Familia Corrupción y Sexo 20.5
Capitulo especial que se ubica en Navidad, pero que guarda una extraña relevancia en toda la historia….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
5.5 Especial Navideño
Era una casa muy bonita, no muy elegante, pero se notaba espaciosa, luces y adornos de temporada, la nieve parecía que iba a cubrir el lugar, una pareja anciana se estaba preparando para la celebración, pues sus 4 hijos estaban por llegar, el primero su primogénito llegaría con su flamante esposa, una sexy rubia con un cuerpo de infarto, la conoció siendo el gerente de una tienda y ella edecán, siempre usando micro faldas que casi enseñaban sus bragas y tacones que resaltaban sus piernas, y con gusto veían que tuvieron 2 hijos, un chamaco de 12 años (Jhonny) y una princesa de 9, Lety, quien parecía haber heredado la belleza de su madre pero en pelo castaño como su padre, por otra parte, estarían después de varios segundos entrando por la puerta unos gemelos, quienes también estaban casados quienes trabajaban en una dependencia de gobierno, sus mujeres no eran tan guapas, pero cumplían perfectamente con un fetiche muy amado por ambos, y es que siendo secretarias, una morena y otra rubia, les encantaba verlas con sus atuendos donde sobresalían las medias en sus muslos sexys con tacones, aparte que sus tetas a veces parecían a punto de romper sus camisas que usaran, más cabe decir que uno tendría un hijo de 10 años (Beny) y una nena de 6 (julia), una lindura de piel blanca y pelo negro con ojitos brillantes mientras que el otro su suerte le daría gemelas de 7 años (Mary y Katy), finalmente estaba llegando la única hija de los viejos quien se casó con un tipo no muy llamativo, Stuart, quien a diferencia de otros no era agraciado, y no es que la hija fuera una belleza, si tenía mucho sobrepeso, tanto que tuvieron problemas para tener hijos, un varoncito de apenas 1 año. Todos llegaron a la casa de los viejos, mostrándose contentos de estar ahí, los primos se saludaron, mientras una señorita de al menos 18 años, que contrataron para ayudar, hacia las labores como la cocina o la limpieza, permitiendo que los demás empezaran a festejar y por un momento, la cena se veía perfecta, era paz y armonía, entre bromas o juegos, se hacía evidente la buena comunión, así que sacaron unas copas, y empezaron los brindis mientras los niños hacían de las suyas con algunos juguetes.
Los chiquillos llamaban la atención de alguien en especial, pues Jhonny con su edad guardaba mucho parecido con su padre, y este de joven fue un galán, por lo que el crio era algo engreído, de esos niños bonitos que sonrojaban a las nenas con una sonrisa coqueta, Benny no se quedaba atrás, aunque este era más precoz, tanto que se las ingeniaba para ver debajo de las faldas a las niñas, y en ese momento quería ver la tanga de la criada, por otra parte las nenas, eran un encanto, la mayorcita Lety, poseía una figura muy bonita, para su edad, parecía que sus formitas ya iban a desarrollarse, aunque ahora sólo poseía un culito y piernas torneadas, pues practicaba Ballet, siendo aparte muy creída, mientras que Mary y Katy, eran rubias de ojos verdes, un par de bellezas únicas, si la abuela decía que son su vivo retrato para su edad, diciendo que podrían estar por crecerles también las tetitas de forma precoz como a ella, lo que las enorgullecía a ambas que eran muy sonrientes y coquetas, mientras que Julia, aunque no tuviera un rasgo aparte de un buen culito, tenía uno de esos rostros bonitos, inocentes que uno querría llenar de semen o verlo gemir de placer, meterle la verga para correrse en su boquita, aparte era la más ingenua y tímida, o al menos eso estaba en los planes de cierto invitado.
Nadie se daba cuenta, pero Stuart no era lo que muchos creerían, o quizás sí, pues tenía cara de vicioso, más siendo trabajador de una empresa farmacéutica había desarrollado en secreto un fluido que imitaba la burundanga, así que esperaba poder probarlo, aunque no iba solo, en un principio pensó buscar ayuda en la criada, Beatriz, una sexy mulata de buen cuerpo, contratada por sus suegros, si hasta en más de una ocasión soñó con ver debajo de su falda, estaba seguro que usaría ardientes ligueros que resaltarían con su piel, se le antojaba poder metérsela hasta el fondo para hacerla chillar como a una perra, pero no podía hacerlo, le fue imposible entablar amistad con ella antes de esa noche, más alguien aparte aceptó su propuesta.
