HELEN: INCESTO TOTAL (MI DEGENERADA FAMILIA 8)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por helenhot.
Todo fue mágico, de algún modo todos sabíamos que era nuestro destino, la lujuria había existido siempre en mi familia. Después de la tormenta de pasión que desatamos mis padres y yo, nos fuimos a descansar, dichosos, llenos de una indescriptible e intensa felicidad. Mis padres se fueron a descansar a su habitación, y yo me dirigí a la habitación de mi bebito, aun dormía plácidamente, simplemente me metí con él en la cama y acariciándolo y contemplándolo me fui quedando dormida, mientras el sueño me invadía no paraba de pensar en lo increíble de aquello, mi bebito me había hecho su puta, su mujer hacia años atrás, en ese tiempo jamás llegue contemplar la idea de compartir esa lujuria con mis padres, y ahora todo era como un hermoso y dulce sueño. Me sentía plena, dichosa, la mujer más afortunada del mundo, mi hijo era mi hombre mi amante, el amor de mi vida, solo él me había dado el placer más rico de mi vida, y ahora otro hombre lo hacía también, mi padre, su abuelo.
Ese momento en el que estaba allí en la cama con mi hijo, fue un momento de ternura, el dormía y yo lo contemplaba mientras pensaba en algo, algo muy mágico… Era lindo saber que ya no había nada que ocultar, podía quedarme a dormir con mi hijo y amanecer en sus brazos con toda libertad.
Asi que por fin me quede dormida junto a mi bebito. Casi al amanecer del siguiente día, Juan despertó y tuvo la grata sorpresa de verme allí, durmiendo junto a él, era aun de madrugada, mi bebe despertó temprano porque había estado durmiendo por horas, su alegría al verme allí fue inmensa, me miro y comenzó a acariciarme las mejillas, sus caricias me fueron despertando poco a poco…
Yo: Mmmm hola bebe!
Juan: Mami! Que haces durmiendo en mi cama?
Lo mire sonriéndole y le di un rico besito en la boca
Yo: No te gusta mi amor?
Juan: Sabes que me encanta zorrita!
Yo: Pues acostúmbrate mi amor, que ya no hay nada que ocultar, ya tus abuelos lo saben todo, anoche mientras descansabas la puta de tu abuelita y yo disfrutamos juntas de tu abuelo…
Juan: Oh por dios!! En serio?
Yo: Si bebe! Pero es algo que sabias que pasaría o no?
Juan: Jeje, si duda mami!
Mi bebito me pidió detalles, quería saber cómo había sido aquello, pero yo solo deseaba una sola cosa en ese momento.
Juan: Como sucedió? Cuéntamelo todo putita!
Yo: Mmm con gusto te contare cada detalle mi amor, pero primero, mami necesita de ti…
En ese momento comencé a besar con pasión a mi hijo quien no dudo en corresponderme, y así sin más comenzamos una hermosa sesión de sexo madre-hijo, fue algo muy rico, la intensidad de siempre le dio paso a un encuentro lleno de amor y ternura. Me metí bajo las sabanas para saborear la carne de mi bebe, pero en esta ocasión fue de una manera más amorosa, solo besaba su verga, la lamia y la chupaba con ternura, el disfrutaba y gozaba con esa rica y tierna mamada de su madre, pasados unos minutos me tomo de los hombros y me recostó en la cama, se colocó sobre de mí y comenzó a penetrarme, lo hacía de una manera gentil, muy diferente a la intensidad y rudeza con la que tanto gustaba de cogerme usualmente. Me besaba muy rico mientras lo hacía y no paraba de decirme lo mucho que me amaba, sentir el miembro de mi hijo penetrándome me enloquecía, me llenaba de amor, de un prohibido y hermoso amor. Continuamos disfrutando de nuestro amor hasta que finalmente mi bebe dio un rico gemido y sentí todo su sumen llenándome, tibio, espeso, yo también gemí con un placer indescriptible…
Yo: Si mi amor, lléname con tu lechita…
Juan: Si mami, siiii
Cuando la última gota de leche había sido expulsada de la verga de mi bebito, se quedó sobre de mi besándome muy rico, nos decíamos todo el amor que nos teníamos.
Yo: Eres el amor de mi vida Juan, TE AMO TANTO!
Juan: Y tu mami, eres la mejor mama del mundo, hermosa, increíble, TE AMO!
