Helen: ¡Felices fiestas!
Hola mis muy queridos lectores, los saludo nuevamente y aquí les traigo un nuevo relato de mi vida incestuosa. .
Antes que nada, una disculpa porque ya me había tardado en publicar, pero con esto de las fiestas de fin de año andaba algo ocupada. Y precisamente este relato es sobre eso, les voy a contar sobre como mi hijo y yo celebramos estas fiestas cuando aun estaba embarazada.
En diciembre del 2016 tenia ya 5 meses de embarazo, mi pancita se veía muy bonita y a los ojos de mi hijo lucia hermosa, el me consentía mucho y me hacia sentir muy lindo con sus mimos y cariños, como ya saben nunca supe quien es el padre de mi hijo y el embarazo de él lo pasé sola y aunque eso no me afecto ni me hizo sentir menos mujer, en esta ocasión era muy diferente, él se había vuelto mi hombre y eso me hacia la mujer mas dichosa del mundo.
Y bueno, la noche del 24 de diciembre había pasado el día cocinando una pequeña cena para mi bebe y yo. Ya por la tarde me di un baño y me arregle para la cena de navidad con mi hijo, de ropa íntima elegí un conjunto de cachetero de encaje color rojo, muy sexi, por la parte de atrás era transparente y dejaba ver muy bien mis nalgas, el bra igual en color rojo también un poco transparente que dejaba ver mis pezones morenitos, me puse un leggin color beige ajustadito y una blusa verde olivo de manga larga con un poco de escote, y finalmente unas botas altas, que me llegaban hasta las rodillas. Mi bebe también se arregló y se veía muy guapo, con un pantalón kaki, ajustado que hacia que se abultara su paquete, zapatos cafés, camisa blanca y un suéter color vino.
Mientras yo me arreglaba mi bebe preparo la mesa del comedor, así que cuando baje del cuarto ya estaba todo listo. Cuando mi hijo me vio de inmediato comenzó a llenarme de halagos y piropos de todo tipo, desde los más románticos has los más cachondos
-Que hermosa mujer
-Estas riquísima
-Que rico se te ve el culo con ese pantalón
-Me encantas
Fueron algunas de sus palabras, y por su puesto yo también le hice saber que se miraba guapísimo, y no pude evitar notar de inmediato lo rico que se abultaba la verga por debajo de su pantalón.
- Hay mi amor que cosa tan hermosa y rica se te ve allí abajito jajaja…
Y bueno, nos sentamos en el sillón de la sala a escuchar música y charlar mientras llegaba la hora de cenar, yo estaba recargada en el y el me acariciaba la pancita y me daba besitos muy lindos en la cabeza y las mejillas. Un poco después de las 10 de la noche comencé a calentar la comida y nos dispusimos a cenar, estábamos sentados en el comedor juntos disfrutando los alimentos, todo muy lindo. La beba de repente se movía en mi pancita y mi hijo la sentía poniendo su manita sobre ella.
Después de cenar nos quedamos un rato sentados platicando y después de un rato me levante de mi silla y me senté en las piernas de mi hijo, empecé a besarlo en la boca muy rico y lento, el me correspondió el beso acompañándolo con caricias en mi pancita y en mis pechos, entonces comencé a mover mi culo sobre su paquete muy lentamente, y el empezó a acariciar mis nalgas sobre el leggin, poco a poco aquello empezó a ir subiendo de intensidad hasta que en cierto momento ya nos besábamos con mucha lujuria y pasión, mi bebe me manoseaba como loco y yo movía mi culo sobre sus piernas con fuerza.
Al cabo de unos minutos me levante de la silla y me arrodille enfrente de mi hijo que se quedo sentado en su lugar a un lado de la mesa, mirándolo pícaramente y mientras mordía mis labios comencé a sobarle la verga sobre el pantalón, ya se sentía bien dura, y se notaba aun mas por lo ajustado de su pantalón.
- Mm mi amor, se ve que te esta apretando el pantalón, déjame ponerte más cómoda la verga
Y entonces le baje el cierre del pantalón y bajando un poco el elástico de su boxer le libere la verga, se la saque por el cierre y allí estaba frente a mi esa preciosa verga, dura, morena y venosa, con su cabeza brillosa por el precum. De inmediato la tomé con mis dos manos y comencé a jalarla suavemente mientras mi bebe me miraba lujurioso y cachondo.
- Oh si, que rico mami, me encanta cuando me jalas así la verga.
- ¿Si mi amor?
- Oh si…
Entonces comencé a darle muchos besitos en la verga a mi bebe, la besaba desde la cabecita y bajaba por el tronco hasta llegar a los huevos los besaba y los lamia y regresaba a la cabeza de su verga besándola y lamiéndola, seguí unos momentos así hasta que comencé a chuparla, comencé a succionarla muy rico, metiéndola en mi boca una y otra vez, comencé a bañarla con mi saliva y mi hijo como ya es costumbre me tomaba con fuerza de la cabeza y me hacia tragar toda su verga haciendo asfixiar con ella. Después de un rato así mi salida ya había bañado no solo la verga de mi hijo y sus huevos, ya había mojado también su pantalón.
Pero no se lo quise quitar, es mas en ese momento sentí que los dos nos veíamos tan guapos que se me ocurrió algo, así que me puse de pie y levante a mi bebe de la silla, quedo parado frente a mí y comencé a jalarle la verga salida por el cierre del pantalón mientras lo besaba con lujuria.
- Sabes bebe, nos arreglamos tan bien y nos vemos tan guapos que seria una lastima quitarnos la ropa, ¿te parece si lo hacemos con ropa puesta?
