Frutitas que parecían limones II
Encuentro junto con mi hermana el placer de nuestra primer experiencia sexual, inmaduros ambos pero con las curiosidad al máximo, nos olvidamos de que el sexo entre hermanos es tabu..
Después mamá dijo -dense una ducha porque están demasiado sudados y para que no apesten la pijama en la noche- la pizza tardaría unos treinta o cuarenta minutos, inmediatamente le pregunté a mamá -¿nos podemos bañar juntos? Porque tengo un hambre tremenda y quiero comer pizza lo más caliente posible- mamá dijo que no había problema, no podía creer mi suerte, aun no me creía lo que había pasado en la habitación, y ahora esto, Mar se me quedó viendo con una cara de complicidad que habíamos tenido en otras ocasiones por travesuras que habíamos hecho anteriormente, no era raro que nos bañáramos juntos, aun a nuestra edad, había ocasiones que mamá misma nos decía que nos bañáramos juntos para ahorrar tiempo en las mañanas, pues como éramos muchos en casa, había ocasiones que era más que necesario apurarnos.
Nos dirigimos apurados a nuestra habitación, inmediatamente nos quitamos la ropa, esta vez lo estábamos haciendo mirándonos de frente uno del otro, Mar comenzó por quitarse las ligas que le sujetaban el cabello, luego comenzó a subir su vestido con ambas manos, yo hacía lo propio con mi pantalón y calzón, bote mis zapatos con los pies, sin dejar de mirar, porque no quería perder detalle de lo que veía, después se sacó el corpiño, yo seguí con mi playera, después me quede mirando absorto, Mar se agacho para quitarse zapatos y calcetas, quedando solo con ese fabuloso calzoncito de tela lisa, con un resorte que apenas se notaba, la parte superior apenas le cubría la región púbica, los lados le encajaban perfecto en la ingle, eran de color blanco y tenían un estampado de unas frutitas que parecían limones de color amarillo, la parte de atrás de ese calzón le llegaba apenas arriba del pliegue que divide la nalga de la pierna, era muy excitante para mí, anteriormente me hubieran parecido infantil el diseño pero desde ese día los recuerdo como lo más sexy que he visto.
Mar terminó de quitarse la ropa, me quede mirando por un instante todo su cuerpo de pies a cabeza, ella estaba por encima del promedio de las niñas de su edad, que en su mayoría son flacas, tenía una piel clara como si nunca hubiera sido tocada por el sol, sus piernas eran largas y su cadera ya se notaba ancha, la pubertad comenzaba su labor, su pubis se comenzaba a notar un poco sombreado, solo unos pequeños bellos muy separados que apenas los notaba, su abdomen era liso que incluso el ombligo parecía que solo estaban dibujado, su pecho ya dibujaba unos botoncitos de color rosa, su cuello también se notaba largo, su pelo largo hasta los hombros enmarcaba su rostro, que era por demás bello, yo por el contrario era muy delgado y tenía marcas del sol en los brazos y los pómulos, al contrario de Mar que sí se cuidaba.
Mar se puso una bata y agarró su toalla, yo solo tomé mi toalla y me la puse en la cintura, nos metimos al baño uno tras de otro y cerramos la puerta con seguro, templamos la regadera y yo me metí primero después Mar, lo primero que hice fue tomarla del hombro, quería pegarla a mi cuerpo, pero escuchamos ruidos afuera del baño, eran mis hermanos que habían llegado, uno se ellos toco la puerta y dijo –dense prisa que quiero entrar- Mar hizo cara de fastidio, por la inesperada interrupción, me dijo -hay que apurarse- no hubo más remedio.
Estábamos en el comedor con mama, platicando en lo que llegaba la pizza para la cena, estaban mis hermanos que habían tenido una práctica de futbol, llego la cena y estuvimos un rato en la sala, para ese momento eran las nueve treinta de la noche, uno de mis hermanos le pregunto a mama si podíamos ver una película, pues era viernes y no habría clases el siguiente día, mama dijo que sí, yo les dije que quería ir a dormir pues estaba cansado, lo que quería en realidad era estar a solas con Mar nuevamente, pero como era costumbre de los fines de semana veríamos tele hasta tarde, mis hermanos insistieron hasta que accedí, me quede viendo a mi hermana y ella dijo -anda esta bien mañana nos pararemos tarde- me gustaba la convivencia que teníamos como hermanos solo que en ese momento quería regresar a la habitación con mi hermana, en un momento que tuvimos Mar me dice –es mejor que durmamos hasta tarde porque así dormirán más profundo y será difícil que despierten por algún ruido- tuve paciencia y resignación, era casi media noche cuando la película terminó y mama dijo que era suficiente y teníamos que ir a dormir todos, así lo hicimos, desfilamos por el baño uno a uno para lavarnos los dientes y después de despedirnos de mama nos fuimos a la habitación, Mar tenía una cama individual y yo dormía en un sofá-cama que todas las mañana tenía que recoger para poder tener un poco de espacio extra pues la recamara era pequeña, las sabanas y colchas las tenía en un cajón de ropero, las saque y las deje sobre el sofá-cama sin desdoblar Mar entró a la recamara, mamá venia tras ella y se despidió de los dos con un beso en la mejilla y se fue a su cuarto.