Y bueno, después Juan y yo nos quedamos simplemente acariciándonos mientras le contaba lo que la degenerada de su abuela y la puta de su madre habíamos hecho con su abuelo. El escuchaba cada detalle con atención, se notaba en su mirada de lujuria que disfrutaba de saber que aquello hubiera ocurrido. Terminaba de contarle a mi bebito aquello cuando escuchamos la puerta de su cuarto abrirse, volteamos y vimos a la putita de mi madre entrar, vestía su bata de dormir y nada de ropa debajo.
Mama: Hola niños traviesos! Buen día!
Juan y yo la saludamos sonriéndole y ella se acercó a la cama, se subió recostándose a lado de Juan, se metió bajo las sabanas con nosotros y comenzó a acariciarle la carne a su nieto, mi mano ya estaba allí, lo cual hizo a mi hijo disfrutar aún más.
Mama: Algo me dice que ustedes dos par de traviesos ya empezaron a disfrutar este día…
Yo: Jaja, mami…
Mama: Jaja, no es así Juan? Tu mami ya empezó de putita?
Juan: Jaja, así es abuela…
Yo: Y ahora seguramente tú quieres también disfrutar con mi nene verdad zorrita?
Mama: Pero claro Helen, quiero que mi nieto me haga gozar…
Yo: Anda bebe, complace a la puta de tu abuelita…
Juan: Como tú digas mami, con gusto…
Y así, mi bebito comenzó a manosear y besar con intensidad a la perra de mi madre quien disfrutaba como loca, ella le jalaba con fuerza la carne a Juan, gemían envueltos en esa rica pasión. Pasados unos momentos mi madre se levantó un poco de la cama y con un rápido movimientos aventó a un lado las sabanas quedando al descubierto los cuerpos de los tres, sin pensarlo más rápidamente se fue a devorar la carne de su nieto, mi bebe se quedó recostado y mi mami se puso como perra chupándole la verga como loca, metiéndosela toda en su bica, yo miraba con lujuria la escena, besando a mi hijo y acariciándome el sexo que ya empezaba a chorrear mi néctar. Pasados unos minutos, me levante de la cama y acercándome a mi madre le di un rico besito en la boca mientras ella seguía jalándole con furia la verga a mi bebe.
Yo: Pues yo voy a saludar a mi papi mientras tú sigues disfrutando de tu nieto mami…
Mama: Mmm si Helen, anda ve a ver a tu papi que yo aquí complazco a mi nieto…
Me levante de la cama y le sonreí a mi hijo, el me miro lleno de lujuria y me vio salir de su cuarto para ir a ver a su abuelo. Al llegar a su habitación entre y el seguía durmiendo, me acerque a la cama y me metí bajo las sabanas, comencé a despertarlo con unas ricas y lujuriosas caricias en su verga que tenía su erección matutina, estaba completamente desnudo, lo hice reaccionar casi de inmediato. Cuando abrió los ojos simplemente le di los buenos días y de inmediato comencé a besarlo como loca, jalándole intensamente la carne. De inmediato sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo, no dudo en aventar las sabanas a un lado y con fuerza me tomo y me monto en él, recostada sobre su cuerpo desnudo comencé a mover mi pelvis sobre su verga erecta como roca, sus manos acariciaban con fuerza la parte favorita de mi cuerpo, mi culo.
Seguimos besándonos como locos por unos minutos, de repente los gritos de placer de mi madre comenzaron a retumbar por toda la casa, mi papi y yo solo nos vimos sonriendo…
Yo: Tú esposa esta de puta con mi hijo papi…
Papa: Jaja, debí suponerlo princesa…
Yo: Y yo he venido a disfrutar contigo…
Papa: Helen, corazón, papa te va a complacer mi hermosa putita…
Y así mi padre y yo comenzamos a disfrutar también, no tardó en hacerme devorarle la carne mientras él me hacía gozar comiéndose mi sexo, pasados unos minutos, mi padre no lo resistía mas, ansiaba mi culo como loco, me puso como perra y comenzó a martillarme el ano con furia, y así comenzó lo que parecía una competencia de gritos entre mi madre y yo, jaja, cada una disfrutando con los machos de la casa, ella con mi hijo y yo con mi padre. Aquel disfrute de lujuria familiar continúo hasta que tanto mi hijo como mi padre nos dieron a mi madre y a mí sus leches. Los gritos de mi madre cesaron, señal que en el cuarto de mi hijo la tormenta de lujuria había terminado, no paso mucho para que mi padre me alimentara con su lechita. Un silencio invadió la casa, yo disfrutaba en la cama con mi padre, besándonos rico y sintiendo sus manos acariciando cada rincón de mí ser. De repente mi madre entro en la habitación, y se acercó a la cama, se recostó junto a mi padre y le dio un rico beso.
