Enseñando a mi prima (4)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por astaroth.
, esta vez ni siquiera se molesto en despertarme, sino que simplemente se acurruco al lado mío, tomo una almohada y se dispuso a dormir, yo somnoliento me di la vuelta y la sentí al lado mío, por un segundo estuve a punto de saltar asustado ya que su costumbre era despertarme ella y no esperar a que despertara solo, cuando vi que era ella me tranquilicé y acabe de despertarme, ya era algo tarde y había bastante luz del día así que decidí despertarla a ella también, aun adormilada alcanzo a balbucear algo
Déjame dormir
Arriba floja, que ya es muy tarde
Tengo sueño, déjame
Y eso?
No pude dormir en toda la noche, unos perros estuvieron ladrando y no me dejaban dormir
Y por que no les aventaste algo?
Les avente todo lo que tenia y no se iban, aquí estoy muy cómoda, déjame en paz
Viendo que en verdad estaba cansada decidí acceder a su petición, le quite la ropa que aun traía quedándose ella en ropa interior, acomode bien su cabeza en la almohada, la pegue a mi cuerpo y la abrace para que pudiera descansar
Estás cómoda? –le pregunte-
Si, mucho, oye…
Dime
Gracias…
De que? si necesitas dormir lo menos que puedo hacer es acomodarte
Por eso te quiero
Dicho esto se quedo dormida placidamente, pero ahora tenia un problema, yo ya no tenia nada de sueño y si me movía la despertaba, la tele hacia demasiado ruido y necesitaba algo que hacer, por fortuna tenia a la mano mi celular junto con mis audífonos así que me dispuse a escuchar algo de música en lo que ella despertaba, al levantarlos vi algunas hojas que imprimí con varias posiciones, juegos y demás formas de dar placer a tu pareja, decidí darles también una hojeada y de paso pensar en un mejor lugar para ponerlas, ya que una mesa de noche no es precisamente el mejor lugar para poner cosas que no quieres que te cachen.
No se si fue una o dos horas las que estuve entre leyendo, escuchando y mirando al infinito mientras que mis manos se deleitaban con su anatomía, el sentirla completamente abandonada en mis brazos mientras acariciaba su espalda desnuda, le quite el brassiere y sentí la calidez de su pecho contra el mío, acariciaba su vientre mientras que mi otra mano exploraba por debajo de su ropa interior, traía unas inocentes braguitas blancas, iguales a las que usaba la primera vez que acaricie su intimidad, la mire y volví a ver a la niña penosa que se ruborizaba con solo pensar en besarme, y que ahora estaba entregada a mi por completo, la puse a mi lado y la abrace por la espalda acariciando sus senos, la pegue a mi cuerpo para disfrutar el contacto de su piel desnuda contra la mía, coloque una mano entre sus piernas y sentí una calidez increíble, no quise meter ninguno de mis dedos, simplemente quería disfrutar el tener a mi prima entregada a mis caricias mientras que dormía indefensa, recordaba todo el placer que me había dado y me preguntaba si en realidad era la misma.
Recordaba verla con el deseo a flor de piel y la llama de la lujuria ardiendo en sus ojos mientras me besaba con pasión, buscando el placer al que ambos estábamos tan acostumbrados, como me pedía mas mientras que hacia todo lo posible para recobrar mi erección, su cara convertida en una mueca de placer mientras se corría gustosa, y ahora simplemente dormía a mi lado, su cara reflejaba una tranquilidad que jamás le había visto, y como si supiera que le hacia se dio la vuelta y me abrazó, permanecimos así unos minutos hasta que ella despertó y me susurró al oído “gracias, ya estoy mejor” al tiempo que se incorporaba encima de mi y me daba un beso en la mejilla
Ya despierta me platico que la noche anterior no habían pasado por la basura y los perros callejeros se peleaban por las sobras de comida, y que gracias a que no había dormido bien le dolía la cabeza y la espalda
Y aun te duele? –le pregunte
Solo un poco la espalda, la cabeza ya no
Entonces te duele aquí? –le pregunte mientras apretaba el área entre su hombro y el cuello
Au! Si! suelta!
Entonces quizás pueda ayudarte
Y como?
Dándote un relajante masaje en la espalda
En serio?
