Helen: Si lo sabe Dios…
¡Hola a todos! Una vez más aquí para compartirles un nuevo relato sobre mi vida incestuosa con mi hijo Juan. .
En el ultimo relato les conté sobre las decisiones que tome para cambiar mi vida, que deje mi profesión de maestra y junto a mi bebe nos volvimos emprendedores iniciando un par de negocios con los que gracias a Dios no ha ido de maravilla.
Y bien, Juan y yo comenzamos una nueva etapa en nuestra relación, alejada de la docencia ahora podía pasar aun mas tiempo con mi bebe y esa fue la mejor decisión que pude haber tomado. Después del fallecimiento de mis padres y haber superado la depresión que eso me provoco, la llama del amor entre mi hijo y yo se reavivo, comenzó a arder con mas fuerza e intensidad. Mis padres nunca supieron de mi incesto con Juan y nunca tuvimos muchos problemas para ocultárselos ya que ellos vivían en otra ciudad y mi bebe y solo en nuestra casa, así que no teníamos problemas salvo cuando mis padres iban a pasar algunos días con nosotros.
Pero ahora nos sentíamos cien por ciento libres, sentíamos aun mas libertad en nuestra relación. Comenzamos a ser aun mas cariñosos, incluso en público, empezamos a caminar tomados de la mano por la calle e incluso a darnos uno que otro beso en la boca estando en lugares públicos. Nunca lo platicamos, solo fue algo que comenzó a fluir. Fue parte de ese hermoso cambio en nuestras vidas, empezamos a sentirnos mas como pareja como esposos, aunque fuéramos madre e hijo.
Comenzamos a pasar algunas temporadas en nuestra casa y algunas temporadas no íbamos a pasar unos días a la casa de mis padres que como les conté esta en una pequeña ciudad a dos horas de donde yo vivo con mi bebe. En una ocasión en la que estábamos en esa pequeña ciudad mi bebe y yo salimos a hacer algunas compras en un super mercado. Me detuve en el área de la ropa y comencé a ver ropa íntima, había una empleada cerca acomodando cosas y yo empecé a tomar algunas cosas y se las mostraba a mi hijo preguntándole si le gustaban, le mostraba tangas, cacheteros, bikinis, todo tipo de topa intima, mi hijo me hacía comentarios como
- Esa se te vería muy bien, ese color te queda bien, esa se ve sexi, etc.
La empleada noto lo que hacía con mi hijo y pude ver en su rostro una expresión de sorpresa, se notaba la diferencia de edad y por el parecido era obvio que éramos madre e hijo, situación que le debió parecer extraña a la muchacha, sin embargo, ni mi hijo ni yo nos preocupamos por aquello, por el contrario, nos pareció excitante. Seguimos viendo la ropa y en determinado momento mi bebe y yo estábamos parados juntos y hablándole al oído le dije
- ¿Ya viste a la empleada como nos mira?
Mi hijo me respondió que también lo había notado.
- Si, jaja le voy a dar algo para que se impresione más…
En ese momento mi nene puso su mano sobre mi culo, yo usaba un pantalón de mezclilla azul claro, tenis blancos y playera rosa. Dejo su mano allí y empezó a sobar suavemente mis nalgas. Yo me sonroje un poco, pero me pareció excitante, voltee para ver a la empleada, justo cuando la mire ella agacho su cabeza, haciéndose la que no había visto, pero era obvio que si había visto lo que mi hijo hacía. En ese momento camine unos pasos hacia ella y le pregunte
- ¿Disculpe señorita donde están las pantimedias?
La chica me miro y tartamudeo un poco al responder, sin duda mi hijo y yo la sorprendimos y le provocamos un pequeño shock. Titubeante la chica me dijo que estaban en el pasillo de atrás. Entonces mi bebe y yo nos dirigimos allí dejando a la empleada en el otro pasillo. Nos reímos y nos pareció algo excitante y emocionante. Eso provoco que quisiéramos hacer más cosas así y así fue. Después de meter todo lo que necesitábamos al carrito del super mercado nos dirigimos al área de cajas para pagar. Había poca gente por la hora a la que fuimos, delante de nosotros había una persona pagando y en las cajas de lo lados había otras personas haciendo fila, en ese momento mi bebe me abrazo por detrás de una manera muy romántica y amorosa, un abrazo que definitivamente no correspondía al que un hijo le daría a su madre, me abrazo y comenzó a besarme la mejilla. Yo note que las personas que estaba cerca esperando pagar sus productos nos miraban con cierto sombro, algunos ni si quiera lo notaron, pero los que si definitivamente se miraban sorprendidos.