- Mm tienes razón mami, te vez divina, no me gustaría quitarte la ropa en ese momento…
Entonces seguimos besándonos con pasión y lujuria, mi bebe se inclino un poco y comenzó a besarme los pechos sobre la blusa, también los acariciaba y los apretaba con pasión mientras que yo le seguía jalando la verga, sintiéndola dura. Unos momentos después mi bebe me volteo haciendo que me inclinara recargada sobre la mesa, de inmediato se arrodillo y comenzó a besar y lamer mi culo sobre el leggin beige, después se puso de pie y comenzó a frotar su rica verga sobre mi culo mientras me besaba el cuello, los dos gemíamos muy rico.
Unos minutos después mi bebe hizo a un lado los platos que había en la mesa, me cargo y me acostó sobre la mesa, entonces se tomo su silla y se sentó frente a mí, yo abro las piernas que me había quedado colgando en la orilla de la mesa y mi hijo empezó a sobar y besar mi sexo sobre el leggin, yo ya estaba sumamente mojada, tanto que se podía sentir la humedad aun con el pantalón puesto, mi cachetero ya estaba empapado de mi néctar. Después de un ratito de estar así, mi hijo tomo un cuchillo de la mesa y con mucho cuidado le hizo una rajada a mi leggin sobre mi sexo, con sus manos termino por romperlo lo suficiente para dejar ver mi prenda intima, así que a través de ese agujero en mi pantalón mi bebe comenzó a besar y lamer mi chocha sobre el cachetero, aspirando con fuerza el aroma de mi intimidad que tanto le encanta y lo enloquece.
Con sus manitas hizo a un lado mi cachetero para poder chupar mi sexo directamente, comenzó a lamerlo y escupirlo con pasión haciéndome gemir como perra en celo mientras yo me acariciaba los pechos sobre la blusa. Al sentirse saciado de mi sexo y mi néctar mi bebe se puso de pie a un lado de la mesa donde yo estaba acostada, coloco su verga en mi panochita y comenzó a meterla lentamente, mientras me acariciaba la pancita donde nuestra hija se movía un poquito. Ya con toda su verga dentro de mí, mi bebe comenzó a martillarme con furia, la gran cantidad de néctar que me emanaba de la chocha hacia que se escuchara delicioso con cada embestida de mi hijo.
- Oh si mi amor no pares, cabron depravado, follame, dame más duro, méteme toda esa rica verga
- Si puta si, disfruta de mi verga en tu coño hermoso, eres toda una guarra
Después de un rato mi bebe saco su verga de mi sexo y me levanto de la mesa, entonces fue el quien se sentó en la orilla de la mesa y yo me senté en la silla y comencé a chuparle como loca la verga, tragándome cada centímetro metiéndola toda hasta mi garganta sintiendo hasta asfixiarme y sacármela toda de un jalón dejándola bañada con mi saliva. En ese momento se me ocurrió algo, así que tome el bowl donde había un poco de pure de manzana con el que acompañamos la pierna horneada que prepare para la cena y vertí un poco sobre la verga de mi hijo y comencé a chuparla, repetí hasta que se termino el pure, era delicioso bañarle la verga con pure de manzana chuparla, mi hijo gemía de placer lleno de lujuria contemplando como me deleitaba con ese manjar que es su vergota.
Finalmente mi bebe se levanto de la mesa y me volvió a poner de pie inclinada frente a ella, entonces agachándose un poco para que su verga quedara a la altura de mi culo mi bebe ensalivó muy bien mi ano y procedió a introducir su carne en mi recto haciendo me gritar de placer, produciéndome un delicioso dolor, mi hijo me martillo con furia sus huevos chocaban contra mi y con sus manos me nalgueaba con pasión.
- Te amo zorrita, eres mi puta, dilo
- Si bebe, soy tu puta, rómpeme el culo con tu verga ahhh que rico!
Unos minutos después mi bebe saco su verga de mi culo, yo sabia lo que estaba por suceder, así que de inmediato me voltee y me arrodille frente a él, jalándose son pasión su verga y dando un rico grito de placer toda su leche salió expulsada cayendo en mi carita, mancando mi blusa y hasta mi cabello. Yo con la boca abierta gemía mirando como la leche brotaba de la verga de mi hijo y me bañaba mientras me frotaba el chocho, después comencé a chuparle la verga succionado hasta la ultima gota de leche. Así mi hijo y yo tuvimos una maravillosa y hermosa cena navideña, llena de amor y lujuria entre madre e hijo.
Y para celebrar el año nuevo también preparamos una rica cena que termino igual que la de navidad, con una tremenda a y lujuriosa cogida, después de cenar mi bebe y yo terminamos completamente desnudos haciendo el amor con pasión y lujuria en la sala a un lado del árbol de navidad. Recuerdo que mi bebe me bañaba las tetas con vino y me las chupaba y al finalizar eyaculo dentro de una copa de vino, como ya les había comentado en alguna ocasión, mi hijo derrama una cantidad muy grande de semen así que la copa se veía deliciosa con la leche de mi hijo y finalmente después de reponernos de esa tremenda faena mi bebe y yo brindamos por el año nuevo, el tomo vino de su copa y yo me tome su lechita de la mía, después de tragarme su leche con mis dedos limpie la copa para comerme el semen que quedaba. No solo ese año, cada año desde que empezamos nuestra relación incestuosa nuestras celebraciones navideñas y de fin de año son un deleite, siempre disfrutamos y nos la pasamos de maravilla.
Espero que les haya gustado este relato mis hermosos lectores. Les deseo un maravilloso 2021, cuídense mucho, les mando muchos besos y nos vemos en el próximo relato.
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