Helen: Leche materna
¡Hola a todos hermosos lectores! Los saludo nuevamente y les traigo un relato mas sobre mi vida incestuosa. .
Continuamos en la etapa de mi embarazo, ahora mi hijo yo, sabíamos que estábamos esperando una princesita, una hermosa niña, cuando lo supimos los dos nos pusimos muy felices, como ya les había dicho, aunque estábamos ansiosos por saber el sexo de nuestra cría, no teníamos una preferencia específica, ninguno de los dos quería niña o niño específicamente. Así que cuando supimos que era una niña, simplemente tomamos la noticia con mucho amor y alegría.
Como les conté en el relato anterior, mi embarazo fue una etapa muy hermosa e intensa, mi bebe y yo nos unimos aún más, y por supuesto no paramos de disfrutar nuestra relación incestuosa. Por allí del sexto mes, mis pechos comenzaron a hincharse, a cargarse le leche materna, lo que los hacia lucir aun mas apetitosos para mi hijo, de por si son de buen tamaño, redondos como melones y estando preñada se pusieron un poco más grandes, también ya tenia una buena pancita, se veía redondita y me hacia lucir tierna a los ojos de mi bebe.
Para ese momento mis atuendos eran principalmente mallones de licra, algunos largos y otros cortos tipo pescador, de diferentes colores y blusas de maternidad con un poco de escote, aun usaba zapatillas, pero había días en los que de plano no podía con ellas y usaba sandalias o zapatos deportivos. Mi ropa íntima seguía siendo variada entre, cacheteros, bikinis y tangas, de diferentes tipos de tela.
Una ocasión mi bebe y yo salimos a comprar la cuna para la beba, y algunas otras cosas como biberones, juguetitos y ropita. Estábamos en una tienda departamental en el área de bebes mirando las cosas, y mi hijo no podía dejar de verme con cierta lujuria, incluso algunos hombres que andaban por allí lo hacían, yo sentía sus miradas, pues a pesar de estar embarazada lucia bonita, ese día usaba un mallon de licra ajustado color blanco, debajo una tanga blanca de algodón, una blusa de maternidad rosa pastel un poco escotada y sandalias blancas, usaba un bra de media copa y como ya lo dije, mis pechos eran muy llamativos. Me miraba bonita y tierna por el embarazo, tenia mi cabello recogido en una cola de caballo y maquillada discretamente.
En cierto momento yo estaba distraída mirando las cunas y de repente al levantar la mirada vi que mi hijo esta parado frente a mi tomándome fotos, me tomaba fotos de cuerpo completo y otras de mi rostro y también en algunas dirigía la cámara de su teléfono a mis pechos. Yo lo miré y sonreí.
- ¿Mi amor que haces bebe?
- Pues tomándote fotos mami, te ves hermosísima.
- Ay mi niño que lindo
Un empleado hombre que andaba por allí, noto que mi hijo me tomaba fotos y pareció extrañarse un poco, especialmente porque noto que de repente se acercaba mucho a mis pechos para tomar la foto. Mi hijo no lo vio, pero yo sí, y eso me excito un poco. En fin, en esa tienda compramos algunas cosas de ropa y accesorios, pero salimos a seguir buscando cunas en otras tiendas. Mientras caminábamos por los pasillos del centro comercial mi bebe de repente se atrasaba unos pasos y nuevamente me fotografiaba por detrás, la verdad es que mi culo y mis piernas se veían muy rico con ese mallon blanco incluso se podía notar ligeramente la tanga que usaba a través del mallon. Era un día entre semana y temprano por la mañana, así que no había mucha gente en el centro comercial, sin embargo, de la poca gente que había algunos notaban como mi bebe me fotografiaba, me imagino que a algunos se les debió hacer raro, pero como se los he venido diciendo en mis relatos, ese tipo de cosas se volvieron habituales entre mi bebe y yo y no le dábamos importancia al que dirán.
