he encontrado el complemento en mi hijo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Susyalfi.
Tratare de extractar mi historia sexual en unas pocas páginas.
Creí necesario hacerla conocer pues puede llegar a ser interesante para las señoras que como yo requieren de un complemento para colmar su felicidad.
Actualmente tengo cerca de cincuenta años, casada con un señor de cincuenta y cinco mi hombre de por vida.
Tenemos un hijo ya mayor que estuvo casado y se separo, lo que lo decidió a volver a vivir con nosotros, cosa que nos resulta muy grata por diversos motivos.
El esencial es que es nuestro amado hijo y el secundario, que no es menos interesante es que es mi “complemento”.
Soy una mujer corpulenta, siempre lo fui, 1,80, rellena pero no gorda, conservo mis atractivas curvas, en mi todo es grande, mis tetas, mis pezones, mi culo, mi ojete, mi concha, mi lengüeta, mis ojos y mi boca.
De chica era una enloquecida por los juegos varoniles y los varones, también por las prácticas sexuales adolescentes, es mas no sé ni cuándo ni quien me desvirgo, supongo que fue paulatinamente a medida que se me introducían con calibres mas grandes a medida que los chicos iban creciendo.
Tuve un novio elegido por mis padres, que me complacía en su coche, y en hoteles, hasta hacíamos un raid para no repetir nunca el mismo, así que conocí cuanto albergue hay en la ciudad y los alrededores, me fascinaban los espejos, los colchones de agua y las películas porno que en ellos pasaban.
Llegada a mis 19 años no se si yo o mis padres decidimos que era edad para casarnos.
Tengo la manía de tardar en decidirme sobre todo en las compras, soy capaz de estar cinco minutos mirando que lata de tomates sacare de la góndola, y llego siempre a comprar la misma marca, reconozco que soy tediosa adquiriendo algo.
Al punto de que ese novio no quería acompañarme a elegir algo, por ello hasta me mando a elegir los muebles para vivir casados, que una vez elegido el los vería y podríamos cerrar trato si más o menos lo convencían, nunca fue demasiado detallista así que siempre lo que yo prefería él lo aprobaba.
Entro a una mueblería y veo un hermoso juego de cama Luis XV, ya era casi la hora de cerrar y si para una lata de tomates tardo cinco minutos en decidirme por un juego de muebles podría tardar días enteros, pensé tendré que volver otro día, dos vendedores a mi alrededor temerosos se tuviesen que clavar por mi presencia, cuando llega la hora de cierre llega un joven largo como de 1,90, flaco, pintón, vestido pulcramente, se presenta como el dueño y despacha a los vendedores haciendo que cierren el negocio, me dice señorita yo la atenderé y créame no tengo apuro en retirarme así que estoy a su disposición.
Le gusta este dormitorio?, si bastante, pensé para mí, pero vos me gustas mucho mas.
Seré curioso busca para alguna amiga casadera, no para mi, raro una mujer sola eligiendo muebles de este tipo, generalmente lo hacen en pareja, le explique lo tediosa que soy buscando cosas y se sonreía, plácidamente, me dice: se ha de casar pronto, si dentro de un mes, bueno creo que esta frente a un dormitorio digno de Ud.
, como?, si, de una reina.
Carajo se me estará tirando, sería bueno, está muy bien.
Agrega fíjese que calidad esto es capitoné de napa de la mejor calidad, los dorados son a la hoja de oro 18, los lacados son a fuego, además el largo es de dos metros, se lo puntualizo, además de lo banal, porque yo también soy alto y la mayoría de las camas me quedan cortas, son de 1,90 escasos.
La cómoda es de la misma calidad y el espejo triple con luna, es de cristal importado, la marquetería al mismo estilo de la cama, la banqueta esta forrada por terciopelo rojo sangre, pero puede ser cambiado por el color que Ud.
elija.
Me apabulla con tanta información, no me podre decidir tan fácil.
Siéntese en la banqueta, obsérvese en el espejo, la imagino con un desabille, cepillando su pelo al soltarlo, que debe ser largo, si hasta media espalda, divino, mientras hace mohines al ver a su esposo que detrás suyo le apoya sus manos sobre sus hombros, adorándola, y Ud.
