EN FAMILIA ES MEJOR
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Evencest1.
Mi nombre es Evelin y tengo 24 años.
Actualmente vivo con mi hermano de 25 años y mi madre de 40 años Mis padres se divorciaron hace varios años por lo que casi no vemos a mi padre y nosotros somos muy unidos.
A pesar de que quede mal que yo lo diga tengo un cuerpo muy bien formado cosa que heredé de mi madre que con su edad aún se conserva en buena forma ya que practica gimnasia para ello pero, a pesar de ello, luego de la separación no ha tenido otra pareja…
Esta historia comienza un día en que regresaba de clases antes de hora porque había faltado el profesor que dictaba la clase antes de la salida.
Como siempre llegué a casa y entré y aunque sabía que mi madre y mi hermano estarían en casa a esa hora me extrañó que no escuchara ningún ruido.
Me dirigía a mi habitación cuando sin que me vieran sorprendo a mi hermano saliendo de la de mi madre y ésta besándolo en la boca le dice – Hoy te portaste muy bien y me hiciste gozar como nunca, espero que mañana lo repitamos.
Yo salí inmediatamente de casa e hice tiempo para regresar a la hora habitual pero no sabía que pensar de lo que había visto y oído, y aunque lo sospechaba estaba dispuesta a averiguarlo.
Con esta idea al día siguiente fingí que iba a clases como siempre, pero apenas salí volví a entrar sin que me vieran y subí al altillo donde había una rendija en el suelo que daba justo sobre la habitación de mi madre y desde allí iba a poder observar todo lo que pasara.
No tuve que esperar mucho tiempo hasta que vi que mi madre y mi hermano entraban en la habitación besándose apasionadamente.
Luego se empezaron a desnudar lentamente y así pude ver el estupendo cuerpo de mi madre, con sus tetas redondas y firmes que daban ganas de chuparlas, su culo bien formado y su coño totalmente depilado que tentaría a un santo.
También pude observar la polla de mi hermano que al principio me sorprendió por su tamaño pero luego me sentí orgullosa de que estuviera tan bien dotado.
Después de esto mi hermano se acostó en la cama boca arriba y mi madre le empieza mamar la polla tragándosela hasta la garganta aunque por su tamaño no podía metérsela toda en la boca, hasta que mi hermano le larga toda su leche la que mamá trata de no desperdiciar ni una gota pero era tanta que le resbala por la comisura de los labios.
Luego es mi madre la que se acuesta boca arriba y mi hermano empieza por chuparle las tetas prendiéndose de aquellos pezones como un ternero para luego ir bajando la cabeza hasta llegar a su coño y hundiendo la cara en él le hace una lamida que hace que mi madre llegue al orgasmo o eso me pareció a mí por sus gemidos y por que le pedía a mi hermano – más, no pares, Aaaahhhhhh – en los momentos siguientes mi hermano se pone encima de ella y la empieza a penetrar, primero despacio y luego más rápido, en tanto mi madre le dice – más fuerte, dale toda tu leche a tu mamita.
Siiiii.
Pero la cosa no terminó ahí porque luego que mi hermano acabó dentro de ella y después de descansar un ratito mi madre le empezó a mamar nuevamente la polla hasta que esta estuvo totalmente empinada.
En este momento mi madre se pone en cuatro patas y le pide a mi hermano que se la meta por el culo – Metésela por el culo a tu mamita que se que a vos te gusta como a mí – y mi hermano sin hacerse rogar la embiste fuertemente cosa que a ambos los hizo gozar, hasta que mi hermano nuevamente descargó dentro de ella ese líquido que tanto deseaba.
Ellos quedaron tirados en la cama exhaustos después de la sesión de folleteo.
Yo sin poderme contener hurgaba mi raja con incontenible calentura y durante ese rato me corrí varias veces como una loca.
Después de observar todo lo que les conté salí de casa y simulé llegar del liceo como siempre.
Pero en lo que pensaba día y noche era como hacer para que mi hermano me hiciera lo mismo que a mamá y a pesar que era virgen soñaba con tener esa tremenda polla dentro mío.
Un día en que mi hermano y yo quedamos solos me decidí a intentar excitarlo para ver si lograba que me follase.
Me vestí lo más provocativamente que pude poniéndome una minifalda de cuero negro, y arriba un top transparente que dejaba ver mis tetas redondas y bronceadas y no me puse ropa interior.
