HELEN: Que rico postre hija…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por helenhot.
Como están bebes! Los saluda su amiguita Helen.
Les traigo un nuevo relato que espero sea de su agrado.
Antes que nada quiero agradecer a mis fieles lectores que me han expresado su gusto por mi regreso y que después de todo el tiempo que estuve ausente siguen leyendo y disfrutando mis relatos.
Un beso a todos mi fans, lectores y quien quiera que me lea.
Esta vez les voy a contar algo que sucedió recientemente, durante las pasadas fiestas navideñas, una pequeña travesura que hicimos yo y mi bebe Juan.
Resulta bebes que transcurrían las vacaciones navideñas, una descanso necesario del trabajo, y bueno mi hijo y yo nos dispusimos a disfrutar de unos días de celebraciones y pos su puesto, para pasar mucho mucho tiempo juntitos.
A unos días de iniciadas la vacaciones recibí una llamada de mi madre, en dicha llamado me dijo que fuéramos mi bebe y yo a pasar la navidad con ellos, como recordaran después de jubilarse mis padres se fueron a vivir al pueblito de donde es originario mi papi.
Como es poco el tiempo que nos vemos durante el año y por la celebraciones pues no dude en aceptar.
Así que mi bebe y yo salimos para la casa de mis padres por la mañana del día de noche buena, es un viaje de casi 2 horas, mi bebe manejo todo el camino y mientras lo hacía disfrutaba de las locuras y travesuras de su degenerada mami, le daba muchos besitos y le acariciaba su hermoso paquete sobre el pantalón, el me correspondía también llevando su mano a mis piernas, acariciándolas y llegando hasta mi sexo para darle una ricas y morbosas caricias, yo abría mis piernitas para facilitarle las cosas.
Llevaba puesto un pantalón tipo leggin muy ajustadito color café, zapatillas beige, blusa blanca y por la época invernal y la zona que es muy fría una chamarra de piel negra, mis guantes y una bufanda, mi bebe también iba bien abrigado.
En fin todo el camino nos la pasamos muy cariñosos hasta que finalmente llegamos a la casa de mis padres, quienes nos recibieron con mucho gusto.
Los saludamos y pues ya se imaginaran la clásica escena de verse con la familia, abrazos, saludos etc.
Como pasaríamos solo un par de días con ellos casi no llevamos equipaje, solamente una muda de ropa.
Nos instalamos en nuestras respectivas habitaciones y así empezamos ese día de 24 de diciembre.
Las cosas pues eran normales, mis padres tenían mucho gusto de que estuviéramos con ellos, mi bebe y yo también teníamos gusto pero por dentro moríamos por regresar a la intimidad de mi casa para poder amarnos con libertad absoluta, por varios momentos la idea de saber que mis padres ni se imaginan la depravada y hermosa relación que tenemos su nieto y yo me excitaba mucho, siempre lo ha hecho, cuando veo a mis padres pienso en que ellos ni se imaginan la clase de hija que tienen jaja.
Bueno bebes, yo ayude a mi mami a preparar las cosas para la cena, mientras mi papi y Juan salieron a hacer algunas compras al centro del pueblito.
Y bueno el día siguió transcurriendo con normalidad.
Cuando mi bebe y mi papi regresaron a la casa mi mami y yo estábamos terminando de preparar la cena, mi papi se fue a la sala a ver la tv y Juan entro en la cocina y se quedó allí platicando con su abuela, y con migo, debo mencionarles bebes que en el verano pasado mi bebe termino de estudiar el bachillerato y por el momento no quiso entrar a estudiar alguna carrera, así que se está tomando este año para decidir bien que quiere estudiar, y por ahora va algunos días a mi escuela y me ayuda con algunas actividades de oficina, cosa que también aprovechamos para hacer algunas locuras que ya les contare después.
Y bueno, mi mami platicaba con su nieto, algo normal ya saben, sobre sus planes y lo que quiere en la vida.
Llegado cierto momento de la plática Aidé, mi mami, le pregunto a mi bebe.
Mi mami: Y que tal en el amor Juan? Tienes novia? Alguna chica especial?
Juan: Pues, si abue, tengo novia y es verdaderamente una chica muy especial, estoy muy enamorado de ella…
Cuando mi bebe pronuncio aquellas palabras de inmediato supe que se refería a mí y mi corazón casi se me sale del pecho y voltee a verlo con gusto.
Mi mami: En verdad? Pues que bueno mi niño, a ver cuándo nos la presentas.
Juan: Pues… si abue, a ver cuándo…
Mi bebe me miro sonriendo expresando con su mirada mucho amor al decir eso, fue algo muy lindo, como lo dije antes, es algo muy excitante y lindo saber que tengo esta hermosa y prohibida relación con Juan.