Claro! Tu solo acuéstate y disfruta
Se acostó sobre mi cama boca abajo mientras le quitaba lo ultimo que le quedaba de ropa interior, ella puso su cabeza sobre mi almohada y yo me puse algo de aceite de rosas en las manos (siempre tengo un poco a la mano pues me gusta eso del esoterismo) y comencé a frotarle la espalda suavemente, al principio era difícil pues tenia mucha tensión en los hombros pero poco a poco se fue calmando y me dejó hacer, mis manos recorrían la suave piel de su espalda, apoyándome con los pulgares en la base de su cuello, el aroma del aceite de rosas mezclado con el de su cuerpo era verdaderamente cautivador, mis manos descendieron hacia la parte baja de su espalda recorriendo su columna vertebral con mis dedos, ella se estremeció y se le enchinó la piel pero me dejo seguir, comencé entonces a acariciarla justo en la base de la columna, en donde la espalda pierde su nombre, de ahí seguí con sus nalguitas, firmes, redondas, calidas, le acaricie la parte interna de los muslos y no pude aguantar mas, aquel delicioso manjar despedía un aroma irresistible y casi me pedía a gritos que la devorara, me acosté a su lado con la cabeza al lado de sus caderas, pase su pierna por encima y comencé a lamerla
No se si era por la excitación del momento pero su vagina se sentía mucho mas calida que antes y su aroma me excitaba mucho mas, mi lengua se abría paso en su suave interior mientras que sus jugos combinados con mi saliva le hacían mas fácil el trabajo, mis manos acariciaban su trasero y el índice de mi mano derecha entro suavemente en su ano, ella solo se dejaba hacer sin decir nada pero podía sentir que aquello le estaba encantando, sentía los espasmos que le causaba cada movimiento que yo hacia dentro de ella, la excitación que sentía cada vez que mi lengua rozaba su clítoris, intenté meterle otro dedo por el ano y esta vez lo conseguí, alcancé a oír un gemido atenuado por la almohada cuando moví ambos dedos dentro de ella, su vagina estaba mucho mas mojada que antes y ya empezaba a llenar mi boca con sus jugos, pero decidí hacerla esperar un poco mas, separé mi lengua y solo le daba ligeros toquecitos en la punta del clítoris mientras que mis dedos entraban cada vez mas profundo, sus gemidos eran cada vez mas fuertes a pesar de que los cubría con la almohada y ella pegaba su vagina a mi cara lo mas fuerte que podía, como pidiéndome que la dejara correrse de una vez, no la hice esperar mas y de un golpe metí mi lengua en su vagina lo mas que pude para después lamerle el clítoris hasta que se corrió
Dejo mi cara empapada de sus jugos como la primera vez, y yo me relamía gustoso saboreando su intimidad, le acariciaba la espalda con la mano que tenia libre mientras que mis dedos exploraban el interior de su ano, los saqué y le susurre al oído
Creo que ya estas lista
Si, creo que si, si es contigo está bien, pero…
Pero que?
Hazlo despacio, es mi primera vez… por ahí
Descuida, ya verás que te va a encantar
Coloqué un par de almohadas debajo de ella para levantar sus nalguitas hacia mi, metí mis dedos en su vagina y los saque empapados, entonces le embarre todo aquello en la entrada de su ano y volví a dedearla, su ano comenzaba a dilatarse y mis dedos entraron sin mucho problema, masajeaba suavemente su calido y estrecho interior sintiendo cada uno de sus pliegues, entonces me puse un condón y la penetre por la vagina un par de veces hasta que me llene del liquido que le había puesto en el ano, con suavidad acerque la punta de mi pene a su entrada , empujé suavemente y su ano cedió un poco, le separé las nalgas con mis manos abriendo su entrada y empuje un poco mas fuerte, esta vez conseguí meter toda la cabeza, ella soltó un pequeño grito
Estás bien? Te está doliendo?
