HELEN: Mami golosa, hijo goloso…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por helenhot.
Hola mis bebitos hermosos y cachondos, los saluda su amiga Helen, después de un muy buen tiempo de no escribirles nada aquí estoy de regreso.
Me había dado bastante tiempo para regresar a escribirles mis relatos, ojala que a mis lectores les agrade este nuevo relato que les traigo, y una disculpa por la larga espera, para quienes me lean por primera vez, de igual manera espero les guste y los invito a leer mis antiguos relatos que encontraran entrando a mi perfil.
En esta ocasión quisiera relatarles una rica experiencia que tuve con mi hermoso bebito Juan hace ya algún tiempo, es algo que comenzó como un juego y termino en algo rico e intenso que más adelante les contare.
Como ya todos saben esta hermosa y depravada relación incestuosa que comencé con mi hijo Juan hace ya algunos años nos ha llevado a disfrutar intensamente de nuestra sexualidad, hemos vivido muy ricas aventuras y somos inmensamente felices amándonos y demostrándonos ese gran amor de maneras muy ricas y depravadas.
En una ocasión hace aproximadamente un año, mi bebe se encontraba fuera de la ciudad en un viaje que realizo con algunos compañeros del colegio a la playa un fin de semana, era un sábado por la tarde y yo estaba muy aburrida sola en casa, tremendamente excitada por los mensajes de texto que me mandaba constantemente mi hijo por el celular, diciéndome lo mucho que me extrañaba y las cosas que me estaría haciendo en ese momento, ya saben algo muy rico lleno de amor y lujuria.
Ordene una pizza para comer y estaba en mi cuarto viendo la tv, en cierto momento sonó mi celular y al revisarlo vi que era un mensaje de mi bebito, al abrir la aplicación note que era un pequeño video en el que se miraba en el baño del cuarto del hotel donde estaba dándose tremenda jalada de verga y terminaba por lanzar un rico chorro de lechita, el video estaba acompañado por otro mensaje con el texto “esto es por ti mi putita, mira la leche que derramo pensando en la mami más hermosa y puta del mundo”.
Eso me puso tremendamente cachonda, por supuesto que le respondí el mensaje a mi hijo agradeciéndole por ese hermoso y depravado detalle.
Mi respuesta fue algo así “que hermosa verga tiene mi bebito, que desperdicio de lechita mi amor, me la hubieras derramado en mi carita jaja”.
Bueno, nos mandamos unos pocos mensajes más bromeando al respecto hasta que me dijo que iba a salir con sus amigos a la playa y nos despedimos por ese momento.
Mi chochita se había humedecido y mi cuerpo me pedía placer, así que aunque deseaba que fuera mi hijo el que me complaciera en ese momento no me quedo más remedio que darme yo solita algo de placer.
Tenía puesto un short blanco, debajo llevaba una tanguita del mismo color, encima usaba una playera rosa y no tenía puesto bra.
Sin pensarlo más me despoje del short y solo me quede con la tanguita, pues me agrada la sensación de dedearme mientras la siento encajadita en mi culo.
Abrí mis piernas y comencé a frotarme la chochita, mientras con mi otra mano me acariciaba los pechos sobre la playera, ocasionalmente llevaba la mano con la que frotaba mi chocho a mi boca para lamerla, disfrutando mi sabor íntimo, después seguía frotando en círculos mi sexo, también iba metiéndome un dedito dentro de mi ano, estimulándome más rico.
Tenía los ojos cerrados y pensaba en mi bebito y su tremenda y deliciosa carne con la que tanto placer me da.
Y así pasados unos minutos finalmente me llego un rico orgasmo que me hizo estremecer.
Fui dejando de frotar lentamente mi sexo hasta finalizar por completo.
Una vez que termine esa sesión de auto placer, me quede recostada en la cama, fue entonces que pensé que en toda mi vida no había tenido nunca un juguete sexual, siempre me había sido más que suficiente utilizar mis manitas para darme placer cuando no tenía una verga disponible.
Así que comencé a pensar en comprar un juguetito.
La idea comenzó a darme vueltas en la cabeza y pensé que debería de comprar uno.
Sin pensarlo más vi el reloj y note que aún era un poco temprano, así que me decidí en salir a comprar un consolador, como llamamos en México a los juguetes sexuales, tal vez en otros países también.
Me levante de la cama y busque algo que ponerme en mi armario, agarre un pantalón de mezclilla azul claro, me deje puesta la tanga que ya tenía y para también me puse brasier.
