Estéril con suerte
lo bueno de algo malo..
cap.1 Diversión con la prima.
A los 24 años me diagnosticaron esterilidad y poco tiempo después mi mujer me dejó tras quedar embarazada de un primo, por un tiempo tuve cierto nivel de ansiedad por el hecho que no tendrías hijos y poco a poco me fui deprimiendo hasta que un día se viene de visita Cecilia, la tía de mi papá y con ella la acampaba su sobrina Mariana de 15 años. horas después cuando desempacaban escuché a mi tía Cecilia preguntándole: — trajiste condones—, yo quedé un tanto boquiabierta con una ligera sonrisa. —si tía—, le responde mariana, lo dice con un tono de fastidio. —bueno, tenga cuidado—.
Dos semanas después mi hermano de 18 me cuenta que ya se había cogido a la prima un par de veces y de que otros dos primos también se la habían cogido, estaba un tanto excitado, sabía que era una putica y mi tía lo sabía. Por ello me dispuse a jugarme más con ella y tener más contacto físico haciéndome ganar confianza, luego comenzaron los besitos de juego, los apretones de nalga o le pellizcaba los pezones y una vez que le dije que ya sabía lo que había hecho se desinhibió por completo, nos dábamos largos besos, me dejaba explorar su coño ya fuera con los dedos o la lengua y cabalgaba como ninfómana, lo único que faltaba es que le gustara por el culo, pero tras malas experiencias en el pasado no quiso probarlo más.
Pero con lo que si quedó enganchada luego de la primera vez que lo hicimos sin condón y me corrí dentro de ella, en aquel instante ella no sabía de mi condición por lo que después de que ella disfrutara su orgasmo y yo lo solté dentro de ella al poco tiempo se puso a llorar porque podría quedar embarazada y yo me quedé callado un rato observando como caían sus lágrimas mientras ella se sacaba el semen de su coño.
—¿de qué te ríes?, no me vez que me van a matar si quedo embarazada—, me dice con su tono lloroso y yo dejo que se desahogue un poco, luego de improviso le digo: —mariana, soy estéril. Te podría llenar hasta que escupas semen y aun así no quedarás embarazada—, ella se queda como en pausa procesando la información.
—¿enserio, porque no me dijiste? —.
—no vi necesidad de hacerlo—.
—¿entonces para que los condones?, pudimos hacerlos sin ellos desde hace mucho —.
—hay enfermedades y con lo zorrita que eres, había que tener más cuidado—.
—no me digas zorra—.
—entonces ¿por qué me invitas? —, tenía sus piernas abiertas mostrándome como su coño aun escurría mi semen así que me monte sobre ella y continuamos.
Y desde esa vez prácticamente la tuve como mi puta privada.
Desgraciadamente todo lo bueno tiene un final y ese día fue cuando se acabaron sus vacaciones, yo me lamentaba porque, así como ella le fascinó tener una quinceañera que le encantara la leche ya fuese en su coño como en su boca, conseguir alguien así que fuera una puta de vecindario iba a ser bastante difícil, pero a la final me terminé resignando en conseguir alguien así. Y por varios años con mi mejor amigo íbamos entre una o dos veces al mes de visita al burdel, aunque este estaba casado y en mi opinión era una buena mujer y que sabia moverse porque una vez me invitaron a hacer un trio con ellos y a pesar que la doble penetración no salió como quería ya que no estaba acostumbrada al anal de resto sí que sabia como moverse.
cap.2 crianza inmoral
Tiempo después a mis 29 años mi amigo murió en un accidente y eventualmente yo termine junto a su mujer que llevaba cinco meses de embarazo y así podría criarlo como si fuera mío y justo el mismo día de mi cumpleaños Clara dio a luz a una hermosa niña y la nombró Irina, su nacimiento era casi como si fuera un regalo del mismísimo cielo.
Los primeros meses fue un tanto difícil el cuidarla, pero a la final me fui acostumbrando, aunque no dejaba de ser cansón que te despertara en plena madrugada, cuando tenía su primer añito Irina los vecinos envidiaban la apariencia de la niña ya que tenía una piel muy clara dándole la apariencia de una muñequita con sus ojos claros y pelirroja, yo estaba orgulloso de tener el privilegio de criar alguien tan hermosa y cuando me mencionaban que haría cuando creciera que haría si consiga novio y yo bromeaba que no la dejaría tener novio hasta que se graduara, yo solo quería que tuviera la mejor educación posible.