Cuando mamá salió me dirigí hacia la puerta y al cerrarla puse el seguro con lentitud, como si se tratara de algo en extremo delicado, creyendo que el seguro haría ruido que nos pudiera delatar, Mar se sentó en el centro de su cama en posición de flor de loto yo me subí he hice lo mismo quedamos de frente, todos los movimientos los hicimos en cámara lenta, pensando en no hacer rechinar los resortes de la cama o algo por el estilo, incluso yo intentaba respirar de manera los menos ruidoso posible, no sabía qué hacer y Mar fue la que comenzó a desnudarme, tomo mi playera de los lados y la comenzó a subir, cuando la quitó yo hice lo mismo con ella, tenía puesto un camisón que solo tenía dos botones en el cuello, se lo saqué y ella quedó con un corpiño de color blanco y unos pantis también blancos, me levanté y me quite la parte de abajo dela pijama, quedando en trusa, nuevamente estábamos frente a frente sin saber cómo comenzar, esta vez yo decidí dar el primer paso y acerqué mi rostro al suyo y le di un beso en los labios, intenté hacerlo despacio, ella me respondió y abrió un poco su boca, me temblaba el estómago nuevamente, comencé a pasar mi lengua por encima de sus labios y ella me respondió haciendo lo mismo, aumentando la velocidad y fuerza de los besos, después comencé a besar su mejilla y ella inclinó su rostro, de esta manera fui besando hasta llegar a su cuello, esto lo aprendí viendo telenovelas con mamá, a Mar parecía gustarle, ahora ella se sacó el corpiño, miré sus pequeños senos que apenas se abultaban y sus pezones estaban ya durísimos, me agache hasta alcanzarlos, comencé a lamer como si fuera un perrito tomando agua, ella se hizo hacia atrás apoyándose en sus brazos, tenía los ojos cerrados, y su respiración se hizo más rápida, supe que lo que hacía a ella le gustaba, entonces me puso las manos en la nuca y me apretó contra su pecho, y metí casi todo su seno en mi boca, ya no lamia ahora succionaba, esperando que saliera algo, cambié de seno e hice lo mismo por algún tiempo.
Me detuve un momento porque sentí que no podía respirar por la presión que ella hacía en mi nuca, y entonces ella se pone de pié y se quita su calzoncito yo seguía sentado y su pequeña vagina quedo a la altura de mi rostro, la veía de una manera entre asombrado o hipnotizado, Mar me dio un empujón y me fui de espaldas, ella aprovecho y me jala la trusa que traía puesta, ya estaba durísimo del pene para ese momento, al sacarme la trusa mi pene rebotó hasta chocar con mi abdomen, yo le facilito el asunto y levanto la cadera, nos sentamos nuevamente como estábamos y esta vez ella extiende su mano hasta mi pene, al tocarlo sentí contracciones en mi estómago, ella lo toma desde la base con todo y testículos y lo jala un poco, regresa la mano nuevamente hasta la base y de nuevo lo jala, sentí que se me escapaba un jadeo, yo extiendo mi mano hasta tocar su vagina y acaricio sus labios con mis dedos índice y medio, empiezo un movimiento pequeño de atrás hacia adelante sin dejar de ver su vagina, mientras ella me acariciaba el pene y yo su vagina, ella levanta mi cara con su mano libre y me comienza a besar, siento su lengua buscando la mía y al encontrarse intento enredarla con la suya, nos besamos aparentando tener la experiencia del mundo en cuanto a besar, pero los dos éramos nuevos en ese aspecto, yo no sé qué pasaba por la cabeza de mi hermana en ese momento pero en la mía la única idea que me importaba en ese momento era ella, nos seguíamos tocando en esa pose, tenía ya los dedos mojados de sus fluidos y mi pene también tenía pequeñas gotas en la punta.
