Fin De La Inocencia 4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por bebita17.
Fin De La Inocencia 4
Entre mi trabajo y el de ser mamá absorbe mi tiempo para conectarme y publicar.
Pronto estaré de vacaciones y podre publicar un poco más.
Regresando a mis relatos y vida que a no muchos enloquece seguiré con mi maestro.
El era como lo escribi anteriormente muy precavido, lo hacia con cuidado y sabia con quien.
Es obvio que yo era su manjar o como le gustaba que le dijera a el, era mi papi.
No era muy seguido, yo creo que para no generar sospechas, sabemos que los niños siempre decimos la verdad.
Yo mientras tanto en casa seguía con mis deditos, sobándome, acariciándome por encima de mi vagina.
Era ya una costumbre, en las noches cuando iba a dormir, mi cama era testigo de mis caricias.
Me metía debajo de las cobijas, abria mis permitas y empezaba mi jugueteo.
Así era ya mi vida diaria.
Una ocasión nos empezó a cambiar de lugar, fue obvio que me dejo justo enfrente de su escritorio, justo frente a el, solo era cuestión de unos pasos el que nos alejaba.
En mi mente era estar con el, que me tocara, que me acariciara pero eso no sucedía.
Pero en gran día llego, nos dejo uno ejercicios en el escritorio y los calificaría uno por uno, esa era para ambos una señal o contraseña que el creo para saber que iba a suceder.
Que mi cuerpo iba a ser disfrutado y manoseado.
Primero pasaron unos cuantos, mientras empezaban a hablar todos poco a poco y quitar importancia quien estaba con el maestro.
Toco mi turno, pase y me puse en el lugar estratégico, me recarge en su pierna y el inmediatamente coloco su mano sobre mis nalgas, sobre mi calzón.
Se acercó a mi oído y me dijo que fuera al baño a quitarme mis calzones.
Yo agite la cabeza en forma de que no, que me daba pena.
Solo un ratito, en lo que sales al recreo.
No, para que, me da pena.
Y si me ve alguien .
Nadie te vera me dijo, te vienes inmediatamente al salón, solo un ratito lore.
Pero donde los dejo le pregunte.
Los guardas en la bolsa de tu suéter y me los traes cuando regreses.
Me fui al baño y con curiosidad y miedo me los quite.
Me sentía rara, tenia frio.
Los guarde en el suéter y me fui al salón.
El estaba con otro compañero y me dijo que me sentara en mi lugar.
Siendo pequeñas nos cuesta trabajo sentarnos como nos explican nuestros papás cuando traemos falda, en nuestra inocencia y mente sin morbo muchas veces nos sentamos con las piernas abiertas enseñando nuestros calzoncitos.
Me sente en mi lugar y de inmediato el maestro dirijo su mirada hacia mis piernas, con sus dos manos hizo una seña de que cerrará las piernas.
Así lo hice, pero moria de pena, sentía que mi compañero me había visto.
Paso a mas compañeros y luego continuo conmigo.
Lo primero que le dije fue que tenia miedo y que me daba pena.
Tranquila hija, no pasa nada, tu compañero no te vio, pero yo si y te veias hermosa.
Le sonreí por lo de hermosa, me sentía importante.
Me pare junto a el, y coloco su mano en ambas nalgas, sentí otra vez la sensación rica y rara, paso su mano de una nalga a otra, las Sobaba mientras me explicaba, uno de sus dedos paso por mi raya, de arriba abajo hasta llegar a mi vagina.
Me dio un escalofríos, eso si me gustaba, que pasara su mano en mi raya de arriba a bajo.
Te gusta hija.
Si papá.
Ya va a ser el recreo, te quedas conmigo? Pregunto.
Si maestro.
Los que voy a nombrar se quedan después que suene para salir a recreo.
Solo éramos como 3.
No tardo en terminar con todos, mas bien, creo que nada.
Cerro la puerta y me dijo que me acercara al escritorio.
Me levante y me acerque.
Se acerco a mi y quedamos de frente, pero yo era una niña y quedaba a la altura de su pecho.
Me cargo para sentarme en el escritorio.
Eres muy bonita y hermosa.
No se, dirán que esto loca, pero eso me gusto mucho.
No se porque.
Se acerco a mi y me dijo que si me podía besar.
Le dije que no sabia.
Acerco sus labios a los míos y empezó a besar.
Yo no sabia besar, solo lo había visto en películas y telenovelas.
Metió su lengua en mi tierna boca y empecé a hacer los mismo.
Era rico, era chistoso.
Mientras me besaba tocaba mis piernas, subia mi falda y toqueteaba mi vagina con una de sus manos.
Me dejo de besar.
Me dijo que me acostara en el escritorio y empezó a lamer y besar mi vagina.
Era rico.
Me dejaba hacer lo que le quiera.
Termino de hacerme sexo oral.
Me levanto y me comenzó a besar otra vez.
Se separó de mi y me bajo del escritorio, quede a la altura de su pecho y empezó a desabrochar su cinturón y su pantalón, bajo su calzón y salió su pene ya parado.
Besalo hija.
Le dije que no me gustaba.
Solo un ratio hija, yo te enseño, levanto mi cara y me beso nuevamente.
No se que sucedía o tal vez si.
Me agache y quede a la altura de su pene.
Agarralo hija.
Lo tome con una de mis manos y el puso su mano encima de la mía, empezó a subir y bajar poco a poco, que después supe lo estaba masturbando.
Me dijo que besara su pene, me acerque y le di un beso.
Abre tu boquita hija.
No quería, no me gustaba su sabor.
Andale hijita hermosa.
Abri mi boca y empezó a meter su pene en mi boca.
Así hijita, que rico.
Solo tenia mi boca abierta y metía su pene en mi boca, tomo mi cabeza con sus dos manos y empezó a meter mi cabeza en su pene.
Me daba asco, pero me gustaba.
Así estaba muy lentamente.
Ay hijita, que obediente eres.
Me va a salir lechita y te la voy a dejar en la boca.
Empezó a mover mas rápido su manos en mi cabeza hasta que …….
Ay si hijita, sigue, trágatelos todos.
Mmmmmmmm, que rico hijita.
Yo me trate de separar pero no me dejo.
Sabían raro, eran pegajosos y viscosos.
Cuando termino de venirse me logre quitar.
Parte de la lechita la escupi con asco, me dieron ganas de vomitar.
Tranquila hija.
Ya acabamos.
Termine de escupir.
Me paso papel para limpiarme.
Se abrocho su cinturón y su pantalón.
Que linda hija tengo.
Te gusto en verdad papi? Pregunte.
Si hija, eres muy bonita y hermosa.
A parte eres obediente.
Te gusto lo que te hice papá?
Si hijita, me encanto.
Y a ti?
No mucho, sabían raro, pero si te gusto lo podremos volver a hacer?
En verdad hija?
Si papá.
Terminamos y me dijo que saliera al recreo, no sin antes darme mi beso en mi boca.
Recuerdan que falta algo en mi que me quite ese día? Pues ese era otra perversión que aprendi y que después me gustó mucho hacerla.
Recuerden, No aliento la pedofilia, mientras y no sea forzada.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!