ENSEÑE A MI HIJA (1)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por oduliodreman.
Un buen día me llamo por teléfono preocupada diciéndome que nuestra hija había amenazado con quitarse la vida porque ella no la dejaba salir a la calle. Le pregunte si mi hija tenia novio y ella me respondió que si. Pero que ella la cuidaba mucho. Yo inmediatamente le respondí, me imagino que quiere tener sexo con el chico y le dije que le dijera que me llamara, que yo quería hablar con ella.
Al día siguiente me llamo y me dijo que había hablado con la niña, que ella me llamaría por teléfono.
Evidentemente, como a las 3 de la tarde estaba llamándome para preguntarme que yo quería hablar con ella. Acordamos vernos como a las seis y media de la noche. Pase recogiéndola por cerca de la casa de su mama, se monto en el carro y nos fuimos a un terreno que yo tenia en las afueras de la ciudad. Llegamos allí, nos metimos hasta el final.
Allí había una casita de techo de palma. Pero no nos bajamos del vehículo.
Comencé a hablar con ella y le pregunte si tenia novio y me dijo que si pero comenzó a decirme que solo se había besado con el en la puerta de su casa, porque su mama no la dejaba salir con el. El novio siempre la invitaba a su casa y ella no podía ir porque su madre se lo impedía, eso la llevo a la desesperación y por eso amenazo con quitarse la vida. Entonces le dije que seguramente ella lo que quería era tener con el una relación mas intima y eso la ponía en esa situación de desespero. Me dijo que si…que eso era lo que ella quería. Que en las noches pensaba profundamente en el joven y se excitaba mucho, pero como no tenia experiencia, no sabia que hacer y a veces le dolía bastante la cabeza. Me confeso que se despertaba con mucha humedad, que mojaba las pantaletas…pero no sabia que hacer.
Allí yo comencé a decirle que ella lo que quería era tener sexo con el muchacho…ella me dijo que seguramente era eso. Allí le pregunte: ¿ has visto alguna vez el órgano masculino? me respondió que solo en revistas…le dije voy a enseñarte el mío para que sepas como es y como se comporta para cuando tengas el primer contacto con el… me saque el pene que estaba recargado por la conversación que había mantenido con ella, encendí la luz interna del vehículo y abrí mi cierre y lo mostré… baje suavemente el prepucio y le pedí que lo viera…yo me puse a ver su rostro y su cara enrojeció por completo. Luego le pedí que lo tocara , puso su dedo índice y el pulgar cerca del cuello del pene, en la base del glande y le dije si mueves la mano hacia abajo se correrá la piel que recubre el glande y podrás apreciarlo mejor, ella trato de hacerlo con un poco de brusquedad y le pedí que lo hiciera con calma, que así tenia que hacerle a su novio.
Luego ella miraba con ansiedad el rojo del glande que se crecía cada vez mas. Le pregunte ¿ que sientes? y me respondió: – me estoy poniendo húmeda- ¿ quieres tocarme?, le dije déjame ver…pero yo mismo te aflojo el pantalón…solté su correa y baje su cierre. Miré sus blumas ( eran rosadas con florecitas ) y las baje un poco hasta su pubis. Toque sus vellos y acerque mi dedo medio hasta la ranura de su vulva, toque suavemente el clítoris y me percate que estaba bañada de fluidos. Le dije : -así te vas a poner el día que vayas a tener tu primera relación-. Ella me apretó un poco mas mi pene y movió la mano hacia abajo y hacia arriba ..le dije imagina que tu mano es tu vulva ( y diciendo eso le metí la primera falange de mi dedo medio en su vulva) el te meterá su miembro aquí..aquí..aqui….y diciendo eso le movía el dedo hacia abajo y arriba dentro de su vulva y ella me hacia igual con su mano en mi pene.
Se hizo un poco tarde y quedamos de regresar porque su madre había quedado preocupada. ( eran casi las 9 de la noche ) le dije que le iba a comprar unas píldoras anticonceptivas para su primer encuentro y le pedí que fuera después de que comenzara a tomarlas que podía hacer el amor con su novio, y que tenia que decirme todo lo que había hecho. Quedamos en ese acuerdo y le pedí que teníamos que salir de nuevo para mostrarle y enseñarla a hacer las cosas bien…con placer y con seguridad. El próximo encuentro con mi hija lo haríamos dentro de una semana. Así lo acordamos.
Desde ese primer encuentro con mi hija no había sabido nada de ella, hasta que una tarde, recuerdo que era día jueves, me llamó: papá si quieres podemos salir esta noche para seguir conversando, -claro hija, te paso buscando por el mismo sitio a eso de las 7 y media de la noche, hablas con tu mamá y le dices que saldrás conmigo que vamos a seguir conversando, pero eso si, le dices también que regresaras como a las diez de la noche,que no se preocupe.
