ES INCESTO? PARTE II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como les decía, ya había llegado el momento, mi padrastro giro su cuerpo completamente, de un solo movimiento me dio la vuelta y quede dándole la cara, que denotaba lujuria, deseo, pasión y amor, se sentó encima, mi verga sobaba su hermoso duro trasero y a la vez suave ano que lo sentía ensalivado por la tremenda lengüeteada que la había dado, nuevamente pensé, si ahora creo que ha llegado el momento, mi padrastro agarro su tranca y comenzó a darme como latigazos por mi estomago, mi pecho, hasta que llego a mi cara, la cual también la golpeo y me dijo, ahora mi amor, quiero que la lamas, la chupes y muerdas suavemente mis huevos, cosa que hice en el acto, con deleite, placer y amor, los acaricie, los mordí, mi padrastro estaba empeñado en meterme su enorme verga en mi boca, con lo dura y grande que es era casi imposible, luego mi padrastro comenzó a bajarse no sin antes, besarme la cara y devorar mis labios, siguió haciendo esta operación por mi pecho, mordió casi con fuerza mi pequeñas tetillas que con su boca las cubría toda, ahora era yo el que gemía, le pedía que siguiera, fue bajando poco a poco,
Y se encontró con mi ya dura verga que también estaba a punto de estallar, se la metió a la boca, como si nada, se la engullo toda, ahora era yo el que le decía por favor papito ya no sigas, ya no sigas mi amor, agarro con fuerza mis piernas las alzo, las levanto como si nada mi cuerpo en sus manos era un pedazo de trapo, y puso mi ano a la altura de su cara, y comenzó a lengüetearme el ano, sentir su lengua, mi placer aumento más, ahora era yo el que le pedía que no se detuviera, mi padrastro era un experto sabia el momento preciso para hacerme sentir más placer, me retorcía, arrugaba con mi manos las sabanas, movía mi cabeza de un lado para otro, mi padrastro me estaba llevando a las nubes, hasta que por fin se detuvo un momento, y como hizo la primera vez, me dio vuelta como si nada y me puso de cubito ventral, se subió a mi espalda, puso su enorme tronco de carne en mi cabeza, la sobo con mi cabello, siguió bajando y golpeándome en mi cuello, espalda, conforme iba bajando me golpeaba con su tranca y me besaba, hasta que la sentí entre mis nalgas, y le dije no papito, no lo vaya a hacer, el me dijo no mi amor, aun no es tiempo, se bajo un poco más y me pidió que doblara mis piernas hacia mi estomago, y quede en una posición en que ofrecía mi culito y mi hoyito, a expensas suya, hecho esto primero me beso con mucho cariño las nalgas le dio pequeños mordiscos, las abrió, y metió nuevamente su lengua,
Yo solo atinaba a moverme y morder las sabanas, una vez que estuvo mi ano ensalivado mi padrastro me metió su grande y velludo dedo que me hizo gritar al comienzo, después le pedí que me lo meta más adentro, que delicioso placer me estaba dando mi padrastro, pensaba cuanto tiempo habíamos desperdiciado sin decirnos nada de lo que ahora sentíamos, de pronto mi padrastro se detuvo, otra vez me dio media vuelta, otra vez estaba de espalda a la cama, mi padrastro me abrió las piernas, coloco su trozo duro de puro nervio entre ellas, estiro su mano hacia el cajón de la cómoda de su cama, saco un chisguete de gel lubricante, me embadurno el ano, hizo lo mismo con su verga la vi más dura y enorme me parecía que le había crecido aun más, la vi también más gruesa, sentí miedo de que toda esa enorme masa de carne, me la vaya a meter, mi padrastro me dijo: ahora si mi amor, ahora si me bebe creo que ha llegado el momento que seas mi mujer y yo tu marido, le dije no papito, no papacito, déjala así no mas, te la chupo hasta que la des, hasta que te corras, dame tu leche en mi boca, pero por favor no me metas en mi culito tremenda trancaza, me dijo no mi amor, ahora serás mi mujer así no quieras, me has arrechado tanto como ninguna mujer lo ha hecho, que vas a tener que comértela así tu no quieras mi amor, o es que tu también no me amas, o es que tu también me vas a abandonar como lo han hecho las demás,