Esta vez yo tomo la iniciativa, me pongo de pié y pongo una almohada atravesada a media cama, Mar sabia para qué, pues ella lo había hecho de esa manera en la tarde, ella se acomoda nuevamente, contemplo su hermoso cuerpo de ocho años, sin imperfecciones, nalgas redondas y carnosas, piernas largas, al poner la almohada bajo su cadera nuevamente distingo su ano perfecto, yo estando todavía en posición de flor de loto, comienzo a besar su mejilla, pues tenía la cara de lado intentando ver lo que le haría, bajo por su cuello y después beso su espalda, pongo mis manos en sus glúteos y los amaso con fuerza, separo sus nalgas para ver ampliamente el pequeño agujero que esperaba recibirme, me agacho y mordisqueo sus nalgas y después de un rato, sin pensarlo mucho, le paso un lengüetazo por ese magnífico agujero, Mar se estremece y eso me da confianza para seguir, paso de nuevo mi lengua y esta vez lentamente dibujo un circulo sobre su ano, estiro mi lengua lo más que pude e intento penetrarlo, Mar jadea, su ano pierde rigidez, empiezo un movimiento de mete-saca con la lengua, disfrute de esto mucho tiempo, yo babeaba y tenía ese pequeño hoyo empapado de mi saliva, y palpitaba, a mí me parecía que las contracciones que tenía no eran para cerrarlo, al contrario parecía que eran para abrirlo más, pues estaba sumamente suave y no oponía fuerza alguna a mi lengua.
Decido ponerme sobre Mar con las rodillas a los lados de su cadera, empiezo a frotar su culito con mi pene, de arriba abajo, no tardé mucho en ponerlo en el centro y empujo, al pasar la cabeza Mar suelta otro jadeo algo fuerte, y yo me detengo un poco, espero unos segundos y continuo la embestida, entra todo mi pene hasta chocar los testículos con sus nalgas, y lo saco lento al igual que entró, al sentir que mi glande estaba por salir, embisto de nuevo, esta vez un poco más rápido, ella empujaba su cadera hacia mí y su ano no dejaba de palpitar, quise sentir con mi dedo también, saco mi pene y con el pulgar presiono, para mi sorpresa este también entro sin sentir resistencia, hasta desaparecerse por completo, hasta tocar su nalga con mi palma, saco el dedo y coloco nuevamente mi pene, esta vez con menos cuidado que antes, empiezo las embestidas más rápido, una tras otra, pasado un tiempo siento que ya no puedo más y doy un empujón lo más fuerte que pude, queriendo meterme en ella, al chocar sus nalgas con mi cadera me detengo haciendo presión y siento que me punza algo en mi abdomen y me recorre en pene hasta el glande, estaba teniendo un orgasmo delicioso, me reclino sobre ella sin sacarlo, extenuado por el cansancio, veo el rostro de Mar y tiene los ojos cerrados, me estiro sobre ella y me ruedo a su lado sacando mi pene ya flácido y aun punzando.
Descansamos un rato, luego mar pone su mano sobre mi pene y lo empieza a acariciar, pasando la palma de su mano empezando desde los testículos hasta mi ombligo y luego hacia abajo, nuevamente sube su mano y repite el movimiento, mi pene comienza a ponerse duro nuevamente, en eso ella pone sus dedos pulgar e índice sobre mi glande que estaba cubierto por el prepucio y lo comienza a bajar hasta dejarlo descubierto, sube sus dedos otra vez y de nuevo los baja, ahora es toda su mano la que rodea mi pito repitiendo el movimiento una y otra vez, me está masturbando, y siento riquísimo, estuvo así unos minutos y de pronto se detiene, baja de la cama se pone pantuflas y camisón y sale del cuatro, yo creí que iba al baño, después de unos minutos regresa con una botella de aceite de bebe en las manos, se quita todo de nuevo y se sienta nuevamente junto a mí, levanta la botella de aceite sobre mí, inclinándola un poco, la presiona para que salga un poco de aceite y caiga sobre mi pubis, ella lo empieza a untar sobre mi pene y testículos con su mano, nuevamente me está masturbando, pero esta vez con aceite y la sensación es increíble, sentir la manera en que resbalaba su mano empapada de aceite sobre mi pene me llevo nuevamente al orgasmo, sentí otra vez las punzadas desde la base de mi pene hasta la punta, veía salir pequeñas gotas de líquido transparente de su ojo, ella no dejaba de masturbar.
