FIN DE SEMAN DE INFARTO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por thorpe1948.
Hola amigo, de nuevo después de un tiempo de relax me dispongo a contarles una experiencia que he vivido en este fin de semana pasado.
Me encontraba en casa un tanto aburrido, el tiempo era frio, el cielo estaba plomizo, tanto que mirar por la ventana era deprimente, asique me arme de paciencia y me dispuse a pasar el sábado lo más relajado posible, algo de internet, algo de cine un poco de chat y sobrevivir aun día tedioso.
A mis 53 años pocas veces tenía un fin de semana tan sin planes, pus normalmente esos días suelo ir a la montaña a hacer algo de ejercicio y de paso admirar esos lugares idílicos de los que la geografía española, como supongo pasa en todos los países, nos muestra tan generosamente y donde de vez en cuando se tienes buenas experiencias de todo tipo.
Me pase toda la tarde en esos menesteres que enumere, vi alguna película (porno) dormí un rato y a eso de las 8 de la tarde aburrido de todo decidí salir a cenar fuera pus tampoco me apetecía ponerme a cocinar.
Tome una en un bar cercano y a eso de las 9 de la noche me dirigí a mi restaurante favorito, no era muy grande y si muy acogedor, salude al dueño y los camareros y me dirigí a un rincón tranquilo para sentarme a cenar, pedí unos entrantes variados y de segundo un pescado a la plancha, que por cierto lo hacen exquisito y me puse a leer un periódico mientras me servían. Mientras estaba absorto en la sección de los deportes, entraron un grupo de cinco chicas de entre 30 y 40 años, venían muy alegres y parecía que estuvieran celebrando algo; se sentaron en una mesa no muy alejada de donde estaba, el local aún estaba semivacío, por lo que no había mucho ruido, pero la irrupción de las mujeres puso una nota de alegría y como no sonido con sus risas y sus bromas entre ella. Casi todas estaban preciosas, pero me llamo la atención una que destacaba de las demás, alta cerca de 1.80 calcule, buenos pechos, cintura estrecha, y un culo en proporción que prendaron mis ojos que no podía despegar de ella. Bestia un vestido negro corto, aunque no demasiado, tacones finos y un escote generoso que dejaban ver parte de lo que la tela ocultaba; su cara era preciosa con una facciones armónicas y con un maquillaje sumamente discreto que la hacía aún más hermosa.
Ellas seguían con sus comentarios jocosos sus chanzas y sus bromas, pero si observe que un par de ella de ven en cuando posaban su mirada en mí y cuchicheaban con risitas, por lo que no era difícil deducir que hablaban de mí, yo seguí a lo mío con el periódico pero sin perder comba de grupo, que cada vez se animaban más en un momento dado, como aun no nos había servido la chica del vestido negro y curvas de infarto, se levantó y se dirigió al servicio, tenía que pasar a mi lado, y al pasar y ver que la estaba mirando, me dirigió la mirada con una sonrisa, le correspondí a la sonrisa, sin más, tengo que decir que su visión me había impactado, aquel cuerpo perfecto y una piernas larguísimas y perfectamente formadas hicieron que mi imaginación volara.
La cosa no paso de ahí, me sirvieron la cena, y me puse sin más a lo que había ido a hacer, pero sin perder de vista a mi bella musa, aunque ella parecía no prestarme más atención de alguna mirada, ella también se pusieron a cenar con sus risas y chanzas, lo que todo he de decir, que también se agradecía algo de alegría aunque fuera ruidosa.
Termine de cenar llame al camarero amigo mío y le pague mi cena, y me dispuse a marcharme, para ello tenía que pasar al lado de la mesa de ella, al pasar junto a su mesa les desee un buen provecho a los que me dieron las gracias y me fui, pero no me apetecía irme a casa y menos después de ver aquel grupo de chicas tan alegres, asique decidí irme un pub cercano donde había una pista de baile pequeñita y acogedora buena música variada y un ambiente sereno.