Le dije está bien papito, está bien mi amorcito, pero te pido por favor que lo hagas despacito, me dijo: si mi amor, si mi bebito no te preocupes, y puso la punta de su enorme verga en mi ano virgen y estrecho, que aun estaba adolorido por el dedo que me había metido en el culo, empujo una vez, otra vez y otra vez más y no sé cuantas veces más, yo le rogaba ya mi amor, ya papito déjame, ya ves que no me va a entrar, el me decía si te va a entrar mi hijito, mi bebito, espera un ratito mas mi amorcito, no ajustes el anito, vi que él también hacia mucho esfuerzos por meterme la verga, hasta comenzó a sudar copiosamente, yo ya estaba cansadísimo, ya no ofrecía ninguna resistencia, en sus enormes brazos yo era un muñeco de trapo, le seguí suplicando, le seguí rogando, mi padrastro parecía que estaba poseído, al parecer, creo, que nunca nadie había ofrecido tanta resistencia a ser perforado por tremendo taladro, agarro otra vez el chisguete de gel se embadurno la verga lo mismo hizo con mi ano, otra vez le volví a decir ya no mi amorcito, me puso una almohada en mi cintura, y otras en mi espalda, me agarro fuertemente de la cintura, y yo seguía no, no, ya no mi amorciiiiiit…
No me dejo ni siquiera terminar la palabra y me clavo de un solo golpe la cabezota enorme de su pinga, di un fuerte grito de dolor, sentí como si me estuvieran partiendo en dos, quise salirme, quise zafarme, le dije mi amor, papacito, sácamela, sácamela por favor, ya no, ya no, y mi padrastro me dijo ya mi bebito, ya mi amorcito, respira profundo, relájate, deja que mi verga se acostumbre a ti y tu también, no te muevas yo tampoco hare nada más, este macho sí que era un experto, deje de oponer resistencia, deje de jalarle los abundantes vellos de su pecho y poco a poco el dolor fue cediendo, para abrirse paso el deseo y el placer, y comencé a acariciar su cara, a tocar con mi manos sus grueso y carnosos labios, metía mis dedos que el mordía muy suavemente, comencé a jugar con los abundantes vellos de su pecho, con mis manos recorría sus gruesos y velludos brazos, y le dije mi amor que hermoso había sido, y fui yo el que comenzó a moverse, mi padrastro que ahora ya era mi macho, me dijo ya vez mi amorcito lindo, es solo de tener un poquito de amor, aunado con paciencia y vas a ver como los dos vamos a gozar a partir de ahora, le dije si mi amorcito, si mi papito hermoso, que deliciiiiiiiooo..,
Otra vez no me dejo terminar, y si la primera vez sentí que me estaban partiendo en dos, esta vez sentí que todo me daba vueltas, era como si el mundo estuviera estallando dentro de mí, si la primera vez el dolor eran fuerte esta segunda vez el dolor era cien veces mayor, me sentí casi desfallecer, estruje fuerte con mis manos la sabanas, moví la cabeza para un lado y otro, golpeé sin fuerza con mis puños el pecho de mi padrastro, si la primera vez pude dar un grito, esta vez ni siguiera pude hacerlo, las fuerzas me habían abandonado, las lagrimas comenzaron salir de mis ojos, mi ahora marido me jalo hacia su brazos, y besándome me dijo: ya mi amorcito, ya cálmate, ya te va pasar, has como la primera vez no te muevas, me seguía abrazando por momentos ponía una mano en mi espalda y otra a la altura de mi cintura, para que se salga su pinga que la tenia bien ensartada, instintivamente también yo quise estréchame en su pecho, y le dije que me has hecho papito, que me has hecho amor, el me dijo nada mi amor, nada solo te estoy amando, y tú te estás entregando a mí, ahora si ya eres mi mujer y yo tu marido, ya tienes toda mi verga, toda mi pinga dentro de mi amor, seguí como puede, abrazado al hombre que me estaba poseyendo y desvirgando totalmente, comenzamos a besarnos, me tuvo así ensartado por varios minutos, el dolor fue disminuyendo, y otra vez el placer fue dándose más y más, solo que esta vez era mucho más intenso, mas fuerte y lentamente fui moviéndome, a cada movimiento si bien era cierto sentía dolor, el placer era muchísimo mayor,
Así comencé a moverme cada vez más y más, mi marido comenzó a decirme ya ves mi amorcito, como te sientes, le dije: si mi amor me siento bien, ahora si de verdad somos marido y mujer, y me dijo si mi amor, así es mi bebito, yo seguía moviéndome, ahora quería más, mucho más, y le dije a mi papito, mi amor ahora si dame más, quiero más mi amor, por favor mi amor, dame más fuerte, méteme todo tu rica y hermosa verga quiero sentirla toda, todita dentro de mi amor, poséeme como nunca antes lo has hecho, soy tu hembra para soportarte todo lo que me des mi amor, acariciaba sus pectorales, sus brazos gruesos y velludos, eran momentos de interminable placer, sentía que a cada movimiento mío, él introducía un poco mas su enorme masa de nervio, por momentos sentía que sus huevos chocaban con mis nalgas, parecía sentir que llegaba al ras su verga con mi ano, cada vez mi macho me jalaba con su manos puestas en mi cintura me las movía como en círculos