Y cuando mi mami le pregunto sobre eso y la respuesta que le dio mi bebe provoco en mi un sentimiento inexplicable, una mezcla muy rica de amor y lujuria, pues mi mami ni se imagina quien es esa mujer, esa chica de la que le hablo Juan mi hijo…
Bueno, después de un rato mi hijo salió de la cocina y se fue a platicar y a ver la v con su abuelo en la sala.
La cena ya estaba prácticamente terminada y le dije a mi mami que me iría a dar un baño, ella estivo de acuerdo y se quedó en la cocina solo cuidando que las cosas terminaran de cocinarse.
Al salir de la cocina y pasar por la sala mi bebe me volteo a ver y noto que me dirigía a la habitación.
Cuando llegue a mi cuarto entre y no acababa de cerrar cuando sentí como se abría nuevamente detrás de mí, gire para ver quién era y allí estaba mi bebito hermoso, entro detrás de mí y cerró la puerta, de inmediato me tomo entre sus brazos y comenzó a darme unos lindo besitos en la boca, yo puse mis brazos alrededor de su cuello y le correspondí con una gran sonrisa.
Yo: Mmm mi amor, que haces? Recuerda que aquí debemos ser discretos.
Juan: Lo se mami, solo que tenía muchas ganas de decirle a “mi novia” lo mucho que la amo.
Yo: Jaja, ay mi amor, que lindo lo que le dijiste a tu abuela en la cocina.
Juan: Pues es la verdad, estoy enamorado de una mujer hermosa.
Yo: Y yo de un hombre guapo, y muy especial…
Y así mi hijo y yo nos quedamos parados por un momento dándonos un rico beso, sus manos bajaron lentamente de mi cadera hasta mi culito comenzando a frotar y apachurrar mis nalgas muy tierna y suavemente.
Estaba comenzando a perderme en aquel beso deseando tener un rico encuentro sexual con mi bebe cuando reaccione y recordé donde estábamos.
Yo: Y mi vida, me estas poniendo cachonda y aquí no se va a poder jaja
Juan: Esta bien, putita, pero cuando regresemos la casa te voy a revolcar como te gusta…
Así que Juan me soltó y salió del cuarto, pero ya me había provocado comenzar a mojarme.
Me desnude y me metí a la ducha donde estuve jugando un poco con mi sexo.
Y bueno, ya al salir de la ducha me vestí y me dirigí a la sala, al llegar allí estaban mi papi y Juan viendo la tv y platicando.
Me senté junto a mi bebe.
Yo: Que hacen muchachos?
Mi papi: Juan me estaba platicando sobre su novia.
Yo: Ah sí, y que te decía papi?
Mi papi: Pues, en verdad está enamorado de ella, debe ser una chica muy especial, habla maravillas de ella, un hombre reconoce cuando una mujer tiene completamente enamorado a un colega jaja.
Dime pequeña, tú conoces a la novia de tu hijo?
Yo: Si papi, la conozco, y tienes razón, tiene a tu nieto perdidamente enamorado.
Mi hijo escuchaba y me miraba sonriendo.
Mi papi: Pues te felicito Juan, cuida mucho a esa chica y esperemos que tengan una larga relación, quien sabe talvez termines casándote con ella, a ver que día nos la presentas.
Juan: Claro que si abuelo, y espero que algún día la conozcan…
Nuevamente aquello me resultaba excitante, justo como la plática con mi madre, mi papi ni se imaginaba que yo, su hija era esa mujer de la que estaba tan enamorado su nieto y que en verdad ya me conocían jaja.
Apenas acababa de bañarme y ponerme ropa interior limpia, un cachetero blanco de encaje cuando mi néctar ya lo estaba ensuciando nuevamente por aquella situación jaja.
Seguimos charlando por un rato, mi madre se nos unió, llego a la sala cuando toda la cena ya estaba completamente lista, se sentó a lado de mi papi.
Y siguió la plática que había surgido sobre el tema amoroso.
Y ahora mi padre se dirigió a mí.
Mi papi: Y tu Elenita, que hay de ti, algún galán del que no nos hayas contado? Aun eres muy joven y no creo que Juan tenga algún problema a su edad con aceptar que tengas una relación.
Mi mami: Si mi amor, tu padre tiene razón no has pensado en tener una relación, aun eres joven.
En ese momento tuve unas tremendas ganas de confesarles que su nieto era el hombre de mi vida, que desde hacía varios años que me hacía muy feliz y que estábamos completamente enamorados disfrutando de una hermosa relación prohibida.
Yo: Pues, de hecho si tengo una relación…
Mi mami: Helen, amor, y porque no nos habías contado…
Mi papi: Pues que gusto hija y quien es el afortunado?
Yo: Pues, es un hombre en toda la extensión de la palabra, tengo una linda relación con él, y no les haba contado porque pues… no se jaja.
Pero llevo ya bastante tiempo en esta relación.
Mi mami: Pues lo hubieras invitado a pasar la navidad aquí con nosotros, me gustaría conocerlo.
