Fragmentos de Lorena.
El punto de vista de quien tiene relaciones con una menor de su familia, ante las criticas que me hicieron mediante mis contactos en mi perfil, se les olvida que yo solo tenia 14 años y era casi un niño también, espero que estos fragmentos los haga aceptar que su odio es mas bien envidia por que no .
Si ustedes tienen vida, genitales y facultades mentales estables, no negaran que desde que se tocaban entre las piernas ustedes mismos sentían satisfacción, sentían cosquillitas, sentían bonito, se sentían bien, por alguna razón estas sensaciones existen desde quizá antes que aprendamos a hablar, en especial en las niñas, como culpar a una de ellas que se sienta sobre su primo 7 años mayor que él, y al sentir su erección solo disfruta el momento, al momento ella sabe instintivamente no sé por qué, que es algo malo, quizá la naturaleza nos hace saber que algo tan bueno debe ocultarse, yo tenia 13 o 14 años, ambos gozábamos de frotar nuestros genitales por encima de la ropa, a escondidas, como ladrones.
Nuestro botín era de placer, yo quería mas y ella no opuso resistencia, cooperando llegamos y disfrutamos la penetración anal, ambos nos buscábamos, no era obligado, no era amenazado, sin platicarlo aún, sabíamos que era nuestro más profundo secreto.
En ella no cambió nada, seguía siendo la misma niña, buenas notas en la escuela, jugaba con otras niñas, esperando siempre el encuentro conmigo, ambos sabemos hoy día que no cogíamos, hacíamos el amor, nuestros besos, caricias y la necesidad de que el otro estuviera bien lo confirmaba. Ella era mía en todas formas y yo era de ella, “¿Lorena, te gusta lo que te hago?”, su respuesta siempre fue “si”, aumentando palabras conforme ella crecía y su vocabulario también, “Si mi amor”, era un resumen de todo.
Mi pareja actual es 10 años menor que yo, para Lorena solo era 7 años mayor, ambos menores de edad, ¿Cuál pecado?, nos hicimos felices, ella mas tarde a sus 15 años comentó la idea de escapar juntos y casarnos, perdernos de todo y de todos, ¿Amor?, ¿Pasión?, ¿Calentura?, las tres respuestas eran buenas y válidas.
El cafetal fue nuestro primer testigo, varias ocasiones era ella quien se adelantaba y ya me estaba esperando ahí, dispuesta a satisfacerme y a la vez satisfacerse a ella, sin mentir, quizá unas 50 veces en el regazo de ese viejo árbol ella fue mía, muchas veces su energía fue mayor a la mía, cuando mi miembro satisfecho ya no podía levantarse, ella con besos y manipulación lo hacia levantarse para terminar su satisfacción, ¿Quién abusaba de quién? Mi cama por las noches, el primer testigo de cuando ella se volvió una adicta a beber mi leche, el primer intento fallido de entrar en su vagina, las penetraciones mas violentas por su ano, el cual lo hice a mis formas, a mi fuerza, a mi voluntad, sigo sin saber como le entraba mi verga que estaba del tamaño de su cara y casi tan gruesa como su muñeca. Nuestro cuarto de visitas, la recamara de los abuelos, el corredor, el granero, la cocina, mi sala, y hasta un autobús vieron tantos momentos de placer entre nosotros, desde sus 6 hasta sus 10 años le hice, nos hicimos el amor.
Nuestra separación por casi 6 años fue un periodo de mil dudas para mí, si ella al crecer comprendería lo que pasaba, y quizá yo era su fuente de odio o dolor actual, cada vez que mi mamá me decía con el teléfono en las manos “Tu tío quiere hablar contigo”, temblaba de miedo pensando que me reclamaría al saber lo que le hacía a su hija, pero no, siempre era para saludarme, y después podría cruzar unas palabras con ella, me Moria por decirle que la amaba, lo que deseaba estar con ella, pero solo podía decirle que se portara bien e hiciera sus tareas.
Su regreso fue la última gota de oscuridad que había en mi mar de dudas sobre la opinión de ella sobre mí, su abrazo, beso en la mejilla, el como acercó su ya crecido y hermoso cuerpo hacia mí, “¡Primo Josué! ¡Te Quería ver!!”, que feliz me hizo, terminamos nuestra historia sexual con un último encuentro bien consensuado y planeado por ella, un motel barato fue nuestro último testigo, por fin se dio la penetración vaginal que tanto anhelaba, fui el primer hombre en su vagina y culito, ella seguía preciosa, siempre será mi niña preciosa, mi Lori.
Ella ya casada con un niño y una niña, sabiendo lo que le hacia nunca ha tenido una actitud de restricción para mi con sus hijos, la quiero mucho y se que ella a mi también, nos queremos mas que primos pero menos que amantes, en las reuniones familiares siempre estoy al lado de ella, el abrazo de navidad y año nuevo son los únicos momentos en que nuestros abrazos pasaditos de tono pueden pasar desapercibidos, y aunque una vez mientras ella amamantaba a su hijo y nadie nos veía pude pegarme a su pecho y beber su leche materna, hemos tratado de evitar quedarnos solos, pues comenzamos a hablar y recordar nuestro pasado, y volver a vivirlo con nuestra actual vida seria mucho más complicado y arriesgado, en fin nada conveniente.
Yo fui un niño al cual a mis 6 años una muchacha como de 15 años mientras me cuidaba me hizo hacerle sexo oral, ella se subía en mi pene que por su tamaño no podía penetrarla, ella me hacia sexo oral, me hacia besarla y mamarle sus pechos, y ¿Saben qué?, se lo agradezco, lo disfruté y me hizo ser quien soy ahora, quizá sea por que ella nunca usó la violencia o me obligó, por eso si la tuviera en frente le agradecería y quizá si ella lo permite la cogería.
Cuando le pregunté a Lori si tenía algún rencor por lo que le hice y me dijo que fue lo mejor de su vida, algo en mi alma descansó, si hice algo malo, lo hice tan bien que se volvió muy bueno.
Lorena, estamos sin culpa ni disculpa, si en la próxima vida vuelvo a ser tu primo mayor, tu tío, tu padre o tu vecino, será un placer volverte a hacer mía de todas las formas y mas que ya lo fuiste.
Contacto en mi perfil.
Amigo, sinceramente esto sobraba y más tomando en cuenta que no es un relato. Así es esto, muchos llegan buscando relatos sexuales de cualquier tipo pero luego se hacen los ofendidos y hasta te quieren juzgar, la cosa está en no hacerles caso, parece que no entienden si quiera el nombre de la página.
La verdad muy rico, y sí, yo empecé a masturbarme desde pequeño, y al tener discapacidad visual eso se hace más todavía por la autoexploración y todo lo que nosotros tenemos que hacer para estimular el tacto. No tuve experiencias tan grandes como tú, pero en mi perfil puedes encontrar los relatos que tuve. Y sí, es delicioso!