Estrenando a mi primita Lety de 12
La envidia de Lety por su hermana mayor, provoca que siga mis consejos y al final termine entregándome su capullito sin estrenar, qué delicia romper las pepitas vírgenes..
Este es mi segundo relato, muy corto por cierto, quizá demasiado, espero sus comentarios.
Todo empezó cuando yo tenía 20 años, mi primita Lety, de 12 años quien era morenita y delgada, aún no tenía los pechos ni las nalgas desarrolladas como su hermana Daniela de 17 años, lo que le daba envidia y un día estando solos en mi casa, ya que mi madre trabajaba, me preguntó que por qué a ella aún no le crecían los pechos y las nalgas como a su hermana. Yo le contesté que era porque aún no tenía la edad que tenía su la mayor y bromeando le dije que a Daniela ya le habían dado sus fajes y quizá ya hasta se había acostado con su novio. Lety me preguntó que cómo eran los fajes y que si se acostaba conmigo le iban a crecer las nalgas. En ese momento se me paró la verga y a pesar de que aún estaba delgada, ya sus pechos eran unos limones que se me antojaban y sus nalguitas no eran nada despreciables. Le dije que la ayudaría, pero que tenía que guardar el secreto. Ella aceptó y la llevé a mi cuarto, la acosté en mi cama, la desvestí y me desvestí también. La comencé a besar y a acariciar todo su cuerpo, ella gemía despacito y cada vez lo hacía más fuerte, chupé sus tetitas y mi boca bajó hasta su ombligo, mis pulgares ya acariciaban su clítoris, que apenas y sobresalía de entre sus labios, pero que estaba ya húmedo. Bajé mi boca a su pepita y ella abrió las piernas, metí mis brazos debajo de ellas y mis manos acariciaban sus pechitos, que estaban duros y luego me acomodé sobre ella y coloqué la cabeza de mi verga en la entrada de su rajita, la frotaba de arriba abajo, estaba muy húmeda y con mis dedos abrí un poco sus labios para que entrara la punta de mi pene, que no es descomunal, solo 17 cm, empujé y por lo apretada que estaba su papayita, no entró al primer intento, pero volví a empujar y la cabeza entró de golpe rompiendo su hímen y provocando que ella gritara, había entrado un poco más allá de la cabeza, pero ella empezó a llorar, me decía que le dolía, me empujaba pero yo la tenía bien abrazada y por más que se movía, no se podía soltar, le pedí que se calmara, que el dolor pasaría. Saqué un poco mi miembro y lo volví a meter, suavemente le empecé a meter cada vez más y creo que le gustó porque dejó de llorar y volvió a gemir, la besaba en la boca y cada vez le entraba más. Agarramos ritmo y sin darme cuenta en qué momento, tenía ya casi toda la verga adentro. Sentía su coñito muy apretadito y eso hacía que mi verga estuviera a mil, por lo que también me excitaba al máximo aunado al morbo de saber que me estaba cogiendo a mi primita virgen, que le estaba rompiendo el “quintito” a esta niña. Yo sentía que tocaba algo con la punta y no quise forzarla más, pero cuando me vine, no resistí y la metí toda y ahí sí se la clavé hasta el fondo, ella volvió a quejarse, dijo que le había dolido pero que había sido poquito. No voy a presumir que la hice alcanzar un orgasmo, porque la verdad me vine antes; pero más adelante les platicaré de cuando la hice venirse bien rico. Este relato está resumido, pero es real. Espero sus comentarios para saber si les gustó y seguir escribiendo. Les contaré cómo también me cogí a Daniela, que también era virgen.
Que delicia, y que morbo que sea real, follar y desvirgar a una nenita de 12, y que además es tu prima, es algo que calienta demasiado
Que deliciosa y perversa imagen !!!! por favor continua contándonos
Creo que tenemos algo en común. Hoy subo la continuación.
Excelente.