Mia papi: Si hija, lo hubieras traído.
Yo: Si verdad, pues en otra ocasión será.
Mi mami: Y tu hijo ya sabias que tu mami sale con alguien?
Juan: Si abue, y no se preocupen ella es muy feliz con su relación, es un buen hombre y estoy completamente de acuerdo con que mi mami disfrute de su relación.
Mi mami: Que bueno, me da gusto…
Como lo dije antes, aquello me resultaba muy excitante, pero para evitar meterme en líos y que me siguieran preguntado al respecto pues no sabría que responder, inmediatamente cambie el tema de la conversación.
Yo: Que hora es? Ya se está haciendo tarde, vamos a ir a la iglesia?
Mi papi: Oh si, ya casi es hora y aun no estamos listos.
Mi mami: Es cierto, mira que facha tengo, voy a darme un baño, tú también necesitas cambiarte amor.
(Le dijo a mi papi)
Y bueno, así pude librarme de aquello y mis padres se levantaron de la sala y se fueron a su cuarto para alistarse.
Mi bebito y yo nos quedamos en la sala, simplemente mirándonos sin decir nada, pasado un rato lo tome de la mano y lo mire fijamente sonriéndole, no pude resistir besarlo.
Me acerque a él y dándole un beso en la boca le susurré.
Yo: Si tus abuelos supieran que tú eres ese hombre mi amor…
Juan: Y tu esa chica…
En ese momento mi madre me grito desde su habitación.
Mi mami: Helen, cariño, puedes ir a la cocina apaga el horno ya está el pavo…
Así que me dirigí a la cocina para hacer lo que me pidió mi mami, Juan no lo dudo y fue detrás de mí, cuando estaba parada junto a la estufa apagando el horno mi bebe llego por detrás y me abrazó poniendo directamente una de sus manos sobre mis pechos y la otra sobre mi intimidad, comenzó a darme unos besos muy pasionales en el cuello y yo me deje llevar, cerré mis ojos y disfrutaba de sus caricias lujuriosas.
Juan: Te amo mami, te amooo, quisiera hacerte el amor justo aquí justo ahora y que nos sorprendieran mi abuelos y así supieran de una vez lo nuestro.
Aquellas palabras acompañadas de esas caricias me pusieron muy cachonda, aquello que me murmuraba mi bebe era realmente algo lujurioso y rico.
Yo: Ay bebe, que cosa dices…
Juan: Así ya no tendríamos que ocultarles lo nuestro.
Yo: Bebe que cachondo eres, un depravado, pero la verdad que sería rico te imaginas que tus abuelos entraran en la cocina y me sorprendieran dándote una tremenda mamada o que llegaran justo cuando me estuvieras reventando el culo con tu vergota…
Juan: Jaja, por eso me encantas mami, eres una guarra…
Así que mi bebe siguió manoseándome lujuriosamente por un rato, hasta que recuperamos la cordura y paramos aquello, pero la excitación del momento de estar allí en la cocina de la casa de mis papis haciendo aquello fue tal que mi néctar había terminado por ensuciar mis pantis.
Y la carne de mi bebe se había endurecido muy fuerte, podía sentirla a través de su pantalón sobre mi culo.
Bueno regresamos a la sala tratando de calmarnos, pero sintiendo un tremendo fuego por dentro.
Para no enredarme más con estos detalles les contare que cuando mis papis estuvieron listos salimos de su casa y fuimos a la iglesia, una costumbre que ellos mantienen.
Regresamos a la casa y tuvimos una linda cena navideña en familia.
La plática era de lo más normal, como cualquier familia.
Pasamos un rato muy divertido sin duda un buen momento en familia.
Después de cenar yo comencé a recoger los platos de la mesa para llevarlos a la cocina, mi madre me ayudo, mientras Juan y mi papi seguían en la mesa platicando.
Mi mami: Gracias por ayudarme con los platos hija, pero ya es algo tarde y estoy cansada ya tengo sueño, déjalos mañana temprano los lavo.
Yo: No mami, deja que los lave por esta ocasión tu ve ya a descansar.
Mi mami, insistió un poco que lo que me había dicho pero termino por dejarme lavar los platos, se despidió de mí y salió de la cocina, al poco rato entro mi papi para despedirse también y desearme buena noche, pues se iría a dormir ya con mi mami.
Yo me quede lavando los platos en la cocina, mis padres se habían ido ya a su habitación a dormir.
Estaba terminando con los platos cuando nuevamente se apareció mi bebito en la cocina, repitiendo el movimiento que había hecho más temprano.
Me tomo por detrás y comenzó a manosearme mientras me besaba, yo me dejaba llevar por el momento.
Juan: Mami te deseo tanto, no puedo resistirlo, no puedo esperar a regresar a la casa…
Yo: Bebe, mi amor, tú crees que yo no quiero, pero debemos aguantar, estamos en casa de los abuelos…
Juan: Siente como la tengo y más porque no paras de mover tu culo.