Mama: Mmm, Roberto cariño, ya complaciste a la zorrita de nuestra hija?
Papa: Mírala que feliz esta la putita mi amor…
Yo: Jaja, si mami, mi papi me acaba de coger riquísimo…
Aquello era tan depravado, esa libertad de tener sexo entre nosotros a placer, sin ocultar nada, siendo unos lujuriosos degenerados.
Papa: Que placer tan grande tener a estas dos hermosas mujeres a mi lado…
Bueno pasaron unos momentos…
Mama: Helen, amor, es hora de preparar el desayuno…
Yo: Si mami…
Y bueno, mi madre y yo nos dirigimos la cocina a preparar el desayuno para la familia, ninguna de las dos n os pusimos ropa simplemente vestíamos nuestras batas de dormir, sin nada debajo. Mientras nosotras preparábamos el desayuno, arriba mi padre fue a visitar a mi bebito a su habitación, se había puesto solo el pantalón de su pijama, mi hijo lo había hecho también y estaba recostado en su cama escuchando música.
Papa: Hey Juan, campeón! Buenos días!
Juan: Abuelo! Que tal?
Mi padre se sentó en la orilla de la cama de Juan.
Papa: Así que Juan, te acabas de coger a la puta de tu abuela?
Juan: Jaja, abuelo…
Papa: Juan, hijo, ya no hay nada que ocultar, ambos hemos estado disfrutando de ese par de putas no es así? Y tú te has estado cogiendo a Helen hace mucho, pequeño travieso…
Como lo dije antes, era maravillosa esa libertad que había nacido en mi familia, mi padre y me bebe tuvieron una pequeña charla, platicaban de lo maravilloso que era tener a ese par de hermosas putas en casa. Bueno era una charla muy degenerada, algo que no sucedería en ninguna familia, al menos no en una familia normal jaja. Pasado un rato el desayuno estuvo listo y los llamamos al comedor. La situación allí fue muy rica, ya no había más que esconder y como lo dije teníamos total libertad de disfrutar, era hermoso y riquísimo, un momento familiar muy lujurioso pero también lleno de amor. Mi padre me daba besitos delante de mi madre y mi hijo, lo mismos hacían mi madre y Juan, nos manoseaban, y nosotras e ellos a placer, que cosa más hermosa había iniciado en mi familia.
La plática durante el desayuno giro en torno a aquello, entre bromas y risas comentábamos de lo hermoso de aquello…
Papa: Son unas verdaderas putas este par de hermosas mujeres no es así Juan?
Juan: Sin duda abuelo, increíbles…
Yo: Que afortunadas somos mami, estos dos hombres son unos cabrones, nos cogen riquísimo…
Mama: Helen, bebe, son los mejores hombres del mundo, que vergas tan ricas tienen…
En fin, era una depravación total. Al terminar el desayuno mi madre y yo nos llevamos los platos a la cocina para lavarlos y mi padre y Juan se fueron a la sala a continuar su charla. Al terminar con los platos mi madre me abrazo por atrás y me abrió la bata, comenzó a besarme el cuello mientras me acariciaba el sexo y las tetas, yo disfrutaba de sus hermosas caricias.
Sin pensarlo más gire para quedar frente a mi madre y le abrí también la bata, y comenzamos a besarnos con intensidad mientras nos manoseábamos toditas.
Mama: Helen me encantas, que afortunada soy de tenerte como hija
Yo: Mami, te amo, eres increíble…
Mama: Eres toda una puta mi amor, una guarra degenerada, me haces tan feliz…
Yo: Mmmm mami, me encanta escucharte decirme eso, soy una puta como tu…
Mama: Anda bebe, creo que tú y yo queremos lo mismo justo ahora… y yo no quiero perder más tiempo…
Yo: Si mami, vamos…
Mi madre y yo estábamos muy conectadas, era como si nos comunicáramos sin palabras, éramos tan idénticas y putas que podíamos entendernos a la perfección solo con una mirada, una caricia, una sonrisa… Así que salimos de la cocina y nos dirigimos a la sala donde estaban nuestros hombres. Al llegar allí, yo me senté en las piernas de mi bebito y mi madre en las de mi padre y comenzamos a besarlos, ellos de inmediato comenzaron a manosearnos y disfrutar el momento. No hubo necesidad de palabras, todo simplemente comenzó a fluir, mi bebe y mi padre sabían que sus putas querían placer y ellos nos los darían. Poco a poco todo comenzó, mi padre despojo a mi madre de su bata y acto seguido Juan hizo lo mismo con migo, los cuatro gemíamos de placer y nos volteábamos a ver complacidos. “ERES HERMOSA MAMI”, “QUE PUTA ERES AIDE”, “JUAN, BEBE TE AMO”… solo se escuchaban palabras de amor y lujuria de los cuatro.