Solo un poco, pero sigue
Continué empujando poco a poco sintiendo como cada centímetro de mi pene se introducía en ese estrecho y calido ano suyo, cada vez que entraba mas profundo podía sentir como su cuerpo se estremecía, no sabia si de dolor o placer o quizás una mezcla de ambos, después de unos minutos logre introducirlo todo hasta la base y me detuve un momento para dejar que su ano se acostumbrara, aprovechando la posición me acosté sobre ella y comencé a besarla y acariciarle los senos, la esencia del aceite que le había puesto en la espalda se había mezclado a la perfección con su propio olor de mujer y el resultado era increíble, cada segundo que pasaba cerca de ella probando su piel y aspirando su aroma me hacia desearla mas y mas, mis labios buscaron los suyos y ella me besó gustosa, nuestras lenguas se entrelazaron con ternura mientras que yo sentía su ano contraerse alrededor mío cada vez con mas fuerza
Estás bien? –le pregunté-
Si, no te preocupes
No te duele?
Ya no, cuando lo empezaste a meter si pero ya no me duele
Y te está gustando?
No se, se siente raro que estés ahí adentro
Te gustaba cuando te metía mis dedos no?
Sí, pero tus dedos no están tan grandes
Descuida, muy pronto te va a encantar
Me incorporé tomándola de las caderas y jalándola con suavidad hacia mi, lentamente fui sacando mi pene de su ano hasta que solo quedaba dentro la punta, entonces volví a meterlo un poco mas rápido lo que hizo que ella levantara sus caderas hacia mi y dejara escapar un rápido y corto gemido al sentir que el interior de sus entrañas era penetrado nuevamente, continué haciéndolo lenta y pausadamente y en cada embate sentía como ella comenzaba a excitarse, su ano estaba mas relajado aunque no dejaba de aplicarme la deliciosa presión que solo ese estrecho agujero me podía ofrecer, su respiración se había acelerado y sus pezones estaban duros y completamente erectos, empezaba a disfrutar la situación, pero yo quería que la disfrutara aun más, de manera que me detuve un momento metiendo el pene lo más profundo que podía y deslicé mi mano derecha en su entrepierna aprisionando su clítoris entre mis dedos, ya estaba tan mojada que al mas mínimo movimiento se resbalaba
Su ano se contraía en cada intento que hacia de tomarlo nuevamente entre mis dedos, comencé a frotárselo suavemente lo cual hizo que se agrandara un poco facilitándome tomarlo, cuando por fin lo volví a aprisionar ella estaba jadeando de placer y apenas podía sostenerse con las almohadas que había colocado debajo de ella, su ano se sentía mucho mas abierto lo cual aproveché para moverme un poco mas rápido, metí un par de dedos en su vagina mientras que apretaba suavemente su enrojecido botón de placer, ella gemía de gusto mientras que apretaba con toda su fuerza la almohada en donde descansaba su cabeza, sus caderas comenzaron a moverse hacia mi con el mismo ritmo que yo llevaba y mi pene entraba y salía de su ano con facilidad, cada vez que la penetraba sentía las palpitaciones de su ano mientras que el interior de su vagina se contraía alrededor de mis dedos, apreté su clítoris con un poco mas de fuerza mientras se lo sobaba con el pulgar y no pudo aguantar más
Su ano súbitamente se contrajo alrededor de mi pene impidiéndome moverlo siquiera un poco mientras que mi mano se llenaba con los deliciosos y tibios fluidos que escurrían de su calido interior, su ano me apretaba con tanta fuerza que no pude contenerme mas y me vine junto con ella, en ese momento sentía como si fuéramos uno solo, podía sentir sus espasmos, sus palpitaciones, el latir de su corazón, su cuerpo se acompasó con el mío durante algunos segundos que me parecieron el paraíso, probé el fruto de su orgasmo que escurría de mi mano y sentí que su ano se relajaba nuevamente, saque mi pene que rápidamente perdía su erección, boté el condón a la basura, me acosté a su lado, la jalé para que quedara encima de mi y después la besé, apenas tenia fuerzas para corresponder mis besos por lo que la puse al lado mío y me dediqué a acariciarla, ella solo se dejaba hacer mientras pegaba su cuerpo al mío y se refugiaba en mis brazos, su pezones seguían erectos y su espalda aun despedía ese sutil aroma, a rosas y a mujer satisfecha, mi mano derecha jugueteaba con sus pezones mientras que la izquierda acariciaba su vientre, le lamí la espalda, el cuello, la cara, hasta llegar a sus labios para besarla nuevamente, ella por respuesta se dio la vuelta para quedar frente a mi, me beso tiernamente en los labios y cayó rendida a mi lado, decidí seguir su ejemplo y así abrazados como estábamos quedamos dormidos los dos
Cuando logré despertar la desperté a ella también, cuando la vi ya no se veía cansada como cuando había llegado, su expresión había vuelto a ser la de antes y de su cara había desaparecido toda preocupación por cualquier cosa, bostezo y me dijo
Yaaaawn, buenos días mi amor, que hora es?