-ahorita le digo… ¿algo mas?
Le respondí un poco nervioso – si puedes te pones aquel vestido largo de tela suave, creo que es como de moda hindú, ¿ te acuerdas?…titubeo un poco y luego me respondió: – si papa, me acuerdo…lo llevare puesto.
Me puse un poco nervioso después que hablé con ella, hice algunas cosas que tenia pendientes y exactamente cuando faltaban unos diez minutos para las seis y media, encendí el vehículo y salí a buscarla. Desde el sitio donde yo estaba hasta donde iba a recogerla se tardaba mas o menos ese tiempo.
Llegue al sitio previsto y estaba allí, vestida como habíamos acordado, las tonalidades eran de color anaranjado, amarillo y rojo…la tela como de seda y se le pegaba al cuerpo dejando adivinar sus formas..Ella era delgada, pero su monte de Venus muy pronunciado que se le dejaba ver en el roce de la tela con su cuerpo.
Al recogerla para ir a esa segunda entrevista Se monto al vehículo, me saludo con el acostumbrado: Bendición Papá…le respondí como siempre. Le dije vamos a donde estuvimos la vez anterior para seguir hablando, me dijo, si yo lo sabia ya…he estado pensando bastante en estos días me dijo que desde ese primer encuentro había pensado bastante y las imágenes se le venían a la cabeza, pero que no había salido con su novio, que estaba como ansiosa esperando este segundo encuentro.
Tome en dirección al terreno, iba poco a poco para dejar que ella hablara lo que quisiera, yo sentía, a pesar de no estar en erección que un fluido corría por el canal de la uretra y me lubricaba. Ella siguió hablando de sus expectativas…transcurrieron unos minutos que parecían interminables y por fin llegamos a la entrada del terreno, ya todo estaba oscuro…abrí el portón, metí el vehículo por la angosta carretera, me detuve de nuevo y vine a cerrar el portón. Maneje hasta el final, frente a la casita de techo de palma, descubierta en dos paredes. Le pedí que se bajara, y así lo hizo. Caminamos y nos metimos en la casa.
Saque una colchoneta que tenia en el carro y la coloque sobre unas maderas que estaban en el piso, coloque una vela sobre un plato de aluminio que estaba allí en la casa y la encendí. nos sentamos en la colchoneta. me quite los zapatos, ella hizo lo mismo y comenzamos a hablar. nos sentamos frente a frente en la posición de buda y los pies rozaban. Soplaba una brisa fría.
Ella me dijo: – papa, esa conversación que hicimos aquella noche no se me ha podido sacar de la cabeza, al acostarme se me viene todo a la mente, cuando te toque tu órgano, cuando lo vi y cuando me tocaste…me he puesto húmeda y he sentido la necesidad de tocarme, pero no es lo mismo…cuando tu me tocaste sentí mucho mas. Pero te confieso otra cosa, siguió diciendo:- he sentido curiosidad por mi genital y he tratado de verme con un espejo…y trate de imaginar que algo, así como lo que me enseñaste se metía en mi.
Le respondí: – Es la necesidad que tienes de hacer el amor, de que te penetren. Automáticamente dijo: – así lo siento.
Entonces ella me pidió: – sigue enseñándome mas…quiero saber mas..Quiero saber que es lo que siente cuando dicen que se tiene un orgasmo. Le dije:- te voy a explicar.
Voy a mostrarte de nuevo mi órgano sexual, mi pene y tu sin que te diga nada vas a tocarlo. me respondió:-Si.
Note que su respiración estaba un poco agitada. Le dije, por comodidad no voy a hacerlo como la vez pasada donde solo solté la correa del pantalón y baje el cierre. Esta vez me voy a quitar el pantalón y me quedaré en ropa interior solamente, claro, también dejare puesta la camisa. Ella asintió y en la tenue luz de la vela solo pude ver como se enrojecía su rostro.