Sin darme cuenta, inconscientemente, había empezado a mover mi culo sobre la verga de Juan, en verdad deseaba tanto a mí bebe en ese momento.
Comencé a perder el control y el pensamiento de estar en casa de mis padres y el riesgo de aquello me llenaba de lujuria así que no pude más y sucumbí al deseo.
Repentinamente gire para quedar frente a frente con mi bebe y comencé a besarlo como loca, inmediatamente el llevo sus manos a la parte favorita del cuerpo de su mami, mi culo, comenzó a manosearme como desesperado.
No hubo palabras, simplemente comenzamos a dejarnos llevar por la lujuria y el deseo.
Mis manos acariciaban su fuerte y varonil pecho y fueron deslizándose por el lentamente hasta llegar a su paquete, sin decir nada comencé a desabrocharle el pantalón y le baje el cierre lentamente le baje un poco el pantalón y el bóxer para liberar su carne que surgió completamente erecta, venos y fuerte.
Sin pensarlo más me arrodille y mirándolo de una forma picara le cerré el ojo y antes de empezar a devorarle la carne le hice con señas que hiciera silencio.
Y así comencé a darle una rica mamada, tragándome cada centímetro de ese manjar que tiene mi hijo, él me tomaba de la cabeza y apretaba sus labios para guardar los gemidos que siempre le provocan las depravadas y ricas mamadas de su mami.
Me sentía excitada y muy nerviosa porque en verdad fuéramos a ser descubiertos por mis padres, pero esa idea me hacía querer cada vez más continuar con aquella mamada a mi bebe.
Pasado un rato, mi hijo me tomo con fuerza y me puso de pie comenzando a besarme con pasión y de inmediato empezó a bajarme el pantalón leggin junto con mi panti, el cachetero que estaba ya bañado en mi néctar.
Yo me dejaba llevar por él.
Cuando tenía ya un poco abajo mi ropa se arrodillo y antes de comenzar a comerse la chochita de mami, me quitó las zapatillas y procedió a despojarme por completo de esa ropa, dejándome desnuda de la cintura hacia abajo, aquello me llenaba de adrenalina y una tremenda excitación.
Yo: No bebe, que haces? (le dije murmurando)
Juan: No me digas que esto no es muy excitante mami, yo sé que lo quieres tanto como yo…
Simplemente no respondí y mi silencio le confirmo a mi bebito degenerado que lo deseaba mucho.
Y así el cerdo de mi bebe empezó a comerme como loco, su lengua se hundía en mi sexo junto con sus dedito que frotaban mi clítoris y vulva, haciendo que mi néctar fluyera sin parar, yo contenía mis gemidos mientas acariciaba la cabeza de Juan, empujándolo hacia mí, haciendo que devorara mi sexo con pasión y lujuria.
Después de un momento mi bebe se puso de pie, besándome con tremenda lujuria con su mano levanto mi pierna izquierda tomándola de mi muslo, y así, sosteniéndola en el aire coloco su tremenda verga en mi sexo y comenzó a empujarla hasta comenzar a penetrarme.
Y allí estábamos los dos como animales en celo, en la cocina de la casa de mis padres dándole rienda suelta a nuestro amor y lujuria.
Parados frente a frente besándonos como locos mientras sentía como una y otra vez la carne de mi bebe entraba en mi ser con fuerza.
Yo: Ay mi amor, que rico, no pares por favor… (Le susurre a mi bebe)
Juan: Si siii te amo putita, te amoooo
Pasado un rato mi niño saco su carne de mi sexo y tomándome con fuerza me hizo voltearme quedado inclinada recargada sobre el lavabo de los platos, sabía que mi niño no estaría completamente satisfecho sin antes disfrutar del culo de mami que tanto lo enloquece.
Yo giraba mi cabeza y lo miraba llena de lujuria.
Yo: Si bebe, mi degenerado hermoso, mete toda esa verga en el culo de mami…
Juan con su depravada mirada clavada en mi culo tomándome con fuerza de la cadera comenzó a introducir su carne venosa en mi ano, y así comenzó a martillarme con fuerza.
Estando solos en nuestra casa en ese momento deberíamos estar gimiendo, jadeando como perros en celo y gritándonos obscenidades, pero en ese momento debíamos contenernos, cosa que era muy difícil pero a la vez algo muy excitante.
Finalmente luego de una rica sesión de sexo anal, mi bebe saco su carne de mi culo, e hizo que me arrodillara frente al y comenzó a jalarse con fuerza la carne, yo abrí mi boca esperando su deliciosa cremita, mientras miraba con depravación al cerdo de mi nene jalarse esa hermosa verga.
Un chorro de semen broto con fuerza cayendo dentro de mí boca y salpicado también mi carita.
