HELEN: Perdóneme padre, porque he pecado… 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por helenhot.
Bueno, como en algunas ocasiones las películas porno que disfrutamos de ver mí bebe y yo nos hacen fantasear y querer hacer algo similar a lo que vemos, en esta ocasión fue a mí a quien le surgió esta picara idea, además de que en algunas reuniones de directivos de varias escuelas (como muchos de ustedes saben soy profesora y dueña de un jardín de niños privado) me ha surgido cierta excitación fantaseando con el director de una escuela religiosa que por supuesto es un sacerdote.
Me gustaría intentar seducirlo y pecar muy rico con el jaja.
En fin, tenía ya esta idea en mi mente rondándome por algún tiempo, y cierto día estando muy romántica con mi bebe en la cama descansando después du una intensa y hermosa sesión de sexo incestuoso le plantee mi fantasía y le propuse llevarla a cabo en forma de unos de esos ricos y depravados juegos eróticos que en ocasiones tenemos.
Mi bebe por supuesto estuvo encantado con mi fantasía y más que dispuesto a ayudarme a realizarla, y bueno después yo me encargue de preparar todo, los que han leído mis relatos sobre aquellos juegos entre mi hijo y yo en los que yo hacia el papel de una inocente colegiala sabrán que para nuestros juegos me esfuerzo por que todo sea lo más real y excitante posible, así que esta vez no fue la excepción.
Para llevar a cabo esta fantasía acudo a una tienda de artículos religiosos y compre algunas cosas para ambientar la escena y le compre a mi hijo un atuendo de sacerdote, que por cierto es algo costoso, pero para poder disfrutar de mi fantasía ese no era problema.
Y bueno, una vez que tenía todo lo necesario llego el momento de realizar mi fantasía con la cooperación de mi lujuriosos y hermoso bebe.
Era un sábado por la mañana mi bebe había salido a bailar con algunos amigos y amigas la noche anterior y llego bastante tarde.
Cuando desperté me levante de la cama usando una tanguita de encaje negra y sin brasier, me puse mi bata y salo de mi cuarto, me dirigí al de mi niño y abrí lentamente la puerta y allí estaba el acostadito en su cama muy dormidito, me acerque despacito junto su cama y me senté a su lado, lo contemple por unos minutos acariciándole su carita, a través de las sabanas se podía apreciar su hermosa erección matinal, y aunque deseaba disfrutar de esa hermosa verga en esos momentos decidí dejarlo descansar para que estuviera en buena forma más tarde jaja.
En fin, me levanté de su cama y salí de su cuarto dejándolo dormir el tiempo que fuera necesario.
Regrese a mi habitación y me dispuse a darme una ducha, posteriormente me puse algo cómodo, una panty cachetera rosita de licra muy ajustadita que se me encajaba muy rico en mi culito un short blanco y brasier del mismo tono que la panty y una playera negra, mis sandalias y listo.
Fui a la cocina a desayunar algo, un poco de fruta y jugo, una pieza de pan y mi cafecito, para ese momento serian poco después de las 9 de la mañana, por la hora a la que mi niño había llegado a la casa sabía que tardaría un poco más en despertar, así que después de desayunar decidí comenzar los preparativos para nuestro pequeño juego.
Fui a una habitación de la casa que está prácticamente vacía, es un pequeño cuarto que antes usaba como estudio pero que hacía tiempo había dejado de usar y solo había un escritorio, un sillón de oficina y un mueble con algunos libros y documentos.
Era el lugar perfecto para ambientar la escena de mi fantasía.
Lleve hasta ese cuarto las cosas que había comprado para decorar y comencé.
Cubrí al escritorio con un mantel blanco con bordados religiosos y coloque sobre el un par de figuras, una virgen y un santo, y colgué un crucifijo detrás de él.
No me tomo mucho decorar, era algo sencillo pero sin duda lo suficiente para ambientar la escena.
Mire que todo había quedado y comencé a sentirme excitada por aquello, ahora solo tenía que esperar a que mi hijo estuviera listo.
Regrese a mi cuarto y prendí mi computadora para checar algunos documentos del trabajo mientras esperaba por mi bebito.