Me levanté, me solté la correa, me baje el cierre y me quite el pantalón, lo doblé y lo puse en el extremo de la colchoneta, justo detrás de mi. Ya la conversación me tenia bastante excitado, me senté de nuevo y me puse mas cerca de ella. Por un costado del interior saque mi pene, estaba duro, enrojecido, caliente. No le dije nada. Estaba esperando su reacción. Ella estiró con delicadeza la mano y puso sobre mi miembro sus dedos, lo hizo con tanta suavidad que sentí un corrientico. Se acerco mas para verlo mejor… estiro el prepucio hacia abajo hasta dejar al descubierto la cabeza del pene, rojo, yo diría demasiado rojo. Me dijo no lo veo bien…quiero verlo mejor -¿puedo acercarme?, le respondí – todo lo que quieras… fue acercando su cara a mi pene con mucha delicadeza, sentía su respiración golpeando la piel de mi verga y eso me excitaba mas, se expandía y se contraía. Alli me dijo:- quiero saber su olor, me dejas. Respondí: si, Hazlo. Se acerco mucho mas, su respiración me recorría todo. Expreso:-Sencillamente divino.
Se retiró un poco y me dijo creo que estoy muy mojada. -Quieres ver. Le respondí: -Claro que quiero ver, y tocar, y oler.
Ella se puso de pie y se levantó el vestido, metió sus pulgares en los bordes izquierdo y derecho de su pantaleta y la bajo, la dejó caer a sus pies. Yo seguía sentado, ella frente a mi de parada… se acerco todo lo que pudo para que yo pudiera verla, la agarré por la pelvis y la acerque para mirarla. Se había afeitado dejando un manojo de vellos púbicos sobre la vulva. Me acerque mas y mi respiración resbalaba en su piel…ella temblaba de la emoción. Le dije te voy a oler..me respondió –si- me puse tan cerca que mi nariz toco su pubis y baje poco a poco mi cara para dejar la punta de mi nariz en el borde del nacimiento de su hendidura. Respire profundamente. Me puso sus manos en mi cabeza y comenzó a acariciarla, me pasaba las manos por mi pelo en actitud maternal y presionado para acercar mas mi cara a su monte de Venus.
Pregunte: Que sientes…me dijo risueña- todo..todo.. pero quiero sentir más .
La agarré por las manos y le dije ¿que quieres? – quiero pedirte algo- dime, le respondí.
-Quiero que me sientes en tus piernas como lo hacías cuando estaba niña.
La tomé por las manos, ella agarró su vestido y comenzó a agacharse, dio un paso hacia atrás y se sentó en mis piernas (de medio lado). Yo tenia la verga hinchada y ella poso sus nalgas allí, me la dobló a un lado. Sentí su respiración sofocante, me puso el brazo en el cuello y me abrazó, yo tomé su cintura y la aprisioné contra mi. La sentí jadeante y le dije: -Quieres que te haga alcanzar un orgasmo…que te haga llegar.. –si papá- le pedí que se recostara, me puse de rodillas cerca de su cintura comencé a acariciar sus piernas y subi mi mano hasta su vulva. Estaba mojada. Metí la primera falange de mi dedo medio en su vagina, no quería afectarle su himen. Lo saque y comencé a darle suavemente en su clítoris, con mis dedos agarré sus labios vaginales en una suave caricia y los movía hacia los lados, como tratando de abrirle la vulva. Ella instintivamente movió hacia los lados sus piernas dejando mas libre su coño. De pronto con sus manos agarró mi verga y comenzó a frotarla de arriba abajo y trataba en la oscuridad de la noche con la tenue luz de la vela de ver mi órgano hinchado…comenzó a jadear y a respirar con profundidad…Había alcanzado un orgasmo…yo sentía también que me iba a descargar, me retiré un poco hacia el borde de la colchoneta y ella se puso de rodillas y me agarró…de nuevo el pene, comenzó a frotarlo y surgieron borbotones de espumas, en un acto intermitente el semen se disparó …le alcanzó a mojar la mano y ella la froto contra la otra y me dijo, que extraña sensación de tu leche al tacto.
Le pedí que se vistiera, eran ya casi las nueve y cuarenta minutos de la noche y su mamá debía estar preocupada. Ella se colocó su pantaleta, yo me puse el pantalón, nos metimos en el carro y salimos de regreso a la ciudad.
Le pregunté como se había sentido, me dijo –Bien, me hacia falta- Pero yo quería más. Le dije, todavía te falta mucho que aprender. Le pregunte ¿ cuando te viene la menstruación? , me respondió –en dos días- , le dije, cuenta seis días más y vamos a encontrarnos de nuevo. Le di un poco de dinero para que se comprara pantaletas de algodón y sostenes también de algodón, y le pedí que comprara un vestido como el que había llevado en este día. Le dije que me llamara para organizar la próxima salida, pero que me gustaría que saliéramos más temprano, como a las dos de la tarde, para regresar como a las diez de la noche.
Llegamos a su casa, me dio un beso en la mejilla y se despidió diciéndome, Bendición papá, pensaré bastante en ese nuevo encuentro.
Continuará
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