Cerca de las dos floja, hoy si te pasaste
Es que en serio tenia mucho sueño, y tú cansándome más
Como que cansándote más?
No te hagas, todavía siento como si te tuviera ahí atrás, si no me puedo sentar va a ser tu culpa
Te duele mucho? –le dije un poco preocupado-
No me duele tonto! Solo me siento un poco rara pero no es nada
Y te gustó?
Tu que crees? Si no me hubiera gustado no te hubiera dejado hacerme nada
-abrazándola- que bueno que ya eres otra vez la ninfomana mandona a la que quiero
Vuelves a decirme así y te va a ir mal niño
Eres a la única que se lo puedo decir, así que vas a tener que aguantarte
Bueno, pero con una condición
Depende, que quieres?
Ya sabes que es lo que mas me gusta de hacer el amor contigo?
Que soy el único que te quita tus ansias pervertidas?
No menso! Me encanta que me llenes con tu semen calientito, y ahorita no me dejaste ni un poquito adentro
Bueno, entenderás que por mucho que te quiera tu ano no está muy limpio, y si agarro una infección los dos nos quedamos sin sexo hasta que se me quite, y no creo que puedas aguantarte
Ya bájale o te pasa algo peor que la infección eh? Lo que quiero es que me lo hagas… pero sin usar nada, quiero sentirte dentro de mi desde que me aflojas hasta que te vengas adentro, quiero sentir tu semen calientito adentro mío
Bueno, si eso es lo que quieres, pero…
Pero que?
Pero tienes que estar muy limpiecita
Mira, y con lo que te gusta limpiarme ahí
Bueno, entonces mañana te limpiamos muy bien
Hasta mañana?
Hoy ya no hay mucho que podamos hacer, ya es bastante tarde y ahora el que está cansado soy yo
Bueno, está bien, pero prométeme que mañana si hacemos lo que yo quiera
Te lo prometo –le dije sellando esa promesa con un beso en sus labios-
Ese día tuvo algunos inconvenientes para sentarse puesto que no estaba acostumbrada, pero desaparecieron en el transcurso de la tarde y afortunadamente nadie se dio cuenta, la despedí con una nalgada recordándole que al día siguiente complacería sus deseos
Esa noche casi no pude dormir, por mi mente vagaba el recuerdo del instante en el que penetré por primera vez su virginal agujerito, cerraba mis ojos y recordaba el aroma que despedía su espalda mientras que ella deseosa me pedía mas placer, como deseaba que estuviera junto a mi en ese momento para pasar toda la noche reviviendo esos deliciosos minutos; también pensaba en lo que me había pedido, debió haberle gustado mucho para pedirme que se lo hiciera sin nada más –pensaba para mis adentros-, pero también tenía que pensar en las consecuencias, y si no le gusta? O si nos pasa algo? Por fortuna pude pedir consejo a un amigo que ya había hecho esto con su novia y me dijo que mientras que estuviera bien limpia y la lubricara bien no habría problema, me regaló un pequeño frasco de lubricante y me dijo que fuera a hacerla feliz (ignorando que era mi prima con la que yo tenía esta relación)
Al día siguiente ella llegó mas animosa que de costumbre lanzándose a mi cuello y besándome, yo ya estaba despierto y a pesar de lo poco que había dormido sentía la energía de un toro corriendo por mis venas, inmediatamente nos desnudamos y nos metimos a tomar un baño rápido, metí mis dedos enjabonados entre sus nalgas mientras que el agua tibia corría encima, comencé a introducir mis dedos en su ano haciéndola gemir de placer ya sin ninguna pena, masajeaba todo su interior tratando de limpiar lo mejor que podía, tras algunos minutos que ella disfrutó intensamente parecía que ya estaba lista, de manera que apagamos el agua y después de secarnos un poco nos dirigimos a mi cama
Ella inmediatamente tomó la posición que había adoptado el día anterior levantando sus caderas hacia mi lo más que podía
Hazme tuya mi amor –me dijo mientras apuntaba sus nalguitas hacia mi-
