Enriquekely 3 – Mi primera vez Con El
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por enriquekely.
Recuerda leer las partes anteriores para entender bien el relato.
Parte 1: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-13674.html
Parte 2: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-17286.html
Mi tía entro al cuarto aquella maña luego de dos días de espera estábamos listos para irnos de la casa de mi abuela, la señora tía se acerco suavemente a mi cuerpo y empezó a besar mi pecho, aquello aunque un poco extraño me gusto mucho, hasta ahora había tenido sexo con mi prima y mi tía, contando una mamada de mi primo gay, estaba todo tan enredado que no me podía sorprender nada más. Justo en ese momento entro mi primo chombo a la habitación y nos vio en aquella extraña posición.
– prosigan – dijo y se sentó en la cama que estaba frente a nosotros.
– oye kely, deberás te gusta esa mujer, esta toda vieja – a lo que su madre respondió sacándole el dedo central de su mano y lanzándole una almohada, yo solo mira a mi tía que empezó a subir salvajemente sobre la cama y se desvistió con habilidad, sus pechos grandes y jugosos quedaron libres de un sostén, yo estaba tendido sobre la cama y mi tía tomo mi pene “ya erecto” y lo metió en su vagina realmente húmeda, las sensación era como la recordaba, suave caliente y húmedo, sentía mi pene palpitar dentro de ella y las paredes de su vagina al ritmo de su cuerpo me encantaba. A lo que chombo que hasta ese momento estaba sentado sobre la cama con una taza de café se levanto y empezó a revisar la gaveta de su ropa.
Mi tía se parecía mucho a mi padre en su color canela de piel y aquellos ojos negros profundos como su alma, cabello corto y pechos grandes, sus cadera eran grandes, nunca le pregunte su edad pero seguro que tenía entre 25 a 30 años, muy difícil de descifrar por la cantidad de maquillaje que usaba siempre.
Mi tía tenía los ojos cerrados yo de vez en cuando también los cerraba. Sus pechos grandotes estaban saltando suavemente y ella seguía sin pausa moviéndose sobre mi pene.
Sentada sobre mí la madre de mi primo empezó a gemir, mi primo chombo traía un pequeño frasco de algo y se sentó tras de su madre, Mi tia se dejo caer sobre mi pecho y luego se quedo quieta. Achurro la cara y luego abrió la boca, su lengua estaba allí así que acerque mi boca para besarla, ella respondió amablemente mientras se movía, segundos después, cuando ella empezó a quejarse entendí.
– suave salvaje no ves que no estoy acostumbrada a que me den por el culo – entendí que tras de ella estaba su hijo, un chico moreno de un metro setenta con labios gruesos y cabello corto estaba dándole por el culo.
– entonces me toca por delante – dijo y se acostó a mi lado, chombo acerco sus labios rosado a mi rostro a lo que yo mire a mi tía asuntado, ella seguía moviéndose suavemente, sentí el calor de la vagina de mi tía una vez mas y cuando estaba por venirme ella se detuvo.
Se dejo caer sobre mí y chombo la empezó a moverla para acomodarla sobre él. Ya acomodada la gran mujer sobre su moreno hijo abrió los ojos para mirar al chico.
– quítate el condón, me gusta sentir tu rico huevo, sabes eres tan rico que me dará envidia tu novia – chombo miro a mi tía extrañado ya que él como un gay seguro pensaba en conseguir novio y no novia.
La madre se metió el pene del chico de un golpe el empezó a moverla suavemente y ella respondió poniéndole ambas manos en sus pechos.
– y yo que hago – pegunte con mi vos infantil.
– tengo tres hoyos si no te distes cuenta – dijo mi tía. Yo me quede arrodillado su lado y tomándole la cara la acerque a mi pene, ella entendió y empezó a olisquear entre mis bolas.
– dos machos – dijo mi tía y se metió mi pene en la bica, no lo hacía como en las pornos ni como nunca antes me hubiera imaginado, la señora empezó a chupetear como si se estuviera comiendo algo, lo hacía por momentos suavemente y luego cuando lo tenía todo en la boca lo lamia lentamente con la parte trasera de su lengua.
