Fui el juguete sexual de la esposa de mi tío
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
A los 19 años, debido a la situación económica que vivía mi familia, me consiguieron trabajo en la ciudad y el único pariente que me podía albergar era mi tío Lorenzo, hermano de mi madre.
Asi que me recibió él y su esposa Diana, ellos tenían un único hijo de cuatro años cuando yo llegué.
Me dieron una habitación, mi tío era propietario de una mecanica de autos y venta de llantas y Diana su esposa, vendía productos a domicilio y no tenía horario.
Diana es una mujer muy sexy, casi siempre me recuerdo de ella vistiendo, atrevidas minifaldas, ella tiene piernas bonitas, largas y torneadas, su rostro no es tan bonito, pero tampoco era fea, es de cara larga, con anteojos, boca grande y nariz pronunciada, alta medía casi el 1.78 mt.
En mi caso, yo medía el 1.80 mt, tenía buen cuerpo, me gustaba ir al gym a hacer pesas, iba invitado por un amigo que era el dueño del gym, porque yo no podía pagarmelo.
Debo ademas decir que yo era muy promiscuo, me gustaba ver revistas porno y videos vhs porno, entre amigos nos intercambiabamos este material.
Y mi tía para mi en ese momento era toda una "mujerona", asi le decíamos aquellas, que tiene muchos atributos femeninos, además de un buen busto.
Me gustaba ver las minis de Diana y en ocasiones algo más como sus diminutas braguitas que usaba y que yo podía verlas y olerlas en la lavandería cuando ella no estaba, me masturbaba con ellas.
Pensé que yo no le interesaría a Diana, pero no fue asi, conforme pasaban los días ellas coqueteaba más y más conmigo, ahora ella se ponía en posiciones frente a mi, por ejemplo en la sala, en donde podía verle su braguita y sus muslos, eso me calentaba.
Pero luego pensaba que era la mujer de mi tío y trababa de portarme bien.
Hasta que cierta día, mi tío no estaría en casa esa noche, yo llegué del trabajo y Diana sirvió la cena, solo mi primito, ella y yo.
A el lo envió a dormir a su habitación y me pidió que me quedara con ella, luego sacó una botella de tequila y sirvió en dos vasos, yo he tomado licor antes con mis amigos, asi que nos pusimios a beber, charlamos de cosas triviales, pero conforme nos servimos el tercer tequila, salió a relucir el tema sexual.
Ella me preguntó si tenía novia, le contesté que si, luego si ya lo había hecho con alguna mujer; le volví a contestar que si, muchas veces, ella se río, después me tocó preguntar a mi, pues hicimos un trato de hacer cada quien alguna pregunta, con ya cuatro tequilas, le pregunté si había tenido sexo con alguien que no fuera mi tío estando casada, ella me dijo que si, y ahora yo la vi con ojos de deseo.
Después ella me preguntó si lo había hecho alguna vez con una mujer mayor que yo, le dije que si una vez, con una maestra de la escuela.
Ahora yo le pregunté, que es lo que más te gusta en el acto sexual, ella se quedó pensando y me dijo -que me coman rico la cuquita-.
Y asi siguieron las preguntas íntimas, yo estaba muy caliente y mi verga se notaba ya parada dentro de mi pantalón.
Me preguntó que era lo que más me gustaba hacerle a una chica en la cama y yo para poner más interesante la situación le dije -mamarle la cuquita-, ambos no reimos y nos abrazamos, yo sabía que ella también estaba calentándose.
Luego le dije que le haría la última pregunta y que me contestara honestamente, le pregunté si haría el amor conmigo?, ella se acercó y me dijo -creí que no me lo pedirías!-, y me besó ardientemente, su lengua penetró mi boca y yo se la tomé con los labios y nos dimos los besos más humedos que yo recuerde, mis manos tocaban todo su cuerpo, sus senos sobre su vestido, sus piernas, sus muslos, y ella apretaba mi verga sobre mi pantalón y metía sus manos dentro de mi camisa.