Tenía ganas de poseerla en ese mismo instante pero sabía que podía hacerle daño, así que me puse lubricante en los dedos y se los introduje en el ano tratando de alcanzar todos los rincones, después puse mas en su entrada mientras ella comenzaba a jadear, por ultimo me frote todo el pene antes de colocar la punta en su entrada, ella empujó sus caderas hacia mi y la cabeza se introdujo de inmediato, estaba tan excitada que no opuso resistencia alguna, por lo menos al principio, ya que mientras mas le introducía mas difícil era continuar, ella hacía su mejor esfuerzo para tratar de facilitar la entrada a su ano pero aun así era algo difícil, después de todo era apenas la segunda vez que lo intentábamos
Dejé dentro solo la mitad y esperé un momento a que su ano se volviera a acostumbrar a esta sensación que aun no le era del todo familiar, aproveché para acariciar su espalda, sus hombros, y después bajar mis manos hacia sus senos mientras que mi boca buscaba la suya lamiendo desde la base del cuello hasta la comisura de sus labios los cuales sellé con los míos, su respiración ya era entrecortada y su excitación iba en aumento, pasé mis manos a su cintura y continué
Esta vez encontré menos resistencia lo cual me permitió ir introduciéndole poco a poco lo que faltaba, hasta que sentí como la base chocaba contra sus nalgas, podía sentir su ano apretándose en torno a mí mientras que ella comenzaba a jadear de placer y excitación, cada movimiento que hacía me brindaba nuevas y deliciosas sensaciones, sentía su tibieza, la presión que ejercía alrededor de mi pene, el roce de todos y cada uno de sus pliegues cada vez que entraba o salía de ella, comencé a moverme lentamente para no lastimarla, pero pronto fue ella quien impuso el ritmo, llevó una de sus manos al interior de su vagina y comenzó a masturbarse al tiempo que movía sus caderas al compás, seguí el ritmo que llevaba y pronto estaba entrando y saliendo de ella como si nada, por momentos pegaba sus nalgas contra mi para sentir como la penetraba hasta lo mas profundo y después se alejaba hasta dejarme fuera casi por completo
Aquello era delicioso, en cada embate sentía un placer indescriptible mientras que ella seguía ejerciendo una deliciosa presión que terminó por hacerme terminar dentro de ella, la jalé con fuerza hacia mí mientras depositaba mi semen en lo mas profundo de su ano, no puedo precisar cuanto duró ese orgasmo ni que tanto eyaculé dentro de ella, solo se que no podía dejar de venirme o sacar mi pene de ese delicioso y estrecho lugar, seguí empujando hasta que ella también alcanzó su orgasmo entre gritos y gemidos, mi mano se unió a la suya para brindarle mas placer mientras que la jalé hacia mi quedando ella sentada encima mío aun empalada con mi pene, nos besamos y acariciamos un buen rato hasta que perdí la erección por completo y salí de su interior
Junto con mi pene salió un liquido mezcla de lubricante y mi semen, seña inequívoca de que la había llenado hasta lo mas profundo de sus entrañas, me tendí boca abajo, algo agotado y ella se acostó encima mío aplastándome un poco, en esa posición me costaba algo de trabajo respirar pero no tenía ni la fuerza para quitarla de encima ni tampoco quería que se bajara, había algo en el contacto de su cuerpo que me relajaba así que la dejé hacer, a los pocos minutos se colocó a mi lado rodeando mi cuerpo con sus brazos y nos quedamos dormidos
Ese día fue el comienzo de un inigualable placer entre los dos, mucho mas intenso que el que habíamos sentido hacia unos días, nos sentíamos completamente entregados al otro y parecía que nuestros dos cuerpos fueran uno mismo en esas inolvidables sesiones de placer que nos prodigábamos cada vez que nos veíamos, el mundo había tomado una cierta tonalidad rosa ante nuestros ojos, pero el tiempo pasaba y nuestros días juntos llegaban a su fin junto con el verano
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