Helen: el primer mes…
¡Hola a todos! Haciéndome presente de nuevo con otro relato sobre mi vida incestuosa. Ahora ya saben otra de las cosas que cambio mi vida en estos años, mi embarazo. .
Como les conté el relato pasado, sin esperarlo ni mucho menos planearlo mi hijo y yo nos convertiríamos en padres, algo que es increíble, leyendo cometarios en foros de esta misma pagina he visto que es una fantasía, o un anhelo de algunas personas interesadas en el incesto o que ya lo practican. Pero vivirlo es algo realmente muy diferente, si, mi bebe y yo estábamos muy emocionados y felices, pero al mismo tiempo teníamos incertidumbre, ya saben, las complicaciones que pudieran llegarse a presentar, sobre todo mi nene se sentía preocupado, yo lo tranquilizaba, buscábamos información sobre el tema y todo para poder llevar la situación lo mejor posible, claro, de inmediato al saber que estaba embarazada comencé a acudir con el obstetra.
Recuerdo la primera visita, mi hijo estaba preocupado, el me acompaño. Pero todo salió bien, fue gracioso y al mismo tiempo excitante, pues el doctor ni se imaginaba que mi hijo era el padre de mi próximo hijo jaja, de hecho, lo noto muy contento y nervioso y le dijo
- Estas feliz por tu hermanito ¿no es así?
- Si doctor mucho
- Qué bueno, pero tranquilízate no tienes porque ponerte nervioso, ya ni tu mama, ella está muy tranquila
En ese momento la mirada de Juan y la mía se cruzaron junto con una pequeña sonrisa, con esa mirada los dos nos quisimos decir “si el doctor supiera…”
Y bueno, el tiempo comenzó a transcurrir y todo con normalidad gracias a Dios, todo iba bien, no parecía haber ninguna complicación o riesgo en mi embarazo. Mi pancita crecía y crecía, mi nene y yo planeábamos la llegada del bebe, comenzamos a acondicionar el que era el cuarto de Juan para nuestro hijo, pues ahora mi hijo y yo compartíamos la misma habitación como marido y mujer.
Mi hijo comenzó a cambiar, pero de una manera muy positiva, en verdad comenzó a comportarse como mi esposo, en ocasiones me subía el desayuno a la cama, me cuidaba mucho, no permitía que hiciera cosas bruscas, para su corta edad ya era todo un hombre, recordemos que esto sucedió hace cuatro años, cuando mi hijo tenía solamente 16 años, pero aquello lo hizo madurar más rápido. En fin, era un momento perfecto.
Por otra parte, el embarazo me ponía mucho mas caliente de lo normal y eso ya es decir mucho, pues yo soy por naturaleza muy cachonda. Recuerdo que también cuando estuve embarazada de Juan así me puse, pero esta vez era aún más intenso pues el hecho de pensar que esta vez mi propio hijo me había embarazado me excitaba como no se imaginan. A mi bebe le pasaba igual pues aparte de su trato amoroso también lo ponía lujurioso verme preñada de él.
En una ocasión salimos a comer fuera de la casa, estábamos en un restaurante sentados uno enfrente del otro, por esas fechas aun podía andar con zapatillas pues apenas llevaba poco mas de un mes de embarazo, eran unas zapatillas blancas caladas, ósea no completamente cerradas, usaba un vestido floreado un poco holgado, mi ropa intima era un bikini negro brilloso y un bra de media copa pues el vestido tenia un pronunciado escote. Mi bebe usaba un pantalón formal color beige y una camisa de manga corta blanca, se miraba muy guapo. Mientras comíamos aprovechando que la mesa estaba cubierta por un largo mantel, me zafe una zapatilla del pie y levantándolo comencé a acariciar con el la verga de mi hijo bajo la mesa, cuando él lo sintió me miro pícaramente, y discretamente miro alrededor para ver que no hubiera algún peligro de ser vistos, yo me atreví a hacerlo porque ya me había dado cuenta que toda la gente en las demás mesas estaban muy concentradas charlando y comiendo, además el mantel de la mesa cubría perfectamente lo que hacía.
Seguí haciendo eso mientras mi bebe y yo comíamos, pude sentir que se le puso bien dura la verga, mi pie la sobaba y la sobaba sobre su pantalón. Después de un rato me detuve y volví a meter mi pie en la zapatilla. Al terminar de comer fui al baño, cuando regrese le pregunté a mi hijo si el no iría antes de pagar la cuenta e irnos del restaurante.
- ¿No vas a ir al baño mi amor?
- En cuanto se me tranquilice la verga mami, jaja, ahorita si me levanto se me va a notar bien parada
- Jaja mm chiquito que rico, pues así ve que todas las mujeres aquí vena la vergota que tiene mi hijo hermoso
- Jaja se les va a antojar
- Pues no las culparía, si supieran ese manjar que tienes entre las piernas…
Después de un rato Juan pudo ir al baño, pagamos la cuenta y nos fuimos del restaurante. Nos dirigimos a un centro comercial para comprar ropita para el bebe. Elegimos colores neutros, fue parecido a la vez que ya les conté cuando en un super mercado la empleada nos miraba extrañada cuando los dos veíamos ropa íntima para mí. Mientras escogíamos ropa una empleada que se acerco para atendernos noto que estábamos muy cariñoso, se notaba que era mi hijo y era raro vernos así tan románticos. Pero para ese punto no nos preocupaba que pensaran, claro no éramos descarados, pero no le dábamos importancia a las sospechas que pudiéramos despertar.