Me senté en un taburete de la barra de cara a la puerta y cerca de la pista pedí un wiski con soda, para rebajarlo porque no suelo tomas alcohol y me quede absorto viendo un par de parejas que bailaban en la pista salsa y por cierto lo hacían bastante bien y las chicas estaba como se suele decir muy buenas con sus falditas cortas y su actitud desenfadada;
Estando así absorto saboreando, mi wiski sentí un murmullo de charlas y risas, gire la cabeza y me tope de frente con el grupo de chicas del restaurante, y como no con la musa del vestido negro, casi se me nubla la vista, se acercaron a la barra y esa visión de mujer quedo a mi lado por lo que la puse ver muy de cerca, era hermosa dios lo que daría para poder tenerla para mí, se sentaron en la barra pidieron unos chupitos de Fray angélico una bebida espirituosa dulce pero que le da fuerte y más porque entra muy suave pero hace su efecto suavecito.
A tenerlas tan cerca me decidí a meter baza y me dirigí a la musa del vestido negro, diciéndole, buena fiesta tenéis eh? Ella me miró y riéndose me dijo que no estaba mal, viendo que su reacción insistí y le pregunte ¿algún cumpleaños? Ella sin dejar de reír me contesto que no, que simplemente estaban en un congreso y que después de todo el día hartas de charlas profesionales, habían decidido salir a divertirse un poco y como no conocían mucho de la ciudad, pues habían decidido quedarse en los alrededores del hotel donde se hospedaban y donde tenían el congreso, que poso después me dijo que era de medicina estética.
Continuo la charla animadamente, mi musa era simpática agradable y buena conversadora, lo que agradecí porque una compañía así era una bendición la noche avanzaba pacifica; al poco las compañera se fueron sentando en una mesa siguiendo con sus risas, entonces ella me dijo ¿te apetece sentarte con nosotras? A lo que asentí, no sin antes decirle que no quería molestar, a los lo mismo ella que las dos que en la cena cuchicheaban y me lanzaban miradas contestaron que no era problema que las acompañara, que la noche era joven y querían pasarlo bien el fin de semana.
Asique nos fuimos con las otras dos compañeras nos sentamos y entonces nos presentamos, la chica del vestido negro me dijo que se llamaba Ester, yo le conteste que mi nombre era Luis, cosa que es cierto a medias, y digo a medias, porque si bien es mi nombre real es mi primer nombre, que no utilizo y que casi nadie conoce más que mi familia más cercana y seguro que si se lo mencionas lo primero que te dicen es que de quien les hablas; me presento a las demás y continuamos con la charla y ya integrado en sus risas, aunque también tengo que decir que muchas de sus risas y bromas eran conmigo, pero no me molesto, pedimos otras copas y seguimos de charla, poco a poco la cosa se fue poniendo más picante, ellas de recatadas no tenían nada y yo con mis años ya no me cortaba con nada asique les seguí la fiesta, hasta que ya después de dos rondas de copas decidí decirle a Ester que si no le gustaba el baile, me contesto que si pero que sola como que no le apetecía y que las otras petardas, así les llamo, a lo que se rieron todas, no querían bailar, entonces yo aproveche la ocasión para invitarla a la pista lo que acepto de buena ganan, en aquellos momentos estaban tocando rumbas los que me gustaba.
Ya en la puesta nos pusimos a bailar, la verdad hacíamos buena pareja era casi tan alta como yo, asique la rodee la cintura y empezamos a seguir el ritmo mientras charlábamos desenfadadamente, terminaron las rumbas y comenzó a sonar un bolero precioso yo la mira y le comente que si le apetecía seguir o prefería sentarse, a lo que mirándome a los ojos me contesto, por supuesto que quiero seguir bailas muy bien y diciendo esto se acercó más a mí y seguimos el ritmo suave y lento de la música, ahí ya la charla se fue espaciando fue mermando al mismo ritmo en que nuestros cuerpos se balanceaban juntos y dada vez más apretados, entonces la ceñí aún más de la cintura porque lo que quedamos muy apretados sus pechos clavados en mí su pierna entre las mías y nuestras pelvis totalmente pegadas, sin saber cómo nuestras caras se pegaron, tenía una piel muy suave, el calor que me transmitía era muy agradable, lo que estaba afectando a mi entrepierna.