Durante las copas, Stuart habría de dejarles un vinito, una marca reconocida, que sería muy bien recibida, pues esa marca era muy cara, un verdadero lujo, lo que le convenía pues nadie le tenía mucho aprecio, aunque eso parecía compensar parte de lo ocurrido, y con agrado comenzarían a beber disfrutando de la copa, haciéndoles caer en la trampa, pues la botella estaba narcotizada, y pronto cada uno de ellos irían a perder su conciencia, lo que a este les facilitó para hacer su plan, aunque pensaba en hacer unas cuantas maldades mas, una vez que todos estaban dominados diría casi lamiéndose los labios:
Suegritos, cariño, es muy tarde, vayan a dormir, llévate al bebe, no se vaya a resfriar, la fiesta ha sido un éxito, se cumplieron tus deseos, entendido – diría Stuart despidiendo a esos 3.
Ante sus palabras la señora se llevaría al bebe, y los suegros se irían a su cuarto, pues siendo una casa grande, pensaban dejar que sus hijos pasaran la noche buena ahí, y por si las dudas cerrarían con llave el cuarto.
Cuñado, tú y tu mujer también deben descansar, tu señora esta que se cae, así que llévatela, y gózala, te lo ganaste, háganlo con todo, entendido – dijo Stuart vicioso.
Y se llevaría a ambos a un cuarto que había elegido para ello, donde les daría una indicación, y empezaría el hombre a sacarle el vestido a su señora, que era un monumento, con grandes pechos que llamaron la atención de todos, si el suegro se la pasó la mayor parte de la noche erguido, viendo las tetas de su nuera moverse de un lado a otro, mientras el hombre no dejaba de presumirla, sobándoselos de forma discreta, calentando a la mujer, pues coger era parte de sus planes, y en cuanto pudo, le empezó a chupar como si fuera un bebe ese enorme par de pechos, consiguiendo que la mujer diera sus primeros gemidos, unos tenues pero no era para menos, el hombre le conocía bien, acariciaba ese cuerpo de infarto, jugando con su entrepierna, sacándole de vez en cuando gritos de placer, en especial cuando los dedos del hombre alcanzaban la pequeña tanga que usaba, y que se encajaba perfectamente en su curvilíneo cuerpo, logrando con ello empezar la faena sexual, cuando esta misma lo dejaría en la cama para comenzar a sacarle la verga y empezar a chupársela como una desesperada.
Mujer cuando aprendiste a hacer eso – decía confundido el hombre viendo como su mujer se metía ese pedazo de carne en sus labios casi escurriendo un hilo de baba.
Hay cariño, que nunca te he hecho una mamada – decía la mujer como una puta.
No, pero me encanta – y el hombre le metió toda su verga en la boca, sacando un gemido muy fuerte mientras casi ahoga a su señora, durante las estocadas que seguirían formando un espectáculo carnal que acabaría en la primera corrida.
Y así empezarían, la muy puta, se había vestido para matar, un vestido ajustado que no dejaba nada a la imaginación, había calentado a todos ahí, así que su esposo haría el honor en ese momento para empezara a cogerse a su mujer casi arrancando la tela del candente cuerpo, para revelar su delgada forma, todo para que aún desesperado el hombre le sacara la tanga rompiendo la delgada prenda, una fina pieza de seda metida entre sus nalgas, que solo sería el preámbulo para una ligera mamada, lo suficiente para dejar lista la verga que se clavaria en ese coño, no hacía falta más, ambos eran demasiado viciosos, las perversiones de ambos se complementaban, ella le gustaba el sexo duro, a este darle con todo, así empezaría a cogérsela como animal destrabado moviendo la cama de forma desesperada, si hasta ese sonido se escucharía en la sala.
De vuelta con Stuart, este se acercó a sus cuñados gemelos, los veía con cierto repudio, si siempre se burlaban entre ellos de él, por su pobre aspecto, si le decía que era un cerdo, así que jugaría haciéndoles una mala pasada:
Les tengo una apuesta, a que no pueden masturbarse, si pierdo yo les dejo una botella de ron duro, mismo que les compartí, pero si yo gano, me deberán un favor – dijo Stuart llevándose a los 2 cuñados, mientras les explicaba un par de cosas del reto, el cual sería aceptado gracias a la droga, pues debían hacerlo el uno al otro y con la boca, cosa que por la copa no cederían, y quedarían haciendo un esplendido 69 gay en un cuarto lejano.
