Hermanitas 1
Nunca pensé que esto.
Anónimo
Mi mamá siempre ha sido una mujer de buen corazón y ayuda a quien puede de la manera en que sus posibilidades lo permiten.
Recuerdo que hace años, cuando yo tenía alrededor de 16 años, llegó una vecina para pedirle de favor que cuidara a sus 4 hijos mientras ella trabajaba pues el marido había fallecido hace ya algunos años y los dejó en total indefensión.
Eran 2 hermanos de 6, 5, dos hermanas de 4 y 2, aproximadamente ya que no estoy seguro.
Ellos estaban con nosotros gran parte del tiempo y la vecina pasaba por ellos ya muy tarde.
Todos ellos, muy tranquilos y bien portados, pero la niña de 4 me seguía mucho y solía estar conmigo cuando hacia mi tarea. Yo la ponía a dibujar o hacer garabatos del otro lado de mi escritorio. En alguna ocasión, se sentó en mi pierna y no lo percibí como algo raro, pero yo al hacer tarea, no me dejaba hacer gran cosa. La bajaba para sentarla en la silla del otro lado, pero ella se volvía a sentar en mi pierna. La dejaba un rato, pero después la invitaba a irse porque yo ya quería dormir pues entraba a la escuela a las 7 de la mañana y mi escuela estaba a dos horas de camino.
Sus visitas a mi cuarto eran frecuentes y no platicaba de nada porque yo la ponía a escribir o dibujar, pero ella siempre se empeñaba en sentarse en mis piernas. Una ocasión, se sentó justo detrás de mi con sus piernitas abiertas y empezó a frotarse con mi espalda. Me saqué de onda y no la dejé continuar, me levanté y me senté en la silla que yo tenía destinada para ella. Me siguió y se sentó ahora justo sobre mi pene y empezó a moverse hacia adelante y hacia atrás. En cuanto empezó, mi pene se levantó y sentí rico. Pude reaccionar y en forma muy amable la bajé y la senté sobre mi pierna. Bajó su manita, tocó mi pene y me preguntó si podía verlo.
No podía creer lo que estaba escuchando de una niña tan pequeña. Mi mente empezó a tratar de asimilarlo mientras ella tenía su mano sobre mi pene. Le dije, si pero si me dejas ver tu cosita también. Sonrió y me dijo que si.
La tomé de la manita y la llevé a mi cama, la senté y me saqué el pene. Lo vio, lo toco palpando sin frotar ni nada por el estilo, sólo lo tenia en sus manitas. Le dije: ahora déjame ver tu cosita. Se bajó de la cama y se quitó sus calzoncitos. Le dije: no, así no. Acuéstate y abre tus piernitas. Jamás en mi vidia había visto una niña desnuda y lo que vi me dejó sorprendido. La tenía muy abierta y me hizo suponer que esa niña tenia ya relaciones con alguien mayor.
No me sorprendí cuando me dijo que si quería podía meter mi cosita. Eso sirvió para comprobar que ella ya sabía lo que era ser penetrada. Le pregunté: ¿quieres que te lo meta? ¿No te duele?
Me dijo: no, no me duele.
Algo me dijo: No, no lo hagas. Y no lo hice. Fue muy a tiempo, le pedí que se vistiera y yo guardé mi pene. Antes de guardarlo, le dije: dale un besito. Le dio un leve beso y ya.
5 minutos después, entró mi mamá a la recámara y la niña y yo, estábamos cada uno sentado en su silla. A mi mamá algo le pareció raro y le dijo: deja que haga su tarea, vámonos de aquí, no le quites el tiempo.
Se la llevó y le dije a mi mamá: no me molesta. Se queda ahí y solo hace garabatos.
Después de eso, no volvió a pasar nada similar.
En otra ocasión, estaba yo tomando una siesta y de repente, sentí que alguien me daba besos ligeros en los labios. Abrí un poco un ojo y me di cuenta de que era ella. No la escuché entrar y para evitar cualquier cosa, me di la vuelta.
Ella salió y no pasó más.
Una vez entró a mi cuarto y le dije que saliera porque no quería hacer enojar a mi mama. Ella me dijo: tu mamá salió y creo que va a tardar porque agarró su monedero, su suéter y salió corriendo. Dijo que iba a tardar un poco porque le encargó la leche a tu hermana.
Uy, no lo hubiera dicho. En seguida, le dije: ¿quieres ver mi cosita? Ella dijo que si y fuimos a la cama. Le quité sus calzoncitos y una vez más vi, su vagina abierta. Lo primero que se me vino a la cabeza era hacerle un oral y sin más empecé a besar sus labios vaginales y meter mi lengua. Ella suspiraba y entre suspiros, me dijo: méteme tu cosita. Otra vez la pregunta: ¿te dolerá? Enseguida contestó: no, nunca duele
Una vez más comprobé que esa niña ya tenía relaciones con algún adulto y se había acostumbrado ya a la penetración. No me animé a penetrarla y solo le di un oral hasta que la escuché suspirar largo y muy fuerte. No se si a esa edad puedan tener un orgasmo, pero algo similar si sucedió
Yo estaba al cien con el pene erecto con toda la adolescencia al máximo. Le pedí que le diera besitos y le dio uno solamente. Enseguida, tomé sus manitas y la puse a acariciar mi pene de arriba abajo. Me dijo: me gusta tu cosita y ojalá me la metieras. Luego, nena. En otra ocasión será. Yo aun no sabia lo que era la eyaculación y sólo estuvo sobando mi pene un buen rato. Cuando le dije que era suficiente, salió de mi recámara y me acomodé el pene que aún estaba bastante erecto.
Por alguna razón que nunca supe, se fueron de repente y no supe de ellos
Pasaron algunos tal vez 5 años y solo regresaron las niñas.
Vendrá la segunda parte.
Sii la esperamos