Seguimos así bailando pegados en un pequeño espacio de pista poco a poco con los pasos del baile nos fuimos dirigiendo a un rincón más oscuro, ya en eso yo le comente sin separarme de ella ni un de centímetro le dije me gusta como bailas, no solo eres hermosa e inteligente so no que sabes cómo agradar a un hombre, ella tan solo separo un poco su cara de la mía me miro y sin saber cómo nuestras bocas se unieron en un beso largo profundo sensual, al separar nuestros labios nuestras miradas se volvieron a cruzar pero ninguno dijo nada ella volvió a pegar su cara a la mía y se apretó aún más contra mí; para ese entonces, mi polla ya estaba dura como una piedra, lo que ella tenía que estar notando según estábamos de apretados, yo no quise forzar mucho la situación y tiré de mi pelvis hacia tras tratando de separarla un poco de ella para que no se notara tanto la calentura que tenia encima, ella se dio cuenta y tan solo cerro mas sus brazos alrededor de mi cuello y apretando su pelvis hacia delante la volvo a pegar a la mía, ya no necesitaba anda más para abrazarla con fuerza y besarla apiñadamente en la boca mezclando nuestras salivas jugando con nuestras lenguas, yo baje los brazos poco a poco hasta que mis manos se posaron en su hermoso culo, ummmm, dios mío que nalgas tan duras tenia de seguir así me correría sin remedio.
La noche seguía su ritmo y nuestra calentura ya no podía llegar más alto, asique con la cara pegada a ella como tenia le susurre a l oído, ¿ porque no nos vamos a un lugar más tranquilo?, ella se separó un poco me dio un beso suave en la boca y me dijo, espera un segundo en la barra, yo creí que me dejaría plantado, pero no, se fue a la mesa de sus amigas y supongo que les diría que se iba, se despidieron y acto seguido se volvió conmigo, bien me dijo, ¿nos vamos? Yo pague la cuenta y nos marchamos, al salir me comento a donde vamos, yo ya sin ninguna restricción le dije, que te parece si nos vamos a mi casa, vivo aquí al lado; ella me miro y sin más paso su brazo por mi cintura y me dijo vamos, así abrazados llegamos a mi casa, entramos y le dije que si le apetecía tomar lago, ella se puse de frente a mí y apretándose contra mí me contesto al oído, “sí, quiero tomarte a ti” “me lo puedes servir” yo no le conteste mientras a besaba nos dirigimos a mi alcoba dejando tras nosotros un reguero de ropas esparcidas por el piso.
Nos metimos en la cama y comencé a besarla en la boca, en el cuello bajando poco a poco por su pecho hasta llegar a sus tetas ya excitadas son los pezones erectos y duros, se los chupe se los mordisquee, arrancándole suspiros suaves, después de entretenerme un rato en sus pechos, seguí descendiendo por su estómago, su tripa hasta llegar a su monte de venus, estaba al borde de la gloria de su sexo, estaba totalmente depilada no tenía ni un pelo, tenía el camino franco, me aplique con ganas en aquella raja jugosa y apetecible, en cuanto abrí sus labios vaginales y le palique mi lengua un suspiro profundo salió de su garganta, estaba totalmente empapada la tenía muy caliente de su interior emanaban fluidos sin para que yo absorbía dejando la limpia.