, vuelca su cabeza hacia atrás para que él le bese la frente.
Hijo de puta me tenía a mil.
Tanto que vuelco mi cabeza hacia atrás, donde estratégicamente estaba el.
Lo veo inclinarse y pensé ahora me besa, pero solo sentí su bulto sobre mi espalda, levanto la vista y mirándome por el espejo, me pide perdón por su extravio, diciéndome, su belleza es única, y mi conducta inadecuada.
Pensé este es grande y boludo, ya me tenia lista.
No, no, continúe es un lindo sueño, la mía será una boda inolvidable.
Quedándose atrás, ya sin apoyarme, me dice su esposo no podría resistirse a besar su nuca, sus hombros….
y?, bueno ya es bastante osado, no importa continúe, bien le bajara los breteles dejando a la vista sus hermosos pechos y giraria la banqueta para arrodillarse frente a ellos y poder libar su néctar, me giro en la banqueta y lo enfrento, y luego?, bueno abriría la vestimenta y seguiría besándola, como?, donde?, su ombligo su pelvis y su conejito cerradito y palpitante.
Que vendedor completo es Ud.
,, y como seguiría, la alzaría para volcarla sobre la cama, de que forma, y se decide, me levanta a pesar de lo grandota que soy y muy suavemente me deposita sobre el colchón volcándose sobre mi besándome larga y profundamente, como un consumado amante, retribuyo con igual ímpetu el beso y siento como sus manos van desnudándome y su boca besándome por momentos lamiéndome, lo que me excita tanto que le quito el saco y la camisa, no puedo desabrocharle el pantalón, se incorpora y se los saca, salta dura su monumental pija, lo único gordo que tiene es la poronga, la vi maravillosa, no me dio oportunidad de chuparla, cuando la perdí de vista estaba entrando en mi con facilidad por los jugos que ya había emitido, sintiendo su hombría como me llenaba de ´placer y gozo, levante mis piernas para poder sentir como sus huevos golpeaban mi culo en cada embestida que además subían mi temperatura hasta estallar en un orgasmo bellísimo, se detuvo, esperando mi recuperación y continuo en una segunda fase, otro polvo de locura y él seguía, hasta que me pregunta te cuidas amor o la saco, grite, me cuido!!!, no la saques por favor y siento su leche inundar mi útero, trayéndome consigo un tercer magnifico orgasmo.
Le digo cuando su pija estaba saliendo larga y flácida, me decidí, la compro, con una condición, cual?, seguir usándola contigo.
En ese momento no sabía si era casado o tenía algún compromiso, el mío lo acababa de romper unilateralmente y estaba locamente enamorada de el, el resto no importaba.
Me abraza y besa, diciéndome, que preciosa hembra eres, mientras yo bajo a mamársela para dejarla lista para un nuevo capítulo, así fue, luego cenamos juntos y regrese a casa pasada la medianoche.
Con este ejemplar de macho me case y aun hoy dormimos en la misma cama.
La que adquirí sin dudarlo casi nada.
Cogíamos en un promedio de dos polvitos por día y mi embarazo no llegaba, fuimos a tratarnos y comprobaron que yo estaba floja de estrógenos, me medicaron y recomendaron hacer lo que más me gusta, seguir cogiendo.
Por fin deje de reglar y mi bombo a crecer, lo mismo seguíamos haciéndolo no vaya a ser que perdiésemos el promedio.
Nace mi hijo con más de tres kilos y medio, un gordo cabezón que me dejo la concha como un florero cuando lo parí, el trajo mas felicidad al hogar y mis tetas crecieron tanto que asustaban, esos pezones morados eran dos chupetes, uno para cada macho de la casa, tenía tanta leche que al apretarlos los mojaba a ambos con mis múltiples chorritos, la leche me duro casi tres años y luego exprimiendo alguna gota sale aun hoy.
Mis tetas volvieron a ser normales, bueno no peco de lisa ni mucho menos, a pesar de mis años mis machos las ven encantadoras.
