Garchando con papá
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por RebecaLuz.
Desde muy chiquita papá me tocaba.
Siempre estaba acariciandome y mirándome, decía que yo era el amor de su vida.
Yo lo amaba ciegamente.
Mamá se separó de él y tuve que irme a vivir con ella, se llevaban muy mal así que no quería que papá me viera, por lo que empecé a insistir e insistir, quería pasar tiempo a solas con papi, tenía 10 años.
Ante mi insistencia mamá permitió que papá me pase a buscar dos veces a la semana, así empezó nuestro idilio sexual y romántico.
La primer visita hicimos lo que habitualmente haría una niña común con su padre, miramos una película y comimos comida chatarra.
Empecé a sentirme mal por la comida, vomité y él me acostó.
Entredormida escuché que llegó mamá, me despertó para llevarme a casa y le pedí que me dejara dormir con mi papá.
Accedió.
Esa noche me fui hasta la cama de papi mientras él dormía.
Estaba en calzoncillos, así que me saqué la ropa también y me quedé en bragas.
Me acurruqué al lado suyo y se despertó, al verme casi desnuda encendió la luz.
-Seguí durmiendo pá, solo me dio miedo y quise estar con vos.
Lo abracé, se recostó y comencé a acariciarlo.
Para mí era hermoso, todo su cuerpo era perfecto, su piel suave y amaba su olor.
Seguí acariciándolo con mis manitos hasta que sin querer rocé su verga.
Estaba dura.
Era muy grande.
Como ví que no se enojó puse énfasis en su bulto, lo apreté, lo acaricié y quise toamarlo con mis manos.
Yo estaba fascinada con esa pija tan hermosa, grande, gruesa, rosada, perfecta.
Aún no sabía que me volvería adicta.
Papá se relajó y me dejó masturbarlo por unos momentos, hasta que me empujó y me sacó de encima.
-¿qué estás haciendo Rebeca?
-Nada papi, es que no sabía que tenías eso y me parece tan lindo, yo no tengo eso.
-Eso no se hace hija, está mal, soy tu papá.
No podés tocarle el pito a papá.
-¿Y por qué?
-Porque los papás no pueden ser novios de sus hijas, además sos muy chica para que te empiece a gustar la pija.
Me quedé pensando en todo eso que me dijo, yo solo seguía mis instintos, amaba a papá.
Se acostó de nuevo y nos quedamos quietos, pensando.
-Pero papi yo te amo
-Dormí Rebeca, sacate esas ideas sucias de la cabeza.
Le hice caso y a la mañana siguiente me volví a casa de mamá.
Pero no dejaba de pensar en lo hermoso que era el cuerpo de papá, su olor y su suave piel.
La semana siguiente volví a visitarlo.
Jugueteamos como siempre en el sofá, reiamos y nos hacíamos bromas.
Me subí encima de él, y entre juegos me empecé a frotar sobre su bragueta, sentí placer así que lo seguí haciendo, papá se quedó quieto.
Cuando tomé ritmo y dejé de disumular lo bien que la estaba pasando, él se vió cómo estaba disfrutando y me acarició las tetitas.
Yo estaba felíz, todo eso nunca lo había sentido y amaba a mi papá.
-¿Te gusta esto no?- Dijo él.
-Me hace cosquillas en la concha pa, me gusta.
Dije sonriéndole.
Él siempre me acariciaba, con suavidad y nunca pensé que fuera con malas intenciones, recorría todo mi cuerpo con sus manos y yo lo dejaba, solo que ahora yo también quería tocarlo, y que él me toque mas.
Algo se había despertado en mí.
Seguí subida en su falda, moviéndome de adelante hacia atrás.
Se sentía tan bien.
-Bueno basta Rebeca.
-Un poquito mas papi, me gusta estar así.
-Lo puta lo heredaste de tu mamá.
– Me dijo, pero yo en ese momento no lo entendí.
– No sabés todo lo lindo que podríamos hacer si no fueras mi hija.
-¿qué cosas pá? mostrame porfi
-No, está mal, si tu mamá se entera no me va a dejarte ver nunca mas.
-No le cuento a mami, te prometo papi.
Porfa mostrame, quiero estar todo el tiempo con vos, quiero dormir con vos, quiero ser tu novia.
-Parate.
– Me dijo
Me paré, me separó las piernas y metió sus manos por debajo de mi bombacha, yo estaba super exitada, no lo podia creer.
Acarició con suavidad mi clítoris, empecé a gemir, me empezó a lamer el cuerpo sin dejar de acariciarme.
Yo gemía mas y mas.
Sentía que me dolía la concha de las ganas de estar con papá.
Cuando estaba ya en un punto de exitación incontrolable, me soltó.
Me empezó a gritar, enojado.
-¿Por qué hacés esto nena? Está muy mal que hagas calentar a tu papá.
-Pero pa.
Me abofeteó y me arrancó la ropa.
Me metió en la ducha y me gritaba que era una sucia, que si lo seguía buscando lo iba a encontrar.
Me Puse a llorrar y me fui a su habitación.
Estaba desnuda, papá entró y me abrazó, me pidió perdón y me prometió que nunca mas lo iba a hacer.
También lo abracé y me acosté en su cama.
Se quedó mirándome.
-Vení papi, vamos a dormir.
se acostó e intentamos dormir, pero yo no podía.
Quería tocarlo y que me toque.
Le agarré la verga y lo masturbé, él se entregó.
Después de unos instantes me empezó a masturbar también, yo gemía sin soltarle la pija.
En un momento se incorporó, me acomodó a su gusto en la cama con las piernas abiertas, me miró mi vagina y comenzó a lamerla, hasta que sentí que me metió un dedo.
Era la primera vez que fui penetrada, me dolió pero me gustó.
-Mirá como estoy hija, estoy como loco, te la quiero meter en esa conchita chiquita que tenés ¿me dejás? no doy mas, mi amor.
– Me va a doler papi.
es muy grande
-Te doler pero te va a encantar, te lo prometo.
Le dije que sí.
Sentí su cabecita tratando de entrar en mi cueva, era hermoso! estaba felíz.
Cuando comenzó a empjuar empecé a sentir dolor, mucho dolor.
-Papá me duele mucho, pará.
-Ahora es tarde princesa, ya no puedo parar, hace días que no dejo de pensar en metertela, me estuviste calentando, ahora te aguantás.
Me embistió con fuerza y me la metió toda.
Grité del dolor y lo rasguñé, pero él seguía.
Mi papá me violó.
Yo lloraba y le pedía que pare, pero él no me dejaba moverme.
Me acabó en la panza y al recostarse me dijo que si le contaba a alguien nunca mas nos ibamos a poder ver.
Así, con una violación de parte de mi padre, inducida por mí misma, epmezó nuestra historia de amor y sexo, la cual duró varios años.
Haganmé saber si quieren conocer mas de mi historia.
Uy q lindo y con una pija como esa