FANTASIA DE MI MADRE POR UN NEGRO
En las pasadas vacaciones fuimos a una isla de centro américa y pasamos unos días maravillosos, pero quien mejor la pasó fue mi madre. Ella es una mujer relativamente atractiva con algo más de cuarenta años y tiene mucha facilidad para entablar relación con quien sea. .
En las pasadas vacaciones fuimos a una isla de centro américa y pasamos unos días maravillosos, pero quien mejor la pasó fue mi madre. Ella es una mujer relativamente atractiva con algo más de cuarenta años y tiene mucha facilidad para entablar relación con quien sea.
En este viaje fuimos mis padres, mi hermana y yo. Mi hermana tiene apenas doce años y yo diez y ocho. Este año yo termino mis estudios básicos antes de ir a la universidad.
Mi padre es un hombre muy tranquilo, pasivo y mi madre es un huracán. Una noche ella propuso que fuéramos a la discoteca del hotel, a mi padre no le agrado mucho y puso como inconveniente quien iba a cuidar a mi hermanita.
Finalmente, como a las diez de la noche yo bajé con mi madre a ver como estaba el ambiente. Entramos nos dieron una mesa un poco distante de la pista de baile, porque ya se encontraban muchos huéspedes del hotel. Había jóvenes y adultos, vi unas mujeres jóvenes como europeas interesantes para compartir la noche, me acerque a ellas y les entable conversación gracias a que hablaban inglés. Antes de lanzarme mi madre me dijo… Ve y disfruta la noche que yo me distraigo observando el ambiente y disfruto este mojito.
Le hice caso, pero por momentos regresaba a la mesa para ver cómo se encontraba y en una de esas encontré que ella estaba hablando con un hombre negro originario de la isla y al acercarme el señor se levantó y me saludo cuando mi madre le dijo… te presento a mi hijo.
Él le dijo a mi madre… Caray que hijo tan grande tienes, siendo una mujer tan joven.
Mi madre riendo le dijo… Muchas gracias por tus palabras.
Como vi que mi madre estaba bien, volví donde las amigas recién conocidas no teniendo competencia porque eran tres mujeres y un solo hombre.
En un descanso fui al baño ubicado en el segundo piso y desde allí se divisaba toda la pista de baile y antes de entrar al baño di una mirada panorámica a las personas que bailaban en la pista y observé que mi madre estaba bailando con el hombre moreno que me había presentado en la mesa.
Al salir del baño volví a dar una nueva mirada y encontré que mi madre y su acompañante bailando muy pegaditos. Me quede un par de minutos observándolos y note por momentos que este señor acariciaba el cuerpo de mi madre más de la cuenta igual que lo hacían otros con sus parejas, era media noche, cuando la gente tiene más de una copa encima por eso nadie se preocupa por los vecinos.
Pensé, bueno si mi padre no le presta atención a mi madre, entonces no está mal que ella se divierta un poco. Me reuní con las nuevas amigas y sabiendo que mi madre tenía compañía, me desentendí de ella. Como a la una de la madrugada, volví a subir al segundo piso para una nueva panorámica de la pista de baile, pero no vi por ninguna parte a mi madre, fui a la mesa y no estaba, sali de la discoteca que está rodeada de jardines, con iluminación apenas con lo necesario como para no tropezar. Y caminando fui a una distancia como de una cuadra pareciéndome ver una persona vestida de blanco que se movía. Me acerqué con cuidado porque sentí miedo del lugar desconocido. Cuando logré acercarme suficientemente identifiqué al señor que me había presentado mi mama en la mesa y con él, increíblemente estaba mi madre. Me quede petrificado y mis ojos clavados en ellos.
Solo escuchaba el susurro de sus voces y de pronto una que otra frase como cuando él le dijo con su acento caribeño… No, no, tranquila aquí no viene nadie en la noche.
¿Y mi hijo? dijo ella
Él se está divirtiendo con sus amigas.
Y comenzaron a besarse, yo no sabía si acercarme a interrumpirlos o dejar que mi madre se divirtiera un poco. Imagine en medio de mi ingenuidad, que solo serían besos y caricias en sus cuerpos, Pero con el paso del tiempo, el señor se quitó el pantalón corto que tenía y luego le quito el panty a mi madre.
Las caricias en sus sexos se intensificaron, él acariciaba la concha a mi madre y ella masajeaba la verga de él, la cual me pareció muy grande. Sus respiraciones se podían escuchar a pesar de la brisa del momento.
De pronto él hizo girar a mi madre y ella se inclinó hacia adelante soportando su cuerpo con sus manos apoyadas en el tronco de un árbol grande. A continuación, él levanto su falda y la acomodó arriba de su cintura, quedando a la vista sus hermosas nalgas blancas.
A continuación, él tomo su verga y comenzó moverla por en medio de las nalgas de mi madre y ella le dijo… por favor despacio, la tienes muy grande.
Él puso saliva en su mano y la esparció en su verga y luego hizo lo mismo pero esta vez su saliva fue al sexo de mi madre.
Varias veces intento penetrarla, pero no lo lograba hasta que ella tomo su enorme verga y la puso en el sitio indicado, iniciándose una penetración lenta. Ella por momentos le decía para, para, se detenían y luego seguían y así se repitieron las detenciones hasta alcanzar la penetración total. Cuando eso sucedió ella le pidió que esperara un momento, hasta cuando le dijo… ya. El comenzó a mover su cadera hacia adelante y atrás y esa enorme verga salía y luego se perdía nuevamente dentro de ella. Con estos movimientos, los dos se fueron excitando y note que mi madre trataba de disimular sus gemidos para no llamar la atención.