Me puse mi tenis y salí de la casa con dirección a una sex shop que había visto varias veces al pasar por una calle de mi ciudad.
Al llegar allí, entre y vi que atendían un par de empleados, un chico y una chica, no había más clientes, al entrar me saludaron y se pusieron a mis órdenes ya sabe lo usual.
Comencé a caminar por los pasillos viendo la mercancía, películas porno, vestuarios sexis, lencería etc.
Finalmente llegue a la sección de los consoladores y comencé a ver la variedad, había de todo, pase un buen rato mirándolos, los tomaba para ver los detalles y no me podía decidir por ninguno, después de unos minutos se acercó la chica, la empleada y me pregunto si me podía ayudar en algo.
Era una chica linda, de unos 20 tantos de bonita figura y una linda voz.
Empleada: Hola, te puedo ayudar?
Yo: Hola, pues mira, quiero comprar uno, pero hay tantos que no se cual llevar jaja.
La empleada rio ligeramente pero con una actitud muy casual y con confianza me pregunto.
Empleada: Pues básicamente tenemos de dos tipos, los que vibran y los que no, tenemos algunos que se pueden usar para estimularte vaginal y analmente al mismo tiempo, tenemos estos (me mostro unos) que son para insertarse en el ano…
La chica muy amable continúo explicándome los usos y todo aquello.
Era como lo dije muy amable.
Repentinamente al ver su amabilidad decidí hacerle una pregunta que resulto en algo un poco cachondo.
Yo: Oye y tu los usas? Bueno, me refiero a que si tu tienes uno?
La chica sonrió y con un poco de timidez me respondió que sí.
Empleada: Si, tengo uno en casa.
Yo: Ah si? Que traviesa jaja
Empleada: Jaja, pues un poquito, jaja, pero no lo uso mucho, mi novio me tiene muy bien atendida tu sabes, pero a veces me gusta jugar con mi juguetito jaja.
Yo: A mira que bien por ti.
Pues yo estoy igual, tengo en casa quien me atiende de maravilla pero en ocasiones disfruto también de momentos de soledad jaja.
Empleada: Si verdad, también es bueno que una solita se atienda.
Yo: Oye y tu cual tienes?
Empleada: Mira, tengo uno como este…
Me enseño un consolador de platico rígido color morado, con función de vibración, como el clásico consolador con el que a veces salen las chicas en las películas porno, nada del otro mundo.
Yo: Y me lo recomendarías?
Empleada: Pues ya te dije depende de lo que quieras, para algo básico, este está muy bien, puedes introducírtelo y cuando lo prendes pues de lo frotas y se siente muy bien la verdad jaja.
Yo: Pues creo que voy a llevar este, pero también quiero este…
Tome un juguete que son unas bolas que están en un cordón, ese esa para uso anal principalmente, las bolas son algo gruesas y son varias.
La chica me miro y aunque no lo dijo por su mirada y su sonrisa casi pude deducir que en ese momento pensó que yo era una golosa muy traviesa jaja.
Nada más lejos de la realidad.
Empleada: Perfecto! Hay algo más que quieras llevar, tenemos también lubricantes, tal vez te puedan hacer falta, para usarlo con este.
(Me dijo señalando el de las bolas)
Yo: Pues yo creo que si jaja, si claro también voy a llevar uno.
Así que después de eso fui a pagar mis artículos, la chica me cobro muy amablemente, cuando termine mi compra me despedí de ella y salí de la tienda, subí a mi camioneta y me fui de regreso a la casa.
Una vez allí, no perdí tiempo para estrenar mis juguetes nuevos, literalmente estaba como dice la expresión “como niña con juguete nuevo”.
Me dirigí a mi habitación, al entrar, parada a un lado de la cama me desnude completamente, saque mis juguetes de sus empaques y leí las instrucciones.
Me tumbe en la cama y comencé a jugar como niña, pero no con muñecas, sino con algo mucho mejor jaja.
Prendí mi consolador y comencé a usarlo, me frotaba la vulva y el clítoris y las vibraciones me provocaban una placentera sensación, comencé a meterlo dentro de mi sexo que ya chocrreaba mi néctar.
Me manoseaba las tetas, chupaba mis manitas empapadas de mis juguitos y pase un rato disfrutando, después de unos minutos pare y apague mi juguete y me prepare para probar el otro.
Las bolas eran bastante gruesas, y aunque mi culo ya está bastante acostumbrado a ser destrozado por las vergas de mi bebito y todos los cabrones con los que me revuelco me daba algo de miedo meterlas, pero esa misma idea me daba mucha excitación.