Estaba recostada en mi cama con mi computadora sobre mi regazo cuando finalmente la puerta de mi habitación se abrió y me nene entró mirándome sonriéndome como siempre.
Juan: Buenos días zorrita!
Yo: Hola mi amor, como amaneciste dormilón?
Al tiempo que mi hijo se acercaba a mí.
Llego al lado de la cama y se inclinó para darme un hermoso besito en la boca, se sentó junto a mí mirando mi computadora.
Juan: Que haces mami?
Yo: Terminando algunos documentos del trabajo nene, esperando que despertaras.
Juan: Ya quieres tu primera cogidita del día verdad putita? Jaja
Yo: Impacientemente mi vida…
Mi bebe tomo mi computadora y la hozo a un lado sobre la cama para subirse sobre de mí y empezar a besarme como loco, su hermoso miembro bien duro se posaba sobre mi sexo y yo podía percibir esa dureza tan rica y lujuriosa, yo lo rodee con mis manos y le correspondí aquel beso de amor y lujuria entre madre e hijo.
Sin duda que deseaba ya recibir y darle mucho placer a mi hijo pero quería que fuera realizando mi fantasía, así que mientras seguíamos en esa forma sin dejar de besarnos del todo.
Yo: No quieres desayunar primero mi amor?
Juan: Pues me voy a desayunar a a esta ricura que está aquí en la cama con migo…
Yo: MMM mi niño, que travieso, y yo gustosa te dejaría comerme.
Juan: Pues no se diga más putita…
Yo: Espera un poco mi amor, mmm recuerdas esa fantasía de la que te platique el otro día?
Juan: La del sacerdote?
Yo: Ajaa, esa.
Pues ya tengo todo listo y quiero que lo hagamos hoy, espero no tengas nada que hacer este día.
Juan: Mmm mamita traviesa.
Pues entonces hoy será, este día te voy a complacer en tu fantasía putita hermosa…
Yo: Entonces vamos a que desayunes algo mi vida…
Y así mi nene y yo salimos de mi cuarto y fuimos a la cocina, le prepare algo de desayunar, entre besos y caricias esperaba a que terminara de comer su desayuno para poder ir a hacer realidad mi fantasía.
Finalmente termino su desayuno y yo me dispuse a lavar los platos, mientras el me abrazaba por detrás, dándome muchos besitos en el cuello y restregándome su verga en el culo, manoseando mis pechos y mi chochita que ya estaba mojadita, llenándome de piropos y palabras dulces de amor y lujuriosas y depravadas.
Termine de lavar los platos y gire quedando frente a él y comenzamos a besarnos muy suavecito mirándonos a los ojos sonriendo llenos de amor y lujuria, ese sentimiento tan rico e inexplicable que solo quienes los hemos experimentado comprendemos.
Él me tomaba con fuerza de mis nalgas sobándolas y apachurrándolas muy rico, yo le frotaba la carne sobre el pantalón de su pijama, sintiendo la verga de mi propio hijo llena de depravación y amor.
Pasados unos minutos.
Yo: Bueno bebe ya muero por jugar contigo muy rico, vamos…
Lo tome de la mano y nos dirigimos a mi habitación.
Al llegar allí nos sentamos en la cama y platicamos un poco sobre lo que haríamos, establecimos personajes y la situación, simplemente el contexto de la escena como siempre lo hacemos para después solo dejarnos llevar por nuestra imaginación y darle rienda suelta al placer y la lujuria.
Una vez hecho eso, saque de uno de mis cajones el atuendo de sacerdote que había comprado, mi bebe lo miro con cierta sorpresa y entusiasmado por aquello.
Juan: Que bárbara mami, no escatimas para tus fantasías, mira que hasta compraste un traje de sacerdote jaja.
Yo: Tu sabes que me gusta disfrutarlas lo mejor posible mi amor, y a ti eso te encanta no me dogas que no jaja.
Y bueno, le pedí a mi bebe que se fuera a su cuarto para cambiarse y cundo estuviera listo fuera al pequeño cuarto donde estaba el estudio antes y cuando estuviera allí listo me llamara y así iniciaríamos el juego.
Mientras yo en mi cuarto comencé a caracterizarme para mi personaje.