Sentí una mano en mi muslo a lo que me asuste ya que todavía no me acostumbraba a mi primo.
– me dejas probar – pregunto el morenito.
Yo saque mi pene de la boca de mi tía a la que le dio igual tenerlo o no en la boca, siguió con los ojos cerrados moviéndose rítmicamente.
Mi pene quedo erecto cerca de la cara de mi primo quien sin mediar palabras lo tomo entre sus rosados labios y empezó a chuparlo tan diferente que daba gusto relatarlo, lo paseaba dentro de su boca y luego lo acariciaba con cuidado, todo estaba dentro de su boca cuando me vine, intente sacárselo pero el negó con la cabeza.
– haaa. Lechita de niño – dijo mirándome los ojos y lanzándome un beso.
Aquella noche mi madre me dijo que la acompañara a comparar ropa, todo el día pensé cosas pervertidas, no entendía por qué se me hacia tan normal hacerlo con mi tía.
– oye tu tía es bastante extraña verdad – Pregunto mi madre, a lo que yo respondí hundidme de hombros.
– ten cuidado con su hijo, me dijeron que es gay, eso se pega sabes – dijo ignorante mi madre.
Aquella noche estaba solo en la habitación de mi tía donde había dormido desde que había llegado, cuando una silueta entro.
– kely… sabes eso suena como un nombre de niña – me dijo mi primo y me acaricio el pecho y luego las bolas.
– te las puedo mamar – pregunto suavemente.
– ¿mi tía donde esta? – pregunte un poco asustado.
– salió a beber, me dijo que podía hacerte lo que quisiera – yo estaba algo asustado ya que no deseaba por ningún motivo ser penetrado o algo así.
Pero lo que sucedió cambio mi punto de vista.
El morenito se quito la ropa lentamente y luego desnudo se subió a la cama, tomo la misma posición de su madre sobre mí y mirándome a los ojos me lamio el rostro.
Era extraño todo pero si decía algo debía aceptar que me estaba cogiendo a mi tía. Él lo sabía, pensé que me violaría, temía por mi culo pero entonces sentí algo en el pene, las luces estaban apagadas. Era como saliva pero más pegajosa y tibia.
– ¿aceite? – dije extrañado.
Luego de eso sentí las nalgas de mi primo bajar suavemente.
– quédate quieto quiero sentirlo – dijo y bajo suavemente. Me asuste mucho pero luego sentí que su culo abrió con facilidad, el dolor que esperaba no llego y luego empezó a mecerse y subir y bajar, era muy placentero y tibio, suave muy suave. El lubricante hacia un gran trabajo creando sensaciones deliciosas, el me tomo las manos y me la llevo hacías su miembro sin detenerse. Empecé a masturbarle suavemente y pocos segundos después sentí que su culo se apretaba.
– haj que rico primo, nunca me habían cogido así – dijo sin detenerse, en mi mano algo pegajoso unía mis dedos. Me limpie con el muslo de el mismo y deje que me llevara más lejos.
Un gemido suave llego a mi garganta luego de un ratito y me vine dentro de el.
El se levanto cuando termine y me intento besar… esta vez casi lo rechazo, fue el que me evito y metiéndose un pezón mío en la boca lo chopo un momentito.
– rico, eres muy rico, te extrañare – dijo.
La mañana siguiente mi primo, mi tía y mi abuela nos despidieron para que fuéramos a tomar el avió.
– kely – dijo mi tía, llamándome dentro de los baños del aeropuerto.
– dígame – respondí extrañado, ya que eran los baños masculinos.
La señora entro al cubículo luego que abriera, estaba haciendo mis necesidades, solo abrí cuando supe que era presentable abrir la puerta, la señora entro disparada dentro del baño y me beso suavemente.
Agarro mi pene con su labio y me saco la leche con rapidez y dulzura.
– sabes que si te aguantas luego te duelen las bolas – dijo riéndose la loca tía.
El avión partió esa mañana rumbo a la ciudad de México donde estaríamos un mes antes de que mi padre consiguiera un cuarto, i viaje casi terminaba pero aun quedaba una última parada donde intentaría lo que fuera por conseguir placer, mi viaje de placer apenas comenzaba.
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