Fue a los 22 años

Mi primera experiencia sexual a los 22 años.
A los 12 años comencé a ver porno. Me proyectaba en los videos, imaginando que yo era el hombre que se cogía a esas mujeres. No tenía suerte con las mujeres, porque para ellas no era atractivo, por mis barros en la cara. Dos años después le confesé a mi prima Violeta que me gustaba y que quería tener algo con ella. Me gustaba su piel morena, cuerpo delgado y unos pechos que se veían muy bien. Tras varios meses de rogarle ella acepto, pero sin pasar de besos de lengua y manoseos.

Cuando ella cumplió los 18 años tuvo la grandiosa idea de fugarse con el mejor amigo de su novio. 6 meses regresó embarazada a la casa de nuestra abuela. Di todo por terminado, porque ella de ninguna manera volvería a hacerme caso teniendo como pareja a un hombre atractivo. Pasaron más años, yo ya tenía 22 años y sin tener una experiencia sexual. El porno y hentai ya no me satisfacían, porque lo que to quería era estar con una mujer desnuda.

Mi abuela estaba por cumplir años y se tenía planeada una fiesta para ella. Yo me puse nuevamente en contacto con Violeta y hacerle ver que aun pensaba en ella. L suerte estaba de mi lado, porque en esos momentos estaba peleada con su pareja y ella necesitaba a algún idiota que le estuviera rogando y ese idiota soy yo. La fiesta fue en un salón de eventos. Violeta tenía un vestido color guinda corto y muy ajustado. Me gustó como sus pechos se veían más grandes.

Pasó la mala suerte que no pudimos hablar mucho tiempo en la fiesta, porque ella era la encargada de la organización. Ya eran las dos de la mañana y la fiesta estaba terminado. La hija de Violeta ya tenía sueño. Por suerte se durmió en mis brazos, porque así Violeta aviso que se adelantaría a la casa para acostar a su hija, y, por lo tanto, yo la acompañaría.

Llegamos y subimos a su cuarto, donde deje a su hija en la cama. Miré a Violeta y le pedí (rogué) por un beso. Ella se hizo de rogar, hasta que accedió. En el beso le toque los pechos. Ella me alejo y me dijo que ya quería dormir. Yo puse mi cara de estúpido y me fui a la habitación de al lado, quedando con ganas. Pasaron 5 minutos cuando ella entro a la habitación poniéndose arriba de mí. De nuevo nos besamos y ahora le desabrochaba el vestido. Por primera vez le estaba mirando sus pechos desnudos, lo cuales se veían más grandes, pero eso ya no importaba. Le chupe los pezones con suavidad. Después de unos minutos ella se levantó para terminar de quitarse el vestido y su tanga. Violeta estaba depilada, así que me fui directo a chupar y lamer su clítoris y su vagina.

Ella me devolvió el placer poniéndose de rodillas y chupar mi pene. Era la primera vez que sentía una boca en mi miembro. Yo quería perder ya la virginidad. Entonces me acosté y ella se sentó lentamente. Por fin sentía lo caliente y estrecho de una vagina y era la vagina de mi prima. Escuchamos ruidos abajo, era la familia llegando a la casa. Violeta me quería mandar a la otra habitación, pero le dije que no. Ambos miramos por la ventana y nos dimos cuenta que se habían quedado en el patio para seguir tomando.

Tomé a violeta por la cadera y se la metí una y otra vez. La puse en 4 en el piso de madera para seguir embistiéndola. No dejaba de pensar que me estaba cogiendo a mi prima en casa de la abuela con la familia a unos cuantos metros de nosotros. Regresamos a la cama para seguir cogiendo, esta vez yo arriba de ella. Para ese momento ella decía mi nombre y me dijo que ya la había hecho terminar dos veces. Ya no pude resistir más y eyaculé en su interior. Violeta no me dejó descansar sobre su cuerpo y me corrió de su cama para que nadie nos viera.

Al día siguiente le di un beso y ella me rechazo, diciéndome que ya no iba a pasar nada entre nosotros, que para evitar conflictos familiares. Pero sé que no lo hizo por esa razón, yo simplemente no le gustaba. Lo que había pasado esa noche fue porque ella ya había tomado varias cervezas y yo era el único hombre que le estuvo insistiendo.

Hasta el día de hoy me sigue calentando, pero sin darme alguna oportunidad.