Cada vez que mi lengua pasaba por su erecto y rojo clítoris se retorcía de placer, y elevaba sus caderas apretando con sus manos mi cabeza entre sus piernas hermosas, ni yo ni ella aguantábamos mas, agarrando mi cabeza me levanto y me dijo espera la noche es larga, se incorporó, me recosté de espalda a la cama, entonces ella vio directamente mi verga dura apuntando al techo, y exclamó “Dios mío que es eso que tienes ahí” y la agarro con la mano, nunca había visto una así de grande, tengo que la tengo bastante gorda y de unas 19 o 20 ms. Yo tan solo me sonreí ella se bajó y comenzó a besarla, la metía en la boca la chupaba como un niño chupa un chupete, me estaba volviendo loco, no le deje continuar por mucho tiempo, la hice incorporarse y se dejó caer encima de mí me beso en la boca mientras aplastaba sus tetas contra mi pecho, yo acariciaba sus duras nalgas, rodamos por la cama y me puse encima de ella, abrió sus piernas dejando franca la entrada de su cueva hermosa mientras con sus brazos alrededor de mi espalda me dijo “adelante, dame esa pieza hermosa entera, lléname de ella, hazme que disfrute la noche”. Me volvió a besar con tal fuerza que era imposible separase de aquellos carnosos labios, mi verga pegada a su entrada se restregaba en ella quedando empapada de sus jugos, ya así no lo dice en cuanto note que la cabeza de mi polla estaba en su entrada empuje con fuerza a lo que ella reacciono levantando su pelvis lo que facilito que toda mi verga se enterrara sin dejar ni un centímetro fuera. Ella suspiraba, jadeaba y chillaba se aferraba a mi espalda rodeando mi cintura con sus piernas, tal como estábamos hubiera sido imposible separarnos.
Sus uñas clavadas en mi espalda presagiaban un gran orgasmo, y no se hizo esperar, su cuerpo se tensó y chillando como una loca tan solo decía si… oh dios mío, si por favor no pares dámela toda no me la saques haz que disfrute como nunca y encadenaba un orgasmo tras otro hasta que después de un rato, yo ya no pude más y se lo comente, creo que me voy a correr, ella no dijo nada y comenzó a mover sus cadera subiendo y bajando su pelvis para que siguiera fallándola asique comencé a darle fuerte con un ritmo creciente hasta que una corriente eléctrica recorrió mi columna vertebral dando un tirón hacia adelante lo que le provocó un grito de placer mientras yo me corría en lo más profundo de su vagina, provocándole otro gran orgasmo que nos dejó a los dos agotados sin fuerzas. Poco a poco mi verga se fue saliendo de ella. Me miro a los ojos y no dijo nada tan solo pego su boca a la mía en un largo y duce beso quedando los dos abrazados.
Así de esta manera paso la noche follando como dos locos hasta que las fuerzas nos abandonaron y nos dormimos el uno en los brazos del otro.
Al despertar la mañana nos y después de unos besos y unas caricias ella se levantó y me dijo que tenía que irse que tenían una reunión a las 11 am, asique se fue a la duchas y se fue no sin antes acercase a mi besarme y decirme, que había sido la mejor noche de su vida que había hecho que disfrutara lo que jamás su marido le había hecho disfrutar que quería volver a verme y se fue a su reunión.
Cuando yo Salí de la ducha me vestí y me fui a la cocina a comer algo, y me dispuse a salir, al recoger mis llaves encima de ellas había una tarjeta de visita, la cogí y cuál fue mi sorpresa que era suya en el reverso había escrito, “Esta es mi tarjeta y mis teléfonos, quiero que sigamos viéndonos y estemos en contacto” me quede sorprendido, pero mi sorpresa fue mayor cuando le dé la vuelta y vi su nombre real no era Ester como me dijo, se llamaba Soraya, pero no habían acabado las sorpresas porque hubo otra que me dejo con la boca abierta, sus apellidos…. Eran muy familiares para mí, yo soy divorciado desde hace más de treinta años me case joven con 19 años tuve una hija la que deje con tan solo dos años y por problemas con su madre no volví a verla, ella se la llevo y nunca más volví a verla, y aquella niña había crecido y yo no sabía nada de ella pero las casualidades existen y aquella niña al ver la tarjeta la relacione con la mujer que había estado gozando toda la noche con mingo e mi cama, era mucha coincidencia, tenía que ser mi hija, coincidían todos los datos que tenia, asique cogí mis llaves y me fue a la calle me acerque al hotel que había cerca y pregunte si había algún congreso en el al recepcionista el que en conformo que sí que había uno de medicina estética., le di las gracias y me dispuse a esperar.
