Finde con mi hermana 3
El finde continua.
Tras la ducha y la bajada del calentón, no sé qué pasaba que mi hermana y yo nos alejábamos de nuevo. Podría ser que ambos sintiéramos remordimientos de que la historia continuase y fuese a más. Aunque también es cierto que ambos nos poníamos muy cachondos con lo que había ocurrido.
Después de salir del baño, mi hermana se vistió y dijo que salía a ver a una amiga, que no se acordaba que tenía que devolverle una cosa. Yo sabía que seguramente era mentira y quizás quería despejarse o algo.
Después de irse, me puse a pensar en lo que había pasado. No podía evitar que me encantase ver a mi hermana chupándome la polla. Era increíble el vicio que teníamos ambos. Su cuerpo era bastante normal, pero sus tetitas me ponían a mil, en pleno desarrollo. Además, el culito era perfecto y me encanta tocarlo y apretarlo con mis manos. Algo dentro de mí me decía que debía intentar follarmela. Yo era virgen y ella obviamente también. Pero otra parte de mi tenía miedo. Miedo a que nos descubrieran y miedo a seguir y no hacer las cosas bien.
Tras pensar en eso no pude evitar hacerme una paja. Mi polla se habla levantado con ganas de más. Pensé en todo lo que había pasado, en ver a mi hermana con todo mi miembro dentro de su boquita y ver cómo mi semen resbalaba por sus labios. Me corrí en 3 minutos. No podía evitarlo.
Comencé a preparar la comida y Carla volvió.
-Bueno hermano…he estado pensando en lo que hemos hecho. Me gusta más que nada en este mundo, pero tengo dudas.
– Yo me siento igual. Me siento súper cachondo cuando pienso en ti, no he podido evitar hacerme una paja hace un rato, pero también me siento mal.
-Joder una paja después de lo de antes? Madre mía eres una máquina…- dijo un poco con vergüenza.
-Bueno si, no sé Carla… Te lo voy a decir claro, para que no quede duda. Mi polla quiere más, pero mi cabeza dice que no está bien. Me da miedo acabar mal contigo y también que nos descubran.
Carla se acercó a mí y me acarició la cara.
-Nunca nada podría hacer que acabasemos mal. Esto lo hemos hecho los dos, tú no me has obligado. Lo hemos hecho por amor y por descubrir cosas nuevas… No sé. Pienso que seguro que otra gente lo hace o lo ha hecho y no pasa nada.
-Pero que piensas…
-Pienso que me gusta demasiado como para parar. Que yo también me siento excitada cuando pienso en tu cuerpo y en tu….en tu polla. Y me he sentido como tú, que pienso que puede que no es lo correcto. Aunque nunca nos van a descubrir, nos aseguraríamos y yo no pienso decirle nada a nadie.
-Bueno, con eso casi me convences.. me gustas mucho. Tu cuerpo y todo lo que me haces…
-A mi también hermanito… Me encanta besar cada palmo de tu cuerpo y ya sabes… Chupar esa polla que me chifla… Me gustaría llegar a más… Pero no sé aún si estoy preparada.
-Ven aquí Carla…
Carla se acercó y comencé a besarle poco a poco. Mis labios y los suyos se acariciaban entre ellos. Ella sacó su lengua y la pasó por mis labios antes de que yo la sacase y conectasen ambas.
-Quiero que seas mi primer hombre y yo ser tu primera mujer… Quiero perder la virginidad contigo hermanito…quién mejor que tú para hacerlo y hacerme sentir segura…
-Cuando estés lista…
Carla me quitó la camiseta que llevaba y comenzó a acariciar mi cuerpo.
-Me pones muchísimo. Que tabletita más rica tiene – dijo de nuevo y comenzó a besarla con ternura mientras con su mano izquierda comenzaba a sobar mi paquete que ya estaba a mil.
-Ya está como una piedra…. Esa polla que tanto me gusta… Quieres que vuelva a chupartela tu hermanita pequeña? Porque te pone que te lo haga tu hermanita de 13 añitos no… – dijo mientras me besaba y me metía la mano dentro del calzoncillo.
-Me pone a mil que lo hagas… Tienes una lengua y una boquita que harían volverse loco a cualquier tío…
Carla me empujó contra el sofá.
-Quitate todo. – me ordenó. Yo corriendo me baje los pantalones y calzoncillos y mi polla pegó un salto y salió a la superficie.
-Aqui tienes a tu amiga… Toda para ti… Deseando entrar en tu boca calentita…
-Que ganas tenía de volver a hacerlo… – Carla se acercó y engulló mi capullo con su boca. Chupó todo este mientras me miraba a los ojos y con la otra mano me acariciaba el torso.
-No sé que me pasa…. No he podido dejar de pensar en tu polla en todo el paseo que he dado… Me moría por volverla a probar…
Carla comenzó a sacar su lengua y la pasó por toda mi polla, de arriba a abajo. Chupó mis huevos y los agarró con su mano.
-Espero que la paja de antes no afecte a la cantidad de lechita… – me dijo con cara de enfadada.
-Te juro que no volveré a hacerme pajas. Te las dejo a ti y a tu boca.
-Asi me gusta hermanito…
Carla subió y volvió a engullir mi capullo entero. Siguió el mete saca en su boca y yo estaba en la verdadera gloria. A pesar de ello, no quería correrme e interrumpí su impresionante mamada
-Carla, vamos a la cama.
La cogí de la mano y la lleve a la cama de mis padres. Allí se tumbó y me dijo
-Creo que mi chochito quiere que lo vuelvas a probar….y cuando lo pruebes quiero que me beses. Quiero sentir ese sabor otra vez.
Todo eso no podía ponerme más cachondo. En primer lugar me dirigí a sus tetitas y le mordí cariñosamente los pezones. Mi polla se estrellaba contra sus piernas. Estaba más grande que en mi vida. Después de morder y besar sus tetitas, mientras ella gemía de placer, comencé a pasar mi lengua por todo su cuerpo, pasando por su estómago y por su vientre. Allí me recree, dando besos y lametones en su piel.
– Por favor…baja ya… Necesito tu lengua ahí… – dijo suplicándome.
Tardé un minuto para que no dejase de suplicarme y me sumergí en su clítoris. Abrí la boca y me lo comí suavemente y con la lengua lo lamía cariñosamente. Ella casi da un salto del gusto que sintió. Después, bajo poco a poco mi lengua e introduje un dedo en su chochito y mi lengua. Sabía a gloria. Sumergí toda mi boca en su cueva, lamía por todos lados y engullía su aroma y su sabor. Carla no tardó y se corrió por primera vez en mi boca. Agarraba tanto la cama que casi rompe las sábanas. Su chillido orgasmico fue espectacular.
-Ven….necesito probar tu boca con mi lechita…
Subí corriendo a besar a Carla y me lamió toda la boca y la lengua, las cuales habían estado en contacto con todo su jugo.
-Como me pone probar mi sabor de tu boca….
-A mi también me gusta besarte cuando me la chupas…
Carla bajo corriendo a chuparmela y no paraba. Movía su cabeza a toda velocidad. Sacaba su lengua y lamía toda la polla, sobre todo el capullo, a una velocidad increíble. Estaba hiper cachonda. Por tanto decidí dar el paso.
-Carla…para. No quiero correrme. Quiero desvirgarte y correrme dentro de ti.
Continuará
Excelente muy excitante y tiene mucho morbo.