Es tremendo lo que me ocurrió con mi hijo 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Rodrigo y yo nos dormimos abrazados, yo pegaba mi cuerpo desnudo contra el de mi hijo, que me tenía bien sujeta, ni siquiera me había querido y a lavar después de haber cogido como habíamos cogido, quería seguir con su leche dentro de mi culo.
"Buenos días mamá", me dice mi hijo, besando mi boca y acariciando una de mis tetas, que caían para el costado donde él estaba, yo abrí mis ojos y lo vi, devolviendo el beso, hacía mucho tiempo que no dormía en los brazos de nadie y me despertaba junto a mi pareja, siempre que salí con algún amigo, tarde o temprano volvía a casa, "buenos días cariño", le respondí, dejando que me acaricie mis tetas, "sabes que esto que hemos echo esta mal, verdad?, sabes que soy tu madre y esto no se va a volver a repetir nunca mas", le decía, mintiéndome a mi misma, ya que mientras yo hablaba mi hijo seguía acariciando mis tetas y yo pasaba mi pie por sus piernas rozando con mi rodilla su verga que se estaba poniendo dura de nuevo
"por que mamá, sabes cuanto tiempo soñé este momento, sabes lo mal que me sentía cuando volvías de rumbear a las tantas de la madrugada y yo sabía que habías estado en la cama con otro hombre, lo que sufría, te imaginaba mamando la verga o dejando que te coja tu amigo de turno?, no, no lo sabes mamá, yo siempre te desee, siempre soñé con ser tu amante", me decía mi hijo con lagrimas en los ojos, demostrándome, que si bien es casi un niño, tiene recién 15 años, se comporta como un hombre, defendiendo lo que quiere y dejando que vea que es el único hombre que me ama de verdad, que no me ve como un trozo de carne en la cama
yo sentía sus manos en mis tetas, como estaba de dura su verga rozando contra mi rodilla, "pero esto tiene que quedar entre nosotros hijo, sabes lo que pensará la gente si sabe que tú y yo hacemos el amor, pueden hasta denunciarnos e intentar separarnos", le dije, ya bajando mi mano y acariciando la verga de mi hijo, mientras mi hijo me empezaba a chupar uno de mis pezones, "eres todo un hombre y me siento muy orgullosa de ti", le dije besando su boca, pegando mas mi cuerpo contra el suyo, "en casa soy tu mujer, pero en la calle soy tu madre", le dije, empezando a besar todo su cuerpo y bajando hasta meter su verga en mi boca, haciendo que mi hijo casi grite de como le empezaba a mamar su verga, él estaba boca arriba y yo con toda su verga dentro de mi boca, lamiendo, chupando, pasando mi lengua por toda su verga, la verga de mi hijo, sintiendo como me estaba mojando de nuevo, como me había hecho poner con lo que me dijo
lo seguí besando, iba subiendo sobre él, me iba acomodando sobre mi hijo, dejando su verga pegada a mi cuca y me fui sentando despacio, haciendo que su verga me entre despacio, sintiendo como me entraba, cerrando los ojos de placer, escuchando como gime mi hijo sintiendo como me estaba cogiendo de nuevo, movía muy despacio mis caderas, disfrutando de ese amor inesperado, del amor de mi hijo, me sentía amada, me sentía una mujer con su verdadero hombre, estaba sobre mi hijo, mis tetas caían sobre su cara, sentía como me las chupaba, "juega con mis tetas", le dije, sentándome recta sobre, sintiendo sus manos jugar con mis tetas y su verga lo mas adentro de mi cuca que podía entrar
los movimientos se hacían cada vez mas rápidos "no te escurras en mi cuca hijo", le dije, ya que estaba próxima al orgasmo, intentando bajar de mi hijo, "no mamá, déjame escurrir dentro tuyo", me dijo, sujetándome de mis caderas para que no me baje y siguió moviendo su cintura, sin dejar que deje de moverme sobre él, hasta que sin poder evitarlo exploto en un tremendo orgasmo y siento como mi hijo escurre su leche dentro de mi cuca, sentía el placer, eso que se siente cuando los dos amantes se escurren juntos, ese gusto de haber llegado los dos juntos, temblábamos de placer, yo estaba con mis ojos cerrados disfrutando la leche que mi hijo escurría dentro de mi cuca y sintiendo los efectos del tremendo orgasmo que estaba teniendo, corría el riesgo de que mi hijo me embarace, pero en ese momento no pensaba nada, solo disfrutaba.
Caí rendida sobre mi hijo, respirábamos muy agitados los dos, "que hemos echo hijo?, te escurriste dentro de mi cuca", le decía, sintiendo como su leche me salía de la cuca, "si mamá, fue maravilloso", me dijo, besando mi boca, "me voy a duchar", le dije, corriendo al baño, sentía mis piernas mojadas de leche, estaba como en una nube, pero feliz. Rogelio se pone en pie y viene conmigo a ducharse también, sentía incomodo mi culo por la leche seca en mi ano de anoche y ahora estaba inundada de leche en la cuca, me meto debajo del chorro de agua de la regadera y dejaba que caiga esa agua por todo mi cuerpo, mi hijo me miraba como estaba completamente mojada de agua, los pezones duros, creo que era un espectáculo para mi hijo verme así, sentía sus manos acariciar mi cuerpo, mis tetas, yo pasaba mis manos por mi cara, dejando que mi hijo acaricie todo mi cuerpo, lo veo y estaba con su verga dura de nuevo, nos besamos la boca y me fui poniendo de rodillas frente a él, dejando que el agua caiga sobre mi cabeza y metí su verga en mi boca, la mamaba suavemente
quedé sentada sobre mis talones,como a mi me gusta ponerme para mamar vergas y la hacía entrar y salir de mi boca, la metía toda dentro de mi boca, mamando con fuerza, Rogelio, mi hijo gemía de placer al ser mamado, yo movía mi cabeza hacia adelante y hacia atrás, mientras el agua caía sobre nosotros, siento como mi hijo me agarra de la cabeza y empieza a mover su cuerpo también, acompañando las entradas y salidas de su verga en mi boca, sus movimientos se hacían cada vez mas rápidos, sus gemidos mas fuertes, notaba que estaba por escurrirse de nuevo en mi boca, no era la primera vez que mamaba verga y dejaba que se escurran en mi boca, me agarra fuerte de mi cabeza y siento como se empieza a escurrir, sentía los chorros débiles caer en mi lengua
no era una escurrida fuerte, pero si bastante abundante, sentía como mi hijo temblaba de placer escurriendo su leche dentro de mi boca, yo lo agarre de sus nalgas y metí toda su verga, casi hasta mi garganta, tragando y saboreando la leche de mi hijo, que en ese momento me pareció la mas sabrosa de las leche que había tragado, pase mi lengua por toda su verga, limpiando hasta la última gota de su leche, me puse en pie, dejando la verga de mi hijo, ya mas flácida, "ahora nos terminamos de duchar y nos vamos a comer fuera, luego venimos y seguimos", le dije, para que me deje descansar un poco.
Morbosidad pero por desgracia también brevedad.