Así nos quedamos hasta que fue nuestro turno de pagar, al salir nos dirigimos a la camioneta en el estacionamiento, antes de llegar mi bebe me detuvo y me sorprendió dándome un beso en la boca muy rico, me tomo de las mejillas y me besaba yo lo abracé rodeándolo por el cuello y le correspondí el beso. Fue algo muy ruco y excitante. Después de un momento seguimos hacia la camioneta y acomodamos las cosas en la cajuela, nos subimos y nos fuimos a la casa. En el camino platicamos de aquello, de lo hermoso y excitante que fue hacer esas demostraciones de amor en público, haber sorprendido a la gente que nos vio, mas aun por que es una ciudad pequeña y corríamos el riesgo de que alguien que nos conociera y supiera que somos madre e hijo nos viera. Al final mi bebe y yo coincidimos que eso fue excitante y que a ninguno de los dos nos importaba eso.
Al llegar a la casa bajamos las cosas de la camioneta y entramos, apenas acomodamos las bolsas en la mesa del comedor mi bebe comenzó a besarme como loco y a manosearme, obviamente yo le correspondí, Comenzamos a desnudarnos mientras nos besábamos, la ropa iba cayendo poco a poco al suelo hasta que los dos quedamos desnudos. Seguimos besándonos de pie junto a la mesa, yo jalaba su verga que ya estaba bien dura mientras me frotaba mi sexo mojándose sus manos con mi néctar, acariciaba también mis tetas y mi culo, me nalgueaba con fuerza y me presionaba contra su cuerpo.
Después de un rato hice que mi bebe se sentar en una de las sillas del comedor y yo procedí a arrodillarme frente a el para mamarle la verga, comencé a succionar su manguera como loca, lamiéndola de los huevos a la cabeza, llenándola de bezos por todo su tronco. Mi nene gemía y me acariciaba el cabello, después de un rato tome mi prenda intima que estaba tirada en suelo cerca de mí, era una tanga blanca de algodón, la puse en la mano de Juan quien de inmediato se la llevo al rostro y comenzó a aspirar mi aroma intimo impregnado en la tanga. Mientras le chupaba la verga disfrutaba de ver a mi hijo aspirando como loco el aroma de mi tanga.
- Este aroma me vuelve loco mami, tu panocha huele a rosas jaja
- Ay mi amor, no huele a rosas, pero yo sé que ese aroma te encanta cerdito
Empecé a masturbar la verga de mi bebe con las tetas, sentir ese hermoso trozo de carne grueso y venoso en medio de mis pechos me enloquece. Con mis pechos con los que alguna vez alimente a mi nene y que ahora le daban ese placer tan rico.
Después de unos minutos me levante y gire quedando de espaldas a mi hijo quien seguía sentado en la silla, me acomode su verga en la panocha y entonces empecé a metérmela, ya con toda esa verga dentro de mi comencé a montarlo, mi bebe soltó la tanga y empezó a manosear mis pechos mientras me besaba la espalda.
- Eso putita así, clávate mi verga en la panocha
- Oh si bebe, que delicia, que placer mmm
Después de un rato me canse un poco, ya que era yo la que hacia el movimiento de arriba abajo, entonces me levante y lleve a mi niño a la sala, me subí en un sillón poniéndome en cuatro, de inmediato Juan empezó a cogerme como perrita, martillando con gran fuerza mi culo, nalgueándome y haciendo vibrar de placer. Mientas su verga entraba y salía de mi coño con su dedo empezó a dedearme el culo, lo que me provocaba mas placer y me hacia gemir con fuerza. Pasado un rato mi bebe saco su verga de mi sexo y me llevo al sillón más grande donde él se recostó.
- Dame tu chocho mami…
De inmediato me trepe al sillón y comenzamos un 69, a darnos placer mutuamente, yo devoraba su verga que estaba mojada con mi néctar y el con gran maestría chupaba mi sexo, con sus manos acariciaba mi culo y me abría la panocha para introducir su lengua en mi húmedo sexo, se tragaba mi néctar y metía sus dedos en mi ano. Yo sobre él, me tragaba toda su verga bañándola con mi tibia saliva que le escurría hasta los huevos. Unos minutos después me levante y me arrodille junto al sillón, le pedí a mi hijo que se acomodara frente a mi y que levantara las piernas, entonces empecé a comerle culo, lamia su ano, lo escupía mientras también le chupaba los huevos y le jalaba la verga con las manos, mi hijo ama que le coma el culo mientras le jalo la verga.
