Fin de Semana con mi tía…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es sebastian de 36 años soltero, mi tía Alexandra 60 años divorciada y sin hijos. Aquel día me fuí en mi camioneta con destino a las montañas, cada uno tenía sus llaves por lo tanto generalmente siempre nos encontrabamos con alguien. Y al llegar no fué la excepción, pensé que estarian mis padres pero no… la que estaba era Alexandra hermana de mi madre. Mi tía Alexandra es morena, de pelo corto, grandes senos, caderas anchas y un trasero inmenso. Además de ser bastante robusta, esa tarde llegué cerca de las 22:00 a las montañas, venía cansado y con mucha hambre a lo cual mi tía me preparó un plato de sopa caliente puesto que llovía y hacía mucho frío.
Después me preparó la habitación y se sentó junto a mi. Saqué una botella de vino y empezamos a beber junto a la chimenea, al poco rato tía Alexandra se fué a cambiar de ropa y llegó con una bata lista para dormir. Yo hice lo mismo, solo quedé con boxer y encima la bata…
Me senté junto a ella y seguimos bebiendo, comencé a notar que su bata estaba entre abierta y se veía su camisón transparente que dejaba ver sus enormes pechos, mi tía se dió cuenta de esto pero no se molestó. Es más de manera muy sensual abrió un poco su bata y me dejó admirar mucho más… Yo estaba con una verga durisima y también quería ofrecerle algo para su vista, asi es que sutilmente abrí una de mis piernas, mi bata se corrió y deje antes sus ojos mis boxer blancos con una erección tremenda. Su reacción fué muy notoria, ya que no despegó su mirada de mi entre pierna por mucho rato. La noche siguió pasando hasta que optamos por irnos a acostar, yo me saqué mi boxer que estaba humedecido y me tapé con el cobertor…
Me dormí casi al instante, sentía que soñaba placidamente y era muy dulce. En un instante sentí un escalofrio en mi cuerpo y al abrir mis ojos mi tía Alexandra estaba devorando mi verga, no supe que hacer ni decir. Solo me dejé llevar y empecé a observarla, estaba desnuda encima de mí comiendose todo mi miembro… Así seguía ella sin decir nada y menos yo. Luego de 20 minutos no aguante más y empecé a correrme en su boca. Yo seguía eyaculando y mi tía tragaba y tragaba mi semen era delicioso… Comenzó a besar mi estomago fué subiendo por mi pecho, besó mi cuello y me dió un tierno beso en la boca, se acostó junto a mi pecho y se quedó ahí, sabía exactamente que ahora me tocaba mi parte. Luego de unos minutos empecé a acariciarla, nos besamos y me fuí directo a sus pechos succionando delicadamente.
Era increíble tenía a esta deliciosa hembra que era mi tía solo para mí… me monté sobre ella y puse mi verga entre sus tetas, uuhhh me movía a placer y mi tía parecía encantarle. Luego abrí sus piernas y empecé a devorar su concha, tenía un olor delicioso… mordía su clitoris y ella se revolcaba de placer! De pronto empezó a gritar y se contorneaba, aahhh sebastian voy a acabarte. Y así lo hizo sentí sus chorritos en mi boca, un dulce para mis labios. Ahora me monté sobre ella y puse mi pene en su vagina me movía como desesperado, estaba cachondo… Siempre quize tenerte así tía Alexandra… Yo también Sebastian no sabes cuanto.
Ahora le pedí que se volteara pués quería tenerla por atrás. Llevaba años fantaseando con ese culo y quería darme ese gusto. Cuando vi ese pedazo de culo moviendose frente a mis ojos mi verga se erectó mucho más… Después de un buen rato dándole por atrás, empecé a meter mi dedo en su ano mi tía se calentó al instante y sabía que venía a continuación… ella misma fué introduciendo mi verga en su ano poco a poco. Los movimientos fueron subiendo más y más, los quejidos, las palabras ohhh era un momento único. Mi tía me decía: Siempre he querido ser tuya, sentirme tu hembra… mientas yo le decía: No sabes cuantas noches soñé con esto, hacerte mía hasta saciarme por completo de tí.
No pasó mucho y mi tía Alexandra empezó a correrse de nuevo, casi juntos y yo hice lo mismo la tomé por la cintura con todas mis fuerzas y empujaba su culo hacia mí… Ahhhh, Alexandra Tía te estoy acabando! Si mi amor Ohhh Sebastian no dejes de moverte corazón quiero más!
Luego de eso nos recostamos sobre la cama y la besé unos minutos, mi tía Alexandra se durmió luego de un rato y yo hice lo mismo.
Horas después me desperté y ella no estaba junto a mí, me levanté y escuche que sonaba la ducha en el baño, entré y mi tía Alexandra se estaba dando un baño caliente, me quedé de pié unos minutos observándola. Mi verga se erectó y me metí a la ducha. La tomé entre mis brazos y comencé a besarla ella abrió sus piernas y se montó sobre mí. Empecé a penetrarla y mi tía volvía a quejarse de placer, nos salimos de la ducha y la subí a un pequeño mesón del baño, ella abrió sus piernas y me recibió nuevamente yo me deleitaba con sus tetas chupándolas como bestia.
Miraba su culo como golpeaba mis huevos y saque mi verga y la metí de una embestida en su trasero esta vez, tía Alexandra dió un grito que pareció desmayarse, pero no dijo nada al contrario me pidió que la penetrara más… eso hice y comencé a darle todo lo que tenía guardado, me dijo: Sebastian antes de correrte avísame, quiero que lo hagas en mi boca… y cuando ya estuve a punto de venirme le dije: Ahh tía Alexandra ahora si, abre tu boca amor… aquí está lo que querías.
Mi tía abrió su boca y recibió mis jugos de pasión, mi descarga de semen se transformó para ambos en ese deseo que teniamos guardado el uno para el otro y que durante ese fin de semana, nos entregamos por completo para satisfacernos del mejor sexo que habiamos aguardado tener…
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