Hermanita inocente (Parte 3)
Tercera parte sobre como aproveche de mi hermanita y su inocencia.
Tercera parte de está historia, siguiendo con la inocente hermanita.
…
Ya era el día siguiente de que mi hermana me ordeño anoche, desperté temprano desnudo viéndola a ella igualmente sin ropa, ver su cuerpo ya me ponía una erección desde la mañana, hoy sería cuando nos tomaríamos una ducha juntos, pero como no despertaba decidí pensar qué hacer.
Al salir de la cama de mamá vi la tanga blanca que se quito antes de dormir, lo tome por curiosidad y empecé a olerlo, incluso estaba un poco húmedo, no quería desaprovechar está oportunidad y empecé a jalarmela con el tanga blanco, me pasee por la casa jugando con mi paquete hasta que de la cocina tome un vaso y me vine adentro de él, con eso ya tenía la leche del día para Sara.
Ya más calmado decidí ver si en mi lado de la habitación si mi madre me hubiese dejado algo, al entrar busque y en la parte de abajo de la cama había otra cajita para mi, dentro había un poco de dinero, una pastilla azul y una nota.
Leí la nota y era de mamá, me decía que la pastilla era para la energía para hacer ‘ciertas cosas’, también me dijo que el dinero era para mi si necesitaba algo en la semana, por último me dijo que me quería mucho y esperaba que con mi ayuda mi hermana dejará a un lado el trauma.
Guarde el dinero y la pastilla, de momento no la ocuparía y no tenía nada en mente de qué hacer con el dinero, ya se me ocurriría algo pensé, así que me salí y viendo que mi hermana sigue dormida, me vestí ya que todavía no me había mostrado desnudo a mi hermana y traje a la cama un rápido desayuno con su leche para despertarla..
– Sara despierta, traje el desayuno
Ella hace un quejido mientras se despierta estirando a la vez que mostraba sus tetas, se ve feliz cuando acepta su parte del desayuno y se bebe la leche diciendo que estaba tibia pero rica, comemos juntos y nos vamos a preparar nuestras cosas para la escuela cuando ella busca su tanga, se me había olvidado.
Hice como que lo busque y fui por él a la cocina, lo recogí y regresé a dárselo, fue cuando se lo puso que note que había algo de mi leche en él pero ella solo pensó que estaba mojado, casi se me para de nuevo por eso.
Ahí es cuando me pregunta el porqué estaba vestido si las reglas nos dejaban desnudo, solo le dije que lo hice para traer el desayuno pero me quite la ropa pero quedando en boxers, aún no había visto bien mi pene y quiero que no sospeche de donde saco la leche todavía.
Sara dice que es hora de bañarnos, se adelanta y yo voy por las toallas y el shampoo, al entrar al baño vi el tanga usado en el suelo y mi hermana ya dentro desnuda, aunque la vista ya me es común no puedo dejar de apreciar la vista, en serio quiero follármela pronto pero también quiero disfrutarlo en su momento.
– Bien, recuerda que nos bañamos juntos y sin esponja
– ¿Cómo nos bañaremos sin esponja?
Le respondí que usamos el jabón para frotarlo entre nosotros, primero ella me limpiara y luego yo la limpiaría. La convencí de que era para asegurarnos de limpiar bien, por lo que con mis indicaciones ella empezo a usar el shampoo en mi pelo y luego con sus manos llenas de jabón y burbujas empezo a frotar mi cuerpo.
Sus manos fueron de maravilla, poco a poco mi erección se hacía más notoria así que me senté diciendo que era para que alcanzara mi espalda mejor
– Sabes, existe una forma mejor de hacerlo
– ¿Cuál?
– En vez de usar tus manos usa tus pechos, son grandes y te ayudarían mejor
Mi hermana lo piensa diciéndome que tenía razón, en eso se pasa el jabón alrededor de sus tetas y empieza a frotarlas en mi pecho, pasando por mis brazos y manos, ahora si estaba duro y no podía ocultarlo más.
Cuando llegó a mis piernas Sara vio mi pene todo erecto, era la primera vez que veía bien así mi miembro, las pocas veces que lo veía era flácido por lo que me pregunto el porqué estaba ahora grande.
– Es por mi emoción, así se pone y es normal
– ¿En serio?
