Familia prestada
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola como les va la vida? es la primera ves que cuento esto y aprovecho el anonimato de esta página para hacerlo, mi nombre, digamos que es Matias ahora tengo 39 años soy morocho, alto, con físico conservado y atlético, toda mi vida fui gendarme y hace casi 10 años que estoy casado con una mujer llamemosla Marina con un año menor que yo, de cuerpo es gordita con senos muy grandes y caderas anchas aunque muy bella de rostro, rubia y con ojos claros, se notan los años de trabajo en el campo que lleva, y con nosotros vive nuestra hija, que es adoptiva para mi.
Pero esta familia no era mia, todo comenzó cuándo recibi la noticia que me trasladaban en mi trabajo ha una provincia del sur, allí vivía la familia de un compañero de trabajo y me dijo que busque hospedaje en la que era su casa ya que el hacia años que no volvía, porque al estar casado no te cambian de destino.
Resulta que la casa a la que el me envió era la casa en la que vivía su mujer y su hija, familia que yo y todos sus amigos desconocíamos ya que el tenía una nueva familia en buenos aires, su casa era muy humilde su esposa que siempre lo esperó tenía en aquel entonces 28 años algo gordita, pero apetecible y su hija de 11, una niña de rostro hermoso igual que su madre pero muy delgadita, cola redondita muy chiquitita y perchos apenas en desarrollo, solas vivían en el campo trabajando con los animales de la granja y arriando las ovejas, la primer semana todo era normal yo trabajaba 24 por 72 de franco y cuando estaba en la casa ayudaba en las cosas pesadas del campo, la pequeña casa sólo tenía un comedor grande y una habitación pequeña donde sólo entraba la cama de dos plazas y el placard, allí dormían las dos mujeres.
Mi calentura despertó cuando vi que Marina se iba a bañar y la llamó a su hija para que también se bañe ya que hacia tres días que no se bañaba, se me ocurrio mirar por uno de los tantos agujeros que tenía la madera que dividía el baño del comedor y sólo estaban tapados con papel higiénicos, lo que vi me calento, la madre enjabonando el cuerpo de la hija y viceversa, ver esa niña enjabonando los enormes pechos de su madre y luego ver como se perdía su pequeña mano enjabonada perderce entre los enormes glúteos de su madre me puso caliente como burro.
Tanto que a penas salieron me me meti al baño a masturbarme, tome el calzón de Marina para ver si estaban sucios y estaban bastante limpios así que me los enrede en la pija para empezar a masturbarme, en eso escucho que Marina me pide disculpas por no sacar los calzones palomeados de su hija, ahí fue cuando los vi, efectivamente estaban manchados, sobretodo con palomitas, (manchas marronsitas de la colita) me los acerque a la nariz y ufff!!!! realmente apestaba, no dure ni dos segundos y oliendolos acabe en los calzones Marina.
El terror comenzó cuando vi un ojito que me espiaba, era la pequeña Paula, que al salir me preguntó sin pudor alguno que hice con la ropa interior de su mama que estaba toda babosa, yo me puse rojo, pedía por favor que la tierra me trague, pero marina se lo sacó de la mano también colorada y puso todo a labar, a la noche recibí la visita de Marina en mi cama, que con pretexto de que el marido no volvia desde hace años quería desquitarse.
Así inició mi relación con Marina, ella era siempre muy complasiente, me permitía penetrarla por todos los orificios que queria cuando y como quería, siempre y cuando la hija no nos vea, es más siempre se tragaba hasta la última gota de leche, así pasaron dos o tres meses, pero siempre seguí con mi fetiche vivía masturbandome oliendo los calzones de paulita que por el frío o cosas de niña nomas, no se quería bañar, con el tiempo me hice más compinche con paulita y empezamos a dormir los tres juntos en la cama grande ya que más de una vez nos vio besándonos la niña, y hasta descubrí que era ella quien me espiaba en el baño.
