FAMILIA: MI HERMANO (PARTE 2)

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Hiccup.
Papá entro en silencio a mi habitación, en voz baja intentaba despertar a mi hermano, Hugo fingió reaccionar ante su llamado y papá le dijo que tenía que ir a dormir a su cama, Hugo se levantó y se fue de mi cama, creo que papá le dio una nalgada pues fue lo que pude escuchar, Hugo me destapo un poco de las sabanas y empecé a sentir frio en mi nalguita derecha, me sentí nervioso a que mi papá se diera cuenta, y no debí de haberlo pensado porque así fue, creo Hugo ya se había salido; mi papá aún se quedó ahí tomo mis sabanas y antes de taparme me toco un poco mi nalguita desnuda y después me dio un beso en la espalda, dejándome tapado y se fue deseándome las buenas noches.

Durante varios días, casi todas las noches pasaba lo mismo, Hugo decidía ir a mi cama, se quitaba su ropa, me enseñaba como morderle sus pezones y como excitarlo de esa manera, terminábamos desnudos, tocándonos los genitales y dándonos besos de piquito, en otras noches, me enseñaba a chupársela mucho mejor, una noche decidimos dormir en su cama; para ese entonces ya llevábamos más de 2 meses desnudándonos, besándonos, chuparnos nuestros pitos y venirnos uno encima del otro, en medio de la cama, Hugo estaba acostado con las rodillas levantadas, yo le daba la espalda y le enseñaba mis nalguitas, Hugo me las acariciaba con una mano y con la otra se masturbaba su verga, me pedía mover mi cintura para hacer movimientos compases con mis nalgas, él lo disfrutaba tanto, y yo aún más con sus caricias y el ese afecto con el que me trataba y me quería. Sin que me lo dijera, me di la vuelta, me agache hasta su verga decidí metérmela entera, por suerte Hugo aún estaba en desarrollo y me cabía casi toda, como me lo había enseñado, con su verga casi toda en mi boca, primero iniciaría con un masaje por parte de mi lengua en su glande, Hugo no tenía ni voz para decir que tan rico sentía, en la habitación solo se escuchaban sus gemidos, incluso más fuerte de lo normal, ninguno de los dos pensábamos en si papá podía escucharnos, solo disfrutábamos el momento, sin sacarme la verga de Hugo de la boca, deje ahora que mis labios húmedos rodearan solamente la base, su glande se ponía aún más duro rojo, Hugo solo apretaba sus puños tomando un poco de las sabanas.

Una de sus manos tomo mi cabello y empezó a llevar el ritmo de los movimientos que hacía con la cabeza, – ¿te gusta mi niño? – me pregunto con voz excitada, yo solo le respondí con un “Mmm” aun teniendo su glande en mi boca; unos segundos después ya no era solo chupar su glande, Hugo tomo completamente el control de mis movimientos, hacía que me la metiera toda, y que fueran los mete y saca mas rápidos, me ladeaba la cabeza para lamerle el tronco de su verga, otras veces me alejaba de su verga y yo con ganas de seguir chupándola sacaba mi lengua y él tomaba su herramienta y la golpeaba contra mi lengua.

Creo que lo tenía tan excitado que me pidió por primera vez que le acercara mis nalguitas a su rostro, me iba a levantar para hacerlo pero me ordeno que no lo hiciera, que solo me girara sin sacarme su verga de mi boca, y así lo hice, yo tenía mi cara y mi boca fija en su verga y él tenía la suya fija en mis nalgas y mi hoyito, la sensación que sentí después fue indescriptible, incluso deje de lamerle la verga a Hugo sin necesidad de sacármela de la boca para poder sentir mucho mejor esa sensación, Hugo lo estaba haciendo extremadamente lento, la punta de su lengua subía y baja por mi raya de mi culo, y al pasar por mi hoyito, escalofríos en mis brazos y la espalda se presentaron, aun con calma y total lentitud Hugo detuvo su lengua en mi hoyito, su punta le daba círculos y a veces un arriba y abajo, como pintar con una brocha, mis gemidos eran ahogados por tener la verga de mi hermano en mi boca, más que gemidos eran gritos, grito de placer que quería dar por esa chupada de culo que me estaba haciendo mi propio hermano, quise voltear a ver como lo estaba haciendo pero me ordeno que no me sacara su verga de la boca, entonces volví de nuevo con mi labor y sintiendo aquella rica lengua en mi hoyito que poco a poco se abría y se cerraba por excitación y por dilatación que su saliva de Hugo me hacía.