Me lubrique un poco el ano, me acosté de ladito sobre la cama come en posición fetal y lentamente comencé a introducir esas bolas en mi ano, cuando metí la primera sentí que en verdad eran más grandes de lo que estoy acostumbrada a recibir, pero ese rico dolor era muy placentero, en total me metí cuatro bolas, que fue lo que más pude resistir, quedaron otras tres por fuera.
“Oh dios, que rico, me metí 4 y no son todas, habrá quien se meta todo esto” pensaba mientras mi culo vibraba de dolor y placer.
Comencé a jalar hacia afuera tirando del cordón y mientras una por una las bolas iban saliendo de mi interior el dolor era muy rico, y así comencé a meterlas y sacarlas de mi culo, gemía de placer como una perra en celo.
Deespues de un rato volvi a introducir las 4 y la deje dentro de mi culo, gire para quedar recostada sobre la cama y volvi a encender mi otro jugyete y comencé a disfrutar frotándolo por todo mi sexo, también lo metía y lo sacaba de mi chcocha, mientras la bolas dentro de mi culo me daban aún más placer.
Fui subiendo la intensidad hasta que finalmente di un grito de placer tras un delicioso orgasmo.
Quede extasiada jadeando como perra, de tan rico orgasmo tenía la mente en blanco, hasta que fui recuperando la razón, finalmente me saque las olas del culo si entiendo ese rico dolor, debo decir que la bola que metí primero salió un poco sucia jaja, ustedes sabrán a que me refiero, tenía un poco de mi mierda.
Me reí yo solita como tonta, y fui por un poco de papel higiénico al baño para limpiarla.
Y bueno, aun después de ese rico placer que me acababa de dar yo misma, seguía cachonda, era porque necesitaba de mi bebito, necesitaba que estuviera allí con migo para cogerme riquísimo.
Le mande unos mensajes por el celular muy cachondos diciéndolo que lo necesitaba a él y su deliciosa carne.
En ese momento no me respondió, me imagino que estaría ocupado.
Bueno, ya empezaba a anochecer, y yo estaba cachonda, sola y aburrida.
Tuve entonces la idea de ver algo de porno en la computadora, así que salí de mi cuarto y baje a la planta baja de la casa por mi computadora que estaba en la sala.
La tome y la lleve al comedor, la puse sobre la mesa y me senté en una silla, comencé a navegar por las paginas porno de costumbre, comencé ver videos, después de unos minutos encontré un video que planteaba una situación incestuosa, claro solo actuado, pero esa idea resulta cachonda y excitante, eran una madre con su hijo supuestamente, comencé verlo y llego un momento del video donde me surgió una idea sobre algo que nunca le había hecho a mi bebito.
En cierto momento de la escena, la mujer del video estaba arrodillada mamándole la verga a su supuesto hijo, él estaba sentado en la cama, repentinamente ella hizo que levantara las piernas mientras se recostaba en la cama y comenzó a lamerle el ano mientras le jalaba la verga.
Eso me pareció algo muy rico, y pensé que eso jamás se lo había hecho a Juan, me excito mucho y de inmediato tuve unas tremendas ganas de hacérselo a mi bebé.
Y bueno, para no perderme en detalles sobre ese momento, me adelantare un poco en el tiempo.
Ese día termino y finalmente después de ver algunos videos porno regrese mi cuarto y como era de suponerse estaba cachonda, así que volví a jugar con mis nuevos juguetes muy rico.
Al terminar esa sesión me fui quedando dormida.
Hasta el siguiente día por la mañana al despertar vi que mi bebito me había respondido los mensajes que le había mandad el día anterior, me dijo que lo disculpara que se le había acabado la pila a su teléfono y hasta que regreso al hotel después de haber estado con sus amigos vio mis mensajes.
En fin, yo le respondí y en algunos de mis mensajes le comente que estaba ansiosa porque regresara a la casa, tenía muchas ganas de verlo y que había algo especial que quería enseñarle.
En fin, ese día era ya domingo y mi hijo estaría de regreso por la tarde.
Después de desayunar y darme un baño comencé la espera por la llegada de mi bebe, quería tenerlo ya a mi lado.
Las horas se me hacían eternas.
Finalmente a eso de las 4 de la tarde escuche el sonido del taxi que lo llevo a casa desde la terminal de autobuses, mi corazón comenzó a latir y sentía maripositas en el estómago y en el culo jaja.