Un día yo me quedé solo en casa porque Clara salió con la niña al médico para su chequeo mensual, entonces a lo largo de la mañana al no conseguir nada bueno en la tv me dio por ver porno así que me empecé a vacilar esos videítos bien calentones y me masturbaba lentamente para aguantar y al pasar el rato cuando ya tenía la verga como una piedra me interrumpen cuando alguien llama a la puerta, luego de atender ese asunto y reanudo en lo que estaba escucho el aseo y me toca correr para sacar la basura y después me distraigo hablando un rato afuera, poco después llegan Clara con Irina por lo que tenía de acabar de una vez con Clara, pero cuando regreso a casa con intenciones de agarrar a Clara y darle como adolescente primerizo me dice que cuide la niña que ya regresaba y que le cambiara el pañal cosa que definitivamente no me gustaba hacer así que saco a la niña del corral y juego con ella mientras le cambiaba su pañal, pero tras limpiar sus partecitas y ver como su sonrisita inocente me dio más morbo de la que tenía acumulada, pensar que algún día aquel que ella escogiera le abriría su coño me terminó nublando la mente, en eso tanteo sus vaginita separando sus labios en el que algún día le rellenarían de leche, en ese instante ya no podía aguantarme y me la comienzo a jalar mientras la bebe me mira hasta que le salpico mi semen y comienzan esos sentimientos de culpa sobre todo por haberlo hecho frente de una bebé aun así a pesar de la culpabilidad miro una gota de semen en su mejilla y casi por inercia con un dedo se lo echo hacia la boca y esta lo saborea con una carita de desagrado, de pronto escucho la puerta y arreglo todo rápido a la vez que sentía mis latidos hasta en la cabeza y no precisamente de la verga.
A pesar de todo lo sucedido no tuve otro impulso por hacerle algo a la bebé, pero fue solo por un año ya que un día tras haberla bañado me juego con ella como de costumbre soplándole la barriguita y en una le soplo en el vientre casi en su vaginita y la niña reía mientras que a mi casi instantáneamente se me había parado la verga y por ende a la otra le paso rápidamente la lengua por su rajita y la niña aun reía.
—¡ay! A la nena le gusta, pícara. Igual que la madre —, y quería seguir, pero no quería arriesgarme.
eventualmente las cosas fueron aumentando de nivel, cuando la bañaba jugaba un poco con sus genitales, se los besaba, dejaba que me viera desnudo, etc. Aunque tampoco eran cosas que pasaban seguido ya que Clara se encargaba de ella y si mi libido tocaba tope lo descargaba con la madre sino un buen pajazo, lo típico y por lo general seria lo básico de una familia moralmente sana o por lo menos aceptable, pero un mañana despierto sentía una agradable sensación en la verga la cual ya estaba erecta y pelo los ojos porque recuerdo que Clara había salido más temprano y cuando miro bajo las sábanas era Irina, al principio pensaba apartarla y decirle que no debía hacer eso, en cambio le dije como agarrarlo y medio explicarle como hacerme la paja, lo mejor era cuando pasaba su lengüita por la glande, cosa que me hacía acabar en poco tiempo y me hacía ver lo doble moralista que era, la niña ya sabía tanto a pesar de tener solo tres años porque anteriormente habíamos hechos algunas cositas mientras me bañaba con ella y algo que realmente disfrutaba cuando me bañaba con ella era pasar mi verga entre sus muslos ya que su piel era muy suave. Que en vez de encaminar a esa niña para que tuviera un futuro digno, estaba preparándola para cogérmela algún día e imaginármelo tanto y sobre todo lo discreta que había salido la niña en este campo terminó con lo poca moral que me inhibía de dichos deseos así que ya me había decido en convertirla en mi puta, cosa que cuando tenía sexo con Clara me imaginaba a Irina entre sus 13 años uniéndose a nosotros entretanto Clara disfrutaba mi dura verga si saber que pasaba por mi cabeza.
Días después de por fin haberme decidido a guiar a Irina en su sexualidad algo que quería que aprendiera era a tragar semen, si iba a criar una putita el semen tenía que ser su bebida favorita, pero era un tanto complicado porque a lo mucho rara vez me lamia la verga y era muy poco por lo que eso lo descarté, en cambio se lo echaba en su biberón, desayunos y algunas veces una pequeña porción pura. Dado que las oportunidades eran escazas tarde año y medio para que se acostumbrara al sabor y el día de nuestro cumpleaños cuando ella cumplía sus 5 y yo mis 35 ella me regala una mamada con final feliz, ya con eso daría inicio al verdadero entrenamiento de mi putita privada.
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