Pasados unos minutos las carnes de nuestros machos estaban a reventar, duras como rocas. La primera fui yo, me levante de las piernas de Juan y me arrodille frente a él, le baje y le quite el pantalón de su pijama mientras le sonreía coqueta y lujuriosamente, su verga dura salto ante mí, y yo me lance como loco a devorarla, parecía que fuera la última verga del mundo, se la devoraba con mucha pasión y fuerza, el hecho de estar allí por primera vez comiéndome la verga de mi hijo ante la mirada de mis padre me ponía tremendamente lujuriosa y cachonda, me quería lucir frente a mis papis. Juan disfrutaba tomándome de la cabeza y haciendo que me asfixiara con su carne.
Mama: Mmm que hermosa se ve Helen así, no crees mi amor?
Papa: Hermosa bebe, tremenda puta salió nuestra pequeña Helen… idéntica a su mami…
Yo: Que esperas mami… no vas a disfrutar la verga de mi papi…
Mama: Jaja, claro que si mi amor…
Acto seguido mi madre se arrodillo frente a mi padre, lo despojo de su pantalón de la pijama y comenzó a lucirse también frente a mi bebito quien miraba con tremenda lujuria a la puta golfa de su abuela disfrutando la carne de su abuelo.
Juan: Dios abuelo, que bien saben chupar este par de perras…
Papa: Son las mejores chupadas que me han dado en toda la vida, son increíbles…
Mi madre y yo devorábamos como perras en celo esas hermosas vergas, mientras lo hacíamos nuestras miradas se cruzaban llenas de placer y lujuria, pasados unos minutos mi madre me tomo de la cabeza y jalándome hacia ella comenzó a besarme muy rico ante las miradas complacidas de nuestros hombres.
Yo: Intercambiemos vergas mami, si?
Mama: Con gusto bebe…
Y así, mi madre se pasó con mi hijo y yo con mi padre, era tan depravado aquello, me enloquecía que mi bebe mi observara disfrutando la verga de otro hombre y no de cualquier hombre, era la verga de mi padre, de su abuelo. A mi padre lo llenaba de lujuria observa a su esposa, devorándose la verga de su nieto, entre gemidos y palabras sucias y obscenas.
Juan: Asi perrita, chúpasela al abuelo… trágatela toda puta!
Mama: Mmmm Juan mi amor, tan rica como la de tu abuelo, mírame cariño, quiero que me mires tragándome la verga de nuestro nieto…
Papa: Oh Aide, que degenerada eres mi amor, igual que esta puta…
Yo: Si papi siiiii, que hermosa verga…
Juan: Mami, sabes una cosa, no cabe duda que literalmente eres una “hija de puta”
Aquel comentario de mi bebito nos causó gracia todos reímos, sin embrago después de todo aquello no era otra cosa más que la verdad, esa frase que usualmente se usa de manera ofensiva sobre una persona en mi era toda una verdad, soy una hija de puta, de la puta de mi mami…
Mama: Pues tú bebe, eres un hijo de puta en ese caso… jaja
Aquello era un deleite, una tormenta intensa de amor y lujuria había iniciado. Mi madre y yo continuamos por uno rato más dándoles placer con nuestras boquitas a nuestros machos. Pasado un rato mi padre se levantó y me puso de pie, de inmediato sus manos comenzaron a recorrer mi culo y mi sexo, me dedeaba con furia la chocha y me abría las nalgas para darme placer en el ano con sus dedos, mi hijo observaba con lujuria aquello mientras la puta de mi madre seguía devorándole la carne.