Luego regresaría Stuart con sus cuñadas, las cuales veía con gusto, parecía que habían estado trabajando todo ese día, así que seguían usando sus trajes de secretarias, si también llegaron formales sus cuñados, pero eso no le calmaría al vicioso Stuart, quien les diría:
Cuñadas, ustedes se han quedado solas de momento, pero les tengo un regalo, síganme, se los daré en sus cuartos para que lo gocen en familia después – y tomaría de las manos a ambas mujeres para llevarlas arriba, mientras guiñaba un ojo a su pareja de crimen.
Pronto dejó a ambas mujeres en un cuarto y les daría un enorme consolador, uno doble para que ambas se entretuvieran, las mujeres parecían estar a punto de quejarse, pero este diría:
Esperen, falta algo – y les lanzaría un poco de perfume en la cara, una sustancia también alterada para incrementar el efecto narcótico, así que ambas mujeres se sintieron mareadas, pero comenzarían el juego.
Antes de que se dieran cuenta, bajo la orden de: DIVIERTANSE; el malicioso Stuart vio como estas se fueron quitando sus sacos para dejar ver un par de camisas que apenas cubrían los pechos eran tan grandes y redondas que los botones casi salieron disparados, más eso no era suficiente, pues bellos sujetadores a juego estaba tapando las enormes tetas, un par de bolas de carne que parecían del mismo tamaño que toronjas, y después cayeron las faldas, ligeros pedazos de tela sensuales que apenas cubrían las voluptuosas formas, no era para menos que Stuart algo desesperado metiera mano en esos cuerpos, arrancado las piezas faltantes, pues tenía un desespero total por querer verlas actuar.
Así putas, porque eso son putas sedientas de vergas, que solo les gusta calentar, si seguro hasta comparten cama y maridos, como son iguales ese par de pendejos, ustedes deben aprovechar – dijo Stuart mientras sacaba las prendas restantes y acomodaba un coño junto a otro antes de dejarles el resto, incluso manoseo un poco esos culos, si les babeo el mismo dildo.
Era genial, ver como ese pedazo de plástico negro se fue metiendo a ambos coños al mismo tiempo, ver como se perdía cada centímetro tragado por la carne jugosa, antes que los gemidos se hicieran demasiado fuertes, pues seguramente la talla era demasiado grande para lo que ambas estaban acostumbradas, pero con todo ello empezaron a jugar lentamente, entre suspiros de placer, sobándose entre sí moviéndose cadenciosamente, agitando esas tetas de forma casi hipnótica, mientras ambas intentaban esconder sus gemidos, sin imaginar que en la siguiente puerta, sus maridos hacían guarradas como ellas, aunque estos no podían decir nada, mientras que las mujeres solo callaban cuando se metían dedos en sus labios para humedecerlos e incrementar sus pasiones con estos, masajeándose entre ellas buscando aumentar el placer, era un movimiento constante, y sus piernas aun enfundadas en medias daban un movimiento completamente erótico, mientras ambas se perdían cada vez más en el juego, mientras su malvado cuñado se retiraba, más era por el tiempo que manejaba, pues no podía perderlo, aún tenía cosas que hacer, pero antes de continuar, salió de la casa, para dejar como lo había hecho en todas partes una cámara que grabara todo, pero esta la dejó en un pequeño departamento donde esperaba hallar una buena escena.
Eres una puta, mi puta, entendido – dijo Jhonny a Beatriz la criada.
Si soy su puta – dijo la sirvienta visiblemente afectada.