Así estuvieron al menos diez minutos en que los dos finalmente desahogaron su excitación. Al terminar y cuando él saco su verga de la concha de mi madre, vi que escurrió de en medio de las piernas de ella el semen que él le acabada de dejar dentro.
Se dieron mutuo agradecimiento, él más que ella le decía… eres la diosa del amor y ella solo decía gracias, gracias, lo disfrute mucho. Él le alcanzo a mi madre el panty que estaba colgado en una rama y cada uno se vistió.
Luego caminaron de regreso a la discoteca, entraron y fueron directo a la mesa. Yo entre tratando que no me vieran, fui donde mis amigas, bailé un par de melodías y luego fui a la mesa. Cuando llegué mi madre estaba sola y me dijo… ¿Hijo crees que ya nos debemos ir? Si mama, le respondí.
Ella me dijo pide la cuenta. Nos trajeron la cuenta, ella pagó y salimos camino a nuestras habitaciones, en el camino que eran como doscientos metros le dije a ella… ¿Estuviste contenta? Me respondió… si la pase bien.
Y que tal tu amigo, ¿te trato bien?
Si, porque, me preguntas eso.
Porque casualmente te vi follando en el jardín, pero no te preocupes que nadie lo va a saber, yo seré tu cómplice, solo quería saber si habías disfrutado la follada porque ese señor tiene una verga muy grande.
Ella se detuvo y en voz muy baja me dijo… Gracias hijo por ser mi cómplice, pero nadie puede saber esto. Te voy a confesar que esta era una fantasía que tenía desde joven, follar con un negro.
Tranquila mami, si quieres volver en estos días yo te acompaño, y te confieso también que me excito mucho verte follar.
Ella me abrazo y me dijo… Te amo, gracias hijo, te amo y seguimos camino a la habitación. Al entrar, como era una habitación grande para los cuatro, ella fue directo al baño y tomo una ducha, seguro para borrar las huellas de su aventura.
Dos días después volvimos a la discoteca e igual mi padre y mi hermanita se quedaron viendo televisión. Al comienzo de la noche el señor no apareció y como tampoco estaban las chicas de la vez anterior, estuve bailando con mi madre y tenerla entre mis brazos rodeando su cuerpo me excitó por momentos.
Como a las once de la noche apareció el amigo de mi madre, entonces le dije a ella, ve a la mesa que yo me quedare por ahí. Me fui al bar pedí una cerveza y me quedé observando a la distancia la mesa de mi madre. Cuando vino su amigo, unos minutos después estaban bailando, luego regresaron a la mesa y más tarde los vi salir de la discoteca. Los seguí, mi madre tuvo la gran idea de volver al mismo sitio de la vez anterior y yo me moví con cuidado.
En esta oportunidad la follada fue de frente, se quitaron los pantalones, ella se recostó contra el árbol, corrió su pelvis hacia adelante, separo todo lo que pudo sus piernas y su amigo comenzó a besarla y a mover su verga a todo lo largo de la concha de mi madre e igualmente como antes su enorme verga taladro la concha de mi madre al menos unos cinco minutos, hasta alcanzar ella su orgasmo y él su corrida, después de los agradecimientos mutuos regresaron a la discoteca y yo detrás de ellos. Como antes al entrar a la discoteca se despidieron.
Yo fui a buscar a mi madre y le dije… Madre quedaste satisfecha,
Me dijo… Si, gracias hijo, vamos para la habitación.
Dos días después regresamos de las vacaciones y la relación con mi madre cada día fue más cercana. Nos volvimos verdaderos compinches, mientras que la relación de ella con mi padre cada día fue más fría y una noche que regresamos de una fiesta familiar, mi padre se fue a dormir y mi hermanita también.
Nos quedamos con mi madre hablando y ella quiso que nos tomáramos una copa de tequila antes de irnos a dormir, lo hicimos y ella quiso otra más, así que a media noche los dos estábamos bastante alicorados. No recuerdo como, pero comenzamos a besarnos y de los besos pasamos a las caricias, ella comenzó a acariciar mi verga por encima del pantalón, pero no tardo en bajar el cierre, sacar mi verga y comenzar a mamarla.
Al quedarme cerca sus tetas comencé a acariciárselas, una vez que solté los botones de su blusa. Yo estaba que me corría, entonces la detuve, mi deseo era follar su concha por primera vez. Me arrodille frente a ella y le retire el panty apareciendo su hermosa concha perfectamente depilada. Le di unos besos de bienvenida y después comencé a motivar su clítoris mientras dos de mis dedos penetraban su concha. Con estas dos cosas pronto ella empezó a disfrutar su orgasmo y al alcanzarlo, me reincorpore, baje mi pantalón y mi verga salto como una antena. Acerque mi pelvis a la concha de mi madre y gracias a su increíble lubricación la penetre muy fácilmente y estuve varios minutos entrando y saliendo de ella hasta que sentí llegar al clímax y explote dentro de ella. Quedamos pegados hasta cuando mi verga comenzó a recogerse y salió de su concha. Le dije, gracias mama, fue maravilloso. Y ella dijo…Gracias hijo lo estaba necesitando. Luego nos fuimos a dormir.
Ahora cada día somos más cómplices, una pareja en secreto.
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