Papa: Mira Juan, la golfa de tu madre como me jala la verga, quiere que se la meta…
Juan: Si abuelo, la perra quiere placer, dáselo… cógetela…
Escuchar a mi bebe diciéndole a su abuelo que me cogiera me llenaba de placer y depravación. Mi padre me llevo al sillón de enfrente y me recostó, coloco mis piernas en sus hombros y comenzó a penetrarme con fuerza, de una manera muy ruda, por momentos se sacaba la carne de mi sexo y frotaba su cabecita en mi vulva, yo gemía, gritaba como perra en celo pidiéndole más. Era delicioso, mi madre volteaba a ver aquello.
Mama: Ven bebe, que no nos vamos a quedar atrás, cógeme cabron hijo de puta…
Juan: Con gusto puta zorra…
Mi bebito llevo a la piruja de mi mami al sillón donde estábamos mi padre y yo, la puso en 4 en el suelo, la cara de mi madre quedo junto a la mía, yo seguía recostada en el sillón mi bebe se inclinó y le comió por un rato el culo a mi madre mientras nos besábamos como locas, la mirada de mi padre al ver a mi bebe abriéndole bien rico las nalgas a mi mami con sus manos y lamiendo su ano era increíble, lo disfrutaba al 100. Por fin mi nene se arrodillo y comenzó a martillar el culo de sus abuela, la hacía gritar increíble, nuestras lenguas salían de nuestras bocas y jugaban mutuamente los chorros de la saliva de mi madre me comenzaban a bañar el rostro, gemíamos como perras en celo, mientras nuestros machos nos cogían como fieras salvajes, se estaba luciendo en aquella primera orgia familiar tan rica, intensa y lujuriosa, depravada pero llena de amor, de un amor familiar tan hermoso…
Mama: Si así bebe así, métemela toda…
Papa: Eso es Juan, rómpele el culo a tu abuela…
Yo: Te amo puta guarra…
Mama: Te amo princesa, puta degenerada, que rico te hace gemir tu papi…
Después de un rato mi padre me saco la verga del sexo y me hizo que se la devorara, me senté en el sillón mientras se la chupaba y Juan seguía dándole por el culo a mi mami. Acto seguido me levante del sillón y me coloque junto a mi madre, en 4. Mi papi supo de inmediato lo que su princesa quería, se arrodillo detrás de mí, y comenzó a introducir toda su carne en mi ano, con cada centímetro que entraba yo me sentía en el paraíso, la verga de mi padre era un poco más gruesa que la de mi hijo, me enloquecía ser penetrada por el ano por mi papi. Y así teniendo a sus dos hembras como perras mi hijo y mi padre estaban allí dándonos placer por los culos, los gritos de ambas eran ensordecedores, retumbaban por toda la casa, ella y yo volteábamos a vernos, nos sonreíamos llenas de lujuria y nos besábamos como locas.
Papa: Que tal si me prestas un rato el culo de tu abuela hijo?
Juan: Con gusto abuelo, después de todo es tu esposa… jaja
Los hombres intercambiaron culos, era tan rico aquello, mi madre y yo allí siendo cogidas por nuestros hombres a su completo placer, nosotras solo nos dejábamos coger disfrutando de aquello. A mi padre lo enloquecía ver a su nieto cogiéndome. Después de un rato nos sacaron las carnes de los anos y poniéndose en pie nos hicieron devorárselas, las escupíamos ya bañábamos en saliva, nos asfixiábamos con ellas, era una escena deliciosa. Después de unos minutos mi madre se levantó y me jalo, quedamos paradas frente a frente y comenzamos a besarnos y manosearnos sin control mi padre y Juan parados a un lado con sus manos jalándose sus vergas bañadas de saliva disfrutaban esa escena.
Juan: Mira como gozan estas perras abuelo!
Papa: En verdad sea aman la guarras…
Mi madre y yo estábamos muy metidas en lo nuestro, solo escuchábamos esos ricos comentarios de nuestros hombres.
Mama: Ven perrita, vamos a calentar más a estos cabrones degenerados…
Yo: Si mami…
MI madre y yo nos tumbamos en el suelo sobre el tapete de la sala y comenzamos a devorarnos nuestros sexo en un rico e intenso 69, yo estaba sobre mi madre, ese par de cabrones degenerados seguían jalandoce con furia las carnes llenos de depravación y lujuria contemplandosnos, las dos gritábamos, gemiamos.
Yo: Que rica chocha mamiiii ayyyy si siiiiiiii
Mama: Devórame Helen…
Pasados unos minutos mi padre se arrodillo detrás de mí, y comenzó a acariciarme el culo, mi culo lo ponía sumamente loco.
