GIRO INESPERADO
Las vueltas que puede dar la vida a un chaval normal y corriente. El sueño de muchos chavales hecho realidad..
_ ¡Que suerte tienes Carlos, si mi madre estuviera tan buena, mi padre dormiría en el rellano de la escalera. Jajajajajaj!
No sabía la cantidad de veces que había podido oír esa expresión y la verdad es que tenían razón pensaba Carlos, joder es mi madre pero esta muy buena. El caso es que de tanto oírla, Carlos había empezado a sentir deseo sexual por su madre Natalia, una mujer de 38 años, trabajaba de gerente de una residencia en un pueblo de Toledo. 1,70, 63 kg y una medidas de infarto, aunque el bisturí tenía mucho que ver.
A Natalia la gustaba provocar, desde pequeñita la gustaba que los hombres la desearan y hacía todo lo posible para ello, ahora aunque casada y con dos hijos seguía excitándose igual sabiendo que los hombres la deseaban, su trabajo era muy satisfactorio para ella, y no sólo laboralmente, tenía un montón de hombres babeando literalmente por ella y ella se encargaba de que tuvieran su ración diaria de Natalia. A pesar de lo que pudiera parecer Natalia nunca había engañado a su marido, le había sido fiel durante casi veinte años.
Juan el marido de Natalia y padre de Carlos era un hombre enorme, trabajaba la ferralla y era alto y de constitución musculosa, al contrario que su mujer, Juan aprovechaba cualquier ocasión que tenía para satisfacer su líbido y no sabía las veces que había engañado a su mujer.
De tanto oírlo Carlos no pudo evitar fijarse en su madre y para su sorpresa se dio cuenta que realmente sentía deseo sexual por ella, de hecho se sentía un chico afortunado. -¿Quien tiene a una hembra así en casa y puede disfrutar de ella todos los días?. Y que fácil se lo ponía su madre, en casa iba siempre con lo mínimo que exigía el pudor y nunca cerraba la puerta de su cuarto ni la del baño. Así que no es extraño que sus primeras pajas tuvieran como musa a su madre, de hecho era prácticamente un ritual al llegar a casa desde el colegio, esperaba a que su madre llegara del trabajo y se desnudara o entrara al baño para mirarla y luego pajearse dos y hasta tres veces seguidas.
Carlos no era consciente pero Natalia sabía perfectamente que su hijo la espiaba, no le parecía raro ni la molestaba , estaba acostumbrada; primero su padre, su abuelo, su hermano, los amigos de su marido y de su hijo, los abuelos de la residencia…. la lista era interminable y que su hijo la deseara la provocaba una excitación mayor a la que le provocaba el resto de hombres, aunque ni ella misma sabía por que. Simplemente era eso, nunca había deseado acostarse con ninguno pero el hecho de sentirse deseada ya era suficiente para ella. Mientras lo hacía con su marido fantaseaba con el hecho de que la gente la viera en esas situaciones y últimamente su hijo se había colado en esas fantasías de tal forma que se empezó a preocupar.
Pasó por casualidad era una noche de otoño y Carlos se despertó con ganas de ir al baño, fue corriendo a aliviarse y al salir vio luz en la habitación de sus padres, según se iba acercando empezó a oír ruidos que no supo identificar por su juventud y escasa experiencia, al arrimarse a la puerta casi le da un infarto. Desde la puerta se veía desde el cabecero de la cama de sus padres, con la suerte de que ellos no podían verle a el por que la puerta le tapaba, aunque no podía verles las caras su padre estaba encima de su madre, esta tenia las piernas encima de los hombros de su padre, este no paraba de empujar contra la madre de una forma bestial y su madre no paraba de gritar un aaaaaaaahhhhh. Inmediatamente su polla se puso tiesa y antes de que se diera cuenta estaba eyaculando, aun así no se le bajó la empalmada, de pronto pararon su padres se levantó y su madre se puso a cuatro patas, la visión de las tetas operadas de su madre en esa posición le pareció una de las cosas mas maravillosas que había visto hasta entonces, pero de pronto algo le quitó la atención que hasta entonces era exclusivamente para su madre. Su padre estaba con la polla completamente tiesa y a Carlos le dio un vuelco el corazón, le pareció simplemente espectacular, el sólo había visto la suya y la de algún amigo, pero aquello nunca se imaginó que alguien pudiera tenerla así, era magnifica. De pronto su padre se la volvió a meter a su madre, su madre gritó esta vez podía ver la cara de su padre, el sudor que le resbalaba por el cuello y el pecho y podía ver el movimiento de las tetas de su madre, tenía la polla tan dura que le dolía, fue agarrarsela y se corrió inmediatamente.
Estaba tan excitado que se empezó a encontrar mal, se sentía mareado, las sienes le latían y notaba un calor que le subía hasta la cara, volvió a su cuarto sin creer lo que acababa de ver, en su mente se le agolpaban las imágenes y los sonidos, los gemidos de su madre los jadeos de su padre, las tetas de sus madre y la polla tiesa de su padre que visión. Estaba tan agotado que se quedó dormido sin apenas darse cuenta.
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