esta serie debe estar aqui 6
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
(Esta es la primera parte del sexto capítulo) La vida te regala placeres divinos, pero en muchos casos, estos placeres por lo general tienen un precio…(con fotos)
(Hola amigos primero que nada, muchas gracias por leer mis relatos. Debido a problemas de envío tuve que partir en dos el sexto capítulo.)
Primera parte del sexto capítulo
Me di un baño, tomándome todo el tiempo del mundo. Estaba realmente cegado de deseo, mi hija Jimena me había dejado con la verga bien tiesa, y yo que acababa de tener relaciones sexuales con mis 2 hijas Cecilia y Mayren, ya tenía ganas de cojer de nuevo. Mientras me bañaba pensaba, y si regreso al cuarto de mi hija Ceci… seguramente deben estar ahí todavía mis 2 hijas desnudas en la cama, no pero no creo que tarden en levantarse mis otras hijas y la gallina, definitivamente eso sería muy riesgoso. Resignado no me quedo de otra, y me empecé a jalar la verga pensando en Jimena. En eso estaba con los ojos cerrados, sintiendo como caía sobre mi cuerpo el agua de la regadera, me estiraba la verga con fuerza debido a la gran excitación que tenía cuando de pronto, la perilla de la puerta se giro y alguien entró en el baño silenciosamente, la puerta del baño se cerró y se escuchaba el ruido de cuando alguien le pone el seguro, alguien se acercaba a mi, abría la cortina de baño y se paraba justo delante mío, que para ese entonces yo estaba en otro mundo, yo no era consciente de lo que acontecía en el mundo real en esos momentos, la verdad yo solo pensaba en lo que sería contemplar el cuerpo desnudo de mi hija Jimena, besarla y acariciarla centímetro por centímetro, hacer que mi verga se perdiera en su interior, taladrar su agujerito y hacerla gemir de placer, estaba apunto de hacer erupción mi volcán cuando de pronto, una mano tibia tomo mi verga. Un escalofrío me recorrió, en ese mismo instante estuve apunto de perder mi erección, no me había dado cuenta de que alguien había entrado en el baño y al sentir esa mano mis ojos que permanecían hasta el momento cerrados, por reflejo intentaron abrirse, pero mi mente me decía:
No los abras, sabrá dios quien sea…
En eso estaba, decidiendo si abrir o no lo ojos, cuando la mano tibia comenzó a darle a mi verga el movimiento de atrás hacia delante, mi verga ahora semi erecta, comenzaba a reaccionar de nueva cuenta, se ponía tiesa como un fierro cuando sentía la humedad de una boquita que succionaba la cabeza de mi verga con mucha delicadeza.
Joaquín: aaaaaaaaah hmmmmm
Los gemidos comenzaban a escaparse de mis labios, y en eso siento como la boquita que besaba y chupaba mi glande, ahora devoraba mi glande con todo y tronco era riquísimo, me estaban dando una mamada deliciosa…
Joaquín: sigue aaaaahhhh hmmmmmm
Mi verga estaba siendo chupada por una boca fantástica, pero quien era?
Entraba y salía mi verga en todo su tamaño de la boca, y no fue justo cuando comenzó a ser pasada de un lado a otro, de un cachete a otro, cuando supe de quien se trataba. Esa manera de chupar la verga yo la conocía y muy bien. Sabía de quien se trataba y ahora seguro de mi mismo, me atreví a dirigirle unas palabras a esa boquita que succionaba mientras yo estaba de pie con mi pito parado en la regadera.
Joaquín: Como me encanta que me la chupes hijita linda, aaaaaah hmmmm, ya extrañaba esta boquita mi amor, hace cuanto que no me la chupabas Natalia hermosa…
Abrí los ojos y vi a mi pequeña Natalia de rodillas succionando mi tronco de una manera exquisita. Los ojos de mi hija Natalia me vieron a los míos y no pude aguantar tremenda excitación. Comencé a soltar chorros de leche al interior de la boca de mi hija Natalia que muy dedicada a la labor de chuparle la verga a su papi, tragaba y no dejaba que se escapara ni una sola gota de su boquita. Termine de aventarle toda mi leche y ni una sola gota escurría de su boca. Mi hija se puso de pie y mirándome a los ojos me dio un tierno beso en los labios y dijo:
Natalia: Ya extrañaba el sabor de tu lechita papi.