Mi hijo, mi amante, el amor de mi vida había llegado finalmente después de ese fin e semana que salió con sus amigos.
Yo estaba en la sala de la casa viendo la tv, tenía puesto un pantalón deportivo muy ajustadito color gris, debajo usaba una tanguita blanca, usaba sandalias, y una playera blanca con brasier negro, lo cual hacia que se transparentara por debajo de la playera.
Mi bebito entro en la casa y al mirarme en la sala sin pensarlo más me sonrió y fue directamente a mí, yo me levante del sillón y abrí mis brazos pare recibirlo, llego a mí y tomándome con fuerza por el culo me levanto y me sostuvo en sus brazos suspendida en el aire, comenzamos a besarnos muy apasionadamente, yo lo rodee con mis brazos por el cuello.
Juan: Me extrañaste putita?
Yo: Como no tienes idea bebe! Ansiaba tanto estar entre tus brazos, y sentir tu boquita besándome.
Te amo mi niño degenerado! Tu extrañaste a mami?
Juan: Como loco, mami, ya quería verte, traigo unas ganas de ti que uff…
Yo: Mmm, bebe, yo estoy igual…
En ese momento mi hijo me bajo y comenzamos a darnos un rico faje, sin perder más tiempo una de mis manos se fue directo a su paquete, el tenia puesto también un pantalón deportivo y una playera, comencé a tomar con fuerza su verga sobre el pantalón y a jugar con ella, mientras el me acariciaba y me apachurraba las nalgas con pasión, también me manoseaba las tetas sobre la blusa y con lo ajustado de mi pantalón podía sentir perfectamente mi sexo bien marcadito y tibio.
Juan: Que es eso especial que querías enseñarme mami?
Yo: Ah, pues son dos cositas, algo que te voy a enseñar y algo que te voy a hacer… (le dije con voz traviesa)
Juan: A si?
Yo: Si mi amor, ven, vamos a mi cuarto.
Tome a mi bebe de la mano y me lo lleve a mi cuarto, mientras íbamos subiendo por la escaleras el admiraba el culo de su mami.
Yo: Como estuvo tu viaje bebe?
Le pregunte mientras subíamos.
Juan: Muy bien perrita, pero ya ansiaba verte ese rico culote que tienes.
Yo: Ay bebe que lindo…
Finalmente entramos en mi habitación, le pedí que se sentara en la cama y que cerrara los ojos, me dirigí al mueble donde había guardado mis juguetes y los saque, me pare frente a él y le dije que abriera los ojos…
Yo: Taran…
Mi bebe puso una expresión de sorpresa, se quedó mudo por unos instantes.
Juan: Wow…
Yo: Mira lo que me compre mi amor…
Después me senté en la cama junto a Juan y comenzamos a platicar al respecto, le conté como es que me decidí a comprarlos y lo bien que me la pase estrenándolos.
Mi niño se rio y lo tomo muy bien.
Después de unos instantes me tomo con fuerza y dejándose caer sobre la cama me puso sobre de él y comenzó a besarme con lujuria mientras me acariciaba el culo.
Juan: Bueno mamita, pues ya estoy aquí, y ahora mi verga es al que te va a dar mucho placer…
Yo: Ay si mi amor, mami necesita una rica cogida de su hijo degenerado, tomame mi amor…
Y así entre besos y caricias obscenas entre madre e hijo fuimos despojándonos de la ropa hasta quedar completamente desnudos sobre la cama, la carne de mi bebito estaba ya como roca, y babeando su lubricación, yo estaba encima de él y comencé besarlo por el cuello y a ir bajando llenando de besitos su firme pecho hasta quedar como perrita frente a su deliciosa verga que sin pensarlo más comencé a devorar como loca, metiéndomela toda dentro de la boca hasta sentir sis huevotes en mis labios, asfixiándome con ella, mi saliva brotaba a chorros de mi boca bañándola todita, escurría por todo el tronco desde la cabecita hasta sus huevos.
Él me tomaba con fuerza de la cabeza haciendo que me ahogara mamandosela.
Juan: Asi, puta asi, trágatela toda, moría por tus ricas chupadas, eres la mejor, nadie me la chupa como mi degenerada madre.
Yo: Si bebe siiii, nadie tiene la verga más rica que el depravado de mi hijo, soy tu puta mi amor, dilo cabron dilooooo
Seguí disfrutando de la carne de mi bebe por un rato, llego el momento en que él se levantó quedando de pie sobre la cama, me levanto y comenzó a besarme con lujuria y amor.