El chico creció y es un vivo retrato de su padre en su juventud.
Precioso.
A las 20 se caso con una tilinga que nunca me gusto, bastante pedante, de esas que se creen millonarias, porque su suegro tiene una mueblería y su marido es profesional, si bien tampoco en su familia son tirados, tienen que laburar, como nosotros para vivir bien, sin grandes lujos, pero sin privarse de algún viajecito y buena comida.
Como vivian en un country, donde se tiran los pedos más grandes que el culo, y andan con la nariz fruncida como si olieran mierda, asi estaba de intolerable.
Por suerte para mi gusto y dolor para mi nene terminaron separándose, menos mal que no hay críos por medio.
Al ocurrir esto mi hijo regresa a nuestro hogar, yo loca de contenta de poder volver a cocinarle, lavarle y cuidarlo como cuando estaba soltero.
Volviendo a mi vida sexual, luego del crio el promedio decayó a uno diario, a uno día por medio, a uno cada tres días, a dos por semana y en esto estamos, a veces solo uno por semana.
Mi concha pide a gritos por mas pija.
A los cuarenta y seis mi marido me regalo un precioso consolador, me gusto y lo uso, pero íntimamente era el preanuncio de la escases que se veía venir.
En realidad cuando cogemos con mi esposo, y me lo hace de maravillas, yo sigo con mis 3 x 1, tres míos por uno de él, pero al ser tan espaciados, a mi con tres no me alcanza es por ello, que cuando bien deslechado se duerme, sigo con mi fiel amigo de plástico nervioso gracias a una pila que lo hace temblar de alegría.
Nos gusta coger en la postura de subirme dándole la espalda a su cara y saltar como una poseída sobre su bella pija hasta vaciarlo completamente.
No soy gritona pero no evito ni suspiros, ni gemidos, es lo menos que puedo hacer para no divulgar nuestro acto con los vecinos.
Dice que así cuando me sacudo contempla como mi ojete se cierra y se abre como hablándole, es un loco, tiene cada salida, si, es cierto, se preguntara señora, si por allí la mete, y claro que si, le encanta y a mí también, o esperaba que no fuese así, que poco nos conoce.
Una noche estábamos en pleno goce cuando vislumbro en el quicio de la puerta del dormitorio, arrimada pero no cerrada del todo, una sombra que se movía, me asuste pero seguí saltando sobre su augusta poronga sintiendo mi orgasmo y probablemente también el de él, no mire mas y acabamos como bestias.
No le di importancia a mi visión, que por un momento creí era pura imaginación.
Desde esa noche mi crio comenzó a mirarme como con ganas, pensé, no era ilusión, este nos vio culear y anda caliente conmigo, claro cuanto hace que no la moja pobre ángel.
Rondaba en mi mente, que hacer, y también un plan de acción, si me hacia coger por mi hijo luego del polvo de su padre, evitaba el tonto consolador y a la vez lo deslechaba a mi hijito querido, al menos hasta que otra putona lo engatusara.
Me visto un poco más atrevida, no el viejo se va a avivar, mejor lo encaro.
Hijo sospecho que me has espiado cuando intimaba con tu padre y que no estabas precisamente quieto con tu mano, estoy en lo cierto?.
Perdóname viejita, es que tus gemidos para mi fueron como un llamado y me desbordé.
Mira amor me apena pensar en tu situación transitoria de joven celibe y no se me ocurre como poder auxiliarte.
Mamita eres tan considerada, también tu necesitas algo mas, cierto?, y si los hombres se desgastan más que nosotras con los años.
Y el guacho, me dice, a mi tampoco se me ocurre como poder auxiliarte.
Hijo usaste mis mismas palabras, es que ambos tenemos igual necesidad.
Todo quedo allí pero el problema estaba planteado, la próxima cogida deje la puerta más abierta.
Lo mismo que la vez anterior pero con descaro se veía bien como se pajeaba.