Le dije que era algo de los hombres, y quizás luego le explicaba más a detalle esto, pero que ahora siguiera, en eso recuerdo una de las cosas que decía uno de mis amigos sobre algo llamado rusa y entonces le digo a Sara.
– Oye, para está parte tienes que poner en medio tus pechos y frotarlo
Ella hace caso y pone mi pene entre sus tetas, ahora al frotarlo para lavarlo me estaba haciendo una rusa, el sentir como me apretaba sus pechos no se sentía rico, los apretaba y podía sentir mi paquete envuelto en su carne.
Sentía que estaba cerca pero ella paró de repente, había terminado con eso y siguió por terminar de limpiarme, me quería quejar pero lo pase,
– Está bien, mantén los ojos cerrados para que no te caiga jabón
ya me desquitaría con ella.
Sara termino de limpiarme y era mi turno ahora, le dije que mantuviera sus ojos cerrados hasta que le dijera ya que le dejaría el shampoo en su cabello, y ella aceptó.
Tome mucho con mis manos y limpie su cabeza dejando la mayor cantidad aun en su pelo, mientras el agua hacia su trabajo me puse a restregar su cuerpo con mis manos enjabonadas, fue un enorme placer sentir los rincones del dulce cuerpo de mi hermana mientras soltaba leves gemidos.
Pero yo iba por algo mayor, su conchita, con mis dedos empecé a tocarlo lamiéndome los labios, rayos, quería comérmelo todo ahí pero no se me ocurría qué decir, pero entonces se me ocurrió algo mejor.
– Hermano, siento muchas cosquillas ahí
– Solo aguantate, debo tallar ahí muy bien esa parte
Tome mi paquete y lo enjabone, para después con una mano agarre a mi hermana para poner mi pene rozando su coñito.
Ahí empecé a moverme, sentir como sus piernas me envolvían además de sentir su vagina a poco de entrar mi pene, sabía que quería disfrutar el momento pero ya no aguantaba más.
– Sarita, voy a limpiarte también dentro, aguanta
Metí más mi pene hasta la mitad, ahí empecé a sentir como el interior de mi hermana me apretaba, tome impulso abrazando a mi hermanita y metiéndole todo
– Ahh! Duele
Sarita empezo a quejarse del dolor pero no podía escuchar bien ya que estaba con el mayor placer de haberla desvirgarlo, no pude más e inunde el interior de mi hermana con mi semen
– Perdoname Sara, creo que fui un poco brusco
Mi hermana se quejaba de mi, pero le di un besito como disculpa, al sacar mi pene pude ver salir mi semen de ella, la limpié ahí abajo y termine de quitarle el jabón de pelo para que pudiera ver.
Sara me hizo berrinche por eso, pero a cambio le prometí que mañana iríamos a la playa como nuestro primer día de vacaciones a cambio de que perdonará, lo cual ella aceptó, yo había disfrutado el quitarle la virginidad.
pero quería más.
Salimos de la ducha y nos tuvimos que vestir para ir a la escuela, habíamos tardado demasiado así que pude hacer más en ese momento, en lo que pasabamos las clases un par de amigos estaban ocultos viendo algo, uniéndome a ellos vi que era una revista porno.
– Ey, ¿de dónde consiguieron esto?-
– Carlos, haz silencio, conseguimos algunas de la basura de uno de mis vecinos
– No se como pudo haberlas tirado, seguro se las descubrieron
Mis amigos me invitaron a verlas bien después de la escuela y tuve que aceptar para aprovechar que mi hermana se adelante, al terminar las clases nos ocultamos y empezamos a ver todas las revistas que tenían, no podía negar que había mujeres que me excitaran, en eso una me llamó la atención.
Era de una mujer acostada boca abajo mostrando su cuerpo desnudo con solo una toalla cubriendo su trasero y un hombre le ponía sus manos en la espalda, mis amigos me dijeron que eso era un masaje erotico, al saber esto se me ocurrió como volver a cogerme a mi hermana.
Agradecí y me fuí de allí, no sin antes llevar una de las revistas de regalo de mis amigos, pensé de qué me serviría más tarde, al llegar a mi casa vi a mi hermana con solo un tanga azul en casa, ya estaba duro por las revistas pero eso me calentó aun más.