Sería una señora, un ama de casa, alguien de mi misma edad, 38 años, y muy descarriada, prácticamente seria yo misma jaja.
Me puse un conjunto de lencería que se formaba de una tanguita negra de encaje y brasier de media copa que apenas y cubría mis pezones, pantimedias negras con varias líneas más marcadas, un vestido rojo bastante escotado de la espalda, la abertura apenas llegaba justo a donde comienza mi culo, muy entallado, sin mangas y muy corto, llegaba apenas cubrirme las nalgas, zapatillas muy altas en rojo y blanco y varios accesorios, aretes dorados una pulsera dorada y me maquille muy sensual y provocativa, los ojos bastante delineados muy oscuros, y un tono rojo intenso en los labios, me peine con una trenza o coleta como la conozcan y me puse un perfume de un aroma frutal muy dulce que a mi bebe le encanta.
Y como toque final me puse una cadena de oro muy fina con una cruz más grande y llamativa que me había regalado mi madre desde que cumplí los 15 años, un bello regalo que rara vez usaba, pero me pareció indicado para ese momento jaja.
Obviamente me tomo bastante tiempo para quedar arreglada, casi unos 20 minutos antes de terminar mi bebe me había llamado ya desde el estudio donde ocurriría ese jueguito.
Juan: Ya estoy aquí putita…
Yo: Dame unos minutos nene…
Y bueno, cuando finalmente estuve lista me mira al espejo esperando provocar la reacción que deseaba en mi hijo, como último accesorio me puse un sombrero blanco con un listo negro alrededor de la copa, lucia como esas señoras que se visten muy elegantes que aparecen en las telenovelas o películas.
Mi chocha mojaba ya la tanguita que usaba y mi cuerpo me exigía que fuera donde mi bebe para que me diera mucho placer carnal.
Salí de mi cuarto un poquito nerviosa, mi bebe y yo hemos hecho este tipo de actividades, de jueguitos muy a menudo pero siempre provoca un poco de nervios al principio jaja.
Inmediatamente al entrar al cuarto donde mi hijo me esperaba dejaríamos de ser Elena y Juan, madre e hijo y entraríamos en nuestros personajes y con la escena ya contextualizada empezaríamos a jugar muy rico…
Al cruzar esa puerta ese pequeño estudio se convertiría en una pequeña capilla, atendida por el sacerdote Juan.
Y así todo comenzó…
Entre a la “capilla”…
Yo: Buenos días padre…
Mi hijo estaba parada a un lado de escritorio mirando cómo había decorado jaja y al escucharme entra ry pronunciar esas palabras inmediatamente supo que el juego había comenzado.
Juan: Hola hija buenos días!
La mirada lujuriosa de mi bebe me indico que le fascinaba como me había arreglado para ese momento, cosa que me puso loquita y depravada.
Me acerque lentamente a mi bebe mirándolo fijamente sonriéndole de una manera muy coqueta y provocadora.
Camine lentamente y el sonido de mis tacones era un afrodisiaco para los dos, llegue junto a él y me pare frente a él, a solo un cuerpo de distancia, el me miro a los ojos.
Juan: Que puedo hacer por ti hija?
Yo: Padre Juan, necesito de su ayuda, he venido porque necesito confesarme, puede atenderme en este momento?
Juan: Pos supuesto hija, siempre tengo tiempo para mis feligreses.
Yo: Entonces me le puedo confesar mis pecados?
Juan: Para eso estoy hija, adelante…
Yo: Padre perdóneme porque he pecado…
Juan: Adelante hija dime tus pecados, escuchare con atención.
Yo: Me da un poco de pena padre, soy una mujer muy pecadora.
Juan: No temas en confesar tus faltas hija, no hay nada que no pueda ser perdonado si te quieres arrepentir de corazón.
Yo: Pues ese sería podría ser el primero de mis pecados padre, que realmente no quiero arrepentirme de mis pecados, realmente disfruto mucho de pecar, creo que no tengo remedio.
Juan: Hija, parece ser que realmente necesitas confesarte.
Dime, ya te dije no temas, porque tú misma dices ser muy pecadora.
Acaso has robado? Has mentido? O has cometido un crimen?