Entramos a otra tienda departamental, y fuimos donde el área de bebés, una empleada muy amable se acercó para ofrecernos ayuda, una chica joven en sus veintes. Mi hijo y yo le agradecimos y seguimos viendo, la empleada se alejó un poco, pero nos pidió que la llamáramos si necesitábamos algo.
Y nuevamente me distraje viendo ropita y cosas, y mi hijo cerciorándose que la empleada o alguien mas no lo fuera a ver, se arrodillo detrás mío y comenzó a tomarle unas fotos a mi culo, yo no me di cuenta sino hasta que después de algunas tomas mi bebe se atrevió a darme un beso en las nalgas, fue allí que voltee sorprendida y lo vi arrodillado.
- ¡Por Dios mi amor que haces!
- Jaja, disculpa mami, no lo pude evitar.
Mi hijo se puso de pie quedando parado detrás de mí, volteando a ver alrededor y después de asegurarse que nadie nos miraba me acaricio el culo suavemente y me dio un beso en la mejilla mientras me decía.
- Me enloquece como te ves con esos pantalones de licra mami, estas hermosa y riquísima, el embrazo te sienta excelente.
- Uy mi amor, eres un amor, me pones cachondita con tus palabras
Después mi hijo dejo de acariciar mi culo y empezó a ver la ropita conmigo.
- Mira este vestidito mi amor, no esta precioso, me gusta para tu hija
- Esta bonito mami, va a ser una preciosura como tu
Era muy lino y hermoso hablarle así a mi bebe, referirme a nuestra cría como su hija, el producto de nuestro amor. En fin, cómpranos algunas cosas mas y fuimos a buscar la cuna a otra tienda donde finalmente encontramos la cuna que nos convenció y la compramos, dimos los datos para el envío y salimos de la tienda. Para ese momento ya eran cerca de las 2 de la tarde así que fuimos a comer a un restaurante en el área de alimentos del centro comercial, tenia antojo de comida italiana así que fuimos a uno de ese estilo.
Después de hacer la orden de los alimentos y al estar esperando mi bebe saco su teléfono y comenzó a fotografiarme de nuevo, a mi me encantaba que lo hiciera y lo ayudaba posando y haciendo caritas de risa, caras bobas, etc. Nuevamente note que mi bebe me fotografiaba los pechos.
- Mm mi amor ¿qué me estas fotografiando eh?
- Creo que tu sabes bien mami, esas hermosas tetas que te cargas, se ven preciosas y deliciosas.
- Es que ya estoy produciendo la leche para tu hija
- Nuestra mami, nuestra hija.
- Si nene lo sé, nuestra princesa.
- Me he dado cuenta que no soy el único que te mira, todo el día he visto varios hombres mirarte con lujuria.
- ¿Y eso te molesta mi amor?
- No, mami, bueno, no te voy a negar que siento un poco de celos, pero se que tu eres mía, y no tiene nada de malo que otros te miren, después de todo estas riquísima, siento pena por que ellos no pueden disfrutarte y yo si jaja.
- Uy bebe, en serio que solo con lo que me dices me estas haciendo que se me moje la panochita jaja.
Y bueno, la comida llego y mi bebe y charlábamos y disfrutábamos los alimentos, y claro, todo el rato siguió mirándome los pechos con lujuria cosa que me encantaba y excitaba, hacía que mi néctar brotara de mi sexo y mojara mi tanga blanca. Después de terminar de comer y pedir un postre hicimos un rato de sobremesa, pagamos la cuenta y nos dirigimos al estacionamiento. Al llegar a la camioneta subimos todas las bolsas de las cosas que habíamos comprado en la cajuela. Yo aun sentía que podía manejar, pero para ese entonces mi bebe ya no me dejaba hacerlo, como el ya sabia manejar perfectamente y se veía un poco mas grade de su edad no había problemas en que lo hiciera. Entonces muy caballerosamente me abrió la puerta del acompañante y al subir me dio un rico apretón en el culo, yo solo sonreí. Le abrí la puerta del piloto mientras el rodeaba por delante la camioneta para subirse. Al entrar y después de cerrar su puerta no encendió inmediatamente la camioneta, me miro sonriendo.