Me volví a disculpar a mi hermana por lastimarla en la ducha, así que le dije que como forma de disculpa le daría un masaje, ella confundida le explique lo que me dijeron mis amigos, que era una forma de aliviar los músculos, ella me preguntó si era algo como un tratamiento de belleza de los que dicen sus amigas y le dije que si, por lo que aceptó para probarlo.
Le dije como era y que fuéramos a la cama de mamá, ella fue a acostarse boca abajo como le dije y entre las cosas de mamá encontré una crema humectante parecida a la de la imagen de la revista, me puse en las manos un poco sintiendo las manos resbalosas, entonces me subí a la cama para ver el sabroso culo de mi hermana acostado.
– Estoy listo hermana, aquí voy
Empecé a pasarle la crema por toda su espalda, haciendo los movimientos como me dijeron mis amigos y de la revista haciendo algo de presión, no sabía si lo estaba haciendo bien pero en un momento Sara pareció gustarle así que me base en eso para masajear su cuerpo desnudo.
Poco a poco me fui bajando a su traserito formado, moviendo esas nalgas y separando para ver sus agujeritos, no pude más y queriendo probar le di una lamida a su coñito haciendo que mi hermana soltará un gran gemido.
Quizas no lo sabía mi hermana pero vi que estaba excitada viendo su vagina soltando fluidos, entonces tome un poco más de crema para mi pene y se lo introduje en su coño, la crema hizo que fuera muy fácil pasar por ella lo que fue un gustazo.
– ¿Qué haces? ¿Es la crema?
– Si, lastime esa parte y quiero también darle un masaje, te sentirás bien, lo prometo
Sarita estaba insegura por mis palabras, así que a pesar de que solo quería follarmela duro, empece con movimientos lentos y suaves para que se acostumbrará a mi pene, parecía quejarse al principio, pero conforme la follaba empezo a ignorarme y luego empezo a disfrutarlo, sus gemidos no mentían.
Le dije que iría un poco más rápido y ella solo dijo que si, subí la velocidad y amaba está sensación, follarse a mi hermana era algo único y podría hacerlo por toda una semana, además si lo hacía bien quizás también más que eso.
Llegue a un punto de estar cerca de correrme que empecé a ir más duro, haciéndome lo más atrás que podía para golpear el interior de mi hermana con mi pene, la cama empezo a rechinar y mi hermana ya ni intentaba disimular y soltaba una voz muy dulce que solo me incitaba a seguir.
No pude más y solté todo, 1..2..3.. 6 chorros fueron adentro de mi hermana, sin duda este si fue un primer polvo muy placentero, pero cuando saque mi pene dentro de ella no me espere que ella volteará viendome a mi y a mi pene soltando gotas de leche, había olvidado decirle que no volteará y me había descubierto.
– eh, hermana…
– Carlos, ¿De ahí sale la crema?
Pensé que todo estaba arruinado, mi plan ya se había ido al caño pero no espere que mi hermana tomará con su mano mi pene y lo jalo sacando lo que me quedaba en su leche, solté unos dos chorros más y terminaron dándole a su cara y mano.
– ¿Puedo tomarla?
No podía creerlo, ¡Ella no le importó que su crema en realidad fuera mi leche! Le dije que sí y se limpio la leche de su cara para después beberla en su mano, al verla noté que estaba excitada, no había dudas que el cogerla la puso así, aún estaba incrédula pero no podía negar que este placer le gustará y ahora parecía tenerla a mi control para que le diera más placer.
Ella me pidió si tenía más, así que le dije que sí y que la sacará como ayer en la noche, no me importaba nada más, ya Sarita lo sabía así que le ayude a que ella me volviera a dar una mamada, ella lo volvió a hacer pero está vez pude ver su cara mientras lo hacía, estaba sensible así que solo dure unos dos minutos antes de volver a soltar dentro de su boca la leche que tanto quería.
Esto era lo mejor, ya por hoy no tenía más y había que arreglar la casa, pero sin duda mañana podría aprovechar más de ella, y siendo vacaciones tenía unas ideas sobre qué hacer con mi dulce hermanita inocente.
Bien, espero que les haya gustado esta parte, pronto iré sacando más, comente que les pareció y si esperan más de esta hermanita inocente pero caliente.
Muy bien hecho espero que sigas así
Wow, sigue la historia!
Muy rico, espero la continuación, me puso duro.
Suertuda ella