Mi bebe jadeaba muy suavecito igual que yo, tome su verga y comencé a frotármela por toda la cara embarrando su semen en mí y lamiéndola mientras me tragaba ese delicioso jugo.
La sensación de excitación fue muy rica, finalmente me puse de pie y comenzamos a besarnos.
Yo: Por dios bebe, que atrevido, estuvo delicioso.
Juan: Sabia que lo querías mami, una guarra como tú no podía dejar pasar esta rica oportunidad.
Yo: Jaja, anda ya déjame ponerme el pantalón.
Mientras me ponía mi ropa mi bebe se acomodaba también su pantalón.
Y bueno después de eso nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones, nos despedimos con un lindo beso y cada quién se fue a dormir.
El día siguiente era navidad, y la pasamos en familia.
Paso todo con normalidad, a la mañana siguiente mi bebe y yo regresaríamos a nuestra casa, pero ese día por la noche mientras cenábamos mi mami dijo algo.
Mi mami: Helen, cariño, quiero ir mañana con ustedes, tengo ganas de ir a visitar a una amiga y me gustaría pasar a verla y felicitarla por estas fechas, me regreso pasado mañana.
Eso nos calló como bomba a Juan y a mi pues deseábamos como locos estar solo en casa sin embargo no podía negarle a aquello a mi mami, así que no hubo más remedio que decirle que no había problema, después de todo solo sería un día.
Le pregunte a mi padre si el también iría y me dijo que no.
Y bueno a la mañana siguiente mi bebe y yo nos despedimos de mi papi y nos subimos en la camioneta con mi mami para viajar de regreso a casa.
No tuvimos oportunidad de ir cariñosos durante el camino por la presencia de mi madre.
Salimos muy temprano así que a eso de las 9 de la mañana ya estábamos en la casa.
Entramos y mi mami me dijo que se daría un baño, pues por salir tan temprano no pudo hacerlo antes, se instaló en un cuarto de la casa y se dio una ducha, mientras lo hacia mi bebe y yo aprovechamos para darnos algo de cariño incestuoso en la sala, algo muy relax, solo besitos y caricias.
Juan: Con las ganas que tengo de revolcarte mami, ahorita ya estarías gimiendo como perra suplicándome que no te saque del culo mi verga jaja.
Yo: Tranquilo cerdito, podemos aprovechar ahorita que tu abuelita se vaya a visitar a su amiga…
Y bueno, finalmente mi mami bajo a la sala donde estábamos Juan y yo, viendo la tv, sin que se imaginara que estuvimos fajando delicioso mientras ella se bañaba y se alistaba para salir y mucho menos sin pensar que estábamos esperando que se fuera para darle rienda suelta a nuestra lujuria.
Se despidió de nosotros y salió de la casa para ir a visitar a su amiga.
No paso mucho para que mi bebe y yo ya estuviéramos en mi cuarto dándonos un tremendo revolcón.
Lo deseábamos como locos, mi hijo me dio como siempre mucho placer con una tremenda cogida llena de amor, depravación y lujuria.
Cuando terminamos, reposamos por un rato, aunque sabíamos que mi mami tardaría un poco mas no podíamos darnos el lujo de quedarnos en la cama empiernados como solemos hacerlo, así que después de un rato le dije a Juan me daría un baño y que él se vistiera y se fuera a su cuarto o hiciera otra cosa.
El recogió su ropa del piso y salió de mi cuarto, yo me imagine que se iría al suyo…
Cuando termine de darme una ducha rápida, me seque y me puse algo cómodo, una tanguita negra, pantalón deportivo ajustado negro, sandalias, un bra que hacia juego con la tanga y una playera de manga larga blanca con estampado de ositos que a mi hijo le gusta mucho.
Salí de mi habitación con rumbo a la de mi bebe para ver que hacía.
Y al llegar allí note que no estaba.
Yo: Juan, mi amor dónde estás? (le grite al salir de su cuarto)
Pero no tuve respuesta, instintivamente al salir de su cuarto camine un poco hasta llegar al cuarto que había ocupado mi mami, y me lleve una gran sorpresa…
Allí estaba mi bebe aun desnudo, no se había puesto su ropa y estaba tumbado en la cama de esa habitación, jalándose muy rico la verga mientras con su otra mano sostenía pegada a su rostro la prenda íntima que se había quitado su abuelita esa mañana antes de bañarse, tenía los ojos cerrados y aspiraba el aroma íntimo de mi mami, de sus abuela, impregnado en su ropa, un bikini de encaje blanco.
Yo me quede impactada por unos instantes parada en la puerta del cuarto, sin duda era toda una sorpresa ver aquello, hacia justo lo que empezó a hacer con mi ropa, la razón por la cual terminamos teniendo esta hermosa relación incestuosa, de golpe recordé aquellos tiempos, y ver que ahora lo hacía con la ropa de mi madre me resulto sin duda algo muy depravado y excitante.