No cambiamos de posición, ambos estábamos tan entretenidos con nuestras respectivas tareas, Hugo recibiendo placer en su verga y yo recibiendo el placer en mi culito. La verga Hugo empezó a palpitar, me la iba a sacar pero Hugo me detuvo, dejo de lamerme mi hoyito, se levantó y presiono mi cabeza contra su pelvis, 2 chorros potentes de leche salieron y llenaron mi boca seguidos de varios gotas de más leche que se resbalaban por su tronco y que yo los tomaba con mi lengua, dejo de apretarme la cabeza, me saque su verga y mantenía mi boca cerrada para no dejar escurrir ninguna gota del manjar de mi hermano, el tomo mi quijada y me guio a sus labios, donde nos besamos e intercambiamos la leche de mi hermano, nos terminamos la leche entre beso y beso, me puse de nuevo en posición para que Hugo siguiera comiéndome el culo, pero el solo me dio unas nalgadas y me dijo que ahora no, me tomo de la cintura y me llevo a recostarme a lado de él, le pregunte qué porque ya no me seguiría chupando mi hoyito y el me contesto que primero tenía que ver lo que me iba a hacer para estar preparado, y así él tenía tiempo para saber hacérmelo bien y que yo pudiera disfrutarlo al máximo, Hugo prendió el DVD y la televisión y me puso una película porno bisexual donde obvio la mujer era penetrada por un hombre musculoso y con una verga demasiado enorme al igual que aquel hombre estaba siendo penetrado por un señor bigotón que al mismo tiempo que le introducía su verga al musculoso también le pellizcaba sus pezones, eso me puso caliente, Hugo me chupaba y me mordía un pezón mientras me masturbaba mi pequeña verga, minutos después me vine en su mano, Hugo se llevó mi leche a la boca y me dio un beso, volvimos abrazarnos mientras veíamos la porno.

– Mira, el sábado que papá se va de viaje, lo hacemos, te juro que lo hacemos…
– Lo prometes?
– Claro que si lo prometo, Leo eso que viste en la porno te lo quiero hacer, por eso dame tiempo para saber cómo hacértelo, quiero que sea especial para ti.
– Te amo Hugo.

Hugo apago las luces y sin taparnos nos quedamos dormidos, yo recostado en su pecho y mi pierna izquierda sobre sus piernas y Hugo abrazándome por la espalda. A la mañana siguiente, me desperté, y reaccione preocupado al ver que estaba en mi habitación, desnudo y solo encima de la cama, sin siquiera taparme, tome unos calzoncillos de mi cajón y baje al comedor donde Hugo y papá estaban, ambos me sonrieron y me invitaron a sentarme a desayunar con ellos, Hugo estaba de lo más tranquilo, ya con su uniforme, papá terminaba de tomarse su café, se levantó de la mesa y nos tomó a ambos de la cintura y se despidió sin antes decirnos que nos quería y que estaba orgulloso de nosotros, le dio un beso en la frente a Hugo y a mí me abrazo mientras mi acariciaba mi ingle y metía sus dedos por el resorte de mi calzoncillo, papá nos soltó, nos dio a ambos una nalgada y se fue diciéndonos que nos fuéramos con cuidado a nuestras escuelas. Hugo se volvió a sentar y a terminarse su desayuno.

– Hugo?
– Leo, apúrate que se nos hace tarde, y tienes que ponerte tu uniforme, no te iras así a la escuela…
– Hugo, tu me… me moviste de habitación ayer en la noche?
– No, fue papá quien te cargo desnudo de mi cama y te llevo a la tuya.
– Como?

Hugo se terminó el desayuno y se levantó con una sonrisa en la cara me daba un beso en la boca, todo el día estuve pensando solamente en papá cargándome desnudo de la habitación de Hugo done también Hugo estaba desnudo, no sabía si papá lo había regañado o que había pasado.

En la noche, esperaba con ansias de que papá se fuera a dormir para que Hugo y yo volviéramos a tocarnos y querernos como casi todas las noches lo hacíamos, pero cuál fue mi sorpresa que tanto Hugo y papá me mandaron a dormir temprano, yo con enojo me despedí y me fui a mi habitación, papá y Hugo se quedaron en la sala, con la televisión un poco alta, no podía escuchar que era lo que estaban hablando o haciendo, estaba asustado de que papá nos impediría que estuviéramos juntos Hugo y yo, pasaron las horas y solo escuchaba la televisión, el sueño me venció y quede dormido.