No paso mucho tiempo cuando me hizo ponerme en 4, colocándose detrás de mí se inclinó y comenzó a devorarme el culo, lamia mi ano y mi chocha, disfrutaba cada gota del néctar de su madre.
Finalmente comenzó a martillarme con fuerza, comenzando por meter tu verga en mi sexo, mientras me daba ligeras nalgadas, me martillaba con tal fuerza que mis pechos rebotaban son control.
Yo: Ay si si mi bebe, cógeme, méteme hasta los huevos cabron degenerado, eres un hijo de puta…
Juan: Oh, sí mami, justamente eso soy, el hijo de una gran puta, me enloquece verte como lo que eres, una perra.
Continuamos esa depravada y hermosa sesión de sexo madre hijo.
Llego el momento en que me decidí a hacerle aquello delicioso que vi en la película, le pedí a mi bebe que se sentara en la orilla de la cama y arrodillándome frente a el comencé a devorar su carne.
La jalaba con fuerza y la escupía.
Le apachurraba ligeramente los huevos.
Yo: Mira que hermosos huevos bebe, están cargaditos de lechita para mami…
Después de unos instantes.
Yo: Ahora mi amor, mami quiere hacerte algo que espero que te guste…
Juan: Ah si? Mmm debe ser algo rico mami.
Yo: Pues espero que si te guste bebe, déjame harte algo rico…
Le pedí que levantara la piernas y se dejara ir hacia atrás, el me obedeció y quedo recostado sobre la cama con las piernas levantadas, para que no se fuera a cansar, coloque sus piernas sobre mis hombros, es se notaba curioso sobre lo que estaba a punto de hacerle.
Y así finalmente tenía el culo de mi bebito frente a mí, su ano morenito se miraba muy rico y excitante, mientras le jalaba con una mano la verga con la otra comencé a acariciarle con la yema de los dedos ese hoyito hermoso, al sentir esa lujuriosa caricia mi bebe dio una ligera sonrisa y quedo sorprendido.
Juan: Que haces putita?
Yo: Shh, tranquilo mi amor, mami solo quiere acariciar tu culito, tú déjame hacerte esto sin decir nada, estoy segura que te va a gustar.
Mi bebe simplemente obedeció, se dejó llevar, después de todo él sabía que lo único que podría darle su degenerada madre es mucho placer.
Después de un rato de acariciar el ano de mi bebito, comencé acercar mi rostro hacia él, cuando finalmente estuve a muy poca distancia la excitación y la lujuria me invadían al máximo, comencé a darle unos besitos en el ano, y como es lógico, esa parte del cuerpo mantiene un aroma peculiar, yo lo había experimentado antes al comerme los culos de las chicas con las que había estado antes, pero el aroma íntimo de esa parte de mi bebe me enloquecía, me llenaba de lujuria, lo disfrutaba al máximo.
Finalmente comencé a lamerlo y a escupirlo, mientras lo seguía acariciando con la yema de mis dedos.
Loe gemidos de mi bebito me indicaban que estaba comenzando a disfrutarlo tanto como yo.
Fui subiendo la intensidad de mis lamidas y besos en su ano mientras le jalaba la verga, comencé a alternar chupándole la verga y el ano.
Juan: Por dios puta, no sé porque se te ocurrió esto pero no pares, que rica mamada me estás dando…
Yo: Mi bebito degenerando te dije que te iba a gustar, que rico culito tiene mi niño degenerando, me encanta.
La escena era hermosa, llena de lujuria y por supuesto ese extremo e inexplicable amor entre madre e hijo que Juan y yo nos tenemos.
Tenía la verga súper bañanda en mi saliva, le chorreaba desde la cabeza hasta los huevos y seguía su camino hasta su ano.
Yo lo besaba lo lamia y trataba de penetrarlo con la punta de mi lengua, eso lo hacía vibrar de placer, era tal cantidad de saliva, que chorreaba que hasta se hacían burbujas, y se chorreaba bañando las sabanas de la cama y mis pechos que restregaba también en el culo de mi bebe, mi sexo estaba a reventar, mi néctar brotaba sin control.
Juan: Eres una puta cerda mami, oh sí que rico comete mi culo maldita enferma.
Yo: Si hijo de puta soy una cerda enferma, enferma de lujuria por mi degenerado bebe, te gusta que mami se coma tu culo cabron?
Juan: Si perra siii
Y así entre gemidos de placer y palabras llenas de lujuria y depravación finalmente mientras lamia como loca el ano de mi bebe y le jalaba muy fuerte la verga, mi niño dio un tremendo grito de placer y su verga explotó lazando un tremendo chorro de leche al aire, que por la posición de Juan cayo gran parte sobre de el mismo, cosa que a mí me provoco una tremenda lujuria.