Joaquín: Y yo ya extrañaba tu boquita Naty.
Natalia: En serio papi? No será que tienes por ahí a alguien más a la que le estés dando de tu lechita?
Me pregunto mientras me miraba con una mirada coqueta que me fascinaba.
Joaquín: Pero mi niña… como me dices eso.
Natalia: No te culpo papi, la verdad es que que mas quisiera ser yo la única dueña de este pedazo de carne tan rico que tienes colgando, pero ambos sabemos que, la sociedad y mi madre jamás lo permitirían. No sabes cuanto te he extrañado papi, extraño estar contigo a solas, extraño hacer el amor contigo por largas horas y extraño esa leche tibia que brota de tu ser cada vez que me cojes o te mamo la verga papito lindo, te extraño tanto…
Joaquín: Yo también te extraño mi cielo, la verdad es que yo no logró poder acercarme aun a ti como solía hacerlo antes, antes de que regresaras con ese imbecil de Julián, antes de que quedaras embarazada y los 2 decidiéramos que ese imbecil cumpliera la función de padre de nuestro hijo, para mi fue como darlo en adopción a mi hijo, no porque yo quisiera sino porque me obligaban, me obligaban como si fuera un niño que le hace caso a sus padres, pero esta vez no fue a mis padres a los que obedecí, si no a las reglas morales y las leyes establecidas por unos idiotas que no entienden que el amor de un padre hacia una hija bien pudiera ser igual o mas intenso que el de dos enamorados que no tienen ningún lazo que los una, ningún parentesco, te amo tanto Natalia pero es por ese amor tan grande que te tengo que dejo que hagas tu vida alado de un pobre diablo, no sabes el dolor tan profundo cunado me entere de que te irías a vivir en pocas semanas con el, debido a que el te lo había pedido, al igual que te pidió que fueras su futura esposa y tu aceptaras casarte , tu madre me ha dicho todo mi amor ella se ha encargado de mantenerme informado…
De los ojos de Natalia comenzaron a surgir pequeñas lágrimas
Natalia: Papa, pero es que… como… porque no me habías dicho nada de que tu sabías.
Joaquín: Esperaba que tu me lo dijeras hija, oir de tus propios labios las palabras que me romperían el corazón. También esperaba que fuera mentira, que fuera uno de esos tantos chismes que tu madre suele decir, pero por tu reacción veo que todo es verdad.
Natalia: Perdóname papi… No se que decirte papito.
Joaquín: No digas nada Natalia, al parecer a si tenían que ser las cosas, nuestro hijo como te he dicho para mi es como haberlo dado en adopción y ahora nada me unirá a el, solo el recuerdo y el amor, es por estos lazos que tengo un miedo terrible cuando pienso en el futuro, cuando lo vea a el, cuando te vea a ti, cuando vea la familia que serán tu, Julián y el niño juntos la verdad se me hará pedazos el corazón.
Mi cuerpo no podía contener más este sentimiento tan doloroso, y sentí unas ganas de llorar enormes. Mi hija Natalia intentó hablar una vez más pero con un dedo le hice la seña de que guardara silencio y le dije:
Joaquín: No hables más mi amor, solo quiero que sepas que eres la mujer a la que más amo en el mundo y que tu vivirás siempre en mi corazón.
La tome de la espalda y la atraje hacia mi, sobe su pancita que estaba creciendo con nuestro hijo dentro y baje, la bese y murmurando cerca de su panza le dije:
Joaquín: Mi bebe lindo… el hijo de la mujer que más amo en el mundo.
Me puse de pie y bese a Natalia como hacía mucho no la besaba, fue un beso largo, tierno pero a la vez lleno de deseo, nuestras lenguas jugaban maravillosamente y al término de tan rico beso le dije:
Joaquín: Nos vemos luego mi amor te amo.
Natalia: Adiós papi
Natalia soltó en llanto y yo me salí de la cortina del baño, tome la toalla y salí del baño hacia mi estudio, donde me lance sobre el sofá y comencé a descargar todos mis sentimientos llorando y agarrando con fuerza la toalla.