En ese momento comencé a hablar de una manera muy dulce, pero al mismo tiempo sensual y coqueta.
Yo: No padre, mis pecados son todos relacionados con la lujuria, toda mi vida eh cometido muchos pecados de lujuria y depravación.
Juan: On ya veo hija, pues dime entonces que cosas haz hecho.
Yo: Padre, toda mi vida he sido una mujer muy lujuriosa, adicta al sexo y lo carnal, comencé a desde muy temprana edad a tener sexo, y con forme fui creciendo mi vicio me llevo a hacer cosas depravadas.
Padre, debo decirle que el hombre que tomo mi virginidad fue mi propio padre, aquel día me tomo por la fuerza y me hizo su puta…
Juan: Hija, cuida tu lenguaje, estas en la casa de Dios.
Yo: Oh si, lo siento padre.
Juan: Pero dime, es verdad lo que me dices, tuviste sexo con tu propio padre, como sucedió?
Cuando mi bebe y yo hacemos estas cosas, nos lo tomamos muy en serio, hemos llegado a ser unos verdaderos actores jaja, así que incluso algunas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.
Yo: Era muy pequeña e inocente padre, tenía solo 10 añitos, y llego un tiempo en que comencé a sentir que mi padre me miraba de una forma indecente, y cuando según el “se ponía cariñosos con migo” me tocaba de formas indecentes, de formas que ningún otro padre tocaba a mis amiguitas, me acariciaba mi cul… digo mi traserito, apachurraba mis nalguitas y a veces me sentaba en sus piernas y ponía sus manos en medio de mis piernas y me acariciaba la entrepierna mientras me daba muchos besitos en la carita y me decía que era muy hermosa, que le gustaba mi aroma, y luego llevaba sus manos a mi sexo, y comenzaba a frotármelo sobre mi ropita.
Juan: Oh pos Dios!
Yo: Si padre, y así fue por un tiempo, yo nunca le dije nada a mi mami porque le me decía que se iba a enojar mucho con los dos y se iría de la casa, por eso me callaba.
Y finalmente un día que estábamos solos en casa abuso de mí.
Entro a mi cuarto y se acostó junto am i y comenzó a ser cariñoso.
Me hizo acariciarle su pene sobre el pantalón y yo sentí como le creció, hasta que finalmente se lo saco y enredándome con sus palabras me hizo masturbarlo y después hacerle sexo oral, después ya no pudo reprimir más sus instintos y termino por desnudarme y hacerme… hacerme lo que ya le dije padre… (Su puta)
Juan: Santo Dios hija! Fuiste violada por tu padre.
Yo: La primeras veces si padre…
Juan: Como asi? Las primeras veces? Lo hizo por mucho tiempo?
Yo: Padre… Tuve sexo con mi papi toda la vida desde ese dia, y las primeras veces si fui violada, pero luego de algún tiempo comencé disfrutarlo, comencé disfrutarlo tanto que termine volviéndome adicta a mi padre y al sexo y después era yo la que le suplicaba sexo le suplicaba que me hiciera suya, y así padre es como comencé mi vida lujuriosa y depravada, cuando era una adolescente comencé a tener sexo con muchos chicos, todo aquel que quisiera hacerme suya era bienvenido.
Mi imaginación no paraba, estaba segura que mi bebe ya tenía su carne bien dura y estaba súper excitado escuchando a su depravada madre en su papel, yo ya estaba súper mojada, mi néctar chorreaba de mi chocha.
Juan: Que pecado tan grande cometió tu padre contigo hija.
Yo: Padre, pero yo termine disfrutándolo, mi padre falleció hace algunos años y jamás olvidaré esos momentos tan ricos y lujuriosos que pase con él, me volvió una.
una puta padre.
Juan: Te dije que cuidaras tus palabras hija.
Yo: Padre pero eso soy, así se les llama a las mujeres como yo, discúlpeme pero no puedo evitarlo.
Juan: Esta bien hija, hare una excepción por ahora.
Dime, cuéntame más sobre tu descarriada vida.