Me quede en éxtasis jalándole lentamente la verga mi hijo y mesando y lamiendo su ano mientras el jadeaba y se iba tranquilizando.
Después de un rato quiete sus piernas de mis hombros y me levante, me recosté en la cama junto a mi bebe y pude admirar toda esa deliciosa leche sobre su musculoso pecho, comencé a besarlo tiernamente mientras le seguía acariciando la verga.
Yo: Verdad que te gusto mi amor?
Juan: Por dios mami, que cosa más rica, tuve un orgasmo como nunca.
Yo: Si bebe, mami sabe cómo complacer a su bebe.
Y mira cuanta leche tienes sobre el pecho jaja
Mi niño levantó su cabecita para mirarse y se río.
Juan: Jaja, debería estar sobre de ti o dentro de ti jaja
Como lo dije antes, eso me excitaba mucho ver el pecho de mi niño bañado con su propio semen.
Yo: Si mi amor, pero ahora sabes lo que siento cuando me bañas con toda esa lechita, pero no te preocupes mami te va a limpiar.
Así que con la mano que le acariciaba la verga comencé frotar su leche sobre su pecho, el me miro y se rio, pero no le molestaba, yo le sonreía llena de lujuria, me excitaba mucho hacer eso, frotar su propio semen sobre su cuerpo, después de un rato comencé a lamer las palmas de mis manos llenas de la leche de mi bebe, y finalmente me monte sobre él y con mi lengua termine por limpiarlo mientras el disfrutaba de verme haciendo eso.
Una vez que termine de limpiar a mi bebe y tragarme toda su deliciosa leche, nos recostamos y le conté sobre el video porno que vi y que me dio la idea de hacer eso, mi hijo se rio y acepto perfectamente aquello, me comentó que el también había visto videos donde sucedía eso, y que dijo que le gustó mucho que se lo hubiera hecho.
Platicamos un poco sobre su viaje entre besos y caricias, después de un rato bajamos a comer algo a la cocina y después de eso los dos teníamos ganas de más acción incestuosa, decidimos regresar a mi cuarto.
Parados junto a la cama mientras nos fajábamos muy rico, el miro hacia la cama y vio mis juguetes, yo lo note.
Yo: Quieres ver a mami jugar con sus juguetes mi amor?
Juan: Justo eso te iba a pedir mami, enséñame como te diviertes con ellos.
Yo: Pues en ese caso siéntate y mírame jugar…
Mi bebe se sentó en la orilla de la cama, yo tome el vibrador y comencé a jugar con él, mi niño se acariciaba su verga mientras me miraba con gran lujuria, yo le sonreía mientras gemía y disfrutaba llena de placer y excitación mostrándole a mi hijo como frotaba el consolador en mi vulva y lo metía en mi chocho.
Pasado un rato mi niño ya tenía tremenda erección de verme jugar, sin decir nada simplemente se subió en la cama y arrodillándose a la altura de mi cara puso su carne sobre mi rostro y comenzó a frotármela por toda la cara, después de unos instantes comencé a devorarla mientras seguía dándome placer con el consolador.
Seguimos así por un rato entre gemidos y miradas obscenas.
Mientras le chupaba la verga y me masturbaba con el consolador el me manoseaba los pechos, jugaba con mi pezones duros.
Pasados unos minutos.
Yo: Ahora mi amor te voy a enseñar como juego con mí otro juguete.
Me levante sobre la cama y apague mi vibrador.
Juan me miraba, tome el juguete de las bolas y se lo enseñe.
Yo: Mira mi amor, son más gruesas que tu verga.
Juan: Si perrita, eso veo, en serio te caben?
Yo: Duele mucho pero si bebe, todo esto entra en el culo de mami, y aprovechando que ya estás aquí con migo tú me vas a ayudar…
Mi bebe me miro lleno de lujuria, le dije lo que haríamos, así que fui por el lubricante que compre, y se lo di, me puse como perra sobre la cama y mi niño comenzó a poner lubricante en mi ano, cuando estuvo suficientemente lubricado, llego el momento de meter esas tremendas bolas dentro de mi culo.
Yo: Anda bebe, métele eso a mami en el culo.
