Hijo de puta

Como mis Bullys y mi madre me regalaron la mas grande humillación de mi vida..
Parte 1:

 

_Arriba amor, es hora de ir al colegio _ Me despertó mi madre como todos los días, con sus suaves caricias.

 

Abrí los ojos para ver su joven y hermoso rostro. Mi madre era de piel clara y suave, con ojos achinados color café, cabello castaño obscuro lacio y una sonrisa tan perfecta que me hacían querer quedarme así todo el día. Disfrutando sus caricias.

 

_ Hoy no mamá _ le pedí sentándome en la cama para abrazar su plano abdomen y apoyar mi cara en sus pechos, estos no eran muy grandes pero se sentían hermosos.

 

_ ¿Otra vez? Hijo.

 

A diario le pedía faltar al colegio. Es que lo que ella no sabía era que yo era el más bulleado de la escuela, el nerd sin amigos al que todos disfrutaban de golpear o burlarse y tener una madre tan joven y hermosa no ayudaba. Pero nunca confesaría eso.

 

Si, mi madre me había tenido de muy jovencita, hoy en día, a mis 15 años, ella apenas tenía 32 e incluso parecía mucho más joven. Cuidaba con obsesión su aspecto y tenía un cuerpo privilegiado. Sus piernas y culo me ponian mi pequeño pene a su máximo potencial 7 cm.

 

_ Pero… Va a llover _ Ambos miramos por la ventana de mi habitación, el cielo estaba gris.

 

_ Está bien, hoy puedes quedarte _ Aceptó levantándose de la cama para salir se mi habitación _ De todas maneras levántate, ya te hice el desayuno.

 

_ Si mamá _ respondí contento mientras la veía salir, con mis ojos clavados en su culo.

 

Me levanté de un salto y corrí al baño a hacer lo de todas las mañanas, buscar en la ropa sucia una pantie de mi madre para darle la olfateada que me daba energías para el día. Como hoy tenía más tiempo, ya que no iba al colegio, decidí disfrutar mucho más ese aroma.

 

Era lo más delicioso del mundo y lo más cercano que podía estar de su vagina o de una vagina en general. Pues ni siquiera hablaba con las chicas. En menos de 3 minutos ya había acabado.

 

Volvi la prenda a su ligar, me lave y baje a desayunar.

 

El día que hermoso, mamá tampoco trabajaba ese día por lo que ambos la pasamos juntos, eranos muy unidos pues yo lo había conocido a mi padre, de hecho, ella solo había estado con el cuando me concibieron y nunca más volvió a tocar a un hombre. Era casi una virgen, era debido al trauma de haber sido casi forzada en su adolescencia y encima quedar automáticamente embarazada.

 

Podia sonar doloroso ser el trauma de tu propia madre, pero si eso significaba que nadie jamás la follaria, me hacía feliz.

 

Al terminar de desayunar, ambos nos acurrucamos en el sofá a ver una película cuando la lluvia comenzaba a caer tenue.

 

Quería quedarme así para siempre, ella recostada en el sofá y yo acostado entre sus piernas ella me hacía «piojito» y yo poca atención le apretaba a la película pues solo veía sus piernas y sus piecitos descalzos.

 

En ese momento sonó el timbre. Mi madre y yo nos miramos confundidos sin saber de quen podría tratarse y de mala gana me levanté a abrir la puerta.

 

La entrada estaba cerca pero lejos de la vista de cualquier persona que se encontrara en el living. Por lo tanto mi mamá no pudo saber quién era y tampoco podía escuchar con claridad debido a la película.

 

_ Pringao! _ Dijo El muchacho que apareció tras la puerta, era Marcelo mi compañero repetidor del curso, era un Moreno de 18 años pero que aparentaba bastante más, media 1,80 metros y era bastante musculoso.

 

_ Q-que haces aq… _ Antes de poder hablar, un fuerte golpe en mi estómago me dejó sin aire.

 

_Se supone que debías llevar nuestras tareas _ Dijo enojado después de pegarme y detrás de él salieron Carlos y Brian, sus secuaces que siempre estaban junto a él para hacerme la vida imposible.