También Marina descubrió mi gusto por oler los calzones sucios de su hija y lejos de enojarce me los daba para que los huela y acave más rápido cuando por las noches me la chupaba una vez que paulita se dormía, una vez le regale ropa interior a Marina y estábamos sentados en el campo solos paulita y yo , y me preguntó porque su mama y yo hacíamos todo lo que hacíamos y si por eso yo le compraba cosas entonces yo le pregunte, que haciamos, entonces paulita me enumeró cada una de las veces que su madre y yo teníamos sexo.
Me sorprendí al ver que la niña sabía mucho más de lo que me imaginaba, entonces me dijo que ella también quería ropita y demas cosas y que si yo quería ella me hacia, si querés dale le dije y me desabroche el pantalón, ella solita la término de sacar y me la empezó a pajear, esa primera vez acave enseguida, me calentó muchisimo que esa niña me la jale pero a la tercera o cuarta paja ya le costo más sacarme la leche, le regale un piyama de short y remera con dibujitos re lindos con lo que ella quedó súper contenta.
Entonces le propuse que para sacarme la leche más rápido me deje darle besos, ella con cara de desconfiada me dijo que la madre le dejaba tocar penes sólo con la mano y que ni la boca ni nada más podía apoyar si quiera un poco, pero la convensi prometiendo que sólo yo la besaría.
Estábamos en la casa, era la hora de la siesta, la hora en la que siempre estábamos solos porque su mama se iva a hacer los mandados y labar la ropa al río, se acostó a mi lado y metió la mano para empezar su paja diaria, entonces yo la bese en los labios, sentía como esa niña se estremesia y muy hábilmente enredaba su lengua con la mia, cuando la senti bien caliente, tanto que yo la dejaba de besar, ella buscaba mi boca, me decidí a bajar pero la niña me paro en seco y me dijo que ese no era el trato, que primero le tenía que preguntar a la madre.
Yo me quede helado pensando que si le cuanta a la madre, paulita se dio cuenta y me dijo que ella hace como que tiene de novio al hijo del peón del campo de al lado, si querés te doy mi bombachita se que te gustan, te vi en el baño, entonces se paro en la cama dispuesta a sacarsela, pero se detuvo y me dijo que no porque estaba toda mojada, yo le rogué prácticamente que me la dé y ella aprovecho la situación, me pidió una bombacha y golosinas para la próxima vez que vuelva del trabajo, yo accedí inmediatamente y ella se quitó los calzones y me los dio.
la verdad no tenían mucho uso por lo tanto no tenían el inconfundible olor de la cola de Paulita, pero a cambio estaban impregnados en su flujo, que tenía un olor muy suave y de sabor saladito, la niña se arrodilló entre mis piernas y con ambas manos me pajeo como toda una experta, entre eso y los olores de la niña acave pronto.
Esa noche a penas apagamos la luz la empese a toquetear a Marina, mi plan era que la niña escuche y quiera probar lo rico que es que te chupen la concha, para eso me meti debajo de las frazadas y me puse a comerle la concha a conciencia, concentrado sólo en darle placer, así fue que Marina tubo dos orgasmos que poco pudo callar con la almohada en la cara, así que la puse boca a bajo para chuparle el culo, en eso siento un tirón de pelo, era la niña quien enojada me decía que no siga, yo la mire y lentamente fui subiendo por la espalda de Marina, le seque el culo con la sabana para que su quejido fuera más fuerte y le dije a Marina que le iva a tapar la boca para que la hija no la escuche, Marina asintió con la cabeza y la agarre con la mano izquierda haciendo que gire la cabeza en ese sentido, quitando de su vista a la niña que se encontraba a su derecha, asi me dispuce a penetrarla el dolor fue ahogado en parte ya que los quejidos se sentían como suaves gemidos, mientras tanto yo miraba como la niña no perdía detalle de lo que hacíamos, la empecé a embestir con fuerza a la madre haciéndole dar gritos ahogados por mi mano, entonces la niña hizo algo que no me esperaba, me beso en la boca tal como lo había hecho en la tarde y enseguida me vacíe dentro de su madre, ella sólo sonrió como si aqueyo fuera una más de sus travesuras.
Esa niña ya me tenía loco y me sacaba lo que queria hasta me prohibió que me coja a su madre, de lo contrario no me sacaría más la leche…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!