No me molesto en lo más mínimo, después de todo porque habría de hacerlo, pero como dije fue toda una sorpresa.
Hasta que finalmente comencé a caminar hacia él, estaba tan concentrado en lo suyo que no me había escuchado llamarlo ni se había dado cuenta que estaba allí.
Llegue a un lado de la cama y me senté a un lado de él mientras le dije.
Yo: Bebe, mi niño travieso que estás haciendo?
Fue entonces que mi niño abrió sus ojos y me miro allí, pero como si nada, él sabía que la degenerada de su madre estaba acostumbrada a sus depravaciones y locuras y simplemente me sonrió quitándose la prenda de su abuela de su rostro.
Juan: Mami! Exclamo.
Yo: Por dios bebe te la estas jalando con la ropa de tu abuela… eres un sucio… jaja
Juan: Mami, pues, no sé qué me paso, iba para mi cuarto y al pasar me dio curiosidad ver la ropa de mi abuela, y pues tú me conoces el aroma me puso muy caliente.
Yo: Jaja, eso veo mi cielo, pero woww es decir, es la ropa de tu abuela…
Juan: Jaja, si lo sé, pero no me digas que te molesta, es lo mismo que hacía con la tuya.
Yo: Mi amor, como me va a molestar pero me sorprende jaja
Juan: Mira mami, digo tu eres muy parecida a mi abuela, en sus fotos de más joven es prácticamente idéntica a ti, cuando tenía tu edad y además la abuela y tu son como los buenos vinos, entre más maduras más ricas, la verdad que la abuela se me antoja, es como tu pero un poco más madura jaja
Aquellas palabras me provocaron una lujuria descomunal, saber que el depravado de mi bebe pensaba así sobre mi mami, su abuela era algo delicioso y sumamente excitante, cosa que por supuesto me hizo ponerme lujuriosa.
Yo: Bebe, eres un cerdo depravado jaja ahora hasta mi mami te excita jaja pero eso es rico no te lo voy a negar carbón depravado…
Juan: Jaja, sabes que así soy putita y te encanta…
Yo: Me fascina bebe…
Y así, lujuriosa y depravada como soy sin molestarme en lo absoluto por aquello pensé en ayudar a mi bebe.
Yo: Pues deja que mami “te de una manita mi amor”
Sin pensarlo más tome entre mis manos la verga erecta de mi hijo y empecé a jalársela.
Yo: Tú disfruta del aroma de la abuela que yo me encargo de tu verga…
Juan: Oh si, mami eres la mejor, una puta guarra, te amooo
Le jalaba la carne a mi bebe mientras llena de lujuria contemplaba como el aspiraba con fuerza el aroma íntimo de mi madre en su prensa intima, hacía que me mojara muy rico, más aun por lo siguiente, mi bebe sabiendo la clase de puta degenerada que soy tomo la prenda de su abuela y la dirigió a mí rostro.
Juan: Dale una buena olida mami, mira que el aroma de mi abuela es delicioso como el tuyo.
Sonriéndole deje que pusiera en mi carita la panti de mi mami y aspire con gran fuerza, mientras ese aroma penetraba por mi nariz invadía mis sentidos y me hacía vibrar, mi néctar fluía de mi sexo, fue algo muy depravado, ya antes había disfrutado el aroma íntimo de otras mujeres pero el saber que ese era de mi propia madre me puso muy lujuriosa.
Mi bebito miro plácidamente como disfrutaba de ese exquisito aroma de mujer.
Juan: Que tal golfita? Apoco no huele delicioso?
Abrí los ojos y podía sentir en mi nariz impregnado ese delicado y excitante aroma íntimo de mujer, de mi madre.
Yo: Eres un enfermo son remedio bebe.
Juan: Pero no me has respondido, es delicioso ese aroma verdad?
Yo: Riquísimo…
Juan: Pues si yo soy un enfermo es porque la puta cerda de mi mami me lo heredo jaja…
Entonces mi niño continúo disfrutando de la panti de su abuela y yo comencé a devorarle la verga, me la tragaba toda, mientras aun podía sentir en mi nariz ese aroma de mi mami.
Estaba como loca mamándole la carne a mi bebito cuando comenzó a hacer que la lujuria y la depravación del momento fueran aumentado al empezar a decir cosas lujuriosas mientras disfrutaba del aroma íntimo de su abuela y de mi chupada.
Juan: Que rico seria tener a la abuela ahorita compartiendo mi verga con tigo putita, probarle la chocha y disfrutar este aroma directo de ella, verte comiéndole el culo fajándotela y cogérmelas a las dos, escucharlas gemir como unas perras en celo.
Romperles los culos y bañarlas de mi leche y verlas compartirla directo de sus bocas.
Yo simplemente escuchaba todo aquello que hacía que le devorara la verga cada vez más duro a mí nene, imaginando la escena, mi néctar se desbordaba de mi sexo bañando mi panti.