Ya en la casa, nos dirigimos al cuarto y yo comencé sacar la ropita de las bolsas parada a un lado de la cama, mi hijo me abrazo por detrás y comenzó a besarme muy rico el cuello, empezó a manosear mis tetas y deslizo una mano hacia mi sexo para frotarlos con su mano sobre mi vestido floreado.
- Me estas provocando bebe y ya sabes como ando de caliente en estos días
- Tu siempre estas caliente mami jaja, además me estoy desquitando de lo que tu me hiciste en el restaurante.
- Mm que niño tan malo
Yo comencé a mover mis caderas y mi culo sintiendo como su verga comenzaba a ponerse dura.
- Mm que rico mueves tu culo mami
- A ti que rico te esta creciendo la verga mi amor
- Quieres chupármela, quieres que te la meta en tu chocha y en tu culo
- Mm sabes que si mi pequeño degenerado
- Pues aun no me desquito de lo que hiciste en el restaurante as que no te la voy a dar tan fácil
Mi bebe me había logrado poner bien caliente y yo deseaba que me hiciera su putita, que me follara como loco y me diera ese placer que solo el sabe y puede darme. Pero comenzó a jugar con migo, llevando sus manos a la bragueta de su pantalón se saco la verga solamente sin bajárselo, ya estaba bien erecta y comenzó a frotarla en mi culo sobre el vestido mientras con sus manos me manoseaba las tetas y la chocha a la vez que me besaba muy lujurioso y sexi el cuello, después de un rato yo deseaba devorar su verga e intente girar para quedar frente a él y poder jalarle la verga pero el no me dejo, con fuerza me detuvo y me impidió gira.
- No, no, no, se lo que quieres hacer, pero no va a ser tan fácil putita
Entonces mi hijo levanto mi vestido y su gruesa y dura verga comenzó a frotarse en mi culo, pero sobre mi ropa íntima, el bikini negro que usaba, después se agacho un poco pues por su estatura quedaba un poco arriba, coloco su verga entre mis piernas y comenzó a moverse adelante y hacia atrás, yo cerré las piernas atrapando su hermoso trozo de carne entre ellas, mi bebe se estaba masturbando con mis piernas. Seguía besándome el cuello y manoseando mi sexo y mis tetas sobre mi vestido. Yo gemía muy rico y mojaba mi bikini con el néctar que fluía de mi coño.
- Oh bebe, me encanta sentir tu vergota dura y gruesa
- Si puita, yo se que te encanta, disfrútala.
Después de un rato mi bebe se tomo la verga con una mano y comenzó a azotándola contra mi culo como si fuera una vara, cada golpe de esa dura verga en mis nalgas me hacia estremecer, su verga rebotaba en mis suaves y redondas nalgas embarrando su precum en el bikini negro, manchándolo muy rico. Entonces mi hijo hizo que me sentara en la orilla de la cama, yo pensé que por fin me dejaría devorarle la verga, el quedo parado justo enfrente de mi con su verga justo frente a mi carita, de inmediato la quise tomar entre mis manos para jalarla y llevármela a la boca, pero poniendo su mano en mi frente mi bebe me detuvo y se alejo un par de pasos atrás.
- No, no, puedes ver, pero no tocar
Yo lo mire sonriendo, sabia que el muy cabroncito estaba jugando conmigo y eso me excitaba como no tienen idea.
- Eres un cabron bebe, estás viendo lo caliente que me pusiste y las ganas que tengo de tu verga
- Y te voy a dejar desfrutarla mami, pero no ahora…
Entonces mi bebe comenzó a jalarse la verga frente a mí, provocándome y haciendo que se me antojara más, literalmente me hacía babear como perra en celo viendo su y hermoso trozo de carne duro. Juan me miraba sonriendo con lujuria, disfrutando de hacerme enloquecer por querer devorar su verga sin que me dejara.
- Mírala bien mami, yo se que te encanta mi verga
- Por Dios mi amor, que malo eres, ya déjame disfrutarla
- Jaja, tranquila perrita
Mi bebe se seguía jalando la verga de una manera provocativa, suavemente, sexi, se la sobaba con la palma de la mano y la sacudía como si fuera una tabla, yo la miraba fijamente deseándola.
- Si quieres mi verga tendrás que hacer lo que te diga mami
- Mm mi amor, pídeme lo que quieras…
- Levántate y quítate el vestido
De inmediato obedecí a mi bebe, poniéndome de pie a lado de la cama me despojé del vestido que cayó al piso y quedé solo con mi ropa intima
- Ahora quiero que me enseñes tu cuerpo
Entonces comencé a moverme muy lentamente y de forma sexi, empecé a recorrer mi cuerpo con mis manos, mientras mi bebe me miraba con tremenda lujuria y se jalaba la verga.