Toma otra vez la botella de aceite y pone más, lo esparce por todo el pene, esta vez se coloca sobre mí con sus rodillas a los lados, en un principio mi pene queda hacia atrás, tocando otra vez su culito, ella se levanta un poco y mete su mano hasta sacar mi pene llevándolo hacia adelante, se sienta sobre él y ésta vez veo mi cabecita justo debajo de sus labios vaginales, Mar mueve su cadera hacia adelante con un movimiento lento y mi glande desaparece, luego la mueve hacia atrás y mi glande aparece de nuevo, mi pene estaba pegado a mi abdomen debido a la presión de ella, ahora ella se masturbaba con mi pene, era un delicioso vaivén, la lubricación que teníamos por aceite hacia que resbalaran nuestros cuerpos sin nada de fricción, estábamos empapados en aceite desde las piernas, la entrepierna, las nalgas de ambos, y sobre todo su vagina, pues aparte del aceite estaba chorreando de sus propios jugos, Mar se movía hacia adelante y hacia atrás de forma lenta, en ocasiones llegue a sentir un pequeño temblor, ella cerraba los ojos cuando esto pasaba, después de algún tiempo se levanta un poco y con sus dedos separa los labios de su vagina para quedar mi pene entre ellos, reanuda su movimiento de cadera esta vez un poco más rápido, note que su clítoris estaba hinchado, y cuando ella se movía hacia adelante la punta de mi pene chocaba con él, cuando retrocedía sus labios se deslizaban a lo largo de mi tronco, hasta llegar a los testículos , el movimiento se hizo todavía más rápido, yo no perdía de vista lo que pasaba con nuestros genitales, nuestras respiraciones se hacían cada vez más fuertes, mi pene aparecía y desaparecía, una y otra vez bajo los labios vaginales de mi hermana.
Mar se inclina sobre mi acercando su rostro y levantando su cadera un poco, con su mano acomoda mi pene para quedar en posición vertical, baja un poco su cadera y el glande toca sus labios, su mano lo mueve para que quede entre ellos , y sigue bajando la cadera, esta vez lo veía desaparecer, pero dentro de mi hermana, ella sigue bajando la cadera y de repente emite un jadeo, o un pequeño grito, en ese momento se deja caer hasta chocar sus nalgas en mi cadera, cierra los ojos y se detiene, su rostro tiene una mueca de dolor, yo no sabía en ese momento que ocurría, pero mi hermana se acababa de romper el himen, ella se reclina aún más hasta quedar sobre mi pecho, mi pene sigue dentro de su vagina, la abrazo y no sé qué hacer, -.todo está bien?- le pregunte, no respondió, no se movió de la posición, yo me quedo también sin moverme, estuvimos así tal vez un minuto, después abre los ojos, me mira y me dice –sentí un dolor pero ya se me está pasando- nos miramos a los ojos por mucho tiempo,, creo que estábamos abrumados por lo que sucedía, Mar comienza a moverse nueva mente sobre mí, ahora ya no veía mi pene asomarse por debajo de su vagina, ahora lo sentía entrar y salir, yo puse mis manos en su cadera y hacia presión al ritmo que ella estaba marcando, ya no eran lentos los movimientos ahora eran rápidos, intensos profundos, el rostro de Mar tenia pequeños mechones de cabello pegado debido al sudor, sus jadeos ahora eran más fuertes y también los míos, nos estábamos moviendo ya sin ninguna precaución, el colchón también se quejaba, haciendo ruido con cada embestida que dábamos sobre él, estábamos disfrutando tanto que no importaba lo que se escuchara, la cadera de mar se despegaba un poco de la mía y al volverse a unir parecía que estábamos aplaudiendo, pasaron minutos y no parábamos, el sudor me había entrado en los ojos y me hacía parpadear demasiado, los cabellos de Mar me rosaban el rostro, yo veía constantemente como entraba y salía mi pito de la vagina de mi hermana, ella también se agachaba para poder ver como la penetraba, sentía como sus labios se contraían cuando llegaban a la base de mi tronco y al recorrerlo yo los miraba, envolviéndome la verga, paso el tiempo y los movimientos se hicieron más rápidos cada vez, de una manera frenética yo escuchaba los jadeos de mar y me excitaban, hasta que de repente se detiene y mueve su cadera hacia adelante frotando contra mi abdomen, al hacerlo siento que quería desprenderme el pene jalándolo con su vagina, también siento otra vez un pequeño temblor junto con la presión de ella contra mí, estuvimos quietos por algunos segundos, ella se relaja quedando sobre mi pecho, sus músculos de todo el cuerpo también se relajan quedando sobre mí, al igual yo dejo de hacer presión, ella se había venido, yo no sabía que sentía pero también me punzaba la base del pene, nos miramos y comenzamos a besarnos nuevamente, lo hacíamos ya de una manera delicada apenas rosando los labios y tocándonos con apenas la punta de la lengua, mar se mueve de encima de mí y se acuesta de lado, sube una pierna dejándola sobre la mía comienza a acariciar mi pene y a mirarlo, ya estaba flácido, pero lo miraba y sonreía como si fuera un nuevo juguete, estaba aun con muchos fluidos y aceite, lo que hacía que estuviera resbaloso, también tenía unas manchas de sangre, lo aprisiono con su mano y la dejo ahí, platicamos un poco, para ese momento Mar se volvió la persona más maravillosa que conocía, quería ser parte de ella y que ella fuera parte de mí, y nos quedamos dormidos sin taparnos.
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