En familia 3
Continúa la historia .
El abuelo deseo tanto que la fiesta terminara, tenía los huevos cargados de semen, ya deseaba reventar a su nieta, la niña se veía hermosa acostada en su cama, sus juguetes y regalos estaban por doquier, su madre había salido desde hace horas y su padre estaba en la biblioteca, su pequeña nieta estaba recién bañada y esperando a su desflorador.
– te ves hermosa princesa.
– Gracias abuelito… Tu también… – miro a su abuelo y recordó los hombres de las porno que su mamá le puso.
– Hoy serás mi mujercita… Estas emocionada.
– Siii abuelito, ya deseo ser Tuya.
El viejo al escuchar eso, deseo penetrar esa dulce vagina sin pelos, sabía debía ir lento, se acercó a la cama y jalo a su nieta desnuda, un calzoncito tapaba su deseo, se agachó y beso cada pliegue de ese calzón, la pequeña reía y se tapaba la cara.
– Abuelito me haces cosquillas
El viejo quito el calzón, y vio lo que esperaba, un dulce manjar solo para él.
No lo pensó y hundió su cara, oler esa vagina yo llevo al cielo, aspiraba ese dulce aroma, no lo pensó más y su lengua probó lo que deseaba, estaba poseído, la nena cerraba y volvía abrir, el metio sus manos bajo las pequeñas nalgas y la pego más a su boca, su respiración era agitada.
– Que rico abuelito, me gusta… Siii… Que rico…
El abuelo estába perdido, subió sobre su niña y su pene tocaba esa vagina, la diferencia de tamaño era increíble, pero desde abajo podía ver unas piernas abiertas y unas manos sobre su abdomen, ver su líquido preseminal babeando la vagina lo volvió ciego, tomó a la niña y la haría suya.
La niña voló al centro de la cama, su risa decía como se divertía, el abuelo se acomodo y penetro, la niña abrió su boca y lo miró asustada.
– auch… – Vio a su abuelo y este observaba a su niña deseoso. – Abuelito me duele…
– Recuerdas a tus amiguitas, a ellas les paso los mismo… – metió mas su pene – vistes como disfrutaron… Tu serás igual.
– Bueno abuelito… Siento me abres… Auch… Auch… Abuelito… Ya…
El viejo al ver su carita dulce penetro y vio como se abría paso, parecía la boca de un pescado, su niña se aferro a sus brazos y vio oscuro, cuando se dio cuenta, la cama se movía como si un temblor pasara en ese instante, la niña ya pedía más.
– Abu.. Abue.. Abuelito… Que rico… No pares… Abuelito… Siiii… Más… Que rico…
El viejo daba rienda suelta, sus bolas se movían y chocaban a cada estocada, sentía caliente a su niña de la vagina, era increíble, parecía que ya había sido desflorada,
– Que rica estas… Que gusto ser el primero… Siiii comete mi verga… Siii bebé… – la cama chocaba a la pared.
Se safo de su vagina y la puso en cuatro, ven una pequeña con su líquido pre seminal lo volvió loco, era rajita estaba roja y mojada, cerradita para él, era increíble que se te tragara su pene y parecía intacta, chupo la vagina y luego la penetro, la tomó de su pequeña cintura y le daba sin piedad.
– aaaahhhh…. Ahhhhh… Siiiii…. Ahhh
Escuchar a su nieta le excitaba, le daba sin piedad, su nena estaba casi por los aires y sus códos en el colchón.
Sus estocadas hacían eco en la habitación, parecía estaban aplaudiendo, se separó y su pequen a lo monto a caballito, ver su plano pecho y su vagina tragona, era un sueño, la tomó de la cintura y le dijo como moverse, la dejo hacer a ella su monta y cerró los ojos, sentir esa pequeña vagina era un sueño.
– Siii abuelito… Eres mi pony… Quiero mas Abue
***
El padre en la biblioteca, deseaba saber que pasaba en aquella habitación, su niña sería mujer y no por el, se levantó del sofá y camino silenciosamente a la primer planta, se acercó poco a poco, a la habitación del viejo.
Al estar cerca de la puerta escucho los gemidos de su hija, y al viejo decir lo deliciosa que era, que sería solo de él, y sería su mujer, la niña solo gritaba si, abrio un poco la puerta y vio al viejo de pie dándole a su niña, ella abierta siendo cargada, luego la acostó y de cucharita vio como el pene gordo y largo buscaba su vagina, quedó sorprendido como entró la punta y su niña se vino en chorros, para el viejo no fue impedimento, se la metió y vio como su niña ponía los ojos en blanco, despeinada y siendo abusada por su suegro, las bolas rebotaban en su niña y un grito del viejo le confirmo su venida, agarro a la niña y la penetro más, abrazandola.
Cerro la puerta y se Alejo, su cel vibró y vio el mensaje.
– Mañana te espero en mi escuela, ven por mí, quiero me hagas lo de hace una semana.
Sonrío por su niña adelita de 9, era una zorra de niña, dos veces la penetro y se volvió suya, mañana disfrutaria de su pequeña zorra.
- Pero es otra historia
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