Yo: Como le dije padre, ya de grandecita era toda una ramera una cualquiera, empecé a tener mucho sexo y cada vez quería más y más, llego el punto cuando el sexo con solo hombres ya no me era suficiente y comencé a tener sexo con otras mujeres y comencé a disfrutarlo mucho, he estado con hombres y mujeres al mismo tiempo.
He tenido sexo con desconocidos en lugares públicos, personas que jamás volví a ver, he cometido adulterio, me he revolcado con hombres y mujeres casados, he sido fornicada por muchos hombres al mismo tiempo.
Juan: Eres casada hija?
Yo: Si padre, desde hace 5 años, y desde el primer día le he sido infiel a mi marido, en nuestra luna de miel, me revolqué con varios empleados del hotel donde nos hospedamos y con algunos huéspedes, me acuesto con mi cuñado su hermano, y tengo un hijo, un bebe de 4 años y la verdad ni siquiera sé quién es el padre, mi marido obviamente piensa que es de él pero, yo sé que no, podría ser incluso de su propio hermano o yo que sé.
Y padre, debo decirle que he llegado a hacer algo muy depravado.
Juan: Mas aun que todo lo que me has confesado hija?
Yo: Pues, todo en mi vida es una depravación padre, y lo que he comenzado a hacer es lo mismo.
Juan: Pues que es eso de lo que hablas hija?
Yo: Mi adicción por las vergas y el sexo es tal padre que recientemente no pude controlarme y comencé a hacerle sexo oral a mi pequeño hijo, el inocente no sabe porque su depravada madre le hace eso pero a él le gusta mucho y me lo pide a cada rato, mi lujuria y placer al hacerlo es talque estoy tentada a ir más lejos, me gustaría ser la primera puta en la vida de mi hijo y enseñarle de una vez por todas a disfrutar del sexo…
Juan: Oh por Dios hija, en verdad eres una tremenda puta, una degenerada total…
Yo: Ay padre ahora usted es el que tiene que cuidar sus palabras…
Juan: Hija, es que después de todo lo que me has contado…
Yo: Padre, cree que pueda perdonarme? Puede una pecadora como yo ser perdonada?
Juan: Hija, te lo dije al principio, solo si te arrepientes puedes ser perdonada pero tú misma has dicho que no quieres arrepentirte y no quieres dejar de ser así…
Yo: Es que es tan rico el sexo padre, es lo mejor del mundo, soy adicta a él.
El cuerpo necesita ser complacido y mi cuerpo me pide en todo momento placer, o no me diga que usted no tiene necesidades, por ser sacerdote no creo que su cuerpo no necesite lo mismo que el de cualquier otro hombre…
Juan: Hija por Dios que cosas dices!!!
Y en ese momento decidí que el preámbulo de nuestro juego había llegado a su fin, era hora de comenzar la acción y mi bebito sin duda deseaba lo mismo, deseaba darle una tremenda follada a su puta madre.
Así que en ese momento si decir más puse mi mano sobre el miembro de mi bebe y pude sentir que estaba como roca, y verlo así vestido como sacerdote ufff solo me hacía chorrear néctar sin control y ponerme súper lujuriosa.
Juan: Hija que haces?
Mi bebe puso una carita de sorpresa u bajo la mirada para ver mi mano acariciando su paquete.
Yo: Mmmm padreee….
(Dije con voz muy cachonda) que cosa tan rica se le siente, y mire como se le ha puesto, lo ha excitado mi confesión no es así? Escuchar las confesiones de una puta degenerada, apuesto que se ha imaginado cada cosa, se ha imaginado como fui violada por mi padre, como me he entregado a los placeres de la carne sin control con hombres y mujeres y como he comenzado a pecar chupándole su verguita a mi pequeño hijo…
Juan supo de inmediato que había llegado la hora de llevar el juego al siguiente nivel.
Juan: Hija, tú lo has dicho, a pesar de ser un sacerdote, no dejo de ser un hombre, y la cantidad de obscenidades y acciones degeneradas que me has contado pues…
En ese momento puse mi dedo índice sobre la boca de mi nene.
Yo: Shhh, no diga más padre, yo sé lo que le ha provocado mi confesión, una tremenda lujuria y unas inmensas ganas de pecar…
Juan: Hija por Dios detente porfavor…
Yo: No padre, ya no me puedo detener, la lujuria me ha invadido y no puedo dejarlo así, después de todo ha sido mi culpa ponerlo así.