Los besos sonaban y nos poníamos más calientes.
Mi mano entro debajo de su corta falda y adentro de su braguita, tuve contacto con sus labios vaginales los cuales acaricie y ella gimió, me soltó los labios y me dijo al oido -vamos a mi habitación, estaremos más cómodos-, nos fuimos de la mano besándonos en todo el camino.
Llegamos y me dijo que me quitara la ropa, quedé en calzoncillos y me acosté en la cama, ella frente a mi se fue despojando de su ropa dejandose solo su bra y su pantaleta, se acercó y dándose la vuelta me pidió que le quitara el sostén, sus tetas eran más grandes y mejores que como se le miraban con sus vestidos apretados.
La tomé y las apreté, se veían deliciosas y no tardé en probarlas, las mamé en toda su circunferencia y luego tomé sus pezones con mis labios y los apreté al máximo, la hice gemir de gusto.
Mientras eso sucedía, ella se fue quitando las pantaletas y me dijo que me acostara de nuevo, ella se fue colocando sobre mi, puso su raja rasurada sobre mi rostro y me recordó que yo había dicho que me gustaba mamar las cuquitas, asi que la tomé de sus muslos y fui atrayendo su raja a mi boca, fue un beso entre mis labios y sus labios vaginales que eran prominentes, le dimos una chupada de labios vaginales, metiendo mi lengua por todos lados aún dentro de la entrada de su vagina que ella se tomaba los cabellos y gemía, dando a entender que la pasaba muy bien.
Yo como dije usaba mi lengua para pasársela por su clitoris y su ano, ella luego de varios minutos casi cabalgaba mi boca, y me decía que no debía detenerme, que siguiera asi de rico, de pronto la oí quejarse diferente, y gritar -me estoy corriendo!!-, y era cierto, sentí una oleada de jugos íntimos en mi lengua y boca, eran juguitos amargos que provenían del interior de su rajita.
Yo seguí metiendo mi lengua e incluso la penetré con ella en su vagina para aumentar su orgasmo y ella incluso quiso separar su cuquita de mi boca, pero yo le evité tomándola de sus muslos.
Habia sido el mejor inicio de nuestra sesión.
Luego, ya un poco más relajada, ella se bajó de mi boca y me felicitó por tan rica chupada de cuca.
Luego se subió en mi pero para besarme la boca, las mejillas y mi quijada, lo hacía con su boca y su lengua, era delicioso.
Fue bajando por mi pecho, chupó mis tetillas, eso fue riquisimo, mi verga se erectó al instante.
Descendió por mi vientre, sus manos tomaron mi verga y la acariciaron hacia arriba y hacia abajo, como una rica paja, mientras que su boca se iba apoderando de mi verga.
Diana la chupó y lamió toda, ella quería vengarse porque mamaba como desesperada buscando que yo llegara a mi venida.
Aguanté todo lo que pude, pero sus caricias, con mucha experiencia, eran de verdad riquisimas, le anuncie que si seguía me correría en su boca, ella no cedió, siguió mamandomela y grité cuando el primer chorro de esperma salió de mi verga rumbo a su garganta, ella no sacó de su boca mi verga en ningún momento, tragó cada gota de mi semen, fueron varios latigazos de leche que derramé en su boca y ella hasta se saboreo cuando terminé de lanzarla.
Luego ella se puso en cuatro y me dijo que me la cogiera, me puse atras, mi verga se puso menos dura con la corrida, pero no tuve dificultad para metersela hasta el fondo, poco a poco lo caliente y lo apretado de su vagina me fue reponiendo la dureza de mi verga, yo entraba y salía de su rajita, a la vez le apretaba las tetas, ella también movia su trasero de forma rica, poco a poco mi verga ya dura de nuevo, le daba una buena fornicada a su vagina.
Los gemidos de Diana no se hicieron esperar, ella gemía, se quejaba y me decía que se lo hacía rico.
Yo la tomaba de su cintura, que la tenía muy bien definida y luego sus gluteos formado una bella curva.
