Fernanda es mi tía.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo comenzó en unas vacaciones de 1992, todo estaba tranquilo y a mi edad lo único que tenía que hacer era disfrutar de los días libres de verano.
Los primeros días eran tranquilos y sin nada fuera de lo común; lo mejor estaba por venir puesto que mis padres me propusieron un viaje a la playa y el no aceptar no era una opción, así que empacamos las cosas y nos dirigimos hacia Acapulco, Guerrero. cerca muy muy cerca de mi ciudad Iguala. No nos hospedaríamos en un hotel ya que los precios en esas fechas eran muy altos para nuestro presupuesto y mejor decidimos quedarnos en la nueva casa de mi tía Fernanda, a la cual yo le tengo mucho cariño y algo mas que eso,es soltera, tuvo esposo pero nunca tuvo hijos y eh ahí el motivo de la separación; a ella la veía como a una mujer, una bella mujer de 38 años de edad y como el vino, mejora con el pasar de los años. Desde su hermosa sonrisa, sus grandes pechos, anchas caderas y un culo que aunque no es grande tiene buena forma debido a su rutina de ejercicios, hasta llegar a sus bien marcadas piernas.
El trayecto fue corto, y la llegada a casa de fer mi tía menor, quedaba en la entrada a Acapulco. Verla parada ahí en su puerta sonriendo me alegro y me alegro mucho verla con una playera que le había regalado yo mismo, y que marcaba muy bien su cintura.
-Me alegro que llegaran, pasen e instálense, esta es su casa.-nos dijo en un tono dulce y amable.
Fue así como nos recibió de la manera mas grata posible, y ella guiándome hasta mi habitación, que estaba justo a la derecha del suyo, subiendo las escaleras y los 2 cuartos conectaban al baño, jamas había visto eso, pero no le di importancia.
El cuarto de mis padres estaba en la planta baja, el cuarto era muy grande, tenía baño y estaba justo cruzando e pasillo que conectaba la sala con la cocina.
Ese día fue muy divertido salimos a pasear a la playa, y nos divertimos mucho, tanto que mi tía fer nos invito a cenar a un restaurante muy original cerca de la zona hotelera.
Así pasaron las horas hasta que dio la noche y con ello la conclusión de un buen día con la familia.
El día siguiente mi padre recibiría una llamada de su trabajo, y tuvo que partir puesto que era importante y había mucho dinero en el trabajo que estaba por realizar. Mi madre también se fue con el, pensaba que era una estrategia para ver a una amante o algo así, mi padre con confianza acepto que fuera ella y como tenían el respaldo y confianza de mi tía fer no se rehusaron en dejarme con ella por unos días hasta que regresaran, no querían que no disfrutara de estas vacaciones.
-Es una pena que tus padres tuvieran que marcharse tan pronto, pero son cosas de adultos, tú sabes, con dinero baila el perro. Pero no te preocupes que te nos divertiremos juntos, no dejare que tus vacaciones se arruinen.
Y si que nos divertimos…
Para la noche, ella saco varias películas y como un río violento fluyo el tiempo abrazando la noche.
-tía mi iré a dormir, me divertí viendo películas contigo. buenas noches.-
-buenas noches leo, hasta mañana.-
Al despedirme de ella, note que en su escote se veían muy bien sus pechos, no lo había notado hasta ese momento, la perspectiva de ella sentada y yo de pie ayudo a que viera ese par de pechos. Y al llegar a mi cuarto, cansado, me derrumbe sobre mi cama y no dejaba de pensar en ese par de tetas. Paso poco tiempo y escuche la regadera fluir, tenia que ser ella, y que el baño conectase con los 2 cuartos me resultaba una bendición. Usaría como pretexto que me habían dado ganas de entrar y así veré su cuerpo.
Me encamine y gire la manija, se abrió la puerta y ahí estaba…
-¡LEO!-
-disculpa tía no fue mi intención! no imaginaba que estuvieras adentro.-
No quitaba la vista de sus grandes pechos húmedos, y su cintura, pero era una lastima que usara bragas al ducharse.
-esta bien leo, pero para la próxima toca la puerta por favor.- dijo tapándose los pechos
Así fue como salí y directamente me acosté para hacerme una paja pensando en la gloriosa imagen que vi en el baño.
¿Qué habrá pensado mi tía al verme?
Al despertar y dirigirme a desayunar, ahí estaba mi tía, fabulosa como siempre, e intente pedirle de nuevo disculpas.
-hay hijo ya, no pasa nada, no es nada raro, ademas que hay de bueno una vieja como yo.-
-pero si usted tiene buen cuerpo, y muy bonitos pechos.-
– canijo muchacho! que bueno que traía calzones si no hasta el alma me vez.- dijo, y sonriendo ambos desayunamos unos ricos huevos rancheros.
Realmente me la pase genial con mi tía, los días eran divertidos con ella, platicar y convivir, pero algo dentro de mi deseaba algo mas de ella, desde aquel "incidente" pensaba mucho en aquel momento…la deseaba.
