Helen: Decisiones de padres.
Los saludo mis queridos lectores y les traigo un nuevo relato de mi vida incestuosa..
Como les conté en el anterior relato la paternidad le dio un giro a la rutina que mi hijo Juan y yo estábamos acostumbrados a llevar. El sexo era algo muy habitual en nuestro día a día, no digo que todo girara entorno a eso, claro que los dos hacíamos nuestras actividades normales, pero si teníamos la libertad de tener encuentros sexuales a placer, en cualquier lugar de la casa y en donde nos tomaran por sorpresa las ganas.
Pero con la llegada de nuestra princesita Mya las cosas cambiaron pues teníamos que cuidarla y atenderla, estar al pendiente de ella, por tal motivo los encuentros sexuales con mi bebe empezaron a ser a determinadas horas, principalmente por las noches cuando Mya ya estaba durmiendo, pero en algunas ocasiones nos veíamos interrumpidos cuando la beba despertaba llorando por cualquier razón. Esa situación podría haber llegado a ser incluso molesta para cualquier otra pareja, pero mi hijo y yo formamos un buen equipo y nunca tuvimos problemas por eso.
Y bueno esto que les voy a contar fue precisamente en uno de esos días. Mya tenía ya cerca de 5 meses. Mi bebe y yo estábamos muy entrados disfrutado de una intensa sesión de sexo como nos gusta, con mucha pasión y lujuria, nos encontrábamos en nuestra habitación amándonos, yo estaba siendo fuertemente penetrada por el culo con la gran verga de mi hijo, hacíamos la posición del misionero, nuestros cuerpos sudaban y ambos gemíamos con gran placer, repentinamente fuimos interrumpidos por el llanto de nuestra nena, y bueno, no tuvimos mas remedio que parar.
- Voy a ver a la beba. Le dije a mi hijo
Entonces el se quedo acostado en la cama y yo me puse mi bata y fui a la habitación de Mya, estaba acostadita en su cuna llorando, así que la levante y la tomé entre mis brazos calmándola, empecé a darle palmaditas en la espalda pues al parecer tenia un poco de aire atorado. Después de unos minutos logre hacer que sacara el aire, pero ya no quería dormirse, se puso activa, al ver que tardaba mi hijo fue a la habitación de la beba para ver que todo estuviera bien, entro con su bóxer puesto solamente, se acerco a nosotras y pregunto que pasaba, yo le dije que ya estaba bien Mya pero que ya no quería dormirse, mi bebe y yo nos quedamos un rato en cuarto de la beba intentando hacer que se durmiera sin éxito.
- Ay mi amor yo creo que ya no se va a querer dormir.
- Eso parece mami
- Bueno yo creo que va a ser una larga noche, voy a prepararme un café, ¿tú quieres uno?
- Si mami
Entonces bajé y fui a la cocina a preparar el café y mi hijo se llevo a Mya a nuestro cuarto, cuando regrese el estaba acostado en la cama jugando con la beba, la tenia acostadita a su lado y le hacia mimos, ya saben los clásicos mimos cursis y tiernos que hacemos los papas a los bebes. Me dirigí a la cama y le di a mi hijo su taza de café y me acosté junto a ellos, Mya quedo en medio de los dos y empezamos a juguetear con ella. Fue allí que un tema importante y un tanto delicado surgió.
- Oye mi amor, ¿has pensado que le vamos a decir a Mya sobre nosotros?
- Te refieres a que…
- Si, a eso, a que los dos son mis hijos y tu eres su padre y que al mismo tiempo eres su hermano jaja, hay no sé, es medio confuso, no sé si es así, el caso es que tu sabes a que me refiero.
- Si, si, claro que lo se y la verdad es que hasta ahora no he pensado en eso
- Pues seria bueno que de una vez definiéramos como vamos a tratar eso con ella, no crees.
- Tienes razón, pero la verdad no sé como
- Yo creo que lo mejor es decírselo sin rodeos en cuanto tenga la edad suficiente
- Pero como lo tomara ella
- Pues eso depende de como la eduquemos, y no me refiero a lo académico o a las costumbres me refiero a otra cosa
- ¿Y a que te refieres?
- Pues no se si tu ya habías pensado algo al respecto, la verdad es que yo sí, no te lo había dicho pero creo que este es un buen momento, me refiero a que si enseñamos a Mya a disfrutar del incesto como nosotros, si lo hacemos ella entenderá que es algo muy lindo, que es un amor muy puro e intenso y comprenderá por que paso lo que paso entre tu y yo y que ella llego como resultado de ese amor. A mí me encantaría formar una familia incestuosa, no te lo voy a negar, pero quiero que tu estés de acuerdo, si tu crees que no esta bien pues yo lo entenderé y buscaremos la forma en que Mya entienda lo que paso.
En ese momento mi bebe se quedo pensativo por unos momentos, yo esperaba su respuesta con ansias, debo confesar que desde que Mya estaba en mi vientre pensaba en lo rico que seria que ella formara parte de la relación incestuosa, pero no se lo había dicho a mi hijo hasta esa noche, pues era probable que el no estuviera de acuerdo, yo pensaba que probablemente para él una cosa era tener incesto con migo, pero incluir a nuestra hija tal vez no le agradaría.
Yo seguí haciéndole mimos a la beba y deje que mi hijo pensara, después de unos minutos de silencio lo mire y le pregunte que pensaba.
- ¿Y que piensas mi amor? ¿Crees que estoy mal?
