada. Al regresar al hotel pasamos por la misma rutina del baño sólo que papá me pidió que yo me bañase primero. Él se quedó sentado en la parte d enfrente de la cama mirando televisión y mientras charlabamos,me hizo una broma. Tomo mi short por las piernas y me los bajó dejándome totalmente desnudo frente a él. Yo, por cubrirme rápidamente,caí sobre la alfombra y mi papá riéndose me decía “ay! No quiere que le vean las bolitas” y en un acto de arrojo me agarró el pene con su mano y lo apretó suavemente. Esto arrancó un suspiro delator de satisfacción en mi y un silencio inundó la habitación. Mi papá después de unos segundos soltó mi pene que se endurecía rápidamente y sonriendo me mando a bañar. Esa noche fue distinto después de la cena. Volvimos en silencio a la habitación y nos acostamos como la noche anterior. Mi papá acostado de un lado abrazandome por detrás de la cabeza y yo disfrutando de su perfume y tratando de ocultar mi constante erección. En un momento papá giró sobre mi porque quería alcanzar el remoto del televisor y yo quedé literalmente debajo de su cuerpo sin poder moverme. Sentí como apoyó su pene semi rígido sobre mi pierna y cuando volvió a su posición gruño como monstruo y mordió mi hombro sin querer soltarme. Yo gritaba y me reía pero la verdad es que me estaba encantando. Apagó la luz y nos pusimos a dormir. Mas tarde en la noche,sentí que mi papá quería sacar su brazo debajo de mi cabeza y cuando me levanté un poco el me giró y se acercó contra mi cuerpo en posición de cucharita y me abrazó sin decir nada. Yo quedé en silencio pero mi respiración estaba agitada. Papá, después de unos minutos en los que yo pensaba que ya todo había terminado, comenzó a acariciar mis tetillas lenta y suavemente y yo no sabía cómo recomponer mi respiración. De repente sentí que mi papá también estaba un poco agitado. Esto continuó y la vos de mi papá rompió el silencio de esa habitación y me preguntó “¿te gusta?” me asusté pero con mi garganta seca y casi inaudiblemente dije “sí”. Después de esto papá mojó sus dedos y humedeció mis tetillas haciéndome gemir. y su otra mano acariciaba mi cintura y mis piernas. Yo estaba asustado pero al mismo tiempo disfrutaba de esto y casi reviento cuando en un movimiento inesperado mi papá se me acerca y comienza a succionar y meter su lengua en mi oreja. Un gemido ahogado salión de mi boca y creo que esto le dio la señal a papá que yo ya estaba entregado. A partir de entonces, mi papá me giró sobre mi espalda y me comió la boca de un beso profundo que recorrió toda mi boca con su lengua mientras presionaba su erecto pene contra el mío frotándolo acompasadamente de un lado a otro produciendo un placer inigualable. Papá me recorrió todo el cuello con sus besos y lengua y succionaba salvajemente mi pecho y tetillas. Era una mezcla de placer y dolor. Y yo sólo atinaba a sostener su cabeza con mis dos manos. No sabía qué hacer. Era la primera vez que estaba teniendo sexo de esta forma y con mi papá. Pero era tal el frenesí que no me acordaba en ese momento que tanto placer me lo estaba dando mi papá. Este besaba mi abdomen y me hacía gemir y seguía bajando y mordía mis piernas y solo electricidad había en todo mi cuerpo. Papá se detuvo y se levanto sosteniéndose sobre sus brazos , dejando su cadera pegada a la mía haciéndome sentir su pedazo sobre el mío. me miró con los ojos encendidos de calentura y me preguntó si es que me gustaba. Yo, con cierta vergüenza le contesté que sí. Él, inmediatamente me pregunto, “¿sigo?” Yo le dije: “bueno papá”.
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