Fabiola y su hijo 5
Fabiola y Diana disfrutaran de algo inolvidable en la sala con sus hijos.
Capítulo 5
Lucas y Rodri tenían el cuerpo promedio de su edad, semi atléticos como mi hijo David, Rodri era quien tenía mayor tamaño en su miembro, piel apiñonada y los ojos café oscuros lo convertían en un muchacho bastante atractivo y sensual, Lucas era de piel clara como su mamá, su pene era promedio, pero con sus ojos verdes y cabello rubio lo convertían en un mini Adonis para cualquier mujer.
Diana se quitó su blusa y sostén dejando sus pechos libres, eran grandes de piel clara y con pezones rosados, una Diosa por completo, se sentó frente a mi en el sofá de dos plazas y llamo a los niños, Lucas y Rodri acudieron a ella primero, se sentaron en el sofá junto a Diana cada uno tomando uno de los senos de mi amiga, comenzaron a lamerlos, Diana en respuesta tomo el pene de cada uno y comenzó a mastúrbalos al mismo tiempo.
Me quede impactada al ver la escena, mi mejor amiga estaba tocando los erectos penes de dos muchachos muy jóvenes mientras estos mamaban sus senos provocándole gemidos de placer, por estar viéndola no me percate de que mi hijo se me había acercado, me levanto del sillón tomándome de los brazos para él ocupar mi lugar en el sofá, se sentó en donde recién yo había tenido mi orgasmo, tocó la tela sintiendo la humedad pero no le dio importancia, me hizo señas para que me sentara sobre el dándole la espalda para que siguiera viendo de frente a Diana y los chicos.
Lo hice lentamente dejando que su pene se clavase entre mis nalgas con mi vestido deteniéndolo por muy poco, cuando nos acomodamos podía ver que Diana continuaba con los ojos cerrados masturbando a Lucas y Rodri, ellos no dejaban de mamar sus pechos con mucha fuerza como becerros hambrientos
David jalo de la parte superior de mi vestido y descubrió mis pechos de golpe, jugo con ellos usando ambas manos estrujándolos con fuerza, luego me tomo de la cintura y comenzó a simular la penetración con mucho ímpetu, su pene casi entraba por mi vagina solo que la tela del vestido lo impedía, Diana abrió los ojos y al vernos les dijo a los muchachos
–vayan ahora con ella
De inmediato Lucas y Rodri se separaron y se dirigieron hacia mí, para repetir la escena, solo que ahora mamaban mis pechos, estaba rodeada por 3 hombrecitos que deseaban hacerme su perra, Diana al quedar libre de ellos se levantó del sofá, se retiró el resto de la ropa para quedar casi desnuda, solo traía puesto unos calzones de encaje que me resultaban un poco familiares, al acercarse me dijo
–los reconoces ¿no?, son los que le diste a David la primera vez, me encanta como se me ven, aún conservan tu aroma jajaja–
Mi amiga se acerco a mí, sostuvo mi rostro y me dio un beso en los labios, apretando mis pechos, así como los niños que también los mamaban y mordían sin parar
Después Diana tomo a Rodri del brazo y se regresaron al sofá de dos plazas, ocupando todo el espacio recostó a Rodri y luego Diana monto su trasero sobre el rostro de él, removió hacia un lado el calzón que traía puesto sin quitárselo para darle más libertad a su pequeño amante y con la otra sostuvo su pene venoso y me dijo
–no sabias que Rodri coge conmigo ¿verdad? hace unos meses que empezamos, Lucas lo trajo a la casa cuando ya teníamos planes, pero en lugar de evitar el encuentro se me ocurrió la idea de integrarlo en nuestras perversiones, de vez en cuando cogemos los tres y nos fascina, ya veraz que a ti también
Comenzaron a darse sexo oral salvajemente frente a mí y los niños, los dos gimoteaban como locos, Lucas se quedó absorto y dejo de tocarme para dedicarse a contemplar como su amiguito Rodri se comía el culo de su mamá frente a sus ojos
Mi hijo no se había distraído para nada, mientras Lucas y yo veíamos a Diana, él jalo y levanto la falda de mi vestido, para exponer mis nalgas y dejar libre la entrada a mi vagina, al sentir mi intimidad trasera descubierta rápidamente me levante y me voltee para montarme de frente a él, alcé mis caderas al tiempo que nos mirábamos a los ojos y luego descendí lentamente, sentía como me penetraba, ya sabíamos nuestro ritmo y como nos gustaba.
A media faena sentí que mis nalgas eran abiertas de par en par, pero no eran las manos de mi hijo, era Lucas que al ver semejante culo no perdió la oportunidad de jugar con él.
