Follando a mi madre. 4º parte “Mi hermano nos pilla follando”
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por adriano17.
Continuación de “La gran sorpresa de mi vida”
Follando a mi madre. 4º parte “Mi hermano nos pilla follando”
Han pasando ya algunos meses desde el día que por pura casualidad descubrí navegando por en internet varias videos publicados por mi padre en los cuales se veía a mi madre follando con extraños. (Publicado aquí en Voyeur Exhibicionismo como “La gran sorpresa de mi vida”.
Siempre que tenía la oportunidad me follaba a mi madre con el mismo entusiasmo de la primera vez, cada vez más puta siempre llena de sorpresas.
En ocasiones faltaba al instituto para acostarme con ella en su cama, todos los polvos de cama comenzaban igual con la comida de coño para luego seguir con un 69.
Una de mis posiciones preferidas era cuando yo tumbado ella se sentaba sobre de mi, cuando lo hacía de frente disfrutaba ver sus tetones balancearse delante de mis narices, cuando lo hacía de espaldas ella inclinada hacia mis pies, le abría las nalgas para ver su ojo negro y como mi polla se movía dentro del peludo coño.
La rotura con mi chica sería inminente, no me satisfacía como mi madre, ni me la chupaba ni me dejaba darle por el culo, me fui distanciando de ella y el coño de mi madre llego a ser el único que follaba, su olor, su sabor, peludo como a mí me gusta y lo mejor…. sabía que tenía coño por muchos años.
Me encantaba verla masturbarse con su enorme vibrador mientras de rodillas cerca de ella me pajeaba para descargar mi esperma en su cara o en sus tetas, mi madre me enseño muchas cosas que yo desconocía. Cuando no teníamos mucho tiempo para hacerlo solía darme una rápida mamada hasta correrme dentro de su boca, al principio me daba asco cuando se tragaba mi esperma luego se me antojo morboso.
Incluso comenzamos a arriesgarnos follar con mi padre en casa, el riesgo lo hacía más excitante, mi padre solía retirarse a cama temprano por razones laborales, en estos casos lo hacíamos en el salón o en la cocina, siempre vestidos por si tuviésemos que cubrirnos en caso de una inesperada visita, los dormitorios se encontraban en la primera planta y se escucha claramente cuando alguien baja las escaleras de madera.
En cierta ocasión mi pequeño hermano que creíamos dormido nos pillo infraganti, nos encontrábamos en el salón mal alumbrado por una pequeña lámpara sobre una mesita, mi madre estaba sentada sobre mí en el sofá, ambos vestidos, yo con la polla fuera de la bragueta se la tenía metida en su puto culo, me encontraba con los ojos cerrados a punto de eyacular, me di cuenta de que algo anormal sucedía cuando mi madre ceso de inmediato su sube y baja, de la nada apareció mi hermano medio sonámbulo, mi madre con su vestido a la cintura se apresuro bajarlo a la rodilla, hizo lo mismo con el jersey para cubrirse las tetas.
Medio dormido y con la escasa luz el pequeño no se había dado cuenta de las expuestas tetas de su madre balanceándose mientras le follaba el culo, ella adoptando una actitud casual ¿Fernando…… que quieres? Le pregunto mi madre tratando de disimular su excitación en la voz, “Unas galletas y un vaso de leche” la leche fue lo que le entro a mi madre por el culo mientras le indicaba al pequeño que se sirviese él, no me pude contener.
Lo que si fue evidente para mi hermano fueron las bragas de mi madre en el suelo, extrañado se fijo en ellas y siguió su camino a la cocina, momento que aprovecho mi madre para recogerlas, se las metió en la raja del culo para evitar la salida de mi esperma y salió apresurada para al aseo, yo con el cipote empapado de leche me lo guarde en los pantalones.
Mi hermano regresa con las galletas y el vaso de leche se acomoda en el salón para saciar el apetito, con una galleta en la mano preparado para devorarla oteo el ambiente un par de veces “Joer que olor a mierda” mi madre salió del aseo y pregunta ¿Que pasa? El pequeño con gesto de asco contesta “Que Luis se echo uno de sus pedos” “Ya no tengo hambre” y enojado subió las escaleras.
Estoy seguro que con el tiempo Fernando se acordara de todos los detalles, mi madre sentada sobre mí, las piernas expuestas, las bragas, el olor a mierda es posible que incluso se acuerde de las tetas desnudas de nuestra madre balanceándose, indudablemente se dará cuenta que aquella noche me estaba follando a su madre.
Saludos
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