Solo seguí y seguí chupando ese pedazo de carne delicioso, mientras mi bebe aspiraba como loco el aroma de mi mami, hasta que finalmente dando un rico gemido su lechita salió expulsada llenado el interior de mi boca, tenía su verga dentro de ella y no la saque hasta que sentí que salió hasta la última gota, lentamente me saque su carne de la boca y de inmediato saboreando un poco todo el delicioso semen de mi hijo, me la trague toda.
Juan jadeaba mientras seguía aspirando el aroma de sus abuela, finalmente me recosté junto a él y comencé a besarlo, me enloquecía que al aroma de la intimida de mi madre se la había impregnado un poco en la cara, así que esos besos eran más depravados y lujuriosos.
Yo: Bebe, eres un súper depravado, en verdad te gustaría cogerte a tu abuelita?
Juan: A las dos juntas perrita, y no me digas que no te excita la idea, eres una guarra, te imaginas que rico seria tener incesto con tu madre y tu hijo!
Yo: Ay bebe, por eso te amo tanto, por depravado y cabron hijo de puta.
Y bueno, aquello fue delicioso, pero no podíamos seguir allí pues mi mami podría regresar.
Le dije a mi niño que ahora si se fuera para su cuarto y se vistiera.
Me hizo caso y se fue a descansar a su cuarto, a tomar una siesta, yo baje a la cocina a preparar algo de comer, y fue allí donde una de esas ideas tan depravadas y lujuriosa que a veces me surgen llego a mi mente…
Un rato después mi mami regreso a la casa, al entrar fue a la cocina y me saludo, comenzamos a platicar de domo le fue en la visita a su amiga, a mí me excitaba y me mojaba pensar lo que habíamos hecho su nieto y yo en su ausencia.
Finalmente cuando estuvo lista la comida le dije que por favor le dijera a Juan que íbamos a comer y yo prepare la mesa del comedor.
Ella subió y le dijo a mi bebe que ya estaba lista la comida.
Paso también a su cuarto a ponerse cómoda sin imaginarse lo que había hecho mi bebe ayudado por mí con su panti.
Y bueno comimos y pasamos el rato normal.
Después de comer mi bebe se fue a su cuarto, y mi mami también me dijo que iría a descansar.
Fue entonces que comencé a llevar a cabo la idea que me había surgido.
Algo que me gusta y disfruto mucho aparte del sexo con mi hijo jaja, es hacer postres.
Así que después de lavar los platos mientras mi madre y mi bebe descansaban en sus cuarto empecé a hacer un pastelito de chocolate que me gusta mucho.
La preparación toma unas cuantas horas, pero sabía que estaría listo para la cena.
Y bueno al terminar la preparación mientras esperaba a que terminara de hornearse me fui a la sala ver la tv.
Después de un rato fui a la cocina y vi que el pastel estaba listo.
Lo saque del horno y espere a que se enfriara.
Lo siguiente era la decoración del pastel, le puse unas fresas encima y finalmente estuvo listo, ya faltaba poco para la cena, así que procedí a llevar a cabo la siguiente fase de mi idea.
Subí al cuarto de Juan, al abrirla puerta, él estaba recostado en su cama viendo la tv, lo mire y el me sonrió.
Yo: Ven bebe…
Mi hijo se paró de su cama y fue hasta la puerta, me dio un besito en la boca.
Juan: Que paso putita?
Yo: Necesito de tu ayuda, vamos a la cocina…
Mi bebe me acompaño y bajamos a la cocina, ya allí le enseñe que había hecho un pastel pero eso no era lo importante.
Estábamos parado junto a la mesa de la cocina y comencé a darle unos besitos a mi bebe y comencé a acariciarle el paquete, tenía un pantalón deportivo y se sentía muy bien.
El expreso sorpresa.
Juan: Que haces zorrita?
Yo: Shh! Mira mi amor, lo que hicimos hace rato con la panti de tu abuela me excito mucho, me pusiste muy caliente y tuve una idea que sé que te va a encantar.
Mi bebito supo de inmediato que lo único que podía habérseme ocurrido era algo muy rico y depravado.
Juan: Ah si?
Yo: Mira, no tenemos mucho tiempo, así que tú solo relájate y deja que mami te ordeñe…
Y así sin más explicaciones y ante la sorpresa de mi hijo me arrodille, y le baje rápidamente el pantalón y el bóxer y comencé a devorarle la verga con gran lujuria y fuerza, el me miraba sorprendido pero lujurioso y disfrutando de aquello, yo le puse muchas ganas a esa mamada, necesitaba ordeñarle la verga a mi bebe son tardar mucho tiempo, así que hice gala de mis mejores técnicas para hacerlo venirse lo más pronto posible.
Mi bebe disfrutaba mucho esa intensa mamada.