El centro comercial tiene un estacionamiento muy grande de varios niveles y en donde estábamos estacionados había pocos autos, de hecho, en la fila donde estábamos solo había dos autos más, pero no junto a nuestra camioneta, había algunos espacios libres y estábamos en un nivel cerrado, o sea no al aire libre, así que estaba un poco oscuro. En ese entonces teníamos una Chevrolet Tahoe, si saben de autos sabrán que es una camioneta espaciosa.
Entonces mi hijo se inclinó hacia mí y empezó a besarme muy rico, de inmediato yo le correspondí el beso sin la más mínima preocupación de estar en el estacionamiento, pues aparte de que estaba casi vacío y oscuro, ya era normal para ese entonces darnos cariño en publico y como se los he venido diciendo discretamente, pero sin escondernos tanto.
El beso comenzó a prolongarse y a ir poniéndose más intenso, ni mi bebe ni yo estábamos preocupados en lo mas mínimo. Mi hijo comenzó a manosear mis piernas subiendo poco a poco su mano hasta toparse con mi pancita, comenzó a acaríciala, instintivamente yo abrí las piernas para que mi bebe pudiera manosear mi sexo con facilidad, por su puesto que yo no me quede quieta y comencé a sobarle la verga sobre el pantalón, era un pantalón de mezclilla azul claro, fui sintiendo como su verga comenzaba a ponerse dura mientras mi coño se humedecía por el néctar que me brotaba. Los dos nos besábamos con mucha pasión y lujuria.
Entonces mi bebe comenzó a manosear mis pechos con mucha pasión, bajo su cabeza y empezó a besarlos por encima del escote de mi blusa de maternidad. Mientras lo dejaba besarme las tetas y gemía muy rico y suave miraba para ver que siguiéramos estando solos, sin nadie alrededor de la camioneta. Mi bebe levantó un poco su cabeza y también miro alrededor, estando seguro, empezó a sacarme las tetas de la blusa a través del escote y bajando mi bra de media copa, así que mis pechos quedaron fuera de mi ropa. Mi bebe empezó a besarlos y chuparlos con pasión, eso me excitaba mucho y me hacia gemir con mas fuerza.
- Así bebe que rico
- Mm que manjar mami, estas hermosas tetas que tienes están hermosas y deliciosas
- Son tuyas mi amor, oh sí que rico
Mi hijo se deleitaba con mis pechos mientras yo le seguía sobando la verga por encima del pantalón, ya se sentía completamente erecta y sin duda ya babeaba su precum, así que comencé a bajarle el cierre, introduje mi mano y comencé a sobarle la verga sobré el bóxer que ya estaba mojado de su precum, al tener a mi bebe sobre mi chupándome las tetas no me era tan fácil maniobrar, pero como pude le saque la verga por el cierre del pantalón y empecé a jalársela provocando que gimiera muy rico mientras me seguía comiendo los pechos. Entonces unas gotitas de leche materna empezaron a brotarme de los pezones.
- ¡Wow! Que rico mami, tu lechita…
- Mm mi amor, cuando eras bebe te alimente de ellas y ahora mira lo que me haces tan rico
- Y ahora vas a alimentas a nuestra hija, pero antes déjame disfrutar de tu deliciosa lechita
- Jaja, si mi amor, asegúrate de que este rica para nuestra princesita.
Juan comenzó a chupar y succionar mis pechos, alimentándose de mi leche materna, era tan hermoso y lujurioso verlo, me estremecí al pensar que de bebe lo aliente de mis pechos y ahora el muy depravado me los comía con lujuria, mi chocho chorreaba néctar que llego incluso a mojar mi mallon blanco haciendo parecer que me había hecho pis jaja.
Mi bebe, disfruto por un buen rato de mis pechos y mi leche materna, yo estaba tan excitada que incluso por un momento olvide cuidar que nadie nos fuera a ver, al reaccionar note que seguíamos solos, además los vidrios polarizados de la camioneta también nos ayudaban mucho.