Lo mismo paso el jueves por la noche, me habían mandado a dormir temprano, Hugo no volvería a subir conmigo para besarnos y tener un poco de placer, pero ahora los sonidos que escuchaba eran extraños, igual la televisión estaba prendida, solamente que esta vez con el volumen bajo, mi curiosidad me hizo salir de mi habitación y tratar de espiar que estaba pasando, pero no podía ver nada, desde las escaleras la sala no se lograba ver, y no pretendía bajar pues la madera de las escaleras rechinaban al momento de pisarlas, solo me dedicaba a escuchar, en la tele sonaba solo música de tipo películas porno, de aquellas que ponen cuando hay cogidas, yo conocía exactamente el tono de voz de papá, y en ocasiones escuchaba gemidos de él, sabía que eran de él, y entonces todo me quedo claro, exactamente en la televisión veían una película porno, pero no hetero, sino gay, y creo que de genero incestuoso, como en las películas porno casi no hablan, lo poco que alcanzaba a escuchar y decían era frases como “te gusta hijo, toda la verga de papá” pero la voz de Hugo fue lo que hizo que mis dudas fueran ciertas, cuando lo escuche preguntarle a papá que si podía metérsela toda, me quede tanto sorprendido como ya excitado, un rato después papá le confirmaba que ya estaba toda adentro y poco a poco los gemidos de papá y Hugo se mezclaban, yo me fui a mi habitación y me avente a la cama solo intentaba dormir. El viernes por la noche lo mismo paso, me mandaron a dormir temprano, en ese entonces yo ya no hice ninguna objeción, ni tampoco tenía la curiosidad de lo que estaban haciendo, tenía claro que era lo que iban hacer a continuación, solo intente dormir y a los pocos minutos así lo hice.

El sábado por la mañana, los tres desayunábamos en la mesa, Hugo y papá se mostraban tan tranquilos, papá me preguntaba cómo me iba en la escuela y Hugo me decía que jugaríamos mucho Xbox todo el fin de semana, poco a poco me fui sintiendo tranquilo entre la plática, llego la tarde y papá estaba haciendo sus maletas, como las 6 de la tarde ya estaba listo, nos estábamos despidiendo de el en la entrada, él nos abrazó y a ambos nos apretó las nalgas, nos tomó del hombro y nos dijo que nos divirtiéramos y nos guiño el ojo, Hugo sonrió y papá se fue en el taxi para ir al aeropuerto, en cuanto cerramos la puerta de la casa, Hugo me tomo de la mano y puso música lenta en la radio, puso su manos en mi cintura y me beso por un largo tiempo, no fue un beso de calentura, fue más un beso cariñoso, un beso con sabor a que tanto me quería Hugo, me susurro al oído que me metiera a bañar para estar listo en la noche, me volvió a dar un beso y me fui corriendo al baño, me despoje rápidamente de mi ropa, abrí la regadera y me dispuse a bañarme, pero entonces hubo una sorpresa aún mucho mejor, mientras me enjabonaba el cuerpo, sentí la mano de Hugo acariciar mi espalda

Inmediatamente me di la vuelta, estaba completamente desnudo y ya con su verga parada, se la tome y quise bajar para empezar con mi mamada, pero Hugo me detuvo, me pego a él y me empezó a besar, con tanta pasión, me empujo a la pared y continuo el beso, con una mano me sostenía de la cintura mientras que con la otra se recargaba en la pared mientras el agua le caía por la espalda y el cabello, fue bajando poco a poco por mi cuello, se entretuvo un poco con mis pezones, los mordisqueaba, los jalaba con los dientes, volvió a bajar lentamente con la lengua hasta mi ombligo, la introdujo en él y la sacaba seguido de mi ombligo, de nuevo najo y empezó a oler mi entrepierna, detrás de mis genitales, se los restregaba en la cara, se los pasaba por los ojos, me los lamia, se los metía en la boca, y después empezó con su manjar de mamada, estaba en las nubes, por varios minutos el placer que disfrutaba era mil veces mayor a las otras noches anteriores, se levantó rápidamente me beso y se puso derecho, me tomo de la nuca y me fue acercando a su pecho, a él el agua de la regadera le caía directamente, le mojaba toda la cabeza, el agua recorría sus hombros, pasando por su pecho y sus brazos, siguiendo su camino por el abdomen y tocando su hermosa verga, yo decidí hacerle lo mismo, le mordía ambos pezones, mi hermano gemía de placer, bajaba por su abdomen, besándolo, lamiéndolo, le hice lo mismo en su ombligo como el me lo hizo a mí, por fin llegue a lo que más quería, estaba justo frente a ella, mientras el agua también rebotaba sobre mí, la tenía enfrente, deleitándola, no me la metí inmediatamente, abrí la boca y le di un lengüetazo, la verga de Hugo se movió por mi lengua, y daba pequeños movimientos, para hacer que dejara de moverse hice lo que sabía hacer mejor, de una vez me la metí toda en la boca

