Enseñando a nadar a mi cuñada
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por thorpe1948.
Esta experiencia ocurrió, cuanto tenía 35 años, ella era la hermana mayor de mi mujer aunque solo tenía tres años más que ella, tenía un año menos que yo, 34.
No diré nombres por razones obvias, siempre nos llevamos muy bien, y por nuestro carácter, siempre nos gastábamos bromas, lo que en ocasiones propiciaba el que entre bromas nos perseguíamos y en esos juegos se producían situaciones en las que, sin querer, o a veces queriendo nos tocábamos el uno al otro, lo que a mí me ponía bastante cachondo, pero nunca le insinué nada, ni ella a mí, en esos tocamientos quedaba la cosa.
Un verano por la vacaciones coincidimos las dos familias en el pueblo en casa de mis suegros, después de llevar un tiempo sin vernos, y los juegos volvieron, solo que esta vez yo notaba que ella estaba más provocadora que de costumbre, que no dejaba pasar ocasión de sobarse contra mí. Así pasaron los dos primeros días, hasta que al tercero, mi mujer se tuvo que ir con su madre de compras temprano y no regresaban hasta la anochecida, mi suegro se fue al campo y mi cuñada su marido y yo. Nos quedamos solos en casa con los dos niños que tenían.
La mañana transcurrió tranquila, con las bromas de siempre y jugando con los niños. Después de comer los niños se fueron a dormir un ratito y el padre se fue con ellos, mi cuñada quedo recogiendo lo de la comida y yo le ayude en lo que pude, terminado y después de reposar un poco en el sofá medio adormilado, me despertó y me comento que se iba al rio a darse un baño que si la acompañaba, yo le dije que sí, que no había problema, y le pregunte por su marido, a lo que me contestó que no iba que se quedaba con los niños, entonces recogimos las cosas del baño y nos marchamos caminando pues no quedaba muy lejos el rio.
Llegados a él, nos quedamos en bañador y estuvimos tomando un poco el sol, hasta ahí todo muy normal.
Poco después se incorporó y mi me dice así de improviso, cuñado, me enseñas a nadar, que no se? Yo por supuesto que le dije que sí, pero sin pensar más que en eso en intentar enseñarla, asique nos metimos al agua, me remoje para quitar la pereza de estar al solo y la agarré de las manos para que empezara a intentar mantenerse a flote, pero tenía miedo y no se soltaba, asique me puse a su lado y poniéndole una mano por debajo a la altura de sus caderas y otro por las arriba la fui manteniendo a flote para que ella fuera haciendo los movimientos de brazos y piernas, y así fuera cogiendo confianza, pero esta situación, me fue excitando poco a poco y aprovechando sus movimientos fui moviendo la mano hacia sus piernas dejándola justo en su entrepierna, lo que me permitía estar en contacto con la piel de sus piernas y al mismo tiempo presionando en su rajita.
Eso ya termino de excitarme, pero no intente pasar de ahí, no quería correr riesgos, después de unos momentos así intente ir hundiendo mis brazos para que ella se fuera manteniendo más en el agua, pero no quería, decía que tenía miedo yo me agache dentro del agua y entonces ella se agarró de mi cuello por miedo a que la soltara, asique le dije que según estaba que se estirara y moviera sus piernas así agarrada de mí, pero se hundía asique teniéndola de frente estire mis brazos y los coloque a lo largo de su cuerpo, quedando sus pechos pegados a mis brazos, yo estaba ya más que excitado, y creo que ella lo estaba notando, pues el agua era muy transparente y yo veía el bulto que se me había formado por lo que supongo que en la posición que tenía ella también podía verlo.