-que rico papi, que rico me lo haces!!- me decía por momentos, de pronto de nuevo me gritó que se estaba corriendo, yo le di más duro porque ella me lo pedía, para hacer más fuerte su orgasmo.
Luego me dijo que me quería cabalgar un rato.
Me acosté de nuevo y ella se subió encima, tomando mi verga con una mano, se la llevó hacia su raja, ella se sentó encima de mi verga y por la alta lubricación de su vagina mi verga ingresó hasta lo más profundo de su sexo.
Ella luego comenzó a moverse encima, sus manos acariaban mi torso y parecía toda una vaquera encima de mi.
Yo la jale y comenzamos a besarnos rico de lengua mientras ella no dejaba de moverse clavandose mi verga una y otra en su vagina.
Fue de veras increible, no había follado asi en mi vida, era por mucho la mejor relación sexual hasta ese momento.
Después de varios minutos deliciosos, ella empezó a gemir y a mostrar que se iba a correr de nuevo, entonces yo aceleré la penetración tomándola por las nalgas y dándole duro.
Asi de ese modo comencé yo también a venirme, asi que todavía la alcancé y los dos acabamos dándo gemidos de nuestros orgasmos, toda mi leche la deposité en su rajita, mientras ella todavía se movía y me sacaba hasta la última gota.
Fenomenal, no hay otra palabra para calificar este rico polvo.
Nos quedamos unos minutos en la cama, hasta que nuestras respiraciones alteradas se normalizaron.
El paso estaba dado.
Me había convertido en el amante de la mujer de mi tío.
El tío estuvo afuera por cuatro días, el mismo número de noches que dormí con mi tía, amanecía en su cama, cansado de follar, seco, porque le llegué a dar hasta tres polvos durante la noche.
Fornicamos todos los días siguientes previo a su llegada.
Mi tía se ponía su ropa interior más sexy y eso me ponía duro todo el tiempo.
Hicimos varias posiciones sexuales, desde las normales hasta las más imaginativas.
La noche antes que llegara mi tío, le dije que deseaba metersela por el ojete de su culo, ella me dijo que un novio antes de mi tío se la había cogido por alli varias veces, pero que luego de casarse con mi tío, nunca lo volvió a hacer.
Pero que le encantaba la idea de yo se lo volviera a estrenar.
Asi que me dijo que se prepararía, no sabía en ese momento a que se refería, pues para mi iba a ser mi primera experiencia anal.
En la cama ella se puso en cuatro y me pidió que le chupara su trasero completo desde la raja hasta su culito.
Lo hice y me excitó mucho hacerselo, ella también estaba muy caliente, me pidió meterle dos dedos en su raja y luego un dedo en su ano, asi que le metí el dedo medio y el anular en su raja y el dedo indice en su culito, la masturbé bien duro hasta que ella empezó a correrse, me dijo que la cogiera por el culo y poniéndome detras se la metí en su culo mientras ellla daba de gritos, no se si por su orgasmo o por si le dolió que yo se la metiera por detras, su ano estaba apretadisimo, pero luego de varios minutos toda mi verga le entraba por el recto completa, yo lo sentía deliciosisimo, mejor que su vagina, porque era más estrechita y eso me provocaba un doble placer en mi verga.
Ella se tocaba la cuquita con la mano.
Me corrí y lo hice adentro de su recto, a petición de ella.
Fue mi primer anal de muchos que vendrían con Diana.
Me cogí a la esposa de mi tío un poco más de un año.
En ocasiones tuvimos relaciones diariamente, sobre todo cuando mi tío no estaba en casa, sino en viaje de negocios.
Pero cuando él estaba presente, también hubo semanas de ninguna.
Luego la empresa donde laboraba me ascendió y me mude a otro lugar, alli ya solo nos juntabamos con Diana muy de vez en cuando, solo para coger.
Podía ser cada dos meses o tres.
Luego dejamos de acostarnos.
Fue una temporada magnifica.
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