Hugo puso sus dos manos en mi cabeza y empezó a mover las caderas haciendo que su verga se saliera y volviera entrar sin necesidad de moverme yo mismo, a pesar que el agua a veces me entraba en los ojos, alzar la mirada y ver como se movía Hugo, como se contraía su abdomen al mover su cadera y el agua como baja por todo su cuerpo era estupendo, no me dejo chupársela por más tiempo, levanto y me dio media vuelta, su verga se metía entre mis nalguitas, el me abrazaba por la cintura, me acariciaba mi pancita, mis pechos y me pellizcaba los pezones mientras me besaba el cuello y restregaba su verga en mi culo, me soltó y sin darme vuelta bajo hasta una de mis nalguitas y la mordió un poco, yo di un grito, pero de placer, aun mas grite de placer al volver a sentir su lengua lamer lentamente mi hoyito, no nos movíamos de lugar, el agua ahora caía sobre mí, y recorría toda mi espalda hasta llegar a mis nalguitas y a la cara de Hugo, mi hoyito ya se abría, como queriendo comerse algo, Hugo se levantó y me inclino un poco, cerro la llave de la regadera, se escupió algo de saliva en la mano y me la paso por mi anito, – tranquilo, lo haré despacio. – fue lo que me dijo en un tono de tranquilidad y ternura, a pesar de estar algo inclinado, Hugo tuvo que doblar un poco sus rodillas para que su verga estuviera al vuelo de mi hoyito, di un pequeño brinquito cuando sentí su glande tocarme mi agujero, el agarro con firmeza mi cintura y con lentitud fue metiendo poco a poco su verga, yo daba gemidos de dolor y le decía que dolía, pero el acariciaba mi espalda y me decía que estuviera tranquilo y relajado, en un instante ya no sentí que se movía Hugo, gire mi cabeza y lo vi quieto, y con una cara de satisfacción, le pregunte qué había pasado y solo me indico que ya había entrado toda, me alzo un poco, no tanto para que no se saliera su verga de mi culito, me beso el cuello, tu pecho y su abdomen los sentía pegados a mi espalda, y entonces empezó Hugo a moverse lentamente

Los primeros movimientos sentí un dolor, un pequeño dolor alrededor de mi culito, pero poco a poco se iba remplazando por un placer y cosquilleo que sentía con el vaivén que Hugo estaba haciendo lentamente, poco a poco me apretaba más mi pancita y me besaba más apasionadamente el cuello, el placer iba incrementando al mismo tiempo que Hugo aumentaba la velocidad, mis gemidos eran más seguidos, sentir su verga entrar y querer salir de mi hoyito era genial, estupendo! Hugo acelero aún más, ya no estábamos pegados, me volví a inclinar sosteniéndome de la pared, Hugo me sostenía con una mano de la cintura y con la otra acariciaba mi pancita, en esa posición tenía más la libertad de sacarla completa metérmela de nuevo, cada vez que la sacaba hacia un gesto de placer tanto el como yo, y cuando me la metía ambos gemíamos, estábamos sincronizados en eso, cuando su verga estaba fuera de mi hoyito, sentía el aire fresco entrar por ahí, y cuando volvía a metérmela, el frío se volvía calor, no la seguimos así, el me la metía y la sacaba lomas rápido que podía y yo disfrutaba como nunca, era algo que nunca había sentido antes, era mi el final de mi iniciación al sexo, era mi primer conocimiento sobre lo que tenía o lo que me tenían que hacer. Hugo la saco, me levanto y me dio otro beso en la boca, nos salimos sin taparnos con las toallas y nos fuimos a su cama, él se recostó en ella y me indico que me pusiera encima de él, me indico que con una mano me guiara su verga a mi hoyito y que poco a poco me fuera sentando en él; el me tomo de la cintura mientras poco a poco me iba sentando en su verga – ohh sii! Ahhahh!! – ambos solo decíamos eso, cuando ya la tenía de nuevo adentro