En ese momento sin más, me arrodille frente a mi bebito, digo el padre Juan jaja.
Metí mis manos por debajo de su sotana de sacerdote y la levante hasta la altura de su cadera, su paquete duro y grueso sobresalía sobre su bóxer y comencé a sobarlo, lamerlo y darle besito sobre su prenda íntima.
Mi bebe me miraba con gran placer y lujuria y solo repetía “Oh hija detente, oh hija detente”.
Repentinamente subí mi mirada sonriéndole mientras sacaba mi lengua y lamia su carne sobre su bóxer.
Yo: No padre, usted no quiere que me detenga.
Y así, mientras sostenía su sotana con una mano use la otra para bajarle el bóxer hasta las rodillas y su tremenda verga salto como una tabla, babeando su lubricación dura y firme, de inmediato la tome entre mis manos soltando la sotana que cayo pero se sostuvo de la parte de adelante con su misma verga y comencé a devorarla como loca, mi nene me tomo con mucha fuerza de la cabeza y comenzó a hacer que me tragara su carne como nunca, me hacía asfixiarme con ella hasta que ya no podía aguantar más la respiración, era cuando me la sacaba desde lo más profundo de mi garganta y un chorro de saliva brotaba de mi boca, bañándole la verga mi nene, tomaba aire y seguía con ese frenesí de chupadas, se la jalaba como loca, como si fuera mi última chupada.
En ese momento el lado puritano y santo del personaje de mi hijo dio lugar a un sacerdote invadido por la lujuria y seducido por aquella mujer pecadora, puta y degenerada.
Juan: Oh si, oh siiii, tremenda puta eres hija mía, tremendas mamadas saber aplicar…
Yo lo mire sonriendo llena de lujuria mientras le lamia y le jalaba la verga son control.
Yo: Si padre siiiii, soy una puta, la mujer más puta del mundo, y usted que tremenda verga tiene, es un pecado que esta verga le pertenezca a un sacerdote… que deliciosa y hermosa esta…
Juan: Oh si, puta pecadora, devórate mi verga puta zorra, anda peca, peca más perra maldita…
Pasado un momento de esa depravada mamda a la verga de mi nene, el me tomo con fuerza y me puso de pie frente a él comenzando de in mediato a manosearme sin control, con mucha fuerza, me apretaba el culo y las tetas ponía su mano sobre mi sexo y lo frotaba con tal fuerza que parecía que quería prender fuego jaja, mis gemidos eran espectaculares, gritaba y jadeaba como una puta perra en celo.
Yo: Oh si, siiiiiii padre, disfrute de mi cuerpo, úseme como todos lo hacen para satisfacer sus deseos, ay siiiiiiiiiiiiii
Juan: Hija, eres una puta pecadora con un cuerpo de tentación que invita a pecar sin duda, eres una cerda.
Por una rato nos quedamos así, fajando sin control, el me manoseaba con tremenda energía y lujuria, y yo le correspondía acariciando su culo sobre la sotana y jalándole como loca la verga jadeando como animales en celo.
Lentamente mi bebe subió mi vestido quedando la parte de la falta sobre mis caderas y comenzó a manosear mi culo y mu chocha sobre las pantimedias, y luego, repentinamente y sin más, me coloco de espaldas a él, me puso frente al escritorio que simula ser el altar de una iglesia y me inclino sobre él, comenzó a darme unas nalgaditas en el culo y con gran fuerza se agarraba la verga con su manita y la frotaba contra mis nalgas, la sensación de su carne rosando las pantimedias le provocaba gran placer, la usaba como si fuera un garrote y me daba golpes con ella sobre el culo.
Yo inclinada sobre el “altar” en medio de las dos figuras que lo adornaban, la virgen y un santo, gemía como perra pidiéndole más.
Yo: Ay si siiii padre castígueme, soy una pecadora que merece ser castigada por todos sus pecados de lujuria.
Juan: SI puta, tienes que ser castigada para poder ser perdonada, voy a perdonar tus pecados puta guarra.