Yo hundía mi cara entre sus nalgas, metía mi lengua en su ano, como loca le daba tremendos lengüetazos, mi cara estaba bañada con mi propia saliva. Mi hijo gemía y jadeaba sin control y yo me esmeraba en darle placer. Continúe así hasta que dando un tremendo gemido de placer la leche de mi bebe broto de su verga, por la posición en la que el estaba le cayo toda sobre su estómago y su fornido y marcado pecho. Lentamente fui dejando de comerle el culo y jalarle la verga. Cuando ya le había salido hasta la ultima gota de leche me levanté un poco y con mi lengua comencé a lamer su tibio semen de su pecho. No me lo tragaba de inmediato solo lo lamia embarrándoselo más, mi bebe seguía gimiendo mirando con lujuria lo que hacía. Fui comiéndome esa rica leche poco a poco hasta que limpié con mi boca por completo el pecho de mi bebe, entonces me senté en el sillón a su lado y comenzamos a besarnos. Aun tenia en mi boca un poco de su semen, cosa que a mi bebe no le molesta, por el contrario, le agrada y lo excita.
Como les dije en otro relato, mi bebe y yo somos muy calientes y siempre buscamos nuevas formas de placer. En una ocasión hace tiempo, tuve una idea, en un encuentro sexual con mi bebe le dije que tenia una fantasía y quería que me complaciera, por supuesto que el no se negó, entonces le pedí que en esa ocasión se corriera sobre mi culo, después de tremenda cogida me acosté boca abajo sobre la cama, el se arrodillo junto a mi a la altura de mi culo y se jalo la verga hasta que toda su leche se derramo sobre mis nalgas. Entonces le dije
- Te gusta mucho mi culo verdad mi amor
- Sabes que me enloquece putita
- Entonces quiero que me limpies tu leche
Mi bebe pensó que le pedía que limpiara su leche con papel higiénico, pero en ese momento le dije
- Quiero que lo limpies con tu boca y que me pases tu leche con tu boquita porque obviamente yo no me alcanzo el culo jaja
Mi bebe se sorprendió un poco por mi petición, pero siendo un degenerado como yo no se negó, con un poco de recelo, pero no asco comenzó a lamer su propia leche sobre mis nalgas la recogió toda y la mantuvo en su boca, después yo me levanté de la cama y comencé a besarlo, el me pasaba su semen a mi boca y entonces me lo tragué. A mi bebe le gusto aquello, se le hizo excitante la petición de su depravada madre. Desde entonces en ocasiones repetimos eso, a veces me derrama su leche sobre las tetas o sobre la panocha y el la recoge con su boca para dármela en un beso y que me la trague.
Bueno, regresado a lo que ocurrió ese día. Después me senté en las piernas de mi hijo y nos quedamos un rato besándonos y abrazados.
- Eres una guarra mami, me encantas.
- Lo se mi amor.
- Pero desperdiciaste leche
- Ay mi amor solo por esta ocasión, tenía ganas de comérmela
- Pero…
- Shhh pero nada mi amor, pero nada, ya te dije solo por esta ocasión, al rato no la desperdiciaremos…
Y así mis queridos lectores, mi bebe y yo empezamos a ser muchísimo más unidos, el amor que surgió entre nosotros y que ya de por si era muy fuerte desde que empezamos nuestra relación incestuosa era ya una cosa indescriptible. Ya no solo éramos madre hijo, éramos por así decirlo también marido y mujer. Sin perder la noción de que somos madre e hijo, nos volvimos una pareja empezamos a vivir ya una etapa nueva, una etapa que nos llevaría a nuevos horizontes…
Espero que les haya gustado este relato, y ojala me sigan en el próximo donde les contare mucho más, algo muy especial… Saludos y besos de su amiga Helen.
No puedo creer que de verdad hayas vuelto Helen, tus relatos son la razón por la que me uní a la página original en primer lugar, empecé a leer cuando ibas por el 6 de lujuria y depravación, y de ahí en adelante los esperaba con ansias.
Aún luego de varios años, sigo visitándolos y viniéndome igual de rico que la primera vez que los leí.
Me encantaría, es un sueño para mí poder llegar a interactuar o platicar contigo directamente,saludos hermosa.