Papa: Mira Juan, como le hemos dejado de abierto este hoyo a tu madre…
Yo mientras seguía comiéndome el sexo de mi madre sonreía, mientras sentía las manos de mi padre en mi culo, Juan se acercó, se arrodillo detrás de mí junto a mi padre y los dos admiraban mi culo y lo dilatado que tenía el ano.
Papa: Helen, princesa que hoyo más rico, Juan, apuesto que este culo puede con dos vergas… que dices?
Juan: Esta bien abierto abuelo, sin duda caben dos vergas allí…
Al escuchar eso, enloquecí al pensar lo que ese par de degenerados querían hacer
Papa: Apuesto que esta perra quiere tenernos juntos dentro de su culo… vamos a complacerla
Mi papa me levanto, y me llevo al sillón, se recostó y me ordeno que me montara en él, tome su verga con mi mano y la acomode en mi ano, y comencé a meterla, al tenerla toda adentro me deje caer sobre el pecho de mi padre y levante el culo un poco, de inmediato mi bebito se puso detrás de mí y comenzó a meter su carne en mi ano, mis gritos en verdad eran ensordecedores, el dolor era tan fuerte que que inevitablemente comencé a llorar, era un llanto desesperado de mucho dolor, pero también de mucho placer, aquello impresionaba y ponían a reventar a mi madre, ella miraba como esos dos machos le rompían el culo a su princesa.
Mama: Dios mío Helen… ese culo tuyo es increíble…
Yo: AYYYYYYYYYYY SIIIIIIIIIIIIII SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
Cuando estuvieron listos, los dos comenzaron a martillarme con tremenda furia, yo gemía, gritaba lloraba y les suplicaba que no pararan, ese era un placer indescriptible, sentir las vergas de mi hijo y mi padre juntas dentro de mi ano era tan delicioso…
Papa: Asi Juan así, mira como grita esta zorra…
Juan: Es una puta guarra abuelo… así te gusta mami… te gusta tener dos vergas en tu culo…
Yo: Si bebe, cójanme cabrones degenerados…
Mi madre de pie junto al sillón se frotaba como loca su sexo, su néctar le bañaba su mano, ella se la llevaba a la boca para lamerse su propio néctar y continuaba. Mis hombres seguían en lo suyo cada vez con más fuerza, llego el momento en que sentí las contracciones de sus pelvis, sabía que estaba por estallar, pasados unos minutos los dos gritaron muy rico y sus leches me llenaron el culo, yo grité también como loca, aquello fue sensacional. Cuando toda esa leche había salido de las vergas de mi papi y mi bebito por fine me las sacaron, la leche se escurría de mi ano, que había quedado muy dilatado de inmediato la guarra de mi mami se puso detrás de mí y comenzó a lamer el semen que chorreaba de mi ano, lo lamia y su lengua casi entraba completa dentro de mi hoyo.
Con un movimiento sutil mi madre se recostó en sobre el tapete de la sala y me hizo arrodillarme sobre ella, la dilatación de mi ano era tal que el semen que habían depositado dentro ese par de degenerados comenzó a escurrir cayendo directo en la boca de mi madre. Cuando había salido la mayor cantidad posible mi madre se levantó y comenzamos a besarnos compartiendo la leche de nuestros hombres. Ellos miraban la escena de pie frente a nosotras jalándose sus vergas mientras perdían la erección, los cuatro escurríamos chorros de sudor, aquella sesión tan depravada de sexo familiar había sido espectacular.
Mi madre y yo gemíamos como perras en celo, complacidas por nuestros machos. Pasado un rato mi madre y yo nos levantamos y Juan y mi padre se acercaron a nosotros, fue un gran abrazo familiar el que comenzamos a darnos en ese momento, nos besábamos mutuamente y nos acariciábamos. Todos reíamos llenos de lujuria, con las miradas nos comunicábamos lo hermoso que había sido esa primera orgia familiar. Lo que la perra de mi madre y yo habíamos iniciado hacia unos días por fin se había concretado en una hermosa relación incestuosa de toda la familia. Y bueno comenzamos a besarnos y nos sentamos a reposar platicando de aquello, era lindo estar así en familia. Ese primer encuentro familiar marco el inicio de un disfrute sin igual, era increíble, dentro de las paredes de mi casa sucedía algo tan rico y depravado que nadie se imaginaba, éramos una familia ejemplar y amorosa para el resto, pero solo nosotros sabíamos que no éramos una familia como cualquiera.