A su lado estaba Benny, pero este también se hallaba drogado, le habían metido un consolador en el culo, y se quejaba hasta perderse, pues no sabía controlarse, se había vuelto un peligro para el plan, si trato de violarse por la boca a la sirvienta porque no quería esperar, y por ello el mayor de los primos lo sacó del juego, mientras este disfrutaba de la criada a quien acostaba en la cama para besarla desesperadamente, tratando de sentir con su cuerpo desnudo cada centímetro de ella, aunque su ansiedad era evidente, pues no sabía por dónde empezar, y por suerte el instinto le dominaría para comenzar a sacarle la ropa a primera instancia, mientras seguía tratando de marcarla con su olor como si fuera un animal. Fue sacando el mandil, luego abriendo los botones del aburrido vestido azul claro, mientras su pequeña verga sobaba aquella tela en el área pélvica, tratando de alcanzar el deseado coño, el cual seguramente ya estaba humedeciéndose, pies al alcanzar las tetas, se prendería a estas como si fuera un bebe, chupándoles desesperadamente, jalando los pezones de vez en cuando, tratando de sacarle la ropa de manera torpe, logrando hacerlo con esfuerzos, casi atándola con su propia ropa cuando finalmente lograría dejarla con lo tan imaginado, una lencería blanca que contrastaba con su piel caoba, la cual comenzaría a lamer como si se tratara de chocolate, saboreando los pechos, pero bajando hasta llegar al ombligo, pero pasaría hasta llegar a un triangulito de tela que cubría el tesoro máximo. Pero no era suficiente, se levanto de su lugar para acomodarse en un 69, aunque la joven tendría que hacer un esfuerzo para alcanzarle la pequeña verga, y al comenzar cuando este le empezaría a comer su peluda concha, Beatriz dominada por la sugestión, más incomoda por la posición, pues el crio era más bien bajito, empezaría a meterle la lengua y un dedo por el culo con tal énfasis, que en cuestión de segundos acabo logrando que el pequeño pervertido se viera superado, empezando su primera corrida que caería sobre las tetas de la mujer.
Maldita puta, ahora si te romperé el coño, dijo el chico mientras se acomodaba, colocando las piernas de ellas en sus hombros, antes de empezar a meterle su pequeña verga en el coño, empezando a embestirla sin mucho cuidado, mientras iba abriendo los pliegues con su modesta verga, la cual sentía como si se fuera a quemar por lo ardiente de la morena.
Después de eso Stuart dejaría su lugar para ir por el plato principal, aunque antes haría un arreglo especial, pues no quería ser del todo descubierto, y hubiera querido tomar un disfraz de santa Claus, pero no lo consiguió, todos habían sido rentados para la fecha, pero al menos conseguiría uno de un osito polar como de cierta marca de sodas. Mientras el tiempo pasaba, un enorme botarga de oso blanco entraría para llegar con las niñas, quienes se aburrían viendo una película de navidad, mientras comían chocolates, pero cuando el osito llegó juguetón, con dulces de adultos, estas agarraron a manos llenas, o al menos eso pretendían, pues el tío pensaba en algo sumamente sucio, pues cada chocolate tenía una ligera porción de alcohol, mezclada con una droga para desinhibir completamente, lo que garantizaba su meta, llegaba con las nenas, para jugar, y solo por los chocolates que siempre les habían prohibido aceptaron, pues al menos Lety se sentía muy adulta, lo que aprovecharía el disfrazado:
Bien, este es el juego del osito, yo les haré preguntas o les daré restos, si ganan les daré dulces, si pierden un castigo, como un pellizquito, está bien – dijo el tío fingiendo la voz consiguiendo que todas las niñas, en especial julia se emocionaran.
Bien pequeñas, primera pregunta ¿Cómo se llaman? – y para el detalle acomodo una cámara de video, donde cada niña dijo su nombre, ganándose un chocolate que se comerían de inmediato.
Mm que rico – esta delicioso – mm son dulces de adultos – tito quiero más = dijeron las niñas al probar ese dulzor en sus boquitas, tras comer aquella bola de chocolate, que les hacia limpiarse los labios con gestos candentes.
La segunda pregunta sería igual de sencilla ¿Cuántos años tiene? Así que pronto comieron su segundo chocolate, la tercera tampoco sería difícil ¿Dónde estudian? Y llegaría una nueva bola de chocolate a sus labios, la cual disfrutarían bastante, pero su efecto ya se comenzaría a ver, si estarían más risueñas, muy juguetonas, sentándose mal, y es que por gusto de sus padres todas usaban vestidos, Lety la mayor usaba uno rojo con botones por la espalda, muy conservador, elegido por la abuela, y medias blancas que le hacían ver muy sensuales las piernitas, si al sentarse se le marcaba un calzoncito rosita, mientras que las gemelas usaban falditas rojas con suéteres negros, y unos chalecos que ya habían hecho a un lado, en el pelo se arreglaron con coletas, pero una usaba moños blancos, y la otra rojizos, aparte usaban calcetas que por el largo de la falda no se notaban que también enseñaron unos calzoncitos estampados, finalmente Julia usaba un vestido de una pieza con mangas largas, pero se le notaban una medias negras con zapatos rojos, y unos muslitos gruesos que deseaba comer cuanto antes.
