Felipe de 5 añitos se toma la leche de papá
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por estebancito0.
En la primavera del año pasado, en un letárgico día de domingo desperté en mi dormitorio y no estaba mi esposa.
Encontré una nota que decía que iba al mercado con su mamá.
Lo único que me molestó fue que me tenía que preparar el desayuno solo.
De pronto aparece mi hijito Felipe de 5 añitos en la puerta de mi habitación en su pijama enterito de dibujos animados y se tira en mi cama saltando.
Hijo nooo le digo medio dormido y medio juguetón.
Estaba corriendo un poco las sábanas y temí que me viera desnudo.
Hijo ven saluda a tu padre, le dije y se acerca y me da un besito en la boca.
Luego mientras revisaba mi celular, él seguía saltando y de pronto se detiene ya cansado y se recuesta al lado mío dentro de la cama.
Extiendo mi brazo izquierdo y lo usa de almohada y se acerca a mi axila y reposa tranquilo respirando el olor a hombre de su padre.
Solo me hacía cosquilllas porque sacaba la lengua y me lamía.
Ay que salado papi, me dijo.
Luego lo abracé más y apoyó su carita en mi pecho peludo.
Cómo estás hijito? Con hambre papi, dame desayuno.
Ya en un momento le respondí.
Moví las piernas y se movieron las frazadas haciendo que saliera el olor de la cama y de mi pico y bolas.
Que rico huele papi, dijo mi hijito y yo riéndome sin querer lo dejé tranquilo y no lo reprimí.
Quiero oler más, papi.
Y se acercó a mi ombligo y metió su cabeza bajo las cobijas sobándome con su carita lampiña los pelos de mi abdomen.
Yo ya empezaba a tener una erección por el morbo que me provocaba mi hijo de 5 añitos deseoso del olor de verga de su protector padre.
Papi por qué huele tan rico?, me decía bajos las cobijas y se acercaba peligrosamente a la punta de mi pico erecto.
Todo su cuerpo ya desapareció bajo la sábana y siento una humedad en la cabeza gruesa de mi pichula parada.
Hijo qué haces, le pregunte casi sin importancia, cómo si estuviera jugando a ensuciarse con barro.
Salió de entre las sábanas y me dijo alegre: Papi que rico sabor tiene.
Si hijito, le dije abrazándolo con cariño.
Ya no sigas, le dije.
Pero papi! Quiero más! Y ni espero respuesta y se volvió a meter mi grueso pene en su boquita y sentía el tronco siendo agarrado por una de sus manitas.
Ya lo deje seguir porque se sentía tan exquisito.
Que un niñito de 5 años se coma la pichula de su papá.
No quería que le corriera el forrito a la callampa porque estaba sucio de anoche que hice el amor con mi esposa.
Su mano tomaba firmemente el venoso y grueso tronco de hombría.
No quería sacar las cobijas porque no quería verlo, no quería ver a mi hijo hacer eso que luego me arrepentiría.
Quería pensar que era otra persona pero la calentura me ganó y quité las sábanas y puede ver a mi hijo con su manita apenas agarrando el grueso palo de carne y con su boquita apenas succionando la mitad de la cabeza de mi pichula.
Que gloriosa imagen acabo de ver.
Que maravilla ver a mi bebé queriéndose tragar mi pene.
Oh hijito que rico se siente, le dije.
Soltó la pichula de la boca y sonó como un corcho destapado.
Papi me gusta esto y siento un juguito salado que me gusta muuucho, me dijo con ternura.
Le tomé la cabecita con mis dos gruesas manos y lo dirigí hacia la punta de mi pene que se mantenía solo erecto.
Pon tus manos en mi pene, le dije, ahora apreta bien y mueve las manitos hacia abajo.
Mi hijo hizo eso y me corrió el forrito dejando la gran cabeza con fuerte olor de mi pico para su disfrute.
Saca la lenguita y abre la boca hijo.
Luego con mis grandes y callosas manos lo empujé hacia la cabeza de mi pichula.
Mi hijo cerró los ojos y empezó a tragárselo pero no le cabía más que la cabeza en la boca.
Por la mierda que rico hijo!, grité.
Le solté la cabeza y el siguió solito su movimiento de cabeza chupando y succionando el salado pene de su progenitor.
Lo escuché gemir y me puse las manos en la nuca para observarlo mejor.
Le gustaba chupar pene a mi hijo y yo solo sentía el placer inundarme e incharme las bolas.
Mi hijo seguía y con una mano me apretaba el falo de carne y con la otra mano masajeaba fuertemente las bolas.
Yo lo dejaba hacer y seguía chupando y tocándome.
Que bastardo maldito es mi hijo, que se cree chupandole el pico a su propio papá.
Y seguía y sentía que me iba a venir cortado, no le dije nada y el siguió chupando la cabeza de mi pico cuando estalló en semen por toda su boquita caliente.
Escuche que se atragantó pero siguió chupando y tragando leche de hombre.
Por la comisura de su boquita apareció un poco de líquido seminal y el seguía chupando y no quería parar y a mí ya me dolía de lo tanto que succionaba.
De un momento su boca soltó mi pene y vi que tragó una buena cantidad de leche de papá.
Hijito que hiciste, le dije con aprehensión.
Ay papi que rica la leche como el biberón! Me dijo y se acercó sobre mi cuerpo y posó su cabeza en mi pecho peludo.
Acerque la cobija un poco y nos tapé.
Le gustó el desayuno mi bebe? Le pregunté.
Y el me dijo sí papi gracias por la lechita, te amo.
Y se quedó en mi pecho descansando mientras yo sentía cuánto lo amaba.
que lindo tragar lechita!