Fue sin querer 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando mi hija vuelve de su viaje, aunque me puse muy contenta, pase a segundo lugar.
Estábamos los tres en el salón de casa hablando, y ella nos contaba de su viaje, como le había ido, que estaba feliz de haber echo todo bien y que en la empresa le dijeron que se tome cuatro días de descanso, que vuelva el lunes.
Ni por asomo se había dado cuenta que su marido o sea mi yerno y yo habíamos cogido, dormido juntos, que por unos días había sido su mujer.
A la noche estaba en mi cama, nerviosa, extrañaba la verga de mi yerno, cogiendo mi cuca o mi cola, extrañaba mamar su verga, sentir como se escurría en mi boca, como me tragaba su deliciosa leche, no sabía que hacer, me levanté al baño y cuando paso por su habitación, escucho los gemidos de mi hija, pego mi oreja contra la puerta y la escuchaba gemir, gozar, pedirle como le pedía yo que le meta la verga lo mas adentro posible, yo escuchaba eso, y me metí la mano dentro del calzón y me empecé a tocar la cuca, la sentía caliente, mojada.
Entre caricia y caricia que me hacía me iba bajando el calzón, hasta dejarlo en mis rodillas, mis dedos entraban y salían de mi cuca a medida que escuchaba los gemidos de mi hija, me imaginaba que era yo a la que estaban cogiendo, me sacaba los dedos de la cuca y buscaba mi ojete para hacerlos entrar en mi cola, estaba tan caliente que tenía miedo de gritar, sentía como me temblaban las piernas, me fui a mi habitación sin sacar el dedo de mi cola, me tendí en la cama y me masturbe de una manera salvaje, hasta que me escurrí, me oriné, me chupaba los dedos que tenía en mi cola y después en mi cuca.
Quedé agitada, quede sudada, satisfecha, pero a la vez, necesitaba la verga de mi yerno.
Al otro día nos levantamos, a ellos se los veía felices, yo en el fondo me sentía celosa, desayunamos, ellos se fueron de compras, me dijeron que vaya con ellos, y les dije que no.
Cuando se fueron, rebusqué en el frigorífico un pepino mediano, los veía y me imaginaba la verga de mi yerno, hasta que encontré uno, fui a la habitación de los chicos y busque un condón, metiendo el pepino dentro y lo escondí en mi habitación.
A la noche, estaba nerviosa, ansiosa, me saqué el calzón, me puse una camiseta, y con el pepino en la mano, me fui a escuchar a la habitación, iba descalza para no hacer ruido, todo estaba en silencio, me volví a mi habitación, esperé un rato y volví, esperé un rato y cuando ya me iba a volver a mi habitación, escucho a mi hija quejarse, "despacio, no olvides que hace varios días que no me la metes por la cola", escucho como mi hija se quejaba, y yo recordaba como me la metía a mi por la cola, y como me hacía disfrutar, a medida que escuchaba, me metía el pepino metido dentro del condón en la boca, lo mamaba como si fuera una verga, escuchaba los gemidos de mi hija y me calentaba cada vez mas, me pase saliva por el ojete y apoyé el pepino contra mi ano, y lo empece a meter, sentía como me entraba, despacio, para estar mas cómoda me puse de rodillas, apoyando el pepino contra el suelo y me iba sentando, notando como entraba, no es igual a la verga de mi yerno, pero escuchando gemir a mi hija, y acariciando mi cuca, me hacía disfrutar, cerrando los ojos imaginaba que era la verga de mi yerno lo que entraba en la cola, lo hacía entrar con cuidado, tenía miedo de que se meta toda en la cola y no poder sacarlo después, pero escuchar los gemidos de mi hija y de mi yerno cogiendo, me mataba, mis dedos metidos en mi mojada cuca, sentía el pepino metido en mi cola, quería gritar de placer, así estuve un buen rato, escuchando como los chicos cogían y yo me masturbaba, hasta que volví a mi habitación, para culminar con todo placer mi masturbación.
Cuando me levanto, estaba mi yerno solo en la cocina y fui a su lado, "como extraño tu verga", le dije en voz baja, tocándola por sobre su pijama, "ahora está tu hija, pero el lunes te vuelvo a coger", me dijo, apretando mi cola y besando mis labios, eso me hizo temblar, me puso nerviosa de nuevo, volviendo a mi habitación y masturbándome de nuevo con el pepino en mi cuca.
El fin de semana se me hizo eterno, salimos a comer fuera los tres, paseamos, quería distraerme, pero las horas no pasaban.
Hablaba con mi hija, le decía lo feliz que estaba con ellos, ya que realmente estaba feliz, me sentía muy cómoda, pero las ansias de volver a disfrutar la verga de mi yerno, se me hacía insoportable.