Joaquín: porquee!, porqueee no podemos estar juntos, porque tuvo que ser mi hija la mujer de mi vida, porque existen estas estúpidas leyes que yo debo defender y respetar según mi profesión, porque yo que siempre he amado y estudiado las leyes, ahora son ellas las que me arrebatan el amor de mi vida…
No se cuanto tiempo estuve así, ahí dentro sufriendo, lo único que me hacía en ratos reaccionar eran los llamados a la puerta de parte de mi esposa que me decía si me encontraba ahí, que si estaba bien, que si no pensaba salir, que ya se iba a quien sabe donde, que si no iba a comer… la verdad todo era como escuchar el viento, todo pasaba desapercibido para mi. En varias ocasiones sonaba mi celular y yo ni el menor intento de ver quien era el que llamaba, pues la verdad no tenía ganas de nada, solo quería estar ahí con mi sufrimiento, solo y sin que nadie me molestara. Pase todo el día en el estudio, cuando llegó la noche caí dormido cansado de tanto llorar y no supe de nada más, así estuve el sábado desde la mañana y todo el domingo, ahí metido en mi estudio.
Al día siguiente Lunes, día de trabajo, me levanté temprano, salí del estudio y me fui hacia mi habitación, ahí estaba todavía la gallina durmiendo, tome mi ropa y salí de inmediato, pensé en darme un baño pero la verdad no tenía ganas de regresar al lugar donde mi hija Natalia y yo habíamos tenido nuestra más reciente conversación así que no me bañe y apenas estuve listo me fui al despacho, aun cansado y un poco desvelado, sin ganas de nada. Llegue al despacho y ahí estaba Miriam, haciendo el aseo, al verme llegar rápido corrió a darme el recibimiento y preguntarme porque me había ido de casa de Gustavo sin decir nada, pero yo no tenía ganas de coquetear, ni coger, ni dar explicaciones, no tenía ganas de nada así que la despache en seguida, diciéndole que me sentía cansado y algo mal, no alego mas y se fue a hacer sus labores.
En dado momento pensé en que me podría cojer a Miriam, que es morena como hija Natalia y pensar que no era a ella a la que me cojía si no a mi hija Natalia, pero la verdad eso no iba a aliviar en nada mi dolor y de inmediato descarte la idea. Al cabo de un rato llego Dulce, divina a sus 18 años como siempre, me saludo y empezamos a trabajar, le encomendé varias labores y me deshice de ella también al poco rato, dejándola sumamente ocupada. En mis momentos de dolor había sonado un sin fin de veces el celular, tanto el Sábado, como gran parte del Domingo, se me ocurrió checar mi celular para ver las llamadas perdidas. Gustavo mi amigo era el que había estado llamando y pensé que se trataba de una invitación seguramente a algún lugar el motivo de sus llamadas y no vi la importancia en devolverle las llamadas de inmediato.
Ya por la tarde llamaron a la puerta de mi oficina.
Joaquín: Adelante
Dulce: Señor lo busca su amigo Gustavo.
Joaquín: Dile que pasa linda
Dulce: Si señor.
A lo lejos pude escuchar como Miriam que ya había terminado sus labores y solo estaba esperando a que saliera su hermana Dulce para irse juntas le decía a Gustavo.
Miriam: UUUUyyy pero si se han de haber ido de parranda todo el fin tu y mi patrón, mira nada más como esta usted…
De inmediato me levante de mi silla donde estaba sentado y espere a que entrara Gustavo, al entrar me sorprendió la manera en que venía. Gustavo era blanco, de pelo chino, de mediana estatura y gordo, la verdad desde su juventud siempre había tenido problemas de peso, pero eso a el le importaba en poco. Al entrar a mi despacho venía sin peinar y con una cara que espantaba, tenía unas ojeras enormes y venía sin rasurar como si no hubiera dormido en varios días.
Joaquín: Que paso contigo Gustavo, porfavor siéntate.
No me contesto y de inmediato vi que se trataba de un asunto grave. Jale una silla y de inmediato se la acerque para que tomara asiento. Salí del despacho y me dirigí a la sala de espera donde estaban Dulce y Miriam, les dije que tenían la tarde libre que yo me haría cargo del resto, las 2 se alegraron de salir mas temprano que de costumbre y Miriam se acerco a mi, me dio un beso en la mejilla y me dio las gracias, al instante se marcharon y yo regrese a mi despacho donde estaba mi amigo Gustavo esperando.