Un rato después mi bebe dejos de chuparme las tetas y empezó a besarme en la boca muy rico mientras seguía acariciando mis pechos, mi pancita y mi chocha. Yo le seguía jalándole la verga muy rico. Unos instantes después mi hijo se acomodo en el asiento de la camioneta y solo comenzó a dejarme que le siguiera jalando la verga. Estaba sentado frente al volante y hasta extendió su brazo entre los asientos mientras miraba con placer y lujuria mis pechos que aún seguían fuera de mi bra y mi blusa de maternidad y contemplaba como mi manita le jalaba con fuerza la verga, los dos nos mirábamos con lujuria sonriendo pícaramente. Sin decir nada, solo mirándonos y gimiendo, excitados, llenos de amor y lujuria. Después de unos minutos se me canso el brazo.
- Ay mi amor, como tardas en venirte
- Jaja, prefieres que me corra rápido
- No bebe para nada, me encanta que seas de aguante jaja, pero ya se me canso el brazo, voy a tener que emplear otra técnica
Y entonces me incline para chuparle la verga, por mi pancita no me fue tan fácil y hasta me resulto un poco incomodo, afortunadamente la espaciosa camioneta me permitió encontrar una posición lo mas cómoda posible. Empecé a chuparle con mucha lujuria y pasión la verga a mi bebe, succionándola, lamiéndola como perra en celo, le besaba los huevos y jugaba con ellos con mi boca. Se la chupé lo suficiente como para hacer que no tardara en correrse, entonces me sentí cansada de estar inclinada chupándosela por que mi pancita de embarazada no me dejaba estar muy cómoda, así que me volví a levantar sobre el asiento y seguí jalándole la verga a mi bebe. Finalmente, unos pocos minutos después, dando un rico gemido de placer mi bebe expulso su cremosa y tibia leche blanca, primero salió un pequeño chorro con fuerza que salpico el volante de la camioneta y después el resto de su leche solo comenzó a brotar como un volcán en erupción bañando mi manita que seguía jalando su verga de arriba abajo con pasión. Mi bebe gemía muy rico con los ojos cerrados y la cabeza recargada en el respaldo de la camioneta disfrutando de ese delicioso orgasmo que la muy puta de su mami le había dado. Cuando salió toda la leche de la verga de mi hijo, me llevé la mano a la boca y comencé a lamerla disfrutando de ese delicioso líquido cremoso y tibio, después seguí recogiendo con mi mano la leche que aun estaba sobre los huevos y el tronco de la verga de mi bebe mientras se le tranquilizaba hasta terminar de comérmela.
- Mm mi amor, como no me ibas a preñar si tienes tanta leche jaja
- Jaja, y es toda para ti mi putita hermosa, mi mamita hermosa y rica, pero todavía te falta un poco…
Entonces mi hijo con su mano recogió la leche que se había quedado en el volante de la camioneta y puso sus dedos en mi boca y yo los lamí bebiendo esas ultimas gotas de su rica leche. Ya tranquilos, después de ese delicios y excitante momento mi hijo se guardo la verga y yo me volví a acomodar las tetas dentro del bra y la blusa de maternidad. Y así finalmente mi bebe arranco la camioneta y salimos del centro comercial con dirección a la casa.
MI embarazo siguió con normalidad y los momentos de placer, amor y lujuria con mi hijo también. Así que espero que les haya gustado este relato mis hermosos y queridos lectores. Nos vemos en el próximo, por favor cuídense mucho. Les mando muchos besitos. Ciao.
Deben haber cambiado las cosas en los últimos años. Según he visto, la leche materna aparece recién después del alumbramiento a los 4 o 5 días. Antes fue calostro solamente y comenzó con el nacimiento.
Hola. Claro, tienes toda la razón. En el segundo trimestre se empieza a producir el calostro, en especial a quienes ya fuimos madres anteriormente y se empiezan a producir gotitas, por eso no mencioné que ya me estuvieran saliendo litros de leche. Pero mis relatos y todos los relatos de esta página en general son con fines de entretenimiento no para ponernos a dar datos técnicos precisos, es válido modificar ciertas cosas para generar un relato que agrade a los lectores. Saludos.