Experiencias reales con mi hijo II
Como me fue dando mas libertad y disfrutando de todo esto. .
Pues al fin he logrado animarme a seguir escribiendo esto y compartiendo con todos ustedes de esto que ha sido un camino largo y que me ha llevado a abrirme al conocer que muchas personas y madres lo hacen, pero seguirá siendo un tema tabú.
Por el momento me siguen llegando los recuerdos mas ricos y hasta la fecha ha sido lo mejor que me ha pasado en cuestión sexual. Después de contarles los inicios con mi hijo y decirles que me fui liberando poco a poco, les contaré algunas de las ocasiones que se fueron dando y que a la fecha ha sido increíble.
Comentarles que mi hijo ya está casado, tengo una linda nuera y 3 excelentes nietos. Como una familia normal, vienen de visita y se van. Los fines de semana aprovechamos para juntarnos como familia, ya sea que nos vamos a comer a algún lugar o yo hago la comida en casa. Entre semana siempre hago comida en casa porque comúnmente vienen mis hermanos o familiares a comer y me gusta tener algo preparado para la ocasión. Por ende mi hijo cuando tiene oportunidad después del trabajo puede venir a visitarme ya sea a la comida o a la cena, inclusive algunas veces a desayunar.
Paso a platicarles una de las ocasiones que pasaron después de bastante tiempo de haber dejado eso del incesto o los acercamientos. Estaba un día por la mañana y lo primero que hago es hacer café y comenzar a preparar el desayuno, mi hijo con anticipación me había comentado que tenía una reunión a medio día y que pasaría a mi casa a desayunar, entonces desde temprano me puse a hacer desayuno, yo traía puesto un short flojito y una blusa normal, y mis tenis para estar cómoda para realizar esas tareas del hogar. Mi hijo llega a casa muy arreglado bien vestido para su reunión de medio día. Me dediqué a servirle su desayuno y cuando pasé para dejar su plato mi hijo me dio una nalgada así sin más. Me comentó que estaba poniéndome muy bien, que de seguro ya tenía algún galán que quería conmigo, yo lo tomé como broma y solo me reí y le dije que no, que ya no estoy para andar consiguiendo viejos. Fue cuando me dijo, pues uno más joven, así como de mi edad, fue entonces que me llegaron aquellos recuerdos de los acercamientos que tuvimos cuando él estaba más chico. Pero lo dejé pasar y siguió el día como sin nada. Se preparó y se fue a su cita.
Yo me dispuse a arreglar la casa pero tenía ese pensamiento muy fuerte de aquellas ocasiones y de la nalgada que me dio y mi mente empezó a jugar conmigo imaginándome tantas cosas que lo único que se me ocurrió fue meterme a bañar para estar fresca y ya no estar pensando en eso.
Para la tarde mi hijo me mandó mensaje que todo salió bien y que si podía llegar a cenar, lógicamente que le dije que sí y pues ya llegó bastante noche, de hecho yo pensé que ya no llegaría ya que pasaban de las 10 de la noche y pues al final llegó y lo olí como a alcohol, me dijo que en su reunión había tomado con sus clientes y que no tenía mucha hambre, solo que le hiciera algo rápido, le preparé unas quesadillas y con eso estuvo contento.
Al terminar de cenar me dijo que se sentía mal para manejar hasta su casa y yo le ofrecí quedarse en el que era su cuarto, solo que lo tenía ocupado con algunas cosas pero me dispuse a prepararlo para que durmiera. Él avisó a su esposa que sin ningún problema le dijo que sí, que era lo mejor que se quedara con su mamá.
Pasa a acostarse y dormir, yo me fui a mi cuarto y nos dijimos buenas noches, él ya estaba muy pasado de copas y quedó dormido casi de inmediato ya que lo escuché roncar. Cuando iba entrando a mi cuarto no podía dejar de tener pensamientos calientes así que me dispuse a buscar un par de zapatillas altas y a ponerme una tanga color café que tenía ahí. Lo que quería era verme al espejo y ver mis piernas y mi culo grande, tengo un espejo de cuerpo completo en mi cuarto y con toda libertad comencé a caminar solo con la tanga y los zapatos y se me ocurrió agacharme para verme entre las piernas por el espejo. Me gusta mi cuerpo que aunque ya no es el de una jovencita, me gusta que tengo piernas carnosas y un culo grande, los senos no los tengo grandes pero así tal cual me gusta. Me fui a dormir con la tanga, solo me quité los zapatos. Yo esperaba con ansias que mi hijo abriera la puerta y entrara, pero sólo era mi imaginación, también me cruzó por la mente ir a su recámara pero no. Solo quedó así.
Pasaron al rededor de 3 o 4 días cuando me dijo que me invitaba a un café el sábado por la mañana ya que tenía tiempo que no platicábamos algunos chismes de la familia y quería ponerse al tanto. Yo acepté sin más y me comencé a vestir, siempre he sido una mujer que me gusta verme bien, pero sin llegar a ser vulgar, entonces me puse un vestido a la rodilla no tan pegado, me hice un peinado lindo y mis tacones que no falten, pero mi hijo no llegaba y ya pasaban de las 12 del medio día. Cuando me llamó para decirme que iríamos a comer a un lugar de mariscos, que no había alcanzado, al final acepté pues ya estaba más que alborotada por salir.