Joaquín: Ahora si Gustavo, disculpa que haya salido pero preferí darles la tarde libre a las muchachas para que platicáramos tu y yo mas a gusto. Y bien que te pasa?
Gustavo no decía ninguna palabra, tardo como 5 minutos en un silencio total y después comenzó a hablar.
Gustavo: Amigo, necesito de tu ayuda, por lo que más quieras!!!! Estoy desesperado ayúdame.
Joaquín: Pero por supuesto que te voy a ayudar Gustavo, pero dime que es lo que pasa por el amor de dios habla…
No sabía lo que le sucedía pero ya me tenía con mucha preocupación, Gustavo no era un hombre que se alterara de esa forma, yo nunca lo había visto así.
Gustavo: Joaquín… yo se que tu me puedes ayudar, mira lo que pasa es que… no no no, no se ni como contarlo…
Joaquín: No te preocupes Gustavo, cuéntame yo te defenderé sea lo que sea mataste a alguien? Robaste algo?
Gustavo: No no Joaquín, fue mucho peor!
Joaquín: Que paso entonces?
Gustavo: Te acuerdas el Viernes que estuvimos con Susana y Miriam?
Joaquín: Si
Gustavo: Bueno después de que te fuiste y te llame al celular llegaron mi mujer y mis 2 hijas, mis hijas traían a una compañerita del colegio donde están…
Joaquín: Que edad tienen?
Gustavo: Fernanda tiene 17 y Perla 18, la amiga de mis hijas se llama Elena y tiene 19, el chiste es que venía para pasar el fin de semana con mis hijas, Elena es una muchacha muy guapa Joaquín, si la conocieras no dudo que te fueras de espaldas. Es alta, rubia, ojos color café, pero lo que mas la distingue son unas tetas grandes y ricas que tiene. La verdad yo siempre que va a la casa me la paso viéndola, ella a mi parecer siempre lo ha sabido, pero lejos de causarle molestia, pareciera que le gustaba Joaquín tu sabes como son las jóvenes de hoy en día.
Joaquín: Ni me lo digas, ambos conocemos a mis trabajadoras por poner un ejemplo.
Gustavo: Exacto, bueno mis hijas y mi esposa me pidieron hablar conmigo a solas un momento. Me llevaron a la habitación de mis hijas y me dijeron que porque no nos íbamos al departamento que teníamos en Acapulco al menos ese fin de semana. Yo lo pensé un rato Joaquín la verdad no tenía tantas ganas de ir, pero al pensar en que estaría viendo con traje de baño y shorts pequeños a la amiga de mis hijas, me termine animando.
Joaquín: Y luego Gustavo…
Gustavo: Así fue Joaquín, con la idea de presumir de mi parte, hacia la amiga de mis hijas, que desde que llego me regalaba sonrisitas y se portaba de una manera muy amable conmigo, nos trasladamos en la camioneta que acababa de comprar yo la Hummer, incluso antes de abordar a la camioneta, Elena se acerco a mi, mientras mis hijas terminaban de hacer sus maletas y me dijo:
Elena: oiga don Gustavo, que bonita camioneta tiene
Gustavo: Gracias Elena
Elena: Nos va acompañar su esposa?
Gustavo: Parece ser que si Elena porque?
Elena: Nada mas, es que quería ver si me podía ir con usted adelante pero ya veo que no…
Gustavo: Yo lo tome, como una insinuación por la manera en que lo dijo y la forma de mirarme y eso me calentó muchísimo. Al instante agradecí la suerte que tenía y no dude que disfrutaría de ese cuerpo rico que tiene Elena en el viaje al mar.
Mas tarde mis hijas y mi esposa bajaron, abordamos la camioneta y nos fuimos directo a la playa, por el retrovisor iba viendo como Elena me miraba y sonreía y yo disimulaba con mi esposa la tremenda erección que crecía en mi pantalón.
Llegamos a Acapulco en unas 6 horas y ya era la madrugada del sábado.
Acomodamos todo en el departamento y mis hijas rápidamente pidieron que las llevara a la orilla del mar, por lo que se pusieron sus bikinis de inmediato y yo solo me puse un short y una playera con la idea de quitármela estando haya.