Diana que miraba la escena le dijo a Lucas entre jadeos
–cógetela mi amor ah ah ah, como te coges a mami
Lucas obedeció y sentí que clavaba su pene en mi ano, pues mi otra entrada ya estaba ocupada por el carnoso pene de mi hijo, Lucas apretó mis nalgas y me penetro hasta el fondo, mis gritos y berreos eran de extremo placer, sentía goce y dolor al mismo tiempo, el pene de mi hijo era la medida ideal para dar placer a mi vagina y el pene mediano de Lucas era perfecto para mi ano, entraba sin tanta dificultad otorgándome un nuevo placer sin mucho dolor, nuestro trio emitía aullidos que opacaban los gemidos de Diana y Rodri.
Los dos muchachos me dieron doble penetración durante largos y deliciosos minutos, al aumentar la velocidad de la penetración el dolor en mi ano fue aumentando gradualmente pues no estaba acostumbrada al sexo anal, mientras eso pasaba vi a Diana acercarse por un lado del sofá, estaba bañada en sudor, con el rímel corrido seguramente por el esfuerzo de meterse tremendo pene en su boca, traía a Rodri consigo para unirse a nosotros.
Diana le dijo a su hijo
-ven amor, trae a David y Fabi contigo a este sofá más grande
Lucas saco su pene de mi ano, dejando una sensación de alivio que me produjo mucho placer, me quede recostada encima de mi hijo unos instantes descansando de la intensa cogida que acabada de recibir, luego David con ayuda de Rodri y Lucas me cargaron sosteniéndome de las piernas y nalgas pues aprovecharon ese momento para abusar de mis carnes, entre los tres me llevaron hasta el sofá más grande de tres plazas que tengo en la sala, ahí estaba Diana sentada, esperándonos.
Primero se sentó Rodri a un lado de Diana, vi de reojo que sostenía su gran pene erecto con una mano, estaba cubierto de saliva y semen, imaginé que ya había eyaculado primero por el sexo oral de Diana, pero se había recuperado para un nuevo round y yo era su nueva víctima.
Mi hijo y Lucas me sentaron encima de él, colocándome en una posición perfecta para ser domada por más de un macho, pues le daba la espalda a Rodri y mis piernas estaban alzadas, Diana se quedó a un lado de nosotros solo observando.
Mientras me acomodaba y trataba de arreglar mi vestido hecho tirones pues nada cubría mis pechos, Rodri sujeto mis nalgas y las abrió perversamente, acepte el atrevimiento y levante un poco las caderas para invitarlo a penetrarme, de inmediato sentí su enorme pene introducirse en mi ano, contuve mis gritos apretando los dientes y los puños, sentí más dolor que antes debido a que su pene era más grande que Lucas, podía sentir desgarrarse mi carne por dentro pero no me importo, baje mis caderas para completar la penetración de Rodri provocando en ambos fuertes bramidos de goce y dolor.
Luego David y Lucas se acercaron a nosotros y Diana nos dijo
–intercambiemos machos, ven David, cógeme como coges a tu mami, y tu Lucas mi amor, cógete a Fabi-
Lucas de inmediato tomo mis piernas que ya estaban alzadas y las colgó sobre sus hombros para después penetrarme por la vagina, su pene no era tan grande como el de los demás, sin embargo, su vigor al cogerme daba tanto placer como el de cualquier macho bien dotado.
Lucas estrujaba mis pechos con una mano y apretaba mi cuello con la otra casi ahorcándome, Rodri sostenía mis nalgas con una mano y jalaba mi pelo con la otra, me sentía violada por dos jóvenes en el corazón de mi casa, me encantaba ser sometida así por lo que entre jadeos les grite a los niños
–quiero más ah ah ah, viólenme niños, cójanme como a la puta de su madre ah ah ah más, más fuerte ah ah ah, más mis niños más bebes, más mas ah ah –
Mientras era brutalmente cogida por los amiguitos de David, voltee a ver hacia mi amiga y mi hijo, ella estaba en una posición de perrito, sus caderas eran levantadas por el reposabrazos del sofá y sus piernas colgaban hacia afuera, esa posición aumentaba visualmente el tamaño de sus nalgas y caderas haciéndola ver más sensual de lo que ya era, ella aun traía puesto mi calzón de encaje removido hacia un lado y en medio de sus jugosas y deliciosas carnes estaba mi hijo que no dejaba de verme mientras bombeaba la vagina de Diana.
Parecía que David al ver a su madre sometida lo excitaba, pues cuando yo jadeaba y gritaba más fuerte, el aumentaba el ritmo con Diana. También me encantaba ver a mi hijo cogerse a una madre madura, esa imagen aumentaba mi propia excitación.