Empecé a moverme como si estuviera brincando sobre de él tal como el me indico – ohh si mi bebe! – era lo que Hugo me decía a cada rato, mi cabalgata no era rápida, todo era tranquilo, a veces le decía que la quisiera tener adentro su verga de nuevo cuando estuviera más grande, él me contestaba que así seria, el placer hizo que tuviera más ganas de tener su verga en mi culito, así que sin pensarlo empecé a brincar con más rapidez, mis gemidos se aceleraron, Hugo empezó a darme nalgadas y nos besábamos, en otros momentos me la toda y de un sentón me la volvía a meter – Mmm, Mmm!! – era lo único que podía sacar de mi boca, Hugo levanto sus rodillas, yo me hice para atrás y me sostuve de ella mientras seguía cabalgando a mi hermano, después de un rato me había cansado de moverme rápido, aun así en esa postura me incline para dedicarme a besar a Hugo mientras él ahora se dedicaba hacer el mete y saca, me levanto y me indico que me diera vuelta, me las piernas y me recosté en su pecho y me sostenía de la cabecera para no perder el equilibrio, y de nuevo Hugo me cogió, estuvimos así por varios minutos, muchos minutos, el moviendo las caderas para hacer que su verga se moviera en mi culito, en un espejo lograba ver algo de nuestra posición y un poco de cómo me entraba y me comía la verga de Hugo por el culo, eso me excitaba, me excitaba ver como teníamos sexo, con los movimientos de cintura de Hugo y mis rebotes que daba, su verga se salió de mi hoyito, inmediatamente, con deseo y excitación la tome y me la metí con rapidez, no me importo la brusquedad con la que me la metí, quería verga de mi hermano, Hugo empezó con el movimiento ahora más fuerte, mis gemidos eran más largos, más altos, y empezó acelerarse, su respiración era más agitada, soltó mis piernas y se dedicó a jalarme mis pezones, y morderme una oreja, con una mano tomo mi verguita y me empezó a masturbar, ya no aguantaba más, estaba a punto de explotar de placer, Hugo también, pues su movimientos eran aún más rápidos, sin avisarle me corrí en mi pancita, Hugo fue tomando poco a poco mi lechita y me lo daba con su dedo a la boca, Hugo me saco su verga y me acostó en la cama, me abrió la boca y me metió su verga, me empezó a follar la boca y a los pocos segundos se corrió, sus chorros de leche caían en mi lengua o hasta la garganta, el me pidió que me los tragara, cuando lo hice, saco su verga y estaba limpia de semen, se acostó alado mío y me dio un beso, me abrazo y prendió la televisión.

– Papá sabe de nosotros verdad?
– Si…
– Él te enseño como hacérmelo cierto?
– Quería que tu primera vez fuera como fue la mía, papá me dijo como hacerlo sin lastimarte…
– No entiendo… Papá no piensa mal de todo esto?
– No, Leo, mi primera vez fue con papá, cuando tenía 14.
– Como empezó todo?
– Con toqueteos, igual como empecé contigo, pero con él fue aún más pronto cuando me cogió, papá estaba tan excitado por mí que no aguanto y en una noche me pidió que se me dejaba cogerme…
– Y esta es la primera vez que has penetrado?
– No, cuando cumplí los 15 papá me dio el regalo de dejar que lo cogiera, y antier lo volví hacer…
– Crees que pueda yo cogerte?
– Ya veremos chaparro, creo que tendremos que esperar que tu verguita crezca un poco más.

Hugo me agarro mi genitales y los apretó un poco, me abrazo y nos dedicamos a ver películas, durante todo ese rato no dejaba de pensar en papá, en si me haría lo mismo que le hizo a mi hermano, pasaba el tiempo, y cuando me imaginaba a papá desnudo y tocándome mi verguita se paraba, Hugo lo notaba y me la jalaba por un rato, a el también a veces se le paraba, la metía en mi culito y la dejaba un rato ahí, hasta que se le hiciera flácida y saliera sola, yo no podía esperar que podía pasar después, poco a poco me quede dormido, sintiendo la verga de Hugo entre mis nalguitas y abrazándome…