Mi amor me acaba y se vuelca a roncar, le susurro espera hijo, y en bolas voy hacia él le agarro la pija, se la sacudo suavemente mientras vamos a su dormitorio sintiendo la leche de su padre junto a mi flujo bajar lentamente por mi entrepierna, saco de sobre su mesa de luz pañuelos de papel tisú, me seco y volcándome en su cama le pido métela pronto amorcito, antes que se enfríe.
Entre su pija y la de su padre no parece haber diferencias, el mismo grosor y largo, solo que más dura, con los huevos repletos de fresca y joven leche.
El bienestar que me otorga sentirla correr dentro mío es incomparable, lástima que no llego a esperarme y me lleno de ardiente leche, me pide perdón, diciéndome mami me tienes tan caliente, eres tan voluptuosa, tus gemidos son un canto de sirena para mi, estuve tantos años ciego que ahora hasta tengo celos cuando papa te coge.
Hijito, es natural, estas lleno de energía, yo espero tener suficiente receptividad para poder agotártela con mis mimos.
Me prendo a su poronga succionándola, mientras me mete dos dedos, con ellos dentro, se los riego con un orgasmo, el primero con mi nene.
Me chupa las tetas como cuando bebe, pero mucho más suave, cuando bebe las destrozaba a chupones y yo encantada quizá igual que ahora con su caricia de lengua adulta.
Me excito tanto que me cogió tres veces fue una noche inolvidable, no conté la cantidad de orgasmos que tuve, lo que si cuando me higienice durante un buen rato expulsaba leche y flujo, luego al otro día a pesar de que mi marido me sacudía no podía despertar, se asusto y pensó tendría algo malo, pero le dije es que anoche me has cogido como nunca, habrá pensado que lo soñé y me dejo en la cama.
Cuando ambos machos regresan de sus trabajos, les estaba preparando la cena y siento una mano sobre mi raja, temí fuese mi hijo, no, era mi marido y me dice se te paso la modorra de tus sueños eróticos, si luego te los cuento.
Pensaba inventar alguna aventura idílica con un fauno bien pijudo, pero no me dio tiempo, cuando llego a la cama ya dormía.
Prense lo visito al nene, no es de muy puta, dejemos pasar un tiempo.
Veo a mi niño y sueño con la seguidilla de polvos de la otra noche, mi deseo por repetir es cada vez más intenso.
El se da cuenta y me dice, cuando volvemos a hacerlo, cuando te repongas, mami ya estoy repuesto, a ver y le palpo las bolas sobre su pantalón, le digo, no, las necesito con más reservas.
Me vas a inducir a una descarga inadecuada, no hagas locuras, guárdame todo para mi solita.
Mi maridito me dice mañana es la cena anual de los muebleros, me acompañas, no sé que ponerme y ver a las esposas boludas que solo hablan de lo putas que son, al menos Uds.
se reúnen para hablar de negocios.
No bebas más de la cuenta.
Lo miro al nene, ya estaba concretada la cita de amor.
No bien sale mi esposo, me baño y me pongo el camisón nadie pensó en la cena, por fin amor mío me recibe mi niño, y como están hoy sopesando sus gordas y lampiñas bolas, llenitas para ti, me levanto el camisón y le digo pues transfiéreme rápido su contenido, estoy ansiosa por gozarte hijo de mi alma.
Se echo tres y el cuarto no lo aprovechamos pues ya era tarde y podría llegar el padre, yo como es mi costumbre no lleve la cuenta pero me ardía la concha y el orto, pues estuvo bombeando por tres horas entre ambos orificios, pobre ángel como le habrá quedado la poronga, si bien dice que no se gasta, yo no estoy tan segura pues entra gruesa y larga y sale flaca y corta, JaJa.
Le pido, hijo esto ya es lujuria extrema, debemos volver al motivo de nuestro primer objetivo, deslecharte y servirme como complemento al polvo de tu papi.
No debemos pasar la barrera del amor filial, al amor de amantes, tú debes buscar tu porvenir y yo me debo al amor de mi vida, no te sientas abandonado pero no nos enamoremos perdidamente uno del otro, destrozare tu vida y la tu padre, ambos no lo merecen.
Nuestros encuentros desde ese día han sido como lo pactamos, ambos rogamos que su papi me coja más seguidito.
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