En ese momento mi bebe me miro sonriendo y me dijo
- Creo que eres la madre mas degenerada del mundo jaja y que me encanta esa idea…
Uff, al escuchar esas palabras de mi hijo mi cuerpo se estremeció con una mezcla de excitación y emoción.
- ¿De verdad mi amor?
- Jaja, si mami, tienes toda la razón, si Mya crece disfrutando del incesto con nosotros entenderá que es algo hermoso
En ese momento mi bebe me empezó a dar unos linos besitos con Mya en medio de los dos y me decía
- Eres una degenerada mami, me encantas, soy tan afortunado de que seas mi madre
- Mm mi amor, y a mi me encanta que seas mi hijo y también un degenerado como yo jaja
Es raro de explicar, pero al llamarme degenerada, yo sabia que mi hijo lo hacia con amor, de una manera que solo él y yo comprendemos y estuve muy feliz de que estuviera de acuerdo conmigo.
Después mi bebe y yo seguimos charlando
- Bueno mi amor, ahora que estamos de acuerdo en la educación de Mya debemos definir en que momento la haremos participe no crees
- Creo que debemos esperar a que sea más grande
- Estoy de acuerdo, talvez a los 6 años
- Si creo que sería una buena edad…
En eso habíamos quedado…
Mi bebe y yo seguimos platicando al respecto y no nos dimos cuenta que la beba ya se había quedado dormida, cuando lo notamos la lleve de vuelta su habitación y la acosté en su cuna, cuando regrese a la habitación con mi hijo él ya se había quitado el bóxer y estaba otra vez completamente desnudo jalándose su verga, al cruzar la puerta y verlo lo mire sonriendo
- Creo que debemos terminar lo que estábamos haciendo mami
- Mm bebe yo encantada…
Así que me despije de la bata que cayó al suelo, me dirigí a la cama y montándome sobre mi bebe comenzamos a hacer un 69.
- Déjame poner otra ves esta hermosa verga bien dura mi amor
- Si mami y deja que yo haga esta deliciosa chocha mojarse
Los dos comenzamos a gemir muy rico comiéndonos mutuamente, la verga de mi hijo crecía entre mis manos y dentro de mi boca y mi néctar comenzaba a brotar de mi sexo bañándole la carita. Después de un rato me levante y deje a mi bebe acostado sobre la cama y me arrodille para ensartarme su verga en el chocho y comencé a cabalgarlo, el me dejaba hacer todo el trabajo mientras miraba con lujuria como mis pechos brincaban sin control de tan fuerte que me impulsaba de arriba abajo con mis piernas haciendo que su dura verga entrara una y otra vez en mi haciéndome gemir con gran placer y lujuria.
- Ay dios mío que vergota tienes cerdito
- Si mi putita, dale duro brinca con fuerza y ensártate mi verga en la panochita
Después de un rato, me levante y me acosté junto a mi bebe y comende a besarlo con mucha lujuria mientras le jalaba la verga y e me manoseaba los pechos, seguimos así por unos momentos hasta que mi bebe hizo que me acostara sobre la cama boca abajo y él se puso junto a mi cuerpo a la altura de mi culo e inclinándose comenzó a besarlo, me apretaba las nalgas y con sus manos las abría para lamer mi ano, lo escupía y lo bañaba con su saliva, entonces poniéndose sobre de mi comenzó a empujar su verga entre mis nalgas para penetrarme el ano, esa posición me causa un dolor muy rico pues a diferencia de la de perrito mi culo no se abre tanto y la verga de mi bebe se siente con más intensidad.
Lentamente su verga se fue abriendo camino entre mis nalgas y entrando en mi culo mientras yo gemía y daba unos gritos muy ligeros de ese intenso y delicioso dolor, no quería que la beba se volviera a despertar, por eso trataba de contener mis gritos, pero el dolor y el placer era intenso. Finalmente, mi bebe comenzó a martillarme sin piedad, gozaba provocándome ese delicioso dolor. Yo apretaba con mis manos las almohadas y mordía las sabanas, a pesar de que mi hijo me ha cogido así el culo un sinfín de veces, no puedo dejar de experimentar ese placentero dolor cada vez que lo hace.
Una y otra ves me embestía con pasión hasta que después de un buen rato sentí como toda su tibia leche me llenaba el culo, mi bebe gemía sin dejar de penetrarme vaciándose la verga en el interior de mi ser, finalmente saco su verga de mi culo que se sentía palpitar, lo sentía adolorido y en llamas, pero el placer era tan rico…
Unas gotas que aun brotaban de la verga de mi bebe cayeron sobre mis nalgas y su leche me escurría por el ano y llegaba a mi chocho, yo seguía acostada boca abajo sobre la cama gimiendo como perra en celo, Mi bebe mezo a besarme las nalgas y con su mano recogió la leche que me escurría del ano y me la puso en la boca para que me la comiera. Finalmente, mi bebe se acostó junto a mi y comenzó a acariciarme la espalda y las nalgas mientras me besaba la nuca y yo me tranquilizaba. Así nos quedamos hasta que los dos nos fuimos quedando dormidos.
Y así mis queridos lectores fue que ese día decidimos como educaríamos a nuestra princesita Mya, Pero aún falta mucho por contarles así que espero que sigan atentos a mis relatos y que los disfruten. Les mando muchos besitos y nos vemos en el próximo.
Se pone interesante la historia, aunque yo pensé que ya iban a enseñarle a la nena
Hola muy buen relato formar una familia incestuosa incluida su hija mas adelante que rico. Espero la continuación. Un beso y abrazo.