Paso un poco más de tiempo ella con sus brazos alrededor de mi cuello como estaba se pegó completamente a mí y con sus piernas alrededor de mi cintura de soltó de mi cuello y dejo su cuerpo ir hacia atrás diciéndome que la sujetara, pero en esa postura mi verga ya inflamada por demás quedo aprisionada entre sus piernas pegada a su rajita yo ya no podía más, ella lo estaba disfrutando aunque no me decía nada. Yo poco a poco comencé a acariciarle las piernas extendiendo la caricia hasta sus nalgas, ella cada vez apretaba más sus piernas lo que hacía que nuestros sexos estuvieran más que juntos, tan solo mi bañados y la braguita de su pequeño biquini se interponía entre su rajita y mi verga.
Ya con esa situación ella muy picara me cometo; jolín cuñado como te has puesto, yo no conteste solo me sonreí un poco a lo que me insistió, anda que parece que tienes una calentura buena, yo ya no aguate más, sin contestarle simplemente la acerque a mí y comencé a acariciarle los pechos, que por cierto los tenia de tamaño medio pero bien paraditos y en esos momentos con los pezones bien duros, la sujeté por la cadera con un brazo y con el otro no lo pensé más, le aparté la braguita del biquini y si más le puse la cabeza de mi verga a la entrada de su rajita, ella no dijo nada tan solo echo la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, lo que interprete como un signo de abandono total a lo que estaba a punto de suceder. Ahí, si mas preámbulos apreté y se la fui metiendo hasta el fondo.
Puede notar en ese momento que ella estaba tan excitada como yo, pues estaba muy lubricada, cuando ya la tuvo toda dentro se incorporó y abrazándose a mi cuello me beso, un beso intenso sensual, nuestras lenguas se encontraron, y nuestros labios ávidos de caricias se apretaron fuerte haciendo una gran ventosa, yo ya estaba bombeando con fuerza ella se retorcía así pegada a mi cuerpo suspendida de mí y dentro del agua hasta el cuello, yo me estaba volviendo loco, pues aunque nunca había pensado en mi cuñada de esa forma, si reconozco que estaba muy rica, con unos pechos paraditos y una cola preciosa, en la cual yo tenía puestas mis manos, para sujetarla, así entre besos y caricias por su parte tuvo un par de orgasmos antes de que yo acelerase el ritmo pues ya no aguantaba más y se lo dije Nena, me voy, ella apretándose más contra mi clavándome sus pezones en el pecho, me dijo, dale, aprieta déjamelo dentro sin miedo, yo dando un último apretón metiéndosela más adentro si cabe, me vacíe en lo más profundo de su vagina, mientras mis chorros salían note como ella también se agitaba y dejaba sus jugos calientes escurriendo por mi verga, a mí me temblaban las piernas, como pude Salí con ella en brazos hasta la orilla y allí me deje caer con ella en la toalla.
Así quedamos el uno junto al otro, mirándonos a los ojos sin decir nada tan solo algún suave y tierno beso, ya más sosegados, me dijo:
Cuñado, hacía mucho tiempo que deseaba que esto ocurriera, y por fin hoy pude ver cumplida mi fantasía, mi hermana me contaba como lo pasabais y como la satisfacías y eso fue aumentando mi morbo, de saber cómo seria y aunque muchas veces me daban ganas de decírtelo mientras teníamos nuestros juegos y nos tocábamos aparentemente sin intención, yo si lo deseaba, y me propuse hacerlo a la primera ocasión que subiéramos y ya ves hoy lo conseguimos, espero que tú lo hayas disfrutado al igual que yo y claro ahora que se lo que hay espero vuelva a suceder sin que tardemos tanto tiempo para ello.
Yo la bese, la abrace y le empecé a meter mano por todos los rincones a lo que ella volvió a reaccionar y en aquel mismo momento lo volvimos a hacer, pero esta vez aun lo disfrute más que la anterior.
Después de aquello, tuvimos muchos más encuentros pues se volvió adicta a mí y no desaprovechaba la ocasión para llevarme a la cama y retozar como una loca, pero esto lo dejaremos para otros relatos pues fueron muchas y buenas las experiencias que vivimos durante mucho tiempo.
Espero les haya gustado el relato, si así fue dejen sus comentarios y seguiré contándoles cómo fueron las otras veces.
Un saludo amigos
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