Yo: Si padre hare todo lo que sea necesario para ser perdonada…
Luego mi nene se arrodillo quedando frente a mi culo y con gran fuerza comenzó a romper las pantimedias, una vez que las había roto tomo el hilo de mi tanguita de entre mis nalgas y lo hizo a un lado y sin más comenzó a devorarme el culo lamiendo y escupiendo sobre mi ano y dedeandome con gran fuerza, posteriormente comenzó a hacer los mismo con mi chocho que derramaba néctar sin parar.
Juan: Tremendo culaso tienes puta, y que chocha, derramas néctar sin parar, ese delicioso aroma de una puta me encanta, puta, eres una cerda pecadora, anda pide perdón por tus pecados.
Yo: Ay si, siiiii perdóneme padre perdóneme por ser una puta cerda, por amar el sexo y la lujuria perdonemeeeeee…
Después de un rato de comerme como un animal el culo, mi bebito se puso de pie y sin pensarlo más comenzó a frotar su verga en mi chocho, yo sentía como se lo bañaba con mi néctar, y así cuando la verga de mi nene estaba bien empapada de mis jugos íntimos, yo seguía inclinada sobre el altar.
Juan: Vamos a limpiar tu alma puta, vamos a empezar por purificar tu culo pecador…
Y colocando su carne en mi ano mi bebe comenzó a penetrarme lentamente mientras yo jadeaba y gemía sin poder parar totalmente hipnotizada por la lujuria y depravación de aquel jueguito.
Yo: Mmmm padre si, siiiiiiiiii purifique mi culo con su santa vergaaaaa
Mi bebe empezó a romperme el culo, su verga entraba y salía de mi ano con gran fuerza y rapidez, me apretaba las nalgas con mucha fuerza y después de un rato tomándome de la trenza con fuerza me jalo hacia él, y al mismo tiempo que seguía cogiéndome por el culo comenzó a manosear con lujuria mis tetas, metió sus manos dentro del vestido y las libero del brasier, posteriormente las saco por el escote del vestido quedado al aire libre, me besaba el cuello jadeando muy rico.
Pasado un rato mi nene saco su carne del interior de mi caliente y dilatado culo.
Los dos jadeábamos y nos mirábamos extasiados, absorbidos por el momento.
Juan: Súbete al altar puta, vamos a purificas esas tetas.
Yo me subí al “altar” quedado recostada sobre él, acto seguido mi bebe se subió y se arrodillo sobre mí, colocando su verga entre mis pechos.
Juan: Vamos zorra, hazme una buena chaqueta con esas tetas.
Yo: si padre siiii
Tome mis tetas y presionándolas contra la verga de Juan el comenzó a moverse adelanten y hacia atrás, masturbándose la verga con las tetas de su degenerada madre.
Juan: Lo disfrutas degenerada, te gusta masturbar vergas con tus tetas de puta?
Yo: Si padre siiii, amo las vergas y amo la suya, su verga santa, purifique mis tetas purifique mi cuerpo enteroooo…
Después de un rato de disfrutar de una deliciosa masturbada con mis tetas, el cerdito de mi bebe se bajó de la mesa.
Juan: Quédate allí perra, vamos a purificar tu chocho…
No cabe duda que así como nuestras relaciones “normales” nuestros juegos nos llenan de lujuria, damos tienda suelta a nuestra imaginación y depravación, así que lo que hizo mi nene no me lo esperaba pero ufff que depravado y excitante fue.
Tomo el crucifijo que había colgado frente al altar ante mi mirada atónita, lo coloco en mi chocha y comenzó a penetrarme con él, era un poco doloroso por la forma cuadrada pero al mismo tiempo delicioso y muyyyyy depravado.
Juan: Anda puta pide perdón por tus pecados por ser una degenerada.
Yo: Perdón padre perdoooon, soy una puta guarra una cerdaaaaa
Aquello era de lo más degenerado, los gemidos y el placer estaban a tope.
Pasado un rato mi nene saco el crucifijo de mi panocha, estaba bañado de mi néctar, me lo acerco a la cara y me dijo que lo lamiera.
Juan: Límpialo puta, lo has dejado sucio, anda límpialo y bésalo, pide perdón.