Pasa por mí en su camioneta y me dice, mamá pero que bonita te ves, yo le acepté el piropo y se lo agradecí. Estuvimos comiendo y tomando tequila, había música en vivo y todo el ambiente se prestó a eso, estuvimos platicando de muchas cosas y mi hijo cada que podía me decía cosas lindas, llegó un momento que ya me sentía tomada y le dije que ya era momento de irnos, al pasar el tiempo no recuerdo lo que pasó a la perfección sólo que yo iba bajando de su camioneta y mi sorpresa fue ver que estábamos en un motel. Mi corazón empezó a latir muy fuerte, y me llegaban imágenes de ir subiendo las escaleras mientras me tocaba el trasero, yo volteé y vi su mirada de lujuria, yo ya estaba muy tomada y animada a casi cualquier cosa, fue cuando de pronto me encuentro recostada con las piernas arriba en los hombros de mi hijo y él chupándome los senos metiendo y sacando su verga gruesa que ya no recordaba, Yo comencé a tomar conciencia de mí ya que seguía como ida por el alcohol pero sintiendo cada metida que me hacía mi hijo, me encantaba porque lo hacía con fuerza y me llenaba completamente.
Para ese momento yo me dejé llevar, aparte que estaba tomada, simplemente lo necesitaba y además mi hijo también lo quería. Pasó de estar en esa posición a subir su pene a mi boca y yo con gusto lo chupé un poco torpe por como me encontraba pero dándole satisfacción, fue entonces cuando me voltea y me dice mamá ponte de perrito, yo en mi estado de cachonda y borracha simplemente obedecí, comencé a sentir cómo me cogía con fuerza y me tomaba de la cintura sin parar, yo lo veía de reojo para mirarle su cara y ver como me disfrutaba, eso me ponía mas cachonda y comencé a venirme, no aguanté más y me puse a gemir y apretar mi vagina con contracciones involuntarias debido al orgasmo que estaba sintiendo que hacía mucho no lo tenía. Me dí cuenta que estaba gimiendo demasiado y mi hijo no paraba de bombear mi vagina.
Estando en esa posición me dice, dónde quieres que me venga mamá, cada que usaba esa palabra me excitaba más y le dije que adentro o en mi boca. No tardó demasiado en venirse dentro de mí y yo comencé a sentir su leche cómo me llenaba hasta el fondo y se deja caer a un lado de mí. Yo estaba muy caliente y me dispuse a limpiarle bien esa verga gruesa y él brincaba de la sensibilidad que le había quedado después de venirse a chorros dentro de su mami. Nos quedamos un momento recostados y sin decir nada puso una película. Le dije que si le había avisado a su esposa y me dijo que sí, que le dijo que estaba conmigo.
Al pasar un poco más de tiempo yo me seguía sintiendo borracha pero ya estaba consciente, fue cuando me dijo que ya me llevaría a casa, pero los dos estábamos un poco serios, Pidió unas cervezas al cuarto y las tomamos y nos fuimos a casa. Ahí me llevó a mi cuarto, yo ya estaba de nuevo en calidad de inconsciente y cuando me estaba poniendo en la cama sentía cómo me estaba quitando los zapatos y la ropa, yo lo que pensé es que me estaba poniendo cómoda para dormir, mi sorpresa fue cuando sentí su verga dura en mi boca yo estando acostada ya casi dormida, se la comencé a chupar, fue en ese momento que me dijo mamá te llevé al motel por una fantasía que tenía de darte ahí, pero también quiero cogerte en tu cama, yo sin decir una palabra me puse en posición de misionero para que me la metiera. Esta vez aguantó mucho más pero yo no tanto, me vine más de 4 veces porque me tocaba las nalgas y me la metía con muchas ganas y eso me excitaba y más por ser mi hijo el que me estaba cogiendo. Ya no aguantó más y se vino en mis nalgas mientras me tenía de perrito siendo que aun estaba mojada por la venida que había tenido mi hijo en el motel. Quedé cansada y dormida en esa misma posición que me dejó y él se fue a su casa no supe a que hora. Yo me levanté al siguiente día con una resaca un poco fuerte pero muy contenta de la cogida que me había dado mi hijo, me sentía rejuvenecida y deseada.
Las cogidas mañaneras se hicieron costumbre. Él llegaba por la mañana temprano y yo prácticamente ya lo esperaba de perrito a la orilla de mi cama, eso me ponía muy cachonda, sólo me ponía unos zapatos altos y desnuda completamente, cuando lo escuchaba subir las escaleras y entraba al cuarto para darme hasta que nos viniéramos los dos. Me gusta mucho cómo me toma de la cintura y se viene en mis nalgas o en mi cara. Esto no ha sido tan seguido ya que tiene bastante trabajo, pero si ha sido una constante de cuando menos una o dos veces al mes. Hasta el momento estamos contentos y cuando nos vemos en alguna reunión familiar no falta que me de un agarrón de nalga o algún tocamiento discreto. Después les contaré la vez que nos quedamos con una hermana mía en su casa. Nos pasaron muchas cosas.
Este relato lo hago para que más madres se animen a conseguir lo que en secreto desean. Si los dos están de acuerdo y están disfrutando como adultos, siento yo que es lo más bonito y satisfactorio que puede haber. El hecho que tu hijo esté dentro de ti con ese deseo que se desborda por cogerte, es inexplicable. Libérense madres que la vida es corta y se debe disfrutar, sin hacer daño a nadie y tomando en cuenta que están haciéndose felices ustedes y a sus hijos.
Que delicia de Madre. Más. Excelente