Juan: Aquí vamos mami…
Y mi bebe comenzó a introducir la primera bola en mi culo, yo daba unos ricos gemidos de placer y dolos, cerraba los ojos muy fuerte y mordía mis labios, el placer era uy grande y más aún porque en esta ocasión era el depravado de mi niño quien me estaba metiendo eso por el culo.
Entro la primera.
Juan: Por dios putita, que tremendo culo tienes…
Yo: Si bebe, ya sabes que el culo de mami es muy goloso, sigue, yo me metí 4 bolas…
Mientras yo jadeaba como perra, mi hijo continuo metiendo más bolas hasta que entraron las mimas 4 que yo me metí, el estaba sorprendido, le pedí que las sacara y las volviera a meter.
Al ver como al salir me iban dejando el ano bien abierto mi niño se sorprendía y se excitaba mucho.
Cuando saco las cuatro…
Juan: Mira como te dejaron el culo mamai, bien abierto, eres una guarra, pero que rico culo tienes…
Yo: Mmm si bebe? Te gusta como se me ve el culo así?
Juan: Casi puedo ver hasta dentro de ti jaja.
Nos reímos y mi bebe procedió a volver a meterme la bolas, lo hizo un poco más rápido cuando ya había puesto dentro de mí las 4…
Juan: A ver guarrita, vamos a intentar una más…
Yo: Ay mi amor, no… cómo crees? No voy a aguantar…
Juan: Vamos a internarlo mami, esté culo puede con eso y más yo lo sé, anda se valiente
Yo me reí, y estuve de acuerdo aunque un poco temerosa.
Yo: Ok, intentemos una más…
Mi bebe puso un poco de lubricante sobre la siguiente bola y lentamente comenzó a introducirla, yo como era de esperarse comencé a gritar de dolor, sentía como iba entrando una bola más en mi culo, y gemía y gritaba sin control, eso parecía excitar más a mi bebe.
Yo: AYYYYYYYYYYYYYY mi amor, dueleeeee
Juan: Pero te esta gustando putita…
Entro una bola más, ahora tenía 5 bolas dentro del culo, era increíble pero mi niño no estaba conforme, aún quedaban dos bolas fuera.
Yo: AYYY dios mío como duele, pero que rico, mi amor eres un cabron hijo de puta, me convenciste de una más jaja
Juan: Jaja, si mami, soy un hijo de puta, y aún quedan dos bolas, que dices vamos por una más?
Yo: Bebe ya no, ya no, ahora si ya no…
Pero mi hijo me ignoro y simplemente comenzó a poner lubricante a la siguiente bola.
Yo: Juan, de verdad ni lo pienses me vas a matar…
Juan: Mami, si no pudieran entrar todas no harían estas cosas así, las harían con menos bolas, anda una más…
Yo: Bebe, porfavor, no…
Pero Juan simplemente comenzó a empujar la siguiente bola ignorando mis suplicas, el dolor era terrible, pero aun así me estaba excitando mucho, en mayor parte porque el cabron degenerado de mi hijo me ignoraba y a la fuerza me metía una bola más, eso me ponía mucho.
Y si, finalmente tibe 6 bolas dentro, solo quedaba una afuera, sentía que me rompía las entrañas nunca había sentido algo tan profundo por mi ano, parecía que me llegaría al estómago, el dolor era tal que derrame una lágrimas y eso éxito mucho a mi bebe.
Juan: Dio mío, mira cuanto tienes dentro del culo mami, eres una guarra…
Yo: Ya bebe ya no más, en serio duele, me vas a reventar por dentro… ayyyyy
Mi bebe finalmente tuvo piedad de mí.
Juan: Ya solo falta una mami, pero está bien…
Después de un rato comenzó a sacar la bolas de mi culo la sensación era terriblemente excitante una mezcla de dolor y placer, y más aún porque mi niño me forzó a aquello.
Entre gemidos y gritos de placer y dolor, finalmente todas las bolas salieron, en ese momento me desvanecí sobre la cama quedando boca abajo, inmediatamente mi niño se recostó junto a mí y me acariciaba el culo, mientras me besaba la mejilla.
Juan: Ya mami, ya paso, pero debes aceptar que te gusto, te conozco y sé que aunque te dolió mucho lo disfrutase porque eres la más grande puta del mundo.
Yo jadeaba y gemía de dolor, sin decir nada por un momento, finalmente gire para quedar boca arriba y le di una cachetada algo fuerte a mi hijo, quien reacciono con sorpresa.
Lo mire haciendo una expresión de enojo, y le grite:
“ERES UN HIJO DE PUTA MALDITO CABRON”
En parte si estaba enojada porque no me hizo caso cuando le pedí que parara, pero tenía razón en lo que me había dicho, si me había gustado lo que me hizo ese degenerando.