Ese mismo día por la tarde repetimos la orgia familiar, en esa ocasión mi padre y Juan intentaron recetarle sus vergas juntas por el culo a mi madre, pero les resulto imposible, mi madre lloro y sufrió mucho el intento que hicieron nuestros machos pero no lo lograron, su culo no se dilataba tanto como el mío, así que para eso estaba yo, de cualquier forma mi mami era capaz de soportar y disfrutar de una verga a la vez por su ano. Pero yo, yo podía con esas dos hermosas carnes a la vez.
Y bueno, ya no había más que disfrutar de nuestra hermosa relación incestuosa. Seguimos así por un par de días más, un disfrute total, sexo familiar a toda hora, en cualquier momento que alguien tenía ganas y con quien las tuviera, era tan degenerado aquello. Mientras comíamos al segundo día de haber iniciado aquello, mi padre y mi madre nos dijeron algo a Juan y mi.
Papa: Helen, Juan… Aide y yo estuvimos platicando, tanto ella como yo estamos encantados con esto que ha pasado entre nosotros, me imagino que ustedes también…
Yo: Por supuesto que si papi!!! Esto es hermoso…
Papa: Y bueno, hemos pensado, si a ustedes no les molesta, podríamos quedarnos aquí con ustedes…
Por supuesto que la idea a nos encantó a mi bebito y a mí, así que sin pensarlo dos veces aceptamos, todos nos pusimos muy felices, pero claro, era algo que no sucedería de la noche a la mañana, después de tantos años que mis padres se habían ido a vivir al pueblito de mi padre, ellos tenían hecha ya una vida allá, mi padre tenía algunos negocios allá. Tenían que organizarse para regresar a vivir con nosotros, en esa casa donde me habían criado y que ahora era mía. Platicamos al respecto y mis padres dijeron que regresarían para organizar sus asuntos en el pueblito de mi padre, ya saben para poder regresar a quedarse a vivir con mi bebe y yo. Así que al día siguiente se fueron para allá, a organizar todo, nos dejaron por alrededor de una semana a Juan y a mí, él y yo estábamos muy felices por saber que sus abuelos regresarían a vivir con nosotros y así continuar con esa hermosa y depravada relación familiar.
Al tercer día de estar solos en casa mi bebito y yo, estábamos acostados en mi cama disfrutando cariñosamente, desnudos después de una rica y hermosa sesión de sexo madre-hijo…
Yo: Mi amor, necesito decirte algo…
Juan: Que es mami?
Yo: estuve pensando cómo decírtelo, pero no se me ocurrió otra cosa más que hacerlo sin rodeos…
Juan: Pues que es zorrita? Anda dímelo ya entonces!
Yo: Hace dos días que debí haber tenido mi periodo… no me ha bajado, desde hace una semana comencé a tener mareos, y vómitos, anoche me hice una prueba y resultó positiva… sabes de que prueba hablo no? Te imaginas porque no me ha bajado y porque he tenido esos síntomas?
Mi bebe quedo paralizado, me miraba fijamente, era obvio que aquello le había caído como una cubeta de agua fría, yo lo miraba fijamente acariciándole las mejillas sonriéndole, esperando una respuesta… finalmente mi bebe pudo comenzar a asimilarlo y me sonrió, me tomo de las mejillas y con una linda sonrisa…
Juan: Es verdad mami?
Yo: Si bebe… es verdad…
Juan: Estas…
Yo: Embarazada mi amor, estoy embarazada, crece en mí el producto de nuestro amor…
Juan se acercó a mí y comenzó a besarme con ternura, se puso feliz y no lo podía creer, los dos nos reíamos de felicidad.
Yo: Te da gusto mi amor?
Juan: Mami, que noticia más hermosa, pero, pero…
Yo: Que bebe?
Juan: Es que en estos días el abuelo…
Yo: Jaja si mi amor, lo sé el abuelo me ha hecho su puta, pero yo sé que es tuyo, no me puedo equivocar, mi corazón, mi instinto me dice es tuyo…
Juan: Jaja, pues si fuera del abuelo no me importaría, pero si en verdad es mío, eso me hace muy feliz…
Yo: Jaja si bebe, es tuyo, de eso no hay duda! Mira, recuerdas la primera vez que la puta de tu abuela y yo disfrutamos contigo mientras mi papa estaba de viaje, ese día te viniste dentro de mí, y fue algo mágico, ese día lo supe, algo dentro de mi sabía que ese día me dejaste embarazada, lo sentí de inmediato, no sé cómo explicártelo, simplemente lo supe, plantaste tu semilla en mi… Quise decírtelo dos días después pero, era solo una corazonada, quería estar segura, además desde entonces tu abuelo no ha eyaculado dentro de mí, bueno si dentro de mi culo, pero no en mi chochita, mi amor, este bebe es tuyo, del amor de mi vida…
Juan: Oh dios mío mami TE AMO!!!