cadenciosos, después siguió con el embriagante mete y saca, saca y mete de su verga, que ya parecía saber que era el dueño de su nueva, estrecha y recién estrenada cueva, ahora entraba y salía, lenta y suavemente, mi padrastro me cuidada mucho para no causarme más dolor, al pareceré el sabia como llevarme de la mano hacia el placer infinito, yo lo dejaba hacer porque me sentía totalmente de él, me decía ya ves mi amorcito, ya ves mi bebito precioso como está gozando y lo está haciendo gozar a su macho y marido, te gusta mi bebe, yo le decía si papito, hazme gozar mas, quiero todo, todo, todito, luego vi que mi padrastro comenzó a jadear más fuerte, sus movimientos fueron mas rápidos, lo sentí con más fuerza, por momentos deje salir unos ayees de dolor diciéndole, hay papito, papacito hay, el parecía no escucharme, sentí que su verga se ponía más dura, mas gruesa, trate de entrecruzar mis piernas entre sus cintura y nalgas apenas lo pude hacer , mi padrastro me dio una tremenda arremetida, sentí más dolor y placer, luego sentí dentro de mi deslizarse un tibio y abundante liquido, era un torrente de leche que no dejaba de manar, era mi padrastro que había llegado al orgasmo y me estaba llenando de abundante semen o leche las entrañas, parecía no tener cuando parar, mi padrastro se estremecía, y parecía querer meterse aun mas dentro de mí, lo abrace muy fuerte, bese su pecho el trato de buscar mis labios, bufaba y jadeada, yo también había eyaculado no me importo que le manche el pecho con mi leche la que se confundió con su vellos, a mi padrastro tampoco le importo y me dijo, sigue nomas mi bebe, me sentí la persona más plena, más dichosa del planeta,
El hombre que descansaba en mi pecho y que estaba dentro de mí, ahora era mío y yo de él, lo demás el resto del mundo no me importaba, mi vida y mi mundo era solo él y tal vez también yo para él, había hecho feliz a alguien, y el más bello macho me había hecho feliz. Nos quedamos así no se por cuanto tiempo, sin decirnos una sola palabra, creo que las palabras estaban de más, de vez en cuando nos mirábamos y besábamos intensamente; al poco rato mi padrastro se levanto de la cama, y me llevo a la tina, me enjabono con muchísima ternura, me besaba constantemente, me puso de espaldas para enjabonarme, mientras ponía jabón en mi pecho y mi culito, ponía su verga entre mis nalgas, dejo que el agua lave mi ano y me dio una hermosa lengüeteada, y le dije, papi, papito, dame más, métemela otra vez por favor mi amor, mi padrastro, no se hizo esperar y lentamente me fue metiendo otra vez su verga, la cual disfrute muchísimo, me senté en la tina de agua encima de él y cabalgue con la cara delante otras dándole la espalda, el metía sus piernas entrelazándolas con la mías, mi padrastro me puso en posición de perrito me clavo toda la verga y volvió a llenarme con su riquísima leche por el culo, que aun estaba un poco abierto y adolorido, me jalo hacia el casi estaba yo arrodillado y sentí su pecho en mi espalda, estuvo hacia hasta que soltó hasta la última gota de leche,
Yo sentía aun su tranca palpitante que se movía dentro de mí, luego la saco lentamente, nos paramos me volvió a enjabonar lo mismo hice yo con él, ahora, ya su enorme verga estaba menos dura, por fin pude meterme su cabeza dentro de mi boca, porque ya no tenía la dureza de inicial, la sentí suave y blandita como un gran marshmellow, al poco momentito de tenerla dentro de mi boca, se volvió a poner dura, tuve que sacármela rápido, mi padrastro se sonrió, y me dijo ya mi amor, algún día la tendrás dentro de tu boquita cuando esté bien dura, le dije no papi, nunca la tendré dentro cuando este dura y al palo, se sonrió maliciosamente, me envolvió en un bata de felpa, me cargo y me sentó en su cama, medio me quito la bata, y comenzó a secarme el cuerpo, lo mismo hice yo, seque su cuerpo, mientras lo besaba, me tomo nuevamente entre sus brazos, y me acostó en su cama, me dijo ponte boca abajo mi amorcito, le dije ya no papito, ahorita por favor ya no, y me dijo no mi amor, te voy a poner un poco de crema para que no te duela tu anito y curar tu desgarro tengo que cuidar bien a mi bebe, a mi hijito lindo que ahora es mi mujercita, le dije está bien mi amor, si papito; así lo hizo, luego se acostó de cubito dorsal, me acosté en su pecho, no sin antes darnos un larguísimo beso que me pareció eterno, y nos quedamos completamente dormidos abrazados.
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