Elena de inmediato dijo:
Elena: Ayy no puede ser!!!
Mis hijas le preguntaron que pasaba y dijo:
Elena: Olvide la parte de arriba del traje de baño, mira que me traje 2 y de los 2 solo me traje lo de abajo, ahora que voy a hacer.
Mis hijas le sugirieron que se pusiera una playera en la parte de arriba, y yo rápidamente me metí en la conversación.
Gustavo: Si niña hombre, ni que fuera para tanto, al rato pasamos a una tienda y yo mismo te compro otro traje para que andes más cómoda.
Elena: Gracias don Gustavo es usted muy amable.
-No tienes que agradecer niña le dije.
Mis hijas comenzaron a cambiarse y no me lo vas a creer Joaquín pero en ese momento me bendije a mi mismo por estar en la playa, teníamos mucho que no íbamos y ahora que estábamos de vuelta mis hijas me estaban demostrando los frutos que les había dado el tiempo. Fue un espectáculo increíble, mi esposa que a su edad tu sabes le gusta conservarse, me dije a mi mismo, que bueno que le pago todos sus caprichos en estéticas y toda esa clase de lugares que suele ir, la verdad bien los vale, pues aun tiene su cuerpo rico de alguna manera, tu sabes que le gusta asistir al gimnasio e ir a clases de aeróbicos y eso le ayuda a conservarse, ese día ella vestía un traje de baño azul con flores blancas.
mi hija Perla, a sus 20 años y con ese diminuto bikini se veía que era toda una mujer ya hecha, su cintura delgada, su morena, sus senos redondos, pequeños y visiblemente duros como dos manzanas, unas piernas duras y un culito redondo, pero carnosito, su pelo negro hermoso y su inocencia era la combinación perfecta.
Por otra parte mi hija Fernanda que bárbara a sus 19 años un estaba hecha un forro, blanca, con su pelo lacio, sus senos redondos de igual o mayor tamaño que los de su hermana, su cintura delineada, sus nalgas paradas y su silueta delgada era una verdadera belleza. A ella siempre le ha gustado sacarse fotos en el baño, pues es muy vanidosa.
Sin embargo no podía estar teniendo yo erecciones con mis hijas y desvié mi mirada de ellas al instante en que mi pene estaba erecto por completo.
Salimos rumbo a la playa, y al llegar ahí de inmediato corrieron a la chapoteadera mis hijas y su amiguita. Yo las veía desde lejos y mi esposa al poco rato se les unió. Se la pasaron de maravilla riendo y jugando, al poco rato termino de amanecer y desayunamos alado del mar, siguieron jugando un rato y después quedaron en dar un paseo por lancha cuando atardeciera, yo la verdad no tenía ganas y les dije que no iría, mi esposa trato de animarme, pero yo ya estaba decidido quedarme, mi hija Perla decidió que me haría compañía y que ella tampoco quería ir pues se mareaba mucho. Les compre los boletos y la salida de la lancha sería a las 7 de la noche para regresar a las 8 de la misma noche claro, faltaban 6 horas para la salida, así que decidieron ir a una piscina que rentaban cerca de donde estábamos para perder el tiempo.
Ya en la piscina, yo me senté alado y me di una gozada visual buenísima pues mi esposa se había metido con mis hijas y con Elena la amiga de mis hijas, Elena se había metido con playera interior y se le transparentaban todas las tetas, fue ahí cuando pude comprobar que en verdad las tenía enormes.
Me quede excitado nomás de verla hasta que vi que ya iban a salir, me distraje en otras cosas para que no se notara mi erección y no se dieran cuenta. Me dijeron que tenían hambre, les sugerí que fuéramos a comprar algo de comer, o a un lugar para comer. Mis hijas me dijeron que tenían ganas de comer en el departamento ya que se sentían algo cansadas, además de que una de ellas, mi esposa y Elena saldrían mas tarde a pasear en lancha, por lo que querían estar descansadas. No hubo de otra, nos fuimos, compramos comida para llevar y comimos en el departamento. Mis hijas se fueron a acostar un rato, yo me quede platicando con mi esposa y Elena mientras se nos bajaba la comida y al poco rato mi esposa también se fue a ver la televisión mientras descansaba sus pies, en un banco en el que le gustaba subirlos mientras veía televisión.
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