Y luego sin decir más mi nene me jalo de las piernas un poco hacia él y comenzó a penetrarme con mucha lujuria por el chocho.
Yo gemía y gritaba como loca mientras era penetrada por la hermosa verga de mi hijo mientras sostenía en mis manos el crucifijo, lamiéndolo y besándolo.
Yo: Perdoname Dioooos! Perdona a esta puta degeneradaaaaa….
Juan: Eso perra esa suplica perdón por tus pecados, tus acciones degeneradas.
Finalmente mi nene me saco la verga del chocho y me dijo que me bajara del altar.
Deje el crucifijo y mi bebe me arrodillo frente a él.
Juan: Chupa perra, mama mi verga y reza un padre nuestro mientras lo haces cerda.
Aquello era sin duda una de las cosas más degeneradas que habíamos hecho mi hijo y yo.
Pero era tan excitante y delicioso.
Yo me devoraba la verga de mi hijo y cada que me la sacaba de la boca pronunciaba una parte del padre nuestro, cuando lo termine de rezar mi bebe comenzó a desabrocharme la cadena con la cruz que me había puesto y se la enrollo en la verga, que depravado.
Juan: Ahora voy a perdonar tus pecados puta…
Me tomo con fuerza de la cabeza y me hizo chuparle la carne con gran fuerza, era raro sentir el metal de la cadena en la verga de mi bebe pero muy excitante.
Finalmente dando un gran grito de placer con casi toda la verga de mi bebe dentro de mi boca sentí brotar los chorros de esa deliciosa crema.
Casi me ahogo, mi bebe saco su verga de mi boca.
Juan: Trágatela puta solo así serás perdonada…
Yo procedí a comerme toda la lechita de mi hijo hasta la última gota, el maquillaje de mi cara se me había escurrido por toda la cara debido a las tremendas mamadas que le di a mi bebito, el labial también había quedado esparcido era un desastre, y yo sabía lo mucho que le encanta a mi hijo dejarme así, hacer un desastre en la carita de mami.
El jadeaba como loco mirándome con lujuria.
Se desenrolló la cadena con la cruz de la verga y me la dio.
Yo lo miraba completamente satisfecha, mi corazón parecía salirse de mi pecho, mi vulva palpitaba al igual que mi ano.
Lo mire a los ojos sonriendo y con un tono de voz sexy y cachondo le dije.
Yo: Me ha perdonado padre, mis pecados han sido perdonados.
Juan: Si hija, has sido perdonada.
Yo: Padre, pero sé que inmediatamente que me vaya volveré a pecar, seguiré siendo una puta depravada.
Juan: Bueno hija, cada que peques, ya sabes a donde venir para ser perdonada…
Yo: MMM padre si, vendré a que me perdone, a que me purifique…
En ese momento mi bebe y yo supimos que ese delicioso y degenerad juego había llegado a su fin, me levante y comencé a besarlo con mucha intensidad, llena de amor y lujuria cómo siempre.
Mi bebe me abrazo correspondiéndome el beso.
Nos mirábamos sonriendo haciéndonos saber con aquellas miradas lo satisfactorio de ese momento.
Juan: Te gusto putita, tu fantasía cumplida.
Yo: Ay mi amor, eres un degenerado, no me imagine que fuera a ser así de rico…
Juan: Porque será que soy así mami?
Yo: Obvio bebe, porque tu madre es una puta degenerada cabron hijo de puta.
Besaba a mi nene pensando en cómo había comenzado y como había terminado, me había arreglado muy glamurosa y al finalizar estaba echa un desastre, mi carita con maquillaje por todos lados, mis pantimedias rotas, mis tetas de fuera del brasier y el vestido uff que rico.
Y bueno ese fue el primero de algunos juegos más con esa temática.
Unos días después volvimos a jugar con nuevos personajes, y eso mis amores se los contare en el siguiente relato.
Espero que este haya sido de su agrado, que lo hayan disfrutado y como siempre les pido sus comentarios que son enriquecedores, un enorme beso y un saludo a mis fans, mis lectores y gracias a todos por leerme, me encanta contarle s mis vivencias.
Nos estamos leyendo pronto bebecitos cachondos.
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