 

_ Pero es que…

 

_ Pero nada! Tuvimos suerte de darnos cuenta y escaparnos de la escuela antes de Matemáticas ¡Idiota! _ Me tomó de la cabeza y me hizo inclinarme hacia adelante para comenzar a rasparme con los nudillos. Era fácil para él ya que yo era muy Delgado y apenas media 1,69.

 

_ Todo bien por aquí?_ preguntó mamá acercándose.

 

_ Si, todo bien mamá! _ Exclamé al instante, no podía dejar que me viera como un fracasado al que le hacían Bullying.

 

_ Si… todo bien… señor…ita _ Respondió Marcelo viéndola de arriba abajo. Ella vestía con una camisa Blanca y unos cortos shorts negros de entre casa.

 

_ ¿Son tus amigos? _ Preguntó emocionada.

 

_ Si! _ dijimos al mismo tiempo.

 

_ Que bien! Bienvenidos. Ale nunca trae amigos a casa _ Exclamó muy feliz, claramente estaba preocupada de que no tuviera amigos _ Delante pasen. Justo estaba por ponerme a cocinar, imagino que se quedan a comer ¡Pasen pasen! _ Se dirigió a la cocina _ Invitalos a sentarse, se un bien anfitrión! _ Gritó desde allá.

 

Todos, incluyéndome, la vimos salir con los ojos fijos en sus nalgas y cuando salió del campo visual.

 

_ Ya oyeron a la puta, chicos ¡Pasemos! _ Entraron emocionados.

 

_ No hables así de mi mamá _ Dije en un segundo de valentía. Pero con un golpe se me pasó.

 

_ Vieron como estaba vestida? _ Mencionó Carlos como baboso.

 

_ Y como caminaba _ completó Brian

 

_ Anda buscando polla _ se burló Marcelo mientras los 3 se sentaban en el sofá grande después de haber dejado sus mochilas en uno de los individuales. Yo me senté en el que quedaba.

 

_ Ustedes no saben nada de mi mamá…_ susurré enojado.

 

_ Acostubrense a esta casa chicos, cuando sea el padrastro de este nerd, esta será mi casa. A ver qué tan fuerte es este sofá porque aquí me voy a coger a su madre _ Los 3 rieron.

 

_ Nosotros también podemos?

 

_ Claro, para eso están las putas ¿no?

 

Yo escuchaba todo con enojo. Pero a la vez estaba tranquilo pues mi madre era mucho más Santa que la de ellos y sabia que jamás los tocaría.

 

_ Ya está la comida! _ Gritó mamá desde el comedor y allá fuimos a sentarnos.

 

_ Espero que les guste _ Dijo mientras se volteaba para buscar la olla

 

_ Yo ya estoy viendo que que gusta mucho lo que me voy a comer _ Susurró Marcelo mientras le miraba el culo y bajo la mesa se sacaba la polla.

 

No lo vi. Pero lo supe por el fuerte olor que llegó hasta mi nariz, casi vomito. Y al parecer los también se dieron cuenta e hicieron lo mismo pues la habitación entera se inundó de ese hedor.

 

Mamá sirvió la comida y se sentó. Me parecía mentira que no sintiera el aroma ¿O solo se hacía tonta?

 

La cena pasó, todos comieron con una sola mano y respondieron todas las preguntas protocolares de mi madre. Yo apenas pude comer por lo asqueado que estaba pero me alivio saber que ya todo terminaba. Terminarían de comer y se irían y, aunque iba a hacer objeto de burla el haberse masturbado justo en las narices de mi mamá, no había pasado nada más.

 

Pero en ese momento Marcelo tiró un cubierto al suelo, muy cerca de mi madre.

 

_ Oops, me se cayó _ dijo malicioso y cuando me quise apresurar a levantarlo, me clavó una mirada amenzadora. Me quedé quieto.

 

Mi corazón latía a mil, mi madre vería ese espectáculo horrible. Y, aunque estaba seguro de que los echaría a esos asquerosos a patadas. No podía borrar la anécdota de que le mostraron la polla a mamá.

 

_ No te preocupes _ Se agachó metiéndose bajo la mesa. Se escuchó un grito ahogado y su cabeza golpeó la mesa, había dado un respingo.

 

_ Mamá estás bien!