Finalmente luego de unos minutos trabajando duro finalmente, al igual que la mamada que le di mientras disfrutaba el aroma de mi mami, con su carne dentro de mi boca su lechita broto, una buena cantidad como en cada eyaculación de mi bebe.
La exprimí para sacarle hasta la última gota.
Cuando sentí que había terminado de brotar, me saque su verga de la boca, me puse de pie y ante la mirada de sorpresa de mi nene me dirigí al pastel y comencé a liberar su semen sobre una parte del pastel, lo fui liberando poco a poco hasta que finalmente toda esa rica lechita quedo sobre de esa porción del pastel pareciendo parte del adorno.
Mi bebe me miraba incrédulo, cuando termine, solté una carcajada y le pellizqué una mejilla guiñándole el ojo.
Te va a gustar ver eso mi amor, ve y dile a tu abuelita que baje a cenar…
Mi bebe se dio una idea de lo que a su depravada madre se le había ocurrido.
Subió al cuarto de mi madre y le dijo que bajara a cenar.
Mi bebe volvió a bajar y para ese momento ya había cortado el pastel en rebanadas, y por supuesto la rebanaba que había bañado y adornado con la leche de mi hijo seria para mi madre.
Juan: Sabía que estaba tramando algo así cuando te vi escupir mi leche en el pastel…
Yo: Vamos a darle a probar tu lechita a tu abuelita mi amor…
Claro que hubiera sido más rico que la probara directo de la verga de su nieto, pero aquello se me hizo algo muy depravado y excitante, mi madre sin saberlo estaba a punto de comer el semen de su nieto.
No paso mucho cuando mi madre bajo, entro en la cocona donde estaba con mi hijo.
Yo: Hola mami, prepare un pastel, espero que te guste…
Mi mami: Ay mi amor, sabes que me encantan los pasteles y los que preparas tu son muy ricos.
Yo: Anda mi amor, lleva los platos al comedor yo voy a preparar café.
Mi mami y mi bebito se dirigieron al comedor mi hijo puso la rebanada especial de pastel justo en el lugar de mi mami, ella se sentó y yo inmediatamente después de poner a calentar el agua para el café me dirigí al comedor y me senté también.
Yo: Pues pruébalo mami, dime que tal me quedo!
Y así, ante las miradas traviesas de mi hijo y yo mi mami tomo su cuchara y procedió a darle el primer bocado a su pastel, al verla como se lo introdujo en la boca sentí una excitación tremenda al igual que mi hijo.
Fue alfo realmente rico.
Mi mami: Mmm mi amor, te quedo delicioso, está muy rico, tienes que pasarme la receta, aunque definitivamente a mí los postres no se me dan como a ti.
Yo: Si te gusto mami?
Mi mami: Helen, cariño, en verdad te quedó riquísimo…
Yo: Que bueno mamai, lo hice especialmente para ti, con mucho amor…
Mi bebe y yo cruzábamos miradas mientras veíamos como poco a poco mi mami se comía la leche de su nieto, claro que el sabor del chocolate debió neutralizar el del semen, pero el solo hecho de saber esa cochinada que hicimos mi bebe y yo resultaba de lo más excitante.
Y no sé si me sugestione por aquello, pero jamás mi mami me había halagado tanto por uno de mis postres, en verdad no paro de decirme que le encanto mientras lo comía, yo pensaba que la lechita deliciosa de mi hijo, su nieto, fue el ingrediente secreto que hizo que lo disfrutara aún más.
Y bueno, después serví el café y mi bebe y yo disfrutamos también del pastel.
Conversamos por un buen rato en la mesa y después mi mami, me dijo que tenía sueño y al siguiente día saldría temprano de regreso a casa con mi papi.
Esa noche no hubo acción entre mi hijo y yo, creo que lo deje seco por las sesiones de sexo del día, la rica revolcada que me dio cuando salió mi mami, la mamadota que le di mientras el degenerado disfrutaba del aroma íntimo de su abuela y finalmente la ordeñada que le di para adornar el pastelito de chocolate jaja.
Simplemente nos dimos unos besitos y un fajesito en la sala cuando mi mami se fue a dormir a su cuarto platicando de la deliciosa idea que tuve, a mi hijo le encanto ver a su abuelita tragando su lechita aunque de una manera camuflajeada jaja.
Y así a la mañana siguiente mi nene y yo fuimos a dejar a mi mami a la estación de autobuses.
Nos despedimos de ella y regresamos a la casa ya ahora si, a disfruta de nuestro amor con total libertad en la intimidad de nuestro nidito de amor y lujuria…
Que tal mis bebes? Les gusto este relato sobre una de las muchas vivencias y locuras a lado de mi gran amor mi hijo Juan.
Coméntenme que les pareció.
Un beso mis bebes, les agradezco por leerme, nos estamos leyendo pronto, pajeense muy rico y disfruten del sexo al máximo.
Bye…
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