Sin avisar Diana alcanzo mi rostro y me dio un fuerte e intenso beso en medio de esta orgia incestuosa, los niños nos cogieron a las dos más fuerte al vernos compartir labios y saliva, sin advertencia se convulsionaron y eyacularon dentro de nosotras, el semen caliente de los dos muchachos lleno mis agujeros, de inmediato reaccione con un orgasmo que provoco espasmos fuertes, mis convulsiones atraparon a Lucas y Rodri conmigo, quedando los tres fundidos en la doble penetración llenos de caliente sudor y jadeos.
David seguía bombeando encima de Diana, ella tenía los ojos en blanco y sus piernas temblaban, luego ella grito y se contrajo, sus espasmos estimularon a David que termino eyaculando dentro de mi amiga, luego se apoyó encima de Diana abrazando sus carnes.
En la sala solo se escuchaba la respiración agitada de los cinco y gemidos ocasionales, sentía los penes de Lucas y Rodri encogerse dentro de mi hasta el punto que salieron por sí mismos, al hacerlo chorros de semen escurrieron de mi vagina y de mi ano, del cual también salió un hilo rojo de sangre debido a la brutal violada anal que recibí esa tarde; Primero de Lucas y luego de Rodri
Lucas soltó mis piernas y cayó en el suelo, se acostó sobre la alfombra para descansar, rápidamente fue vencido por la fatiga, yo trate de levantarme, mis acalambradas piernas apenas podían sostenerme, mis carnes me dolían por el abuso de los niños y al caminar se acentuaba un dolor agudo pero soportable en mi ano.
Recuperé el aliento poco a poco y me dirigí al sofá de una plaza donde había comenzado todo, Rodri se quedó dónde estaba derrotado por el cansancio, se veía gran cantidad de fluidos blancos con ligeros tintes rojos entre sus piernas y su pene, había un rastro de gruesas gotas que me seguían hasta mi lugar
Diana quedo rendida con las caderas alzadas encima reposabrazos del sofá, su cara estaba sudada y muy enrojecida, pero no tanto como sus nalgas marcadas por las embestidas que le dio mi hijo, David se levantó de encima de mi amiga y acudió en mi compañía, su pene se veía cubierto de su propio semen espeso, se sentó sobre mis piernas y lo limpie un poco con mi vestido, lo bese en los labios, luego lo abrace y todos nos quedamos dormidos hasta la noche.
Pasadas unas horas de merecido sueño y descanso, me despertó Diana y me dijo
–Fabi, vaya ronda que hicimos eh, de verdad que tu hijo coge como un toro, me encanto y lo ame jajaja, pero ya nos vamos, debo llevar a Rodri a su casa
-si Dianita está bien, ya es tarde para los niños
-ay amiga ¿no me dirás nada de lo que te pareció?
-¡Dianita! jajaja, si me gusto jajaja les has enseñado bien a los muchachos
-Claro que si Fabi, y ¿cuál te gusto más?
– ¡amiga! Jaja después te digo
Diana se vistió con sus ropas y mando a Lucas y Rodri a vestirse también, ellos subieron al cuarto de mi hijo donde habían dejado sus prendas, unos minutos después bajaron con sus uniformes puestos listos para despedirse.
Me levante del sofá y por fin me acomode el vestido, David se quedó dormido durante más tiempo, lo dejamos en la sala y acompañe a Diana y los niños a la entrada, al salir me dijo
-Parece que Davidcito quedo muy cansado, no se puede ni levantar
-ya se recuperará Dianita, luego lo llevare a la cama para que duerma bien
-muy bien Fabi, que descansen, luego programamos otra visita como esta eh, para que estés preparada, traeré unos juguetes la próxima vez
-que bárbara Dianita, bueno se van con cuidado amiga, ya es de noche
-si Fabi buenas noches, me despides de Davidcito
-si Dianita, buenas noches chicos
-buenas noches señora-
Diana y los niños se fueron, regrese donde dormía David, lo desperté y lo ayude a llegar a su cuarto, lo recosté en su cama y después me dirigí al mío, aún tenía semen dentro de mi vagina y ano, lo saque con los dedos y lo lleve a mi boca imaginando a los tres muchachos y mi amiga penetrarme y llenarme de semen espeso y caliente.
Me acosté desnuda en mi cama, aun me dolían mi ano y mis pechos pues habían recibido demasiado abuso ese día, una hora después mi celular mostro una notificación de un mensaje de Diana, lo abrí y vi que era una foto con un texto que decía “segundo trofeo amiguita”, en la imagen Diana traía puesta mi prenda intima que hoy me había quitado.
No respondí el mensaje, pero guardé la foto como mi propio trofeo y pensé que ahora mi vida había cambiado para siempre…
Los machitos que muchas queremos tener bien metidos en nosotras y llenandonos, sean hijos propios o ajenos.
Me parece que falta que las mamis los pajeen y chupen a los niños pero con tal que las escenas sexuales bien obscenas ya estoy.
Muy buenos relatos. Hay continuación?