 

_ Si, señora… ¿Todo Bien? _ preguntó burlón y los otros rieron

 

Los miré enfadado, sabiendo que eran sus últimas palabras dentro de mi casa pues mi mamá obviamente los iba a sacar a las patadas.

 

_ Si, todo bien _ Contestó dejándonos a todos sin habla. Ella se reincorporó en la silla, su rostro estaba más rojo que un tomate. Seguramente no veía una polla hacia años y ver esas tres sucias y olorosas juntas, era impactante.

 

Los tres se miraron sorprendidos y yo la miré a ella sin creerlo.

 

_ Bueno, yo iré a lavar los platos. Ustedes pueden jugar con la consola en el living si quieren.

 

_ Que tal si vemos una película? _ Dijo Brian

 

_ Si ¿ Que dice? Señora. Nos cayó muy bien, queremos que la ves con nosotros.

 

_ Oh niños, me halagan. Esta bien. Pero primero lavaré los platos, elijan una mientras.

 

Ya me lo veía venir, hicieron que me sentara en el individual y los 3 se acomodaron el el grande, dejando un pequeño espacio para mi madre.

 

_ Hace un poco de frío por la tormenta ¿no? _ Gritó Marcelo para que oyera mi madre.

 

_Hay mantas en el mueble del tele_ Contestó desde allí.

 

Y luego hicieron lo que sospeché, una vez más sacaron sus penes de sus pantalones. El de Marcelo era con diferencia el más grande, media casi 20 cm, los otros dos eran como el doble del mío 15 cm cada uno por lo menos. Los tenían palpitantes y venosos.

 

_ Ya eligieron? _ preguntó mamá entrando al living y ellos se taparon rápido.

 

Ella llegó hasta donde nosotros y miró el sofá individual que quedaba, ocupado con las pertenecías de los muchachos.

 

_ Si quieres corro eso! _ me apresuré a decir

 

_ No_ contestó Marcelo _ Tenemos cosas frágiles, aquí hay lugar.

 

En mi cabeza rogué a Dios una y otra vez que mi madre no se sentara. No podía tener la imagen de su suave piel rozando la de alguien más y menos la de esos malditos degenerados con sus vergas al aire.

 

_ Está bien _ aceptó tímida y puso de espaldas para sentarse.

 

Así Brian, que estaba en una punta, aprovechó que no lo veía para levantar la manta antes que se sentara y tapar a mi madre y a él rápidamente antes de que de diera cuenta.

 

Y allí estaban. Bajo la misma manta, las suaves, torneadas y blancas piernas se mi madrea y esas 3 asquerosas pollas desnudas

 

La película empezó pero la verdad nadie le prestaba atención. Ellos estaban muy apretados por lo que Brian y Marcelo estaban muy ocupados en rozarce con mi madre, y Carlos en un raro acto se ingenio dijo.

 

_ Sus pies deben estar fríos señora, subalos _ Y tomó sus perfectos pececitos para que subiera las piernas al sofá, los puso en sus muslos. Ella no reaccionó, solo dejó que manipulara su cuerpo esbozando una tinida sonrisa _Como dije, están helados _ Comenzó a frotarlos.

 

_ G-gracias _ susurró ella poniéndose roja otra vez _ Tus manos están muy tibias.

 

_ Si verdad _ Respondió Carlos divertido. El se encontraba en la esquina más alejada de mi madre, pero la mas cercana a mi. Por lo que aprovechó que ella no veía hasta ahí para destapar sus pies dejándolos a mi vista y comenzó a frotar aquella asquerosidad en ellos.

 

Yo no podía creerlo, estaba rojo de ira y no podía sacar la vista de esa escena. Para colmo, las piernas de mamá estaban justo sobre Marcelo, que comenzaba a hacer movimientos de cadera bastante obvios. Para ese punto ya era imposible que ella no se diese cuenta ¡Pero no hacía nada!

 

La película terminó y ninguno de los 5 nos dinos cuenta, hasta que Marcelo lo dijo.

 

_ Ponganos otra cosa _ Dijo _ Solo que hay que buscar el control y se puso a fingir que lo buscaba bajo las sábanas, haciéndole cosquillas ocasionales a mamá que reía tontuela _ Ayudeme, señora _ Pidió.

 

_ S-si… pero ya no me digas señora, puedes llamarme Nicole.