Mi bebe y yo nos fundimos en el beso más tierno y lleno de amor que nos habíamos dado en todo ese tiempo que llevábamos de nuestra hermosa relación. Como se lo dije a Juan, ese día lo sentí, algo mágico sucedió, supe que mi hijo me había embarazado, ahora crecía en mí el producto de nuestro amor, no había duda de eso. Desde ese día nuestra relación se hizo aún más fuerte, nuestro amor indestructible. Dio un impresionante cambio de la noche a la mañana, paso de ser aquel joven inquieto y travieso a un hombre, un futuro padre, me cuidaba mucho y era muy amoroso con migo, pero claro, seguía siendo también mi amante no perdió ese deseo que sentía por mí. Felices como nunca esperamos el regreso de mis padres. Una semana después de su partida estaba en casa, listos para quedarse a vivir con nosotros. El mismo día de su regreso después de una rica orgia familiar mi bebe y yo les dimos la notica, se pusieron locos de felicidad, de igual manera mi padre pensó que pudo haber sido el, el travieso que me preñara, sin embargo los instintos no fallaban, mi madre también tuvo la corazonada que fue Juan quien me preño, todos lo comprendimos, de manera inexplicable y mágica no había dudas que era mi hijo el travieso, el responsable de mi embarazo.
Una felicidad aun mayor surgió en mi familia. En mi vientre crecía algo hermoso. Mis padres ansiaban tener un nuevo nieto, y era algo raro pero hermoso y rico pensar que su nieto era producto del amor dentro yo y Juan. Para mí era increíble pensar, que mi nuevo bebe, sería también de cierta forma el hermano de Juan, Juan seria el padre y el hermano de su hijo jaja, es confuso y raro pero hermoso y rico.
Todo era felicidad en mi familia, el embarazo me había puesto aún más cachonda, tenía apetito de sexo a toda hora, afortunadamente para mi tenía dos hombres en casa dispuestos a complacerme, y claro la putita de mi mami también estaba dispuesta a darme placer, mis antojos, un síntoma propio del embarazo no se limitaban a la comida, mis antojos incluían el sexo en la dieta jaja.
Comenzamos los cuidados propios y las visitas al obstetra. El primer ultrasonido revelo que todo iba bien, pero no nos imaginábamos que la felicidad seria insuperable, aun mayor. A las 7 semanas aproximadamente, durante una visita de rutina al obstetra la notica nos llenos de felicidad. En mi vientre no crecía uno, eran dos bebitos hermosos…
Estaba embarazada de gemelitos. Que hermosa bendición. Y bueno ese par de amores crecían en mí, mi hijo y yo estábamos esperándolos con ansias, muy felices, pensábamos en los nombres y comprábamos ropita, comenzamos a acondicionar el cuarto para los bebes, etc. Por fin llego el gran día, y llenos de felicidad recibimos a los dos nuevos miembros de la familia. Mis nuevos bebes, Kendy la niña y Manuel el varoncito… Así es, la parejita, y los nombres que habíamos elegido para ellos…
Una bendición que unió aún más a mi familia, mi degenerada familia…
Mis hermosos bebes ya ustedes lo saben, soy Helen, su amiga, que les agradece tanto por leerme y haberme seguido en esta saga de relatos que como desde el primero les dije, son ficticios, producto de mi imaginación pero que es algo que desearía que se volviera realidad, mis lectores y fanáticos saben que yo tengo una relación incestuosa en la vida real con mi hijo Juan, quien por cierto en un tiempo comenzara a escribir para ustedes también, y espero que también a él lo sigan como lo han hecho con migo, esta ansioso por compartirles nuestras vivencias desde su punto de vista y algunas de el por su cuenta. Espero sus comentarios mis bebes sobre este último capítulo de la saga y agradezco sus comentarios y sugerencias, si les gusta la idea y me lo piden talvez mas adelante pueda continuar con esta saga de relatos. Un enorme beso y mi gratitud a todos mis fans y lectores, su amiga Helen se despide por ahora dejándoles un rico besote donde se lo quieran poner! Hasta la próxima bebes! Los amo!
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