"Eduardo(así se llama mi yerno)me acompañas al trastero?", le dije, mi hija se estaba duchando, Eduardo le dijo que íbamos hasta el trastero, bajamos y yo sin poder aguantar mas le dije que aunque sea me deja mamar su verga, "pero no podemos demorar, tu hija no va a demorar mucho en salir del baño", me dijo, cerrando la puerta y sacando su verga del pantalón, yo la vi y me desesperé, me arrodille entre sus piernas y se la empecé a mamar con furia, necesitaba tener su verga en mi boca, movía mi cabeza para adelante y para atrás, la mamaba fuerte, hasta que siento como mi yerno me agarra la cabeza y siento su leche llenando mi boca, yo trataba de retener su leche en mi boca, mamaba fuerte, quería toda su leche, la fui tragando de a poco, la saboreaba, pasaba mi lengua por la cabeza de su verga, la limpiaba, no quería que nada de su leche quede sin que yo la trague, "bueno, vamos que demoramos mucho, ya mañana te voy a seguir cogiendo", me dijo, ayudándome a poner en pie.
Que feliz estaba, que ganas de tragar la leche de mi yerno, de mamar su verga, de saber que me seguía deseando.
Entramos en casa y mi hija hablaba por teléfono, discutía con alguien, nosotros nos quedamos en silencio, no dijimos nada, hasta que cortó de forma muy brusca, "hay cariño, me acaban de llamar de la empresa, tengo que viajar a Italia hoy, mi vuelo sale en tres horas, tengo que estar mañana a primera hora en una reunión", le dijo mi hija a mi yerno, yo casi salto de alegría, pero me contuve.
Fuimos a ayudarle a hacer su equipaje y salimos los tres al aeropuerto, nos despedimos de mi hija, yo estaba tan nerviosa que apenas podía contener mis nervios, sentía como a cada momento se me humedecía mas la cuca.
Íbamos caminando al coche y yo temblaba literalmente de pies a cabeza, "que te ocurre?", me dijo mi yerno, subiendo al coche, "hay Eduardo, no sabes que caliente estoy, necesito tu verga cogiendo mi cuca y mi cola", le dije, temblando, "ya la vas a tener cuando lleguemos a casa", me dijo, apretando una de mis tetas, haciendo que gima del gusto, "bájate un poco el pantalón así te voy tocando, quieres?", me dijo mi yerno, sacando el coche del estacionamiento, mientras yo me bajaba el pantalón hasta casi mis rodillas, dejando mi cuca expuesta a sus dedos, sintiendo como me acariciaba los labios exteriores, mi clítoris, me hacía rulos en los pelos largos de mi cuca, yo estaba recostada contra el asiento, con los ojos cerrados, disfrutando como mi yerno me iba acariciando la cuca, gritaba cuando me metía el dedo y lo limpiaba con su boca, "quieres que vaya mamando tu verga", le dije, "no, ponte de costado así te meto el dedo en el culo", me dijo, yo me acomodé, dejando la mitad de mi cola para su lado, y siento como buscaba mi ojete con su dedo.
Para ayudarlo me abrí la nalga y siento como lentamente me lo va metiendo, "hay por favor, que caliente que estoy, quiero tu verga bien adentro de mi cola, quiero que me cojas bien cogida", le decía, con mi cara pegada al cristal de la ventanilla, disfrutando de como movía su dedo dentro de mi cola, hasta que por fin llegamos.
Yo no bien entré me empecé a quitar la ropa, casi me la arrancaba del cuerpo, quedé completamente desnuda y le pedía por favor que me meta la verga en la cola, agachada delante de él, abriendo mis nalgas, siento como Eduardo se afloja el pantalón, siento como acomoda su verga contra mi ojete y el grito de placer que di cuando me la empezó a meter en la cola, agarrando mi cintura y pegando mis nalgas contra su pelvis, "papi, tengo toda tu verga metida en mi cola, que rico, cógeme por la cola, así, que rica verga, como la extrañaba", le gritaba moviendo en círculos mi cola, pegada a la pelvis de mi yerno, con toda la verga dentro, "dame verga, dame verga", le gritaba, moviendo mi cuerpo para adelante y para atrás, haciendo que su verga entre y salga de mi cola, mis tetas se movían para un lado y para otro, a medida que mi yerno me cogía por la cola, parados en el salón de casa, "no pares de cogerme, cógeme bien la cola que me escurro", le gritaba, escurriéndome, temblando de caliente, de gusto al sentir esa hermosa verga bien adentro de mi cola, sentir el sonido que hacía mis nalgas al chocar contra su pelvis, cuando me la metía toda, los jadeos de mi yerno sacando y metiendo su verga de mi cola, me hacían poner mas caliente, le pedía a gritos que se escurra dentro, que me llene la cola de leche, "dame verga, dame leche", le gritaba, al sentir como latía la verga de mi yerno dentro de mi cola, me dolían las piernas por la posición en la que estaba, pero estaba feliz sintiendo como mi yerno me llenaba la cola de leche, esa leche deliciosa que tanto extrañe mientras estaba mi hija.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!