 

Yo no podía creerlo, ese idiota haciendo cosquillas a mi madre y ella solo reía y luego le pedía que la tutee!!!

 

_ Aquí está! _ Exclamó

 

_ Ese no es el control… Nicole _ Marcelo le dedicó una sonrisa pícara

 

_ Oh! Lo… lo siento _ Se asustó quitando la mano rápidamente. Pero el joven la tomó de la muñeca.

 

_ No no… no se disculpe _ Le dijo con suavidad guiando su mano bajo las sábanas nuevamente

 

Ella no hizo nada, solo soltó un pequeño suspiro. Brian y Carlos se miraron pasados tan fijamente como se miraban mi madre y Marcelo.

 

En ese momento, Brian tomó la mano libre de mi mamita y la guió hasta su polla bajo las sábanas. Una vez más ella solo se dejó manejar. Giró la cabeza un segundo para sonreírle a Brian y nada más.

 

Yo no lo creía, mi mami, la mujer de mi vida, la mujer más santa e inocente del mundo, estaba manoseando las pollas olorosas de los compañeros de su hijo. Mi corazón sintió una punzada y en mi garganta se formó un nudo. Quería llorar, quería gritar, quería golpearlos, irme, desaparecer. Pero no pude reaccionar, era un completo cobarde.

 

Carlos tomó un pie de la mujer para llevarlo hasta su rostro y comenzó a frotar su cadera contra el otro.

 

Ya ninguno tenia la más mínima prudencia, ni siquiera mi madre, como si yo, su propio hijo, no estuviera ahí viéndola actuar  como una…

 

Un jadeo interrumpió mis pensamientos ¡Era mi mamá! Una mano de Marcelo se había abierto paso entre sus piernas y se podía notar debajo de las sábanas.

 

_ Te gusta? _ Preguntó el mayor de los 3 muy excitado. Mamá no contestó _ Ya veo que no _ Amagó a sacar la mano.

 

_ No… _ soltó casi en una súplica _ Si me gusta. No pares

 

Los tres rieron al mismo tiempo.

 

_ No te importa que el imbecil de tu hijo esté ahí _ Esas palabras dolieron más de lo que dolían a diario. Pero sabía que ese era el punto final, acababan recordarle mi presencia y encima me habían insultado, estaba claro que mamá volvería en sí. Pero no contestó  ¡Ni una maldita palabra! Ningún movimiento para irse ¡Nada!

 

_ Te importa o no te importa? _ Repitió volviendo a amenzar con retirar la mano.

 

_ No… no me importa_ Eso terminó de destrozarme, mi corazón se rompió y de uno de mis ojos se deslizó una lágrima.

 

Loa tres soltaron una carcajadas.

 

_ En ese caso _ Brian tiró se la manta dejando la escena al descubierto. Era peor de lo que imaginaba.

 

Mamá estimulaba las pollas llenas de smegma de Brian y Marcelo y ellos tenían sus manos dentro de su short. Por adelante y detrás.

 

_ Mamá…._ hablé por fin con hilo se voz.

 

Ella estaba roja, no sabía si era vergüenza o excitación _ L-lo lo siento… _ pero siguió con lo suyo, importandole una mierda que estuviera viendo o que esos malditos se estuvieran riendo de mí.

 

_ No, claro que no lo siente, si le encanta _ Replicó el repetidor dándole un lenguatazo a la piel perfecta de la mujer.

 

La piel que tanto había deseado estaba siendo ensiciada con su lengua babosa, las manos que me hacían de comer estaban dando placer a dos pitos venosos, sus piecitos perfectos siendo manchados de semen y aquel lugar que una vez me trajo al mundo, siendo profanado por las mismas manos que me golpeaban a diario.

 

Era la peor imagen que había visto jamás, ni en mis peores pesadillas. Era sin duda el peor momento de mi vida, nada jamás podría compararse. Bueno, eso pensé… no tenia idea de lo que me esperaba.

 

 

Bueno esa fue la primera parte, según la aceptación en los comentarios veré si sigo o no. En los comentarios, no me fijaré el likes. Así que ya saben, díganme si les gustó y si «los motivo»  también hágamelo saber, entre más explícitos mejor. Pueden hablarme al priv si quieren. También son bienvenidos insultos, burlas y humillaciones.