Bajé así vestida al living donde estaba mi hermano y me senté delante de él, él tan pronto se dio cuenta de mi presencia me miró y al notar como estaba vestida se sorprendió un poco pero enseguida dirigió su mirada a mis tetas y luego a mis piernas las que yo abrí para que me viera el coño cosa que él hizo y lo que vio seguro que lo excitó porque en su pantalón se notaba como su polla crecía, en ese momento yo me desnudé completamente y le dije con picardía –
¿Te gusta? – a lo que contestó – Claro hermanita – Yo me fui acercando a él y agachándome le bajé los pantalones y luego el slip y al hacerlo aquella polla enorme saltó hacia adelante como una catapulta, yo la tomé con mis manos y a pesar de que nunca lo había hecho antes la empecé a mamar, él me empujó la cabeza pero no era necesario pues era tanto el gusto que me daba que no quería largarla e intentaba metérmela toda en la boca aunque por su tamaño no me cabía.
Luego de un ratito descargó toda su leche en mi boca la que yo traté de tragar aunque era tanta que no pude tragarla toda pero la que tragué me gustó.
Mi hermano todavía estaba con la polla empinada cosa que me encantó y por lo visto él quería seguir gozando de mi cuerpo porque me hizo acostar sobre un sofá y me empezó a chupar las tetas, yo me sentía encantada de que lo hiciera y después de un ratito se dedicó a chuparme el coño, yo me sentía en la gloria y tuve mi primer orgasmo.
Luego de desnudarse me preguntó si era virgen a lo que contesté que si, pero que quería que fuese él el que me desvirgase, a lo que él asintió diciéndome que estaría encantado de ser el primero.
Entonces me empezó a meter su polla suavemente hasta que chocó con mi himen por lo que dio un fuerte empujón para romperlo, yo pegué un pequeño grito que él apagó tapando mi boca con la suya metiéndome su lengua hasta la garganta.
Después del primer momento ya no sentí ningún dolor por lo que mi hermano me dejó de besar y siguió metiéndome su polla cada vez más adentro lo que me enloquecía de gusto, luego de metérmela toda y de que yo me acostumbré a ella empezó un mete y saca suave pero profundo, Estábamos en lo mejor de la faena cuando veo entrar a mi madre por la puerta la que se nos queda mirando al principio sorprendida, pero luego complacida porque nos dice – Veo que tienen una fiestita, lástima que no me hayan invitado – En ese momento mi hermano me llena mi coño con su leche llegando así a mi segundo orgasmo.
Mi madre entretanto nosotros descansábamos se desnudó completamente y se acercó a mí diciéndome si había disfrutado con mi hermanito y que ahora era ella la que me iba a hacer gozar.
Dicho esto me besó por todo el cuerpo deteniéndose en mi coño y lo empezó a lamer mejor que como lo había hecho mi hermano poniéndose de tal manera que su coño quedó al alcance de mi boca por lo que yo le lamí el suyo, y fue un 69 perfecto que disfrutamos de principio a fin llegando ambas al orgasmo en el mismo momento.
Mi hermano en ese tiempo ya se había recuperado completamente y al vernos a nosotras gozar como lo habíamos hecho tenía su polla totalmente empinada y reclamó metérmela en el culo, yo al principio me resistí pues su polla era demasiado grande pero luego él tomando una crema me fue metiendo un dedo, después dos y hasta tres dedos en mi agujero que lo fue abriendo, hecho esto me puso la punta de su polla en el culo y la fue metiendo poco a poco hasta que tenía la mitad de su tronco adentro esperando a que me acostumbrara.
A mi me dolía bastante y se me llenaron los ojos de lágrimas por lo que mi madre me consolaba besándome y diciendo – Al principio duele pero después vas a gozar como nunca –
Poco a poco el dolor pasó y mis gemidos de dolor cambiaron por gemidos de placer, al notar esto mi hermano me terminó de meter toda su polla empezando luego a meterla y sacarla primero despacio y luego mas fuerte hasta que desparramó dentro de mí aquel líquido que me enloquecía de placer.
Y no se si gocé más con esto que cuando me desvirgó tanto fue lo que lo disfruté.
Después de estas experiencias tenemos sexo muy frecuentemente con mi hermano, con mi madre o entre los tres siempre que queremos porque tanto mi madre, mi hermano y yo en todo momento estamos dispuestos a ello y nunca damos muestras de cansancio.
Aunque he tenido relaciones sexuales con otras personas, hombres y mujeres lo que más disfruto es cuando lo hago en casa y en familia.
Autor: Evencest1
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