En eso estaba cuando la mayor se quejaría, pues las preguntas eran demasiado sencillas:
Vamos tío, si son dulces de adultos, danos preguntas de adultos, o retos – dijo Lety muy segura, siendo eso era lo que esperaba el hombre.
Bien, siguiente pregunta ¿Cómo se llaman sus novios? – dijo Stuart para empezar a poner tensión.
Las niñas se quedaron apenadas, pues no tenían novios, ninguna, pero eso no evitaba que les gustara algún niño, y con pena dijeron.
Tommy, Zaul, Jimmy, leo – dijeron por orden de edad.
Pues me están mintiendo, porque esos son los niños que les gustan, pero no son sus novios, y acto seguido les dio un pequeño pellizco en las tetillas logrando sacarles un sonrojo.
Tito, eso dolió, fuiste malo – dijo la más pequeña.
Cierto, pero es la verdad, en compensación les daré otro chocolate, pero no vuelvan a mentir – dijo el hombre dejándoles probar otra bola de chocolate que endulzo sus labios, haciéndoles dar un gesto como si se fueran a correr en ese instante.
Eran 4 chocolates, y aunque la dosis fuera suave ya se notaba, en especial sobre la pequeña Julia, aunque no sabía que eso le ayudaría para cogérsela, así que continuó con su plan, pensando en otra pregunta que fuera subiendo la temperatura.
Bien niñas díganme ¿han besado a un niño? – dijo el osito sabiendo que eso era imposible, pues los niños seguramente estarían más interesados en otras cosas antes de prestarles atención a ellas, y fue obvio, no hubo nada.
No, fue una respuesta general que alegró bastante al osito quien vería como estas trataban de explicarse, con cualquier cosa, pero al final les diría.
Pues bien, eso no es posible, tengo enfrente a 4 preciosas niñas, y ninguna ha besado, los niños de ahora están muy mal, miren, primer reto, un chocolate a quien bese al osito para remediar el caso – dijo el hombre astuto.
Y la primera seria la mayor, quien se pondría en los brazos del hombre para ser besada, aunque la máscara no ayudo, pero un chocolate de su boca a la de ella acabaría por ayudar a sus planes, si aparte este tenía relleno especial, no solo en sabor, también porque tenía un ligero afrodisiaco, que empezaría a hacer que las tetitas de la niña se comenzaran a poner sensible, y las piernitas temblaron, también sintió un calor en su vulva, que le estaba quemando desde dentro, mientras era sostenida por el hombre, quien tomaba el control logrando que esta se retorciera mientras su sexo se despertaba al placer. Seguirían las gemelas y no pudo evitar cogerlas de sus culitos, también haría lo mismo, un chocolate en la boca a Mary, luego a Katy, quienes disfrutarían del sabor, pero también la misma reacción de su prima, siendo invadidas por un potente calor que humedeció sus cuerpitos, mientras el tío masajeaba sus redondas nalgas, como si intentara violarlas por los anos, si casi les baja los calzoncitos para hacerlo, pero debía esperar, finalmente llegó a Julia, a quien por la poca estatura debió cargar para casi meter su cabeza por la máscara, aunque la pequeña terminó aferrándose como araña al gordo cuerpo del osito, pero dándole una sensación placentera pues debido a toda la acción, y pues debajo del disfraz el hombre iba desnudo, pudo sentir la presión de ese pequeño cuerpo contra su verga, lo que le hacía tener ansias por comenzar a violarlas, pues notaba como la niña tras ese beso, empezaba a respirar ansiosa, ya que su cuerpo sentía una excitación terriblemente fuerte, si casi hurgo hasta la garganta con su lengua.
Siguiente pregunta, díganme ya que esto es de adultos ¿Quiénes han visto una polla? – dijo el tío malicioso, listo para empezar su plan.
