en la borrachera le pedi a mi primo que me desvirgara

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por desvirgada.
En una borrachera le pedí a mi primo que me desvirgara

Al final pensé que era una locura pero lo deseaba tanto que tome valor y…

Hola mi nombre es Magdalena, actualmente tengo 19 años, casi 20, soy la menor de 7 hermanos, cuatro mujeres y 3 varones, cuatro de los cuales ya están casados, soy la única que falta de casarse de las mujeres, la ultima fue Ruth, hace poco mas de un año que se caso.

Antes que nada me describiré, no soy muy alta apenas y alcanzo el 1, 56 de estatura, piel blanca, pompis paradas, pechos pequeños pero redonditos y firmes, ojos cafés, peso 45 kilos y una pompis paraditas.

Esto me pasó hace solo un año, como mencione y fue el día de la boda de mi hermana Ruth, ala fiesta asistió toda la familia primos, tíos, en fin con excepción de mi primo Juan el andaba por ese entonces por los 34 años y desde la muerte de su padre había llevado a su madre a vivir con el, le pregunte a mi tía(hermana menor de mi padre y madre de Juan) por el y ella solo me dijo, ya lo conoces no le gustan mucho este tipo de cosas además llego cansado del trabajo y se quedo a descansar.

La verdad es que tanto a mis hermanas y a mi siempre nos ha parecido muy guapo, a pesar de que es mayor que nosotras algunas veces en broma bromeábamos sobre si alguna se atrevería a hacerlo con el, pero ninguna se atrevía a hacerlo, por miedo a que mis padres se enteraran, una a una mis hermanas se fueron casando y todo paso al olvido, como muchos de los juegos de niños, pero esa noche hacia un par de meses que yo había cumplido los 18 años por lo que tenia edad para beber, y entre charla y charla se me fueron pasando las copas, mi padre noto esto y me dijo que me comportara que era la boda de mi hermana o que me fuera a casa, para no tener que escuchar mas a mi padre decidí irme a casa.

Camino a casa no se si seria el alcohol o la calentura, pero recordé lo mucho que me gustaba mi primo y que estaba solo en casa, no se como pero termine en casa de mi primo en lugar de la mia.

Llame a la puerta, Juan ábreme, ábreme Juan, comencé a gritar incluso algunos de los vecinos ya se habían despertado para cuando salió Juan por el escándalo que estaba haciendo.

Juan me tomo por el brazo y me metió a la casa, yo fui a sentarme al sofá, mientras el hablaba con los vecinos los cuales estaban muy molestos, el entro después de un rato y comenzó a regañarme dijo que los vecinos estaban molestos por mi escándalo, que, que manera era esa de comportarse de una señorita, que por que venía así y lo primero en decirle fue:

– Cógeme por favor…

pensé que el se molestaría, pero lejos de eso, me levanto del sillón y me recostó boca abajo contra el brazo del mismo, quedando mi vientre contra el brazo del sillón y mi cabeza y mis tetas contra el asiento, con mi culo levantado hacia el.

Me levanto la falda y me bajo los pantys, y me dijo:

– ¿Estás segura de lo que quieres hacer?

Gire mi cabeza hacia el y le respondí que si y empecé a ver como su bulto crecía, wooow, que tamaño asombroso.

Me puse nerviosa porque sabía que iba a perder mi virginidad con quien siempre había soñado, aunque sentía algo de miedo porque mis amigas e incluso mis hermanas me habían dicho que la primera vez era algo dolorosa, le pedí que por favor lo hiciera despacio, pero el ni siquiera me escucho y lo clavo de una sola estocada, llegando al fondo de mi ser.

Sentí por dentro algo que desgarraba, sentía un ardor que me sacaba lágrimas de dolor y empezó el mete y saca, me tenía ya bien rozada y eso que apenas llevábamos como 10 min, lo que más me dolió fue su glande, ya que lo tiene más grande que su tronco…

Así estuvimos como 20 min hasta que se quedó encima de mi sin moverse, yo sentía que me escurría algo y al darme cuenta que terminó adentro de mí hasta lo borracha se me quitó, me puse nerviosa por la idea de que pudiera haberme preñado, pero pensé que seria hermoso tener un hijo de el.

Al día siguiente mi padre se entero del escándalo por algunos de los vecinos, y me regaño, aunque no sospecho lo que en verdad ocurrió esa noche.