El sábado en la noche, yo entre al baño, recién había salido de ducharme, solo entraba por mi ropa, no traía toalla puesta, entre totalmente desnudo; al entrar vi mi ropa y al dirigirme hacía mis ropas, se abre la puerta que daba al cuarto de mi tía fer.
-Hay hijo perdón!- dijo asustada regresándose inmediatamente a su cuarto.
Me había excitado que me tía me viera así, pero paso el rato y ya vestido, escuche que tocaban la puerta del baño y era mi tía pidiendo permiso de entrar.
-¡pasa tía!-
-hijo mil disculpas por entrar así, como ya no escuchaba la regadera, pensé que ya habías terminado y decidí entrar a lavarme los dientes.
– no importa tía, fue un accidente sin mas, ya estamos a mano.- y riéndonos nos despedimos y nos deseamos buenas noches.
Al día siguiente, domingo, al medio día mi tía me dijo que me alistara para ir al supermercado a hacer unas compras y para salir a pasear por la ciudad.
-Si tía, solo me daré una ducha y listo.-
-pero rápido por que yo también me bañare.-
Mi mente actuó de manera inteligente…
-¿y si nos metemos juntos a bañar? para ahorrar tiempo y agua.
– mira mira! tremendo muchacho! estas loco! como crees, para que quieres ver a esta gallina vieja.-
-ándale! no pasa nada, ni que no nos hubiéramos visto antes sin ropa.-
-no hijo! ya métete a bañar que se hace tarde.-
Solo puse una expresión de tristeza y fui por mi toalla, pero no me daría por vencido.
-Tía, ándele! no pasa nada!-
-sigues canijo muchacho!, que no! que tal si se entera tu madre!?-
-no! como se va a enterar!? no se va a enterar vamos tía!- haciendo berrinche estaba yo intentando convencerla.
-hay niño! bueno, aceptare por que se nos hace tarde con tus berrinches, pero eso si! con la condición de que estarás de espaldas cuando entre, y de que si se entera tu madre, no te la vas a acabar.-
Enérgico me dirigí hacía la regadera pero a la vez un poco desilusionado por que no vería su cuerpo.
La vi entrar con una toalla tapándole todo el cuerpo y me dijo que me volteara. Lo hice y solo escuche el sonido de su toalla chocando contra el suelo.
Ella si me estaba viendo, eso me excitaba y encendía mi morbo. Y de pronto sentí sus manos en mi espalda y recorrían mis hombros, lo que mas me excito fue que se estaba pegando en mi espalda dejando que sintiera sus pechos; sus manos llegaron hasta mi abdomen y una erección en mi se hacía presente. Ella tomo mi pene y fascinada me dijo al ombligo, no te des la vuelta, quédate así, que vergota tienes. Ella estaba masturbándome y no me lo podía creer, sentía la presión de sus dedos en mi glande y me aplastaba los huevos de la mejor manera, lo masajeaba y meneaba hasta que termine corriéndome y llenando y escurriendo las manos de mi tía fer con semen caliente. Ella beso mi cuello y salió sin decirme nada. tomo su toalla y la coloco sobre su cuerpo. no estaba desnuda, llevaba un bra y unas bragas color verde limón, pero observarla después de lo que me hizo me calentaba aun mas, su cabello mojado cayendo entre los pechos húmedos…
Yo no me quedaría así, me había calentado tanto y tenia unas ganas de follarmela tremendas. Me dirigí a su habitación, y abrí sin avisar su puerta.
-tía, ¿por que hiciste eso?-
-ehm… hijo, disculpa… solo que tenia tanto tanto tiempo sin ver un pene que me pase de la linea.- dijo sonrojada.
-tía no importa, si me lo hubieras dicho antes, yo con gusto, satisfacerla es lo que haría por ti.- me quite la toalla y deje al aire mi pene colgando.
-hijo! que grande es pero… es… no! si tu madre se entera… pero es que es tan grande.-
Tomo mi pene y lo chupo con una desesperción increible, no me la creía, fer, mi tía Fernanda me la estaba chupando.
Quite su sosten y deje que salieran sus grandes pechos.
-Que tetas tan ricas tiene tía.-
Ella continuo chupando hasta hacerme venirme, y escurrí todos los pechos de mi tía.
-Ya tan rápido hijo? apenas estamos empezando.-
Se despojo de sus bragas dejandome ver su pubis depilado que asomaba un clitoris delicioso. La tumbe en su cama y le lamí la vagina y ella gemia como si no hubiera mañana.
-leo sii leo sigue leo! nunca había sentido esto leo!-
Le abrí las piernas y la embestí con mi pene y ella solto un grito enorme, yo me apoyaba en sus teteas masajeandolas y movia mis caderas para excitarla; nos detuvimos, me acoste y me monto dejandome verla en todo su esplendor…
y al terminar de montarme se bajo a chuparme y hacerme correr por tercera vez en el día.
-Hijo… hace mucho que no tenía relaciones, nunca me imagine que las tendría contigo… pero tienes una vergota…
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