Las niñas un poco sorprendidas, sonrojadas dijeron nunca haber visto uno, desde Lety que se mostro un tanto nerviosa, las gemelas que hasta se preguntaban qué era eso, pero Julia dijo haber visto el de su papi en una ocasión cuando se bañaban.
¿Qué es eso? – dijeron juntas las gemelas viendo a su tío, quien esperaba esa reacción.
Esperen, que esto no puede ser posible, nunca han visto una polla, sólo la mas chiquita, eso sí que está mal, entonces no podemos seguir jugando, esto es un juego de adultos o a menos que sean niñas grandes – dijo el oso aguantando su calentura, mientras les entregaba un chocolate mas.
Yo soy niña grande – dijo Lety ansiosa por continuar, siendo apoyada por las demás que comían su malvado dulce, que las haría quedar mas “encantadas”, sintiendo sus vulvas pedir verga aunque no sabían que era.
Ya eran las dosis suficientes, las niñas se veían perdidas, sonrientes, del ánimo perfecto, así que no había pierde, por lo que se fue preparar el terreno.
Bien, primer reto, yo les he dado muchos chocolates, pero quiero que ustedes me den un regalo de adultos – dijo el hombre sabiendo que eso las confundiría.
Las niñas se quedaron viendo entre sí, sin saber qué hacer, querían más chocolates, sus cuerpitos los deseaban, pero no sabían a qué se refería el señor oso, así que la más chiquita dijo:
Osito, pero ¿qué te regalamos que sea de adultos? – dijo la nena inocente.
Me pueden dar cualquier cosa, ya ven los adultos suelen regalarse ropa, de hecho lo más adulto es regalar hasta calzones – dijo con malicia el osito blanco.
Y antes que pudiera reaccionar las gemelas hicieron lo entendido y se fueron a sacar sus calzones frente a todas regalándoselos aun calientitos, con sus olores, incluso una manchita en donde deberían estar sus coñitos, por lo que este las tomo contento, a eso la pequeña julia pensaba como hacerlo, pues sus mallitas le estorbaban, igual las medias de Lety, quien no se quería quedar atrás, pero eso lo tenía contemplado el osito, acercando primero a la mayor y subiendo la falda, con una navajita le cortaría para sacarle su calzón, rosando su parte privada con toda la intensión de estimularla, de igual manera lo haría tallando la prenda, escuchando un leve gemidito, después siguió con la pequeña, pero a esta la empinó para grabarle el culito en todo su esplendor, un par de masas de carne blanca, que de pronto dejarían ver una cuevita lampiña con olor a aceite de bebe, mezclados con orines, y viéndose una ligera mancha por donde pretendía meter su verga. Una vez listas, las vio jugando mientras enseñaba sus coñitos, y por un momento aspiro esos calzoncitos el señor osito, sintiendo la esencia de niña virgen casi embriagándose mientras entregaba los demás chocolates que hacían su efecto.
Bien niñas, es momento de otro reto, también de adultos, quiero que den un beso especial, pero usaran la lengua ahora, como lo hice hace un momento, pero si lo hacen bien, aparte les daré un juguete de adultos, entendido – dijo el señor osito, mientras sacaba unos trapos con los que tapaba los ojos de todas.
Bien, yo primero – dijo Lety contenta de tener un juguete de adultos mientras las demás le seguían contentas, pues no entendían lo que iba a pasar.
Y obviamente el señor osito no metió lengua, sino su enorme tranca en la boquita, la cual unto en chocolate para que esta le diera el gusto de su vida, esta con torpeza chupaba aquel enorme miembro, que apenas entraba, pero la nena hacia un esfuerzo especial, pues podía sentir algo en su culo, y es que el osito maniobraba para empezar en verdadero juego, y estaba metiendo un vibrador en el culo de la niña, comenzando a estimularla, aunque no era tan difícil, ya que había cortado “por accidente” un poco sus medias, dejando su culo y concha expuestas, de todas maneras este gozaba con aquella tibia lengüita que le rosaba la punta de su polla, mientras soportaba las ganas de correrse en esa boquita, pero afortunadamente las gemelas quisieron tomar parte, y tomaron su lugar pronto, así que volvió a untar chocolate para que estas chuparan y disfrutar de ese juego, sintiendo como entre 2 lenguas se la pasaban jugando con el tronco, hasta la punta, viendo como sus lengüitas trataban del alcanzar cada gota de chocolate sobre su falo, mientras iba acomodando también entre sus pompis, el vibrador que las estremeció.