- Estas riquísima mami, eres una Diosa
- Mm mi amor, eres un encanto de hombre.
Mi sexo ya derramaba por chorros mi néctar, mi bikini negro se sentía empapado, mi cuerpo vibraba, estaba muy excitada. Después de un rato mi bebe me dijo que fuéramos junto al tocador-
- Ponte de espaldas y reclínate sobre el tocador
Yo sin pensarlo lo obedecí, con mis manos extendidas sobre la orilla del tocador recargándome en el me incliné de espaldas a mi hijo. Él se acercó a mí y tomándome con fuerza por las caderas puso su verga en mi culo sobre mi bikini negro.
- Mueve el culo putita anda quiero sentir tu culo moviéndose en mi verga
- Oh si mi amor lo que pidas, tus deseos son mis órdenes.
Entonces comencé a mover el culo sintiendo la dura verga de mi bebe en el culo, gimiendo de placer y girando la cabeza para voltear a verlo, vi su mirada clavada en mi culo admirando y disfrutando de mis movimientos el gemía de placer de una manera muy lujuriosa. Entonces el se agarro la verga con una mano y empezó a frotármela en el culo sobre el bikini, se la jalaba y la azotaba contra mis nalgas con fuerza y pasión, con mucha lujuria. Después de unos minutos me llevo de regreso a la cama y nuevamente me hizo sentar en la orilla y el quedo parado frente a mí, me miró fijamente.
- Pon tus manos atrás
Yo lo obedecí y él se acerco y con su verga en la mano empezó a fritármela en la carita.
- Todavía no la puedes chupar
Me dijo mientras yo gemía sintiendo su dura carne en rostro, su precum se embarraba en mis mejillas y en mi frente. El con una tremenda lujuria gemía mientras lo hacía.
Pasados unos minutos me hizo ponerme de pie, y nuevamente coloco su verga entre mis piernas haciendo que las cerrara para dejar su carne aprisionada entre ellas, se empezó a mover masturbándose nuevamente con su verga entre mis piernas, mientras me apretaba el culo sobre el bikini y me manoseaba las tetas, me empezó a besar como loco, con mucha pasión y yo le correspondí el beso tomándolo con mis manos por sus mejillas. Sus movimientos eran cada vez mas fuertes, yo sabia que en cualquier momento explotaría. Finalmente se agarro con una mano la verga y con la otra jalo un poco el elástico de mi bikini, entonces acomodo su verga de tal forma que al dar un tremendo y delicioso gemido de placer su leche broto cayendo sobre mi chocho dentro del bikini, yo gemía con un gran placer mientras podía sentir su tibia y cremosa leche sobre mi sexo mojado a mas no poder, su semen se mezclaba con el néctar en mi prenda intima. Cuando mi nene termino de expulsar su leche soltó el elástico de mi bikini y sentí como su leche se embarraba en mi vulva, era delicios sentirlo, mi bikini se veía mojado por mi néctar y si leche, aquellos fluidos traspasaban la tela de mi prenda intima, era una escena deliciosa.
- Ay si mi amor, que delicios se siente tu lechita en mi chocho
- Mm mi putita que delicioso bañártelo con mi leche.
Entonces nos acostamos en la cama besándonos con pasión, lujuria y mucho amor. Que rico sentía tener mi bikini puesto mojado con la leche de Juan y mi néctar. Si nos quedamos un rato, los fluidos se secaron un poco. Pero yo aún seguía muy caliente y con ganas de la verga de mi nene. Ya se imaginarán la tremenda faena que tuvimos después. Mi bebe me follo como loco haciendo sentir un placer y un orgasmo delicioso. Que rico era tener sexo mi hijo mientras el producto de nuestro amor crecía en mi vientre…
Y bueno mis muy queridos lectores, ojalá que les haya gustado este relato, aun hay muchas cosas por contar. Ojalá y me sigan leyendo y me comenten que les parecen mis relatos. Les mando muchos besitos, cuídense mucho por favor. Hasta la próxima.
Saludos mi querida Helen, como siempre un delicioso relato.
me tomo la libertad de hablar en nombre de tus lectores en decir que queremos seguir leyendo tus vivencias a través de tus relatos, son excelentes y excitantes.
Espero leer pronto el siguiente relato.
Saludos muy cariñosos, cuídate mucho tu también.
Hola! Agradezco mucho tu comentario. Me da gusto que me leas y que te gusten mis relatos, los escribo esperando que les gusten y porque no, que se pongan cachondos 😉 Saludos y besos!
Hola helen un saludo que buen relato excitante de verdad segi contándonos más de tus vida insestuosa y te felicito por tu bebé y aver si nos cuentas si tu segundo hijo le vas hacer gustar el insesto accede a responder der xf dime solo por este medio te comunicas saludos
Hola! Gracias por leerme. Continua leyendo mis relatos para saber mas, espero que te gusten. Y si, solo por aquí me comunico, es una cuestión de privacidad, espero me entiendas, pero con gusto te responderé tus comentarios. Saludos y besos.