Paso el tiempo y por fin se abrieron las puertas del salón de actos, y comenzaron a salir los asistentes, hasta que la vi a ella junto con sus amigas, me acerque a ella y le dejo, tenemos que hablar, ella se disculpó con sus amigas y me dijo vamos a la cafetería, entramos y nos sentamos en una mesa, pedimos unas cervezas y me dijo y bien, que querías decirme,
Yo no sabía cómo empezar asique saque la tarjeta y le dije, esta eres tú, ella miro la tarjeta y me contesto si de que te extrañas, ¿tan raro te parece? Y se rio. Yo armándome de valor le dije ¿tu madre se llama Leonor? Ella me miro sorprendida y me dijo si, ¿la conoces?, ya no me cabía duda, era mi hija, me había acostado con mi hija, tan solo agache la cabeza y respire profundamente; ella se dio cuenta que algo me pasaba y me pregunto, que pasa porque te pones así, te has quedado pálido, yo tan solo acerté a decir así es, yo me llamo Enrique y le di mis apellidos, por supuesto el primero era igual que el de ella, se sorprendió un poco y continuo bueno tu apellido es igual que el mío pero son muy normales, que me quieres decir con eso? Nada creo que eres mi hija, ahora fue ella la que se quedó pálida, reacciono y continuamos hablando, le di detalles y fechas y ya no le cabía ninguna duda era verdad ni ella ni yo nos conocíamos fue un shok, pero pronto reacciono, y me dijo bueno supongo que te separaste de mi madre por insoportable, porque a mí me ha pasado lo mismo, ya hace que no se de ella, me case y ella desapareció, no la aguantaba.
Seguimos hablando durante un trato y los dos nos fuimos calmando, llegado el momento ya más tranquilos yo le cogí la mono y casi llorando le pedí perdón, ella reacciono en el acto y mirándome fijamente me dijo, no fue nuestra culpa, algo nos impulsó el uno al otro ahora sabemos porque, pero no tenemos nada de que arrepentirnos, yo tan solo acerté a decir, cariño yo lo siento mucho nunca quise hacerte daño y jamás habría llegado a esto de haberlo sabido. Ella tan solo me sonrió y acercado su silla a la mía, con voz dulce y suave, me dijo no te arrepientas tan solo fuimos un hombre atractivo y una mujer con ganas de fiesta que se encontraron y los disfrutaron juntos no pasa nada y es más, me has enseñado lo que es el verdadero placer que un hombre puede dar y sabes me gusto, estoy feliz por partida doble lo pase muy bien y encima encontré a mi padre, se puede pedir más? Así continuamos de charla ya más distendida, y cuando ya estábamos relajados me dice, pues hay una cosa, como nadie sabe quién eres y esto entre tú y yo, me gustó mucho y lo repetiría una y mil veces, a ti te importa que seamos padre e hija? Yo titubee y en ese momento ella cogió mi mano y la poso encima de una de sus piernas, desnudas, y me volvió a decir te importa? Yo acariciando esa preciosa pierna la mire a los ojos y con lágrimas en los ojos de alegría de tener a mi hija y más aun de lo que me estaba diciendo, le conteste, no si tú quieres a mí no me importa estoy para lo que tú quieras como padre y como hombre, ella tan solo me sonrió dulcemente y levantándose me dijo pues a mí tampoco asique me pidió una tarjeta y guardándola me dijo estamos en contacto y esto de esta noche, no te olvides que se repetirá no tardando.
Me dio un beso cariñoso y guiñándome un ojo me dijo ten el teléfono cargado y se fue.
Bien amigos esto fue todo por esta vez disculpen que me haya extendido tanto pero había que explicarlo todo para poder entenderlo, espero les haya gustado y me dejen sus comentarios, un saludo a todos.
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