Pero aquello fue una especie de juego pues inmediatamente después de la cachetada y aquel grito furioso tome a mi bebe de la cabeza y lo jale hacia a mí para empezar a besarlo con lujuria.
El comenzó a corresponderme el beso.
Yo: Pero tienes razón bebe, me encanto, nunca pensé que mi culo pudiera con todo eso jaja
Juan: Me asústate por un momento maldita puta jaja
Yo: Apuesto que estas súper excitado de haberme visto devorar todo eso con el culo, y más porque tú lo hiciste verdad bebe.
Juan: Solo siente como tengo la verga mami…
Comencé a jalársela como loca, y empezamos a fajar como perros en celo.
Pasados unos minutos.
Yo: Sabes que quiero bebe?
Juan: Que perrita?
Yo: Méteme la verga, pero mientras lo haces quiero tener la bola dentro de mi culo…
Mi bebe no dudo ni por un segundo y acepto, me volví a poner como perra, esta vez de tan dilatado que tenía el ano ya no fue necesario más lubricante solo escupió un poco mi bebe sobre él y comenzó a introducirme las 6 bolas.
Cuando ya tuve todas dentro del culo, el comenzó a martillarme por la chocha, el placer y el dolor era indescriptible, mis gritos eran tan fuertes que tal vez se escuchaban hasta en la calle, pero eso no me importaba, era delicioso.
Mi bebe me miraba lleno de lujuria como tenía todo eso dentro del culo mientras tomándome con fuerza de la cadera metía y sacaba sin control su carne de mi chocho que derrama néctar.
Juan: Tremenda guarra eres mami, me encantas, te amo, eres la mujer más puta de todo el mundo.
Yo: Si bebe, soy una guarra, soy una puta, y tu cabron cerdo eres el hijo más hermoso y cabron del mundo TE AMOOOO
Yo: Sigue mi amor, sigueeeee lléname de lecheeeeee
Mi bebe me martillaba duro, el placer de ser penetrada con fuerza por mi hijo mientras tenía el culo lleno de esas bolas fue tal que repentinamente sentí que me orinaría, y un chorro de eyaculación femenina salió disparado de mi chocho, en ese momento grite tan fuerte que no lo pude creer, mi hojo saco momentáneamente si verga de mi, y me dejo terminar, simpleente, miro encantado aquello para seguir martillándome después continuo hasta que unos pocos minutos después fue su turno, gimió y grito como monstruo como un gorila furioso, mientras sentía como si leche me llenaba el útero, yo también gemía y comencé a llorar de placer, finalmente mi bebe saco su carne mi chocha y tirando con fuerza del cordón del juguete saco bruscamente las bolas del interior de mi culo.
Finalmente nos tumbamos en la cama jadeando como perros en celo.
Besándonos, el me limpiaba las lágrimas de la cara y me besaba tiernamente, sentía tanto amor.
Cuando finalmente la razón regreso a mí, mi bebe y yo solo nos quedamos disfrutando de aquel rico momento lleno de amor y depravación entre madre e hijo.
Platicamos un poco al respecto, él estaba sorprendido por lo que me provoco aquello, incluso yo estaba sorprendida.
Y así finalmente mi hijo y yo nos quedamos recostados en la cama abrazados amándonos como siempre.
Fue tanto placer y fuerza que pusimos ambos en esa tarde de placer que al día siguiente yo no quise ir a trabajar, y mi bebe tampoco fue a la escuela.
Por la mañana llame a una de las maestras que trabajan en mi escuela y le dije que había amanecido un poco enferma y que no iría, solo lo hice por cortesía pues siendo la dueña de la escuela podía faltar cuando se me diera la gana jaja.
También telefonee al colegio de Juan para informarles que había amanecido enfermo y podría ir ese día.
Y bueno, ese mismo día que pasamos los dos encerrados en la casa sucedió algo muy rico, pero eso se los contare en el siguiente relato bebes hermosos.
Espero les haya gustado este nuevo relato, a todos mis fans y lectores les agradezco mucho sus comentarios como siempre, y nuevamente les pido una disculpa por haberme ausentado tanto, pero estoy de regreso y espero escribirles nuevamente más seguido.
Un saludo a todos todos los que me leen y les mando como siempre un rico beso que ustedes deciden donde ponérselo.
Los amo mis bebes cachondos.
Hasta la próxima, se despide su amiga Helen.
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