Tío, que me hace – dijo Mary.
Tío, me da cosquillas en la pompis – dijo Katy.
Es parte del juego, si aguantan hasta el final les daré una recompensa especial – decía mientras tomaba a julia, y le metía el vibrador en el culito, antes de meterle un dildo cubierto de chocolate, para acelerar las cosas, pues no iba a aguantar mucho, así se lo dejaría, a la niña, mientras este pensaba como continuar, pues ahora tenía a las 4 como quería, estaban demasiado risueñas, listas para sentir su verga, era el momento perfecto, así que dejó de lado a todas y les daría la última prueba, diciendo:
Bien, última prueba por 10 chocolates cada una, les haré unas travesuras, si gritan o se quejan pierden – decía el osito listo para lo que seguía, acomodando la cámara para que tomara mejor todo, y las niñas se emocionaron tanto que saltaban de alegría.
Así que el osito tomó a Lety, y le fue sacando la ropa, pronto su vestido junto a una playera de manga larga quedó en el suelo, quedando casi desnuda, si no fuera por sus mallas rotas exhibiendo su vulva por completo, pero sin demora con su calzón le ató las manos a su espalda, y la preparó, quería que todo lo tomara la cámara, y sin pensarlo mucho, abrió un agujero especial que había hecho en el disfraz y la fue a penetrar aprovechando que su verga estaba aun húmeda, si acaso apenas rozó un poco, dándole cosquillas a la nena que se ruborizó, pero se mantuvo callada, aparte que estaba muy caliente, aguantando la excitación, así cuando la acomodó entre sus piernas, exponiendo a la lente todo su coñito sobre la barra de carne, que rosaba su entrada, esta dejo ver como su coño estaba lo suficientemente mojado, por lo que resbalaría con cierta facilidad, si no fuera por lo estrecho de su cuevita, la nena aguanto el quejido, mordiéndose el labio, mientras el tipo entraba tanto como podía, amoldando el interior con su verga, que llegaba hasta lo más profundo mientras los jugos de ella facilitaban la tarea, logrando romper toda barrera de la niña que a partir de ese momento empezaría a gemir como una güila.
Si chiquita, eso se vale, gritar o decir cosas pierdes, pero gemir como putita en celo se vale – dijo el tipo mientras empezaba a embestirla con cierta suavidad sintiendo los pliegues de la nena abrirse.
Después de eso seguiría cogiéndola, disfrutando con cada embestida, en especial cuando su culito chocaba contra él, pues era un contacto especial, aparte que el osito podría ver como su verga, que salía de un agujero hecho en el disfraz penetraba tanto como podía ese pequeño útero, abriéndolo tanto como podía, mientras unos hilillos de sangre de su himen destrozado escurrían,
Sigue así pequeña, casi me vengo pequeña puta, ahora di El Osito me está Violando y me encanta – dijo el osito con furia al ver como la cámara lo filmaba dejando ver como penetraba a una niña de 9 preciosa, si sus tetas apenas nacientes solo se ponían puntiagudas, mientras solo vestía una medias rotas para que pudiera ser violada con total libertad.
El Osito me está violando y me encanta – gimió Lety haciendo un esfuerzo
Antes que se diera cuenta el morbo le hizo correrse, llenándole el coñito, quien al sentirse invadida por la corrida también se vendría en un fuerte gemido, quedando casi desmayada, por lo que tomó a una de las gemelas para continuar, y pudo ver con solo subirle la falda a una su coñito regordete sin bello alguno apareció majestuoso, al cual chupo para prepararlo, aunque eso fue difícil con la máscara, la botarga estorbaba pero era necesaria, al menos de momento, más apenas vio listo también se la fue a venir, aunque era una lástima porque el sabor de la nena era embriagador, si con ello no hizo falta chupada para ponerse tieso, pues le daba un morbo ese culito redondo que parecía pedir que lo violaran cuanto antes.
Ahora le toca a ti preciosa, si chillas pierdes, pero si gimes ganas – dijo el osito.
Ensartándole su verga que entraba fácil aunque esta era más estrecha, sintiendo una descarga por aquel contacto prohibido pero tan placentero, que le iba haciendo bufar como un animal mientras también ataba a la nena con su propio calzón, aparte disfrutaría de un gusto extra, pues el vibrador en su culito le estimulaba los suficiente para agilizar todo eso, si en más de una ocasión pudo sentir como esa pequeña vagina se movía de forma curiosa, como si se estuviera corriendo, mientras que la niña dijo:
Señor osito, esto me gusta, me gusta mucho, siga – rogaba Katy perdida en el placer, mientras comenzaba a correrse.
Eso se vale pequeña, quejarse está mal, pero gozarlo está bien – dijo el osito mientras aceleraba sus embestidas, disfrutando de la pequeña golfilla que tenía ensartada, casi a 4 viendo a la cámara mientras era casi convertida en muñeca.
Aquí te va tu primera recompensa – dijo el osito mientras se corría en ella y era perfecto porque la pequeña katy resultaba ser bastante fogosa, y se había estado corriendo siendo esta la 4 vez diciendo cosas que no se podían entender ahora.
Así que dejó a la nena sobre el sillón tomando cada plano de su cuerpo, poniendo atención en su coñito lleno de leche, y un poco rojo, luego siguió viendo a mary su hermana quien también sería ensartada, pues el dildo le estaba dando su primer orgasmo, pero en cuanto el osito sintió ese cuerpo, ese calor tan sensual, de nuevo el vigor lo invadió para continuar con el juego empezando a ensartarla con toda la malicia que se sabía, pues como ya se había corrido antes su verga estaba blanda, pero en cuanto sintió la carne, y la vibración del juguete, recuperaba fuerza, el ánimo de hacerla chillar, si esto le ayudaría a darle una experiencia nueva a la chiquilla que sentiría como la verga crecían en cada embestida, haciéndola pujar de dolor, abriendo más sus pliegues internos, pero lo estaba disfrutando.
Señor osito, se siente raro, pero continúe, me está gustando, siga, siga – pedía la pequeña mary.
Si preciosa, eso también se vale, rogar es muy cachondo – dijo con alegría el osito mientras encajaba como un loco esa verga, sintiendo como se abría a su gusto.
Y es que para ese momento, su verga estaba muy dura, llena de la sangre de los otros virgos, sintiendo como se abrían a ese placer, disfrutando completamente de todo eso, mientras controlada por el vaivén la forma en que temblaba el culito, que se retorcía un poco en cada penetración, si la pobre nena se perdía en el placer, y es que todo estaba perfecto para el morbo, el osito veía a la hermana igual que a la otra, solo usando unas calcetas hasta medio muslo con listones rojos, con zapatitos de charol, que enmarcaban las piernas, todo eso filmado por la cámara, que no perdía detalle, en especial de la piel que se estremecía con cada penetración, si hasta podría jurar que se marcaba su verga en el interior de la nena, sin contar que el gesto de la pequeña era un encanto, en especial cuando este se corrió dejándole la conchita llena de leche después de estarla bombeando como un loco.
Nos violaron muy fuerte – llegaron a decir las gemelas una vez juntas…
Después de eso, se vería fuera de la casa salir a un santa Claus de aspecto fornido, cargando una enorme bolsa donde sobresalían 3 nenas, Lety y las gemelas, quienes tenían vendados los ojos y las boquitas tapadas, eran secuestradas y depositadas en la parte trasera de un carro, mientras se veía atrás a su gordo tío, atado, amordazado, usando solo calzoncillos, este intento violarlas, y casi lo habría conseguido si no fuera porque alguien más se le adelanto, un pervertido que había llegado antes, ahora tomaba su recompensa, disfrazado de santa, dejando atrás un traje de oso polar, llevándose a las 3 nenas en su carro, oculto de otros, para sentarse luego frente al volante, abrirse el saco y decir:
Estas bien cariño – dijo el tipo robusto sobando a su amante en las nalgas.
Si querido, ahora seré toda tuya – decía Julia perdida en la lujuria mientras la verga del tipo estaba encajada en su culito que se abría de manera impresionante…
*****Perfecto se imprime, caballeros esto es oro, seguro en navidad ganamos bono extra – decía Razo a sus hombres tras acabar de grabar la película – Navidad Secreta XXX
Todos aplaudían por el éxito, y hubieran dicho algo, pero en ese momento el jefe del estudio